Alarmantes resultados del Observatorio de la diversidad de orientación sexual e identidad de género
por Laura Blanco/ La Haine 03/09/2008
Los homosexuales se han hecho visibles en la política, la judicatura y hasta el Ejército y la legislación civil va equiparando sus derechos, como el de contraer matrimonio. Sin embargo, en lo que va de año, más de 60 andaluces han sido agredidos en la calle por el mero hecho de su orientación sexual.
La Federación Colegas y el Defensor del Pueblo alertan de un aumento en estas conductas. La última de estas agresiones se produjo hace apenas una semana cuando tres jóvenes de estética skin head propinaron una paliza a una pareja de homosexuales que paseaban cogidos de la mano en pleno casco histórico de Sevilla. El episodio despertó las alarmas por lo llamativo del caso, pero el presidente de Colegas, Antonio Ferre, aclara que no todas las agresiones son provocadas por bandas neonazis de reconocida homofobia. De hecho, en esos mismos días otro joven de Conil (Cádiz) resultó agredido sin que en este caso se vieran involucrados los cabezas rapada. Ferre llama la atención sobre el hecho de que los agresores son cada vez más jóvenes –la edad media se sitúa entre los 17 y los 30 años y muchos tienen menos de 18 años–, de buena familia y realizan sus fechorías en zonas de ocio nocturno, especialmente en la costa.
Colegas tiene constancia de unas 60 agresiones en lo que va de año, si bien reconoce que las víctimas no denuncian los hechos a la Policía ni en el 10% de los casos y muchos ni siquiera acuden a la Federación, que insiste en la necesidad de denunciar. A finales de junio –con motivo del Día internacional de la lucha por los derechos de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales– Colegas presentó en la Oficina del Defensor, que también ha mostrado su preocupación por el tema, los primeros resultados del Observatorio de la diversidad de orientación sexual e identidad de género (Odos), que en el primer semestre del año recibió 317 denuncias en Andalucía (2.134 en toda España), de las cuales un 11% (unas 34) correspondían a agresiones físicas. Según Ferre, desde la presentación de estos datos las denuncias por discriminación y agresiones se han multiplicado y en tan sólo un mes se han recibido un centenar más, de las que unas 26 se refieren a daños físicos.
Reivindicaciones
El presidente de Colegas ve una tendencia al aumento de este tipo de actos, cuyas víctimas son generalmente jóvenes gays –“porque las mujeres lesbianas son aún menos visibles”, dice– de entre 19 y 30 años. Tras las últimas agresiones, la Federación Colegas ha solicitado una reunión al delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, para reclamar que se adopten medidas más fuertes contra la discriminación, de protección de las víctimas y penas más altas para los agresores. Así, Ferre reclamó la necesidad de una ley de igualdad de trato para luchar contra la discriminación por la orientación sexual, como la existente sobre igualdad de género y contra la violencia de género. Igualmente reivindica recursos asistenciales como casas de acogida para jóvenes homosexuales “que cuando deciden contar su condición no son aceptados por su familia y no tienen dónde ir” o para ser atendidos tras casos de discriminación, similares a los destinados a las mujeres víctimas de malos tratos.
Grupo de Acción Social/La Haine
viernes, 5 de septiembre de 2008
La diabriba homofóbica del obispo en la Asamblea Legislativa según lo reporta Diario Extra
¡Qué remedio, pues! Tenemos una Iglesia Católica cuya jerarquía está desprestigiada por su evidente e impúdica alianza con el poder económico y político y a la cual, según bien se sabe, le encantan los billetes verdes y las cuenta en bancos off-shore. En ese sentido son, sin duda, la gente con menos legitimidad para hablar a nombre del Jesús evangélico, quien vivió pobre y al lado de los pobres y desvalidos, y para quien lo sexual –incluso la homosexualidad- jamás fue asunto que motivara ni justificara escándalo alguno.
También es típico de estas jerarquías religiosas su oscurantismo medioeval. Y ya lo ve usted, ahí siguen, repitiendo al infinito una sarta de tonterías que son producto o bien de la ignorancia o bien de la mala intención, o acaso resultado de ambas cosas al mismo tiempo. Lo que si no cabe duda es que son portadores de un mensaje de odio y discriminación, que agrede y maltrata a seres humanos de carne y hueso –las personas homosexuales- que deberían ser, como cualquier otra persona, dignas de respeto y legítimamente investidas del derecho a una vida digna en igualdad de condiciones con las demás personas.
Pero, sin duda, y en medio de tales desplantes de odio, nada resulta más indignante y ofensivo que el cinismo de su cantinela de “amor” y “comprensión”. Si al menos fueran honestos y expresaran su odio sin maquillajes, se les podría reconocer la sinceridad. Pero el caso es que ni siquiera eso...
• Arzobispo de San José, Hugo Barrantes:
“MATRIMONIO ENTRE HOMOSEXUALES ATENTARÍA CONTRA EL BIEN COMÚN”
Gerardo Ruiz Ramón gruiz@diarioextra.com
El Arzobispo de San José, Hugo Barrantes, aseguró que el bien común de los costarricenses se vería afectado si los diputados aprueban el proyecto de ley que pretende habilitar las uniones civiles entre homosexuales.
Barrantes expresó el parecer de la Iglesia católica sobre la iniciativa ayer en la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento.
El prelado, quien además preside la Conferencia Episcopal de Costa Rica, reafirmó ante los diputados que la Iglesia católica no cambiará su concepto de núcleo familiar como el compuesto por un hombre y una mujer y los hijos que procreen. Barrantes insistió en definir ese grupo como “familia tradicional”.
El jerarca de la Iglesia católica coincidió así con los diputados que lideran el bloque que se opone a legalizar las uniones civiles entre personas del mismo sexo. El pastor evangélico y parlamentario de Restauración Nacional, Guyón Massey, es uno de los detractores del plan.
“El Estado no puede legalizar estas uniones entre homosexuales, sin faltar al bien común del matrimonio y la familia. La realidad demuestra que las parejas heterosexuales, no están en igualdad de condiciones con las homosexuales”, subrayó Barrantes durante su comparecencia.
El arzobispo agregó que el proyecto que se tramita bajo el expediente 16.390 en la Comisión de Derechos Humanos “es una copia al carbón del Código de Familia”, aspecto que condenó.
Según Hugo Barrantes la posición de la Iglesia católica no tiende a discriminar a la comunidad homosexual del país, sino oponerse al proyecto de ley que pretende igualar sus derechos a los de los matrimonios heterosexuales.
Consultado sobre la posibilidad de que los homosexuales puedan adoptar menores de edad, la cabeza de congregación católica costarricense pronunció un resonante no ante la comisión.
“Me animo a decir (que la adopción en la pareja homosexual) va contra los derecho humanos. Según como lo veamos, le quita al niño la posibilidad de crecer con una mamá y un papá.
Es que la Iglesia lo que defiende a capa y espada es la institución matrimonial. Nosotros no estamos en contra de nadie, pero todo aquello que amenace y debilite a la institución familiar, para nosotros es un mal. Por eso es que somos tan tajantes en ese tema”, afirmó el arzobispo.
Hugo Barrantes también se refirió al referéndum que podría realizarse para que sea el pueblo el que decida si se aprueba o no el proyecto para permitir el matrimonio entre gais. Según el dirigente, la Iglesia no se opone a que se realice la consulta ciudadana.
No obstante, consideró que el referéndum traería el peligro del radicalismo, de ataques verbales y de la descalificación mutua entre los grupos a favor y en contra de la unión civil entre homosexuales.
AGREDE DETRÁS DE LA SOTANA
Abelardo Araya, presidente del Movimiento Diversidad, que agrupa a la comunidad homosexual, calificó como pobres y reiterativos los argumentos usados por el Arzobispo de San José, Hugo Barrantes.
Araya cree que la Iglesia quiere confundir a la población comparando el proyecto de ley con la figura del matrimonio entre parejas heterosexuales.
El dirigente consideró ridículo que la institución católica califique la unión civil entre personas del mismo sexo como un atentado contra la familia.
“Hugo Barrantes debería darse cuenta de que las familias conformadas por dos homosexuales ya existen, están instauradas y merecen una regulación que proteja sus derechos, porque son parejas indefensas ante la Ley.
Lamentamos que el Arzobispo se esconda detrás de la sotana para agredir a una comunidad y hacernos víctimas de persecución “, arguyó. Abelardo Araya informó que se tiene listo un borrador con cambios al proyecto para evitar que se compare la unión civil entre gais con los matrimonios heterosexuales.
También es típico de estas jerarquías religiosas su oscurantismo medioeval. Y ya lo ve usted, ahí siguen, repitiendo al infinito una sarta de tonterías que son producto o bien de la ignorancia o bien de la mala intención, o acaso resultado de ambas cosas al mismo tiempo. Lo que si no cabe duda es que son portadores de un mensaje de odio y discriminación, que agrede y maltrata a seres humanos de carne y hueso –las personas homosexuales- que deberían ser, como cualquier otra persona, dignas de respeto y legítimamente investidas del derecho a una vida digna en igualdad de condiciones con las demás personas.
Pero, sin duda, y en medio de tales desplantes de odio, nada resulta más indignante y ofensivo que el cinismo de su cantinela de “amor” y “comprensión”. Si al menos fueran honestos y expresaran su odio sin maquillajes, se les podría reconocer la sinceridad. Pero el caso es que ni siquiera eso...
• Arzobispo de San José, Hugo Barrantes:
“MATRIMONIO ENTRE HOMOSEXUALES ATENTARÍA CONTRA EL BIEN COMÚN”
Gerardo Ruiz Ramón gruiz@diarioextra.com
El Arzobispo de San José, Hugo Barrantes, aseguró que el bien común de los costarricenses se vería afectado si los diputados aprueban el proyecto de ley que pretende habilitar las uniones civiles entre homosexuales.
Barrantes expresó el parecer de la Iglesia católica sobre la iniciativa ayer en la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento.
El prelado, quien además preside la Conferencia Episcopal de Costa Rica, reafirmó ante los diputados que la Iglesia católica no cambiará su concepto de núcleo familiar como el compuesto por un hombre y una mujer y los hijos que procreen. Barrantes insistió en definir ese grupo como “familia tradicional”.
El jerarca de la Iglesia católica coincidió así con los diputados que lideran el bloque que se opone a legalizar las uniones civiles entre personas del mismo sexo. El pastor evangélico y parlamentario de Restauración Nacional, Guyón Massey, es uno de los detractores del plan.
“El Estado no puede legalizar estas uniones entre homosexuales, sin faltar al bien común del matrimonio y la familia. La realidad demuestra que las parejas heterosexuales, no están en igualdad de condiciones con las homosexuales”, subrayó Barrantes durante su comparecencia.
El arzobispo agregó que el proyecto que se tramita bajo el expediente 16.390 en la Comisión de Derechos Humanos “es una copia al carbón del Código de Familia”, aspecto que condenó.
Según Hugo Barrantes la posición de la Iglesia católica no tiende a discriminar a la comunidad homosexual del país, sino oponerse al proyecto de ley que pretende igualar sus derechos a los de los matrimonios heterosexuales.
Consultado sobre la posibilidad de que los homosexuales puedan adoptar menores de edad, la cabeza de congregación católica costarricense pronunció un resonante no ante la comisión.
“Me animo a decir (que la adopción en la pareja homosexual) va contra los derecho humanos. Según como lo veamos, le quita al niño la posibilidad de crecer con una mamá y un papá.
Es que la Iglesia lo que defiende a capa y espada es la institución matrimonial. Nosotros no estamos en contra de nadie, pero todo aquello que amenace y debilite a la institución familiar, para nosotros es un mal. Por eso es que somos tan tajantes en ese tema”, afirmó el arzobispo.
Hugo Barrantes también se refirió al referéndum que podría realizarse para que sea el pueblo el que decida si se aprueba o no el proyecto para permitir el matrimonio entre gais. Según el dirigente, la Iglesia no se opone a que se realice la consulta ciudadana.
No obstante, consideró que el referéndum traería el peligro del radicalismo, de ataques verbales y de la descalificación mutua entre los grupos a favor y en contra de la unión civil entre homosexuales.
AGREDE DETRÁS DE LA SOTANA
Abelardo Araya, presidente del Movimiento Diversidad, que agrupa a la comunidad homosexual, calificó como pobres y reiterativos los argumentos usados por el Arzobispo de San José, Hugo Barrantes.
Araya cree que la Iglesia quiere confundir a la población comparando el proyecto de ley con la figura del matrimonio entre parejas heterosexuales.
El dirigente consideró ridículo que la institución católica califique la unión civil entre personas del mismo sexo como un atentado contra la familia.
“Hugo Barrantes debería darse cuenta de que las familias conformadas por dos homosexuales ya existen, están instauradas y merecen una regulación que proteja sus derechos, porque son parejas indefensas ante la Ley.
Lamentamos que el Arzobispo se esconda detrás de la sotana para agredir a una comunidad y hacernos víctimas de persecución “, arguyó. Abelardo Araya informó que se tiene listo un borrador con cambios al proyecto para evitar que se compare la unión civil entre gais con los matrimonios heterosexuales.
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