El Vaticano se opone a la despenalización de la homosexualidad
El observador permanente de la Santa Sede en las Naciones Unidas cree si la medida fuese adoptada, se crearían "nuevas e implacables discriminaciones"
El Vaticano se opone a la propuesta que Francia, como presidente de turno de la Unión Europea (UE), plantea presentar ante la ONU para exigir la despenalización universal de la homosexualidad, según informa Il Corriere della Sera .
En unas declaraciones que recoge este lunes la prensa local, el representante permanente del Vaticano ante la ONU, Celestino Migliore, expresa su recelo ante la iniciativa de Francia, que, según fuentes oficiales francesas, pretende iniciarse el próximo 10 de diciembre.
"El catecismo de la Iglesia católica dice, y no desde hoy, que en lo que respecta a las personas homosexuales se debe evitar cualquier muestra de injusta discriminación. Pero aquí la cuestión es otra", dice Migliore en una entrevista a la agencia de noticias francófona especializada en Vaticano I.Media.
"Con una declaración de valor político, suscrita por un grupo de países, se pide a los estados y a los mecanismos internacionales de actuación y control de los derechos humanos que añadan nuevas categorías protegidas de la discriminación, sin tener en cuenta que, si se adoptan, éstas mismas crearán nuevas e implacables discriminaciones", añade.
Por ejemplo, incide el representante del Vaticano ante la ONU, "los estados que no reconocen la unión entre personas del mismo sexo como 'matrimonio' serán puestos en la picota y serán objeto de presiones".
Migliore asegura que todo lo que va en favor del respeto y de la tutela de las personas forma parte del patrimonio humano y espiritual del Vaticano.
La secretaria de Estado francesa de Derechos Humanos, Rama Yade, anunció el pasado 17 de mayo, con motivo de la Jornada Interncional contra la homofobia, la intención de su
Gobierno de llevar la despenalización universal de la homosexualidad ante la ONU durante su periodo de presidencia de la UE, que finaliza el 31 de diciembre.
PÚBLICO.ES, Madrid – 1 de Diciembre de 2008
http://www.publico.es/internacional/179440/vaticano/opone/despenalizacion/homosexualidad
lunes, 1 de diciembre de 2008
Acerca del papel de la población afrodescendiente con motivo del referendo que prohibió los matrimonios homosexuales en California
Este comentario ofrece un análisis en relación con el papel que desempeñó la población negra o afrodescendiente, durante el proceso de votación que llevó a la aprobación de la Proposición 8, la cual implicó la prohibición de los matrimonios homosexuales en el Estado de California, Estados Unidos. Como se sabe, una mayoría sustancial (el 70%) de las personas negras que votaron, lo hicieron a favor de la Proposición o Propuesta 8 y, en consecuencia, en contra del matrimonio homosexual, por lo tanto en contra de los derechos de las personas GLBT.
El autor se remite a los datos disponibles, derivados de distintos estudios, y a partir de ello extrae conclusiones interesantes, como asimismo puntualiza varias recomendaciones dirigidas a los movimientos GLBT de California.
Ofrecemos un resumen de esas conclusiones y recomendaciones:
- En general, la evidencia muestra que más mujeres negras que hombres negros fueron a votar y, además, que el porcentaje de votos en contra del matrimonio homosexual fue más alto entre las primeras que entre los segundos. De hecho, un 75% de las mujeres negras votaron a favor de la Proposición 8.
- En general, la población negra acude a los oficios religiosos en las iglesias en mayor proporción que la blanca, con un detalle adicional: al interior de la población afrodescendiente es mayor la proporción de mujeres que asisten regularmente a esos oficios que la de hombres.
- Ello indica que, en general, la población negra –pero especialmente las mujeres negras- están bajo la influencia de la religión en mayor grado que la población blanca. Y, como es de suponer, esto es correcto también –y de forma probablemente más significativa- en relación con el tema de los derechos de las personas homosexuales ya que, como sabemos, este es un asunto que suscita una oposición especialmente feroz por parte de las distintas iglesias cristianas.
- Asimilar la reivindicación del matrimonio homosexual como un derecho equiparable al del matrimonio inter-racial (que en otros tiempos estuvo prohibido en Estados Unidos), podrían ser una mala estrategia aplicada por las organizaciones GLBT, ya que las mujeres negras tienden a rechazar la posibilidad de matrimonios inter-raciales. En general, además, el tema del matrimonio podría suscitar resistencia en las mujeres negras, ya que las estadísticas demuestran que, en mayor grado de lo que ocurre con las mujeres en otros grupos raciales, las mujeres afrodescendientes son las que menos posibilidades tienen de casarse y las que con mayor probabilidad se divorcian.
- De forma similar, hacer oscilar la discusión hacia la consideración de lo religioso y, en especial, hacia las distintas interpretaciones de la Biblia, podría también ser una mala estrategia ya que supone entrar en un terreno donde predomina el dogmatismo y no hay espacio para la reflexión. Es preferible buscar deslindar lo legal de lo religioso y promover que simplemente haya aceptación, sin ninguna implicación más profunda.
- Además, dice el autor, conviene tratar de persuadir a las mujeres negras, acerca de la conveniencia que tendría para ellas la visibilización de la homosexualidad entre los hombres negros. El hecho de que la población negra maneje niveles de tolerancia menores que la blanca respecto de este asunto, hace que haya un mayor encubrimiento de la homosexualidad, por lo tanto una mayor frecuencia de comportamientos de bisexualidad oculta, cosa que, además, implica mayores riesgos de enfermedades de transmisión sexual para la mujeres. Múltiples evidencias respaldan este punto de vista. Una mayor tolerancia hacia la homosexualidad, favorecerá que esta se haga visible y reduciría los riesgos asociados a comportamientos encubiertos. Conviene, entonces, lograr que las mujeres afrodescendientes comprendan que una mayor tolerancia hacia la homosexualidad va en beneficio de ellas mismas.
Gay Marriage and a Moral Minority
By CHARLES M. BLOW
We now know that blacks probably didn’t tip the balance for Proposition 8. Myth busted. However, the fact remains that a strikingly high percentage of blacks said they voted to ban same-sex marriage in California. Why?
There was one very telling (and virtually ignored) statistic in CNN’s exit poll data that may shed some light: There were far more black women than black men, and a higher percentage of them said that they voted for the measure than the men. How wide was the gap? According to the exit poll, 70 percent of all blacks said that they voted for the proposition. But 75 percent of black women did. There weren’t enough black men in the survey to provide a reliable percentage for them. However, one can mathematically deduce that of the raw number of survey respondents, nearly twice as many black women said that they voted for it than black men.
Why? Here are my theories:
(1) Blacks are much more likely than whites to attend church, according to a Gallup report, and black women are much more likely to attend church than black men. Anyone who has ever been to a black church can attest to the disparity in the pews. And black women’s church attendance may be increasing.
According to a report issued this spring by Child Trends, a nonprofit research center, weekly church attendance among black 12th graders rose 26 percent from 1993 to 2006, while weekly church attendance for white 12th graders remained virtually flat. In 2006, those black teenagers were nearly 50 percent more likely to attend church once a week than their white counterparts. And it is probably safe to assume that many of them were going to church with their mothers since Child Trends reported that around the time that they were born, nearly 70 percent of all black children were born to single mothers.
(2) This high rate of church attendance by blacks informs a very conservative moral view. While blacks vote overwhelmingly Democratic, an analysis of three years of national data from Gallup polls reveals that their views on moral issues are virtually indistinguishable from those of Republicans. Let’s just call them Afropublicrats.
(3) Marriage can be a sore subject for black women in general. According to 2007 Census Bureau data, black women are the least likely of all women to be married and the most likely to be divorced. Women who can’t find a man to marry might not be thrilled about the idea of men marrying each other.
Proponents of gay marriage would do well to focus on these women if they want to win black votes. A major reason is that black women vote at a higher rate than black men. In the CNN national exit poll, there were 40 percent more black women than black men, and in California there were 50 percent more. But gay marriage advocates need to hone their strategy to reach them.
First, comparing the struggles of legalizing interracial marriage with those to legalize gay marriage is a bad idea. Many black women do not seem to be big fans of interracial marriage either. They’re the least likely of all groups to intermarry, and many don’t look kindly on the black men who intermarry at nearly three times the rate that they do, according to a 2005 study of black intermarriage rates in the Wisconsin Law Review.
Wrong reference. Don’t even go there.
Second, don’t debate the Bible. You can’t win. Religious faith is not defined by logic, it defies it. Instead, decouple the legal right from the religious rite, and emphasize the idea of acceptance without endorsement.
Then, make it part of a broader discussion about the perils of rigidly applying yesterday’s sexual morality to today’s sexual mores. Show black women that it backfires. The stigma doesn’t erase the behavior, it pushes it into the shadows where, devoid of information and acceptance, it become more risky.
For instance, most blacks find premarital sex unacceptable, according to the Gallup data. But, according to data from a study by the Guttmacher Institute, blacks are 26 percent more likely than any other race to have had premarital sex by age 18, and the pregnancy rate for black teens is twice that of white teens. They still have premarital sex, but they do so uninformed and unprotected.
That leads to a bigger problem. According to a 2004 report by the federal Centers for Disease Control and Prevention, black women have an abortion rate that is three times that of white women.
More specifically, blacks overwhelmingly say that homosexuality isn’t morally acceptable. So many black men hide their sexual orientations and engage in risky behavior. This has resulted in large part in black women’s becoming the fastest-growing group of people with H.I.V. In a 2003 study of H.I.V.-infected people, 34 percent of infected black men said they had sex with both men and women, while only 6 percent of infected black women thought their partners were bisexual. Tragic. (In contrast, only 13 percent of the white men in the study said they had sex with both men and women, while 14 percent of the white women said that they knew their partners were bisexual.)
So pitch it as a health issue. The more open blacks are to the idea of homosexuality, the more likely black men would be to discuss their sexual orientations and sexual histories. The more open they are, the less likely black women would be to put themselves at risk unwittingly. And, the more open blacks are to homosexuality over all, the more open they are likely to be to gay marriage. This way, everyone wins.
E-mail chblow@nytimes.com
THE NEW YORK TIMES, 29 de noviembre de 2008
http://www.nytimes.com/2008/11/29/opinion/29blow.html?th&emc=th
El autor se remite a los datos disponibles, derivados de distintos estudios, y a partir de ello extrae conclusiones interesantes, como asimismo puntualiza varias recomendaciones dirigidas a los movimientos GLBT de California.
Ofrecemos un resumen de esas conclusiones y recomendaciones:
- En general, la evidencia muestra que más mujeres negras que hombres negros fueron a votar y, además, que el porcentaje de votos en contra del matrimonio homosexual fue más alto entre las primeras que entre los segundos. De hecho, un 75% de las mujeres negras votaron a favor de la Proposición 8.
- En general, la población negra acude a los oficios religiosos en las iglesias en mayor proporción que la blanca, con un detalle adicional: al interior de la población afrodescendiente es mayor la proporción de mujeres que asisten regularmente a esos oficios que la de hombres.
- Ello indica que, en general, la población negra –pero especialmente las mujeres negras- están bajo la influencia de la religión en mayor grado que la población blanca. Y, como es de suponer, esto es correcto también –y de forma probablemente más significativa- en relación con el tema de los derechos de las personas homosexuales ya que, como sabemos, este es un asunto que suscita una oposición especialmente feroz por parte de las distintas iglesias cristianas.
- Asimilar la reivindicación del matrimonio homosexual como un derecho equiparable al del matrimonio inter-racial (que en otros tiempos estuvo prohibido en Estados Unidos), podrían ser una mala estrategia aplicada por las organizaciones GLBT, ya que las mujeres negras tienden a rechazar la posibilidad de matrimonios inter-raciales. En general, además, el tema del matrimonio podría suscitar resistencia en las mujeres negras, ya que las estadísticas demuestran que, en mayor grado de lo que ocurre con las mujeres en otros grupos raciales, las mujeres afrodescendientes son las que menos posibilidades tienen de casarse y las que con mayor probabilidad se divorcian.
- De forma similar, hacer oscilar la discusión hacia la consideración de lo religioso y, en especial, hacia las distintas interpretaciones de la Biblia, podría también ser una mala estrategia ya que supone entrar en un terreno donde predomina el dogmatismo y no hay espacio para la reflexión. Es preferible buscar deslindar lo legal de lo religioso y promover que simplemente haya aceptación, sin ninguna implicación más profunda.
- Además, dice el autor, conviene tratar de persuadir a las mujeres negras, acerca de la conveniencia que tendría para ellas la visibilización de la homosexualidad entre los hombres negros. El hecho de que la población negra maneje niveles de tolerancia menores que la blanca respecto de este asunto, hace que haya un mayor encubrimiento de la homosexualidad, por lo tanto una mayor frecuencia de comportamientos de bisexualidad oculta, cosa que, además, implica mayores riesgos de enfermedades de transmisión sexual para la mujeres. Múltiples evidencias respaldan este punto de vista. Una mayor tolerancia hacia la homosexualidad, favorecerá que esta se haga visible y reduciría los riesgos asociados a comportamientos encubiertos. Conviene, entonces, lograr que las mujeres afrodescendientes comprendan que una mayor tolerancia hacia la homosexualidad va en beneficio de ellas mismas.
Gay Marriage and a Moral Minority
By CHARLES M. BLOW
We now know that blacks probably didn’t tip the balance for Proposition 8. Myth busted. However, the fact remains that a strikingly high percentage of blacks said they voted to ban same-sex marriage in California. Why?
There was one very telling (and virtually ignored) statistic in CNN’s exit poll data that may shed some light: There were far more black women than black men, and a higher percentage of them said that they voted for the measure than the men. How wide was the gap? According to the exit poll, 70 percent of all blacks said that they voted for the proposition. But 75 percent of black women did. There weren’t enough black men in the survey to provide a reliable percentage for them. However, one can mathematically deduce that of the raw number of survey respondents, nearly twice as many black women said that they voted for it than black men.
Why? Here are my theories:
(1) Blacks are much more likely than whites to attend church, according to a Gallup report, and black women are much more likely to attend church than black men. Anyone who has ever been to a black church can attest to the disparity in the pews. And black women’s church attendance may be increasing.
According to a report issued this spring by Child Trends, a nonprofit research center, weekly church attendance among black 12th graders rose 26 percent from 1993 to 2006, while weekly church attendance for white 12th graders remained virtually flat. In 2006, those black teenagers were nearly 50 percent more likely to attend church once a week than their white counterparts. And it is probably safe to assume that many of them were going to church with their mothers since Child Trends reported that around the time that they were born, nearly 70 percent of all black children were born to single mothers.
(2) This high rate of church attendance by blacks informs a very conservative moral view. While blacks vote overwhelmingly Democratic, an analysis of three years of national data from Gallup polls reveals that their views on moral issues are virtually indistinguishable from those of Republicans. Let’s just call them Afropublicrats.
(3) Marriage can be a sore subject for black women in general. According to 2007 Census Bureau data, black women are the least likely of all women to be married and the most likely to be divorced. Women who can’t find a man to marry might not be thrilled about the idea of men marrying each other.
Proponents of gay marriage would do well to focus on these women if they want to win black votes. A major reason is that black women vote at a higher rate than black men. In the CNN national exit poll, there were 40 percent more black women than black men, and in California there were 50 percent more. But gay marriage advocates need to hone their strategy to reach them.
First, comparing the struggles of legalizing interracial marriage with those to legalize gay marriage is a bad idea. Many black women do not seem to be big fans of interracial marriage either. They’re the least likely of all groups to intermarry, and many don’t look kindly on the black men who intermarry at nearly three times the rate that they do, according to a 2005 study of black intermarriage rates in the Wisconsin Law Review.
Wrong reference. Don’t even go there.
Second, don’t debate the Bible. You can’t win. Religious faith is not defined by logic, it defies it. Instead, decouple the legal right from the religious rite, and emphasize the idea of acceptance without endorsement.
Then, make it part of a broader discussion about the perils of rigidly applying yesterday’s sexual morality to today’s sexual mores. Show black women that it backfires. The stigma doesn’t erase the behavior, it pushes it into the shadows where, devoid of information and acceptance, it become more risky.
For instance, most blacks find premarital sex unacceptable, according to the Gallup data. But, according to data from a study by the Guttmacher Institute, blacks are 26 percent more likely than any other race to have had premarital sex by age 18, and the pregnancy rate for black teens is twice that of white teens. They still have premarital sex, but they do so uninformed and unprotected.
That leads to a bigger problem. According to a 2004 report by the federal Centers for Disease Control and Prevention, black women have an abortion rate that is three times that of white women.
More specifically, blacks overwhelmingly say that homosexuality isn’t morally acceptable. So many black men hide their sexual orientations and engage in risky behavior. This has resulted in large part in black women’s becoming the fastest-growing group of people with H.I.V. In a 2003 study of H.I.V.-infected people, 34 percent of infected black men said they had sex with both men and women, while only 6 percent of infected black women thought their partners were bisexual. Tragic. (In contrast, only 13 percent of the white men in the study said they had sex with both men and women, while 14 percent of the white women said that they knew their partners were bisexual.)
So pitch it as a health issue. The more open blacks are to the idea of homosexuality, the more likely black men would be to discuss their sexual orientations and sexual histories. The more open they are, the less likely black women would be to put themselves at risk unwittingly. And, the more open blacks are to homosexuality over all, the more open they are likely to be to gay marriage. This way, everyone wins.
E-mail chblow@nytimes.com
THE NEW YORK TIMES, 29 de noviembre de 2008
http://www.nytimes.com/2008/11/29/opinion/29blow.html?th&emc=th
Los Mormones acusados en California por no reportar sus abundantes contribuciones a la campaña homofóbica de la Proposición 8
Este es uno de los editoriales del prestigioso The New York Times, publicado en su edición del 29 de noviembre de 2008. En esta nota se analiza el papel de los Mormones –también conocidos como la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días- durante el plebiscito realizado en el Estado de California, por medio del cual se sometió a decisión popular la llamada Proposición (o Propuesta) 8. Como sabemos, ésta fue aprobada con lo que quedó anulada una resolución de la Corte Suprema del estado, la cual había dado luz verde a los matrimonios homosexuales. En adelante, y con la aprobación de esta oprobiosa Proposición 8, esos matrimonios quedan prohibidos.
Lo más relevante de este comentario editorial es que hace referencia la demanda de que está siendo objeto esa iglesia de tan largo y patético nombre, por haberse excedido en sus contribuciones monetarias a favor de la campaña que promovía la mencionada Proposición, siendo que esos montos tan sustanciales no fueron reportados, según lo demanda la ley.
O sea, los Mormones –tan “cristianos” como se dicen- están de tal modo dominados por el odio contra las personas homosexuales, que no solo son capaces de irse de la mano con el dinero sino que, además, no tienen empacho en violar las leyes para dar satisfacción a su campaña de discriminación.
Y encima, como podemos comprobar, les sobra la plata. Es, desde luego, gente que no sabe ni quiere saber nada de lo que significaba la pobreza y humildad del Jesús de los Evangelios.
The Prop 8 Campaign Money
California’s fair-elections commission is investigating a complaint against the Mormon Church’s role in campaigning for Proposition 8, which made marriage illegal between people of the same sex. Based on the facts that have come out so far, the state is right to look into whether the church broke state laws by failing to report campaign-related expenditures.
Proposition 8, which California voters passed on Nov. 4, overturned a ruling by the California Supreme Court and wrote discrimination against one particular group of people into the State Constitution. After it passed, tens of thousands of people rallied in cities across the country in support of same-sex marriage. The California Supreme Court said recently that it would review whether Proposition 8 was constitutional.
Mormons were a major force behind the ballot measure. Individual church members contributed millions of dollars and acted as campaign foot soldiers. The church itself also played an unusually large role. Michael R. Otterson, the managing director of public affairs for the Church of Jesus Christ of Latter-day Saints — the full name of the Mormons’ church — said that while the church speaks out on other issues, like abortion, “we don’t get involved to the degree we did on this.”
Fred Karger, the founder of a group called Californians Against Hate, who filed the complaint, contends that the Mormon Church provided significant contributions to the pro-Proposition 8 campaign that it did not report, as state law requires. The Fair Political Practices Commission of California is investigating, among other things, commercials, out-of-state phone banks and a Web site sponsored by the church.
If the commission finds that the church violated state reporting laws, it could impose penalties of up to $5,000 per violation, and sue for additional amounts. The Mormon Church, which says it is sending information to the commission, says it did nothing wrong.
Churches, which risk their tax-exempt status if they endorse candidates, have more leeway in referendum campaigns. Still, when they enter the political fray, they have the same obligation to follow the rules that nonreligious groups do.
THE NEW YORK TIMES, Editorial del 29 de noviembre de 2008
http://www.nytimes.com/2008/11/29/opinion/29sat2.html?th&emc=th
Lo más relevante de este comentario editorial es que hace referencia la demanda de que está siendo objeto esa iglesia de tan largo y patético nombre, por haberse excedido en sus contribuciones monetarias a favor de la campaña que promovía la mencionada Proposición, siendo que esos montos tan sustanciales no fueron reportados, según lo demanda la ley.
O sea, los Mormones –tan “cristianos” como se dicen- están de tal modo dominados por el odio contra las personas homosexuales, que no solo son capaces de irse de la mano con el dinero sino que, además, no tienen empacho en violar las leyes para dar satisfacción a su campaña de discriminación.
Y encima, como podemos comprobar, les sobra la plata. Es, desde luego, gente que no sabe ni quiere saber nada de lo que significaba la pobreza y humildad del Jesús de los Evangelios.
The Prop 8 Campaign Money
California’s fair-elections commission is investigating a complaint against the Mormon Church’s role in campaigning for Proposition 8, which made marriage illegal between people of the same sex. Based on the facts that have come out so far, the state is right to look into whether the church broke state laws by failing to report campaign-related expenditures.
Proposition 8, which California voters passed on Nov. 4, overturned a ruling by the California Supreme Court and wrote discrimination against one particular group of people into the State Constitution. After it passed, tens of thousands of people rallied in cities across the country in support of same-sex marriage. The California Supreme Court said recently that it would review whether Proposition 8 was constitutional.
Mormons were a major force behind the ballot measure. Individual church members contributed millions of dollars and acted as campaign foot soldiers. The church itself also played an unusually large role. Michael R. Otterson, the managing director of public affairs for the Church of Jesus Christ of Latter-day Saints — the full name of the Mormons’ church — said that while the church speaks out on other issues, like abortion, “we don’t get involved to the degree we did on this.”
Fred Karger, the founder of a group called Californians Against Hate, who filed the complaint, contends that the Mormon Church provided significant contributions to the pro-Proposition 8 campaign that it did not report, as state law requires. The Fair Political Practices Commission of California is investigating, among other things, commercials, out-of-state phone banks and a Web site sponsored by the church.
If the commission finds that the church violated state reporting laws, it could impose penalties of up to $5,000 per violation, and sue for additional amounts. The Mormon Church, which says it is sending information to the commission, says it did nothing wrong.
Churches, which risk their tax-exempt status if they endorse candidates, have more leeway in referendum campaigns. Still, when they enter the political fray, they have the same obligation to follow the rules that nonreligious groups do.
THE NEW YORK TIMES, Editorial del 29 de noviembre de 2008
http://www.nytimes.com/2008/11/29/opinion/29sat2.html?th&emc=th
Igualdad: una lucha y una esperanza compartidas
LA LUCHA DE LA ESPERANZA POR LA IGUALDAD
Óscar Alfaro (www.encortoydirecto.com)
No cabe duda que las mujeres han alcanzado enormes conquistas y logrado importantes espacios en nuestra sociedad, pese a ello todavía un enorme sector sigue sufriendo discriminación, maltrato y olvido, y peor aún, es víctima del flagelo de la violencia, un mal endémico del cual en Costa Rica no nos escapamos y estamos obligados a actuar en serio y de inmediato con responsabilidad y compromiso. No podemos pasar inadvertido que las féminas son mayoría en el mundo.
Hubiésemos querido que la celebración en nuestro país del Día Internacional de la No Violencia contra las Mujeres fuese de mayor connotación, al ser un referente al que se le debe dar su lugar; muy lamentable, se celebró con una muerte y dos ataques a mujeres a manos de sus propios compañeros.
En una sociedad por naturaleza machista las mujeres han sido a través de la historia mártires de esa indiscriminada violencia y con honestidad muy poco se ha hecho por prevenirla, y menos aún por evitarla, a pesar de jactarnos de vivir en la era del conocimiento y gran madurez intelectual, seguimos en este tema aún en las cavernas.
No podemos olvidar que esta celebración del 25 de noviembre fue una iniciativa de República Dominicana y apoyada por 60 países más para conmemorar el brutal asesinato de las hermanas Mirambel, ocurrido ese día del año 1960, quienes fueron activistas políticas de la República Dominicana contra la atroz dictadura de Rafael Leonidas Trujillo.
Dos de ellas, Minerva y María Teresa, tenían a sus esposos presos y junto a su hermana Patria fueron a visitar a sus cónyuges, sin embargo, agentes del servicio militar quienes seguían sus pasos las interceptaron y las llevaron a un lugar solitario, fueron objeto de las peores torturas y vejaciones antes de ser asesinadas en lo que se ha considerado uno de los crímenes más sangrientos de la tiranía trujillista. Cubiertas de sangre, destrozadas a golpes, estranguladas fueron puestas de nuevo en el vehículo en que viajaban y luego arrojadas a un precipicio para simular un accidente. Al igual que ellas en el mundo entero, por razones políticas, religiosas, sociales, culturales, pero el mayor número lo es por simple machismo, muchas otras mujeres y niñas son diariamente asesinadas o maltratadas.
Se han hecho ingentes esfuerzos con campañas publicitarias y de conciencia por controlar esta situación, considerada por la Asamblea General de las Naciones Unidas como una pandemia, pero todo sigue igual. Según datos de esa misma organización, por lo menos una de cada tres mujeres en todo el mundo ha sido golpeada, forzada sexualmente o víctima de algún tipo de abuso en el transcurso de su vida, y lo peor, el abusador es generalmente alguien conocido o cercano a la familia de la víctima.
El panorama existente no puede ser más desolador. Según informes de nuestras autoridades del Inamu, este año prácticamente se han duplicado las víctimas y si por la víspera se saca el día, no pareciera que la situación pueda varias favorablemente, pues vienen momentos en donde abundan las fiestas, el licor y hasta las drogas.
Son éstos componentes que inducen al mal humor masculino y desencadena en violencia domestica.
Estudios del Banco Mundial afirman que la violencia doméstica se ubica en muchos países como causas de muerte antes que el cáncer, accidentes de tránsito, la guerra y la malaria, esto nos lleva a la obligada reflexión y acción de políticas y programas que debemos desarrollar para prevenir y erradicar esta pandemia que crece día a día.
Esperamos que celebraciones como la realizada el pasado 25 de noviembre no sea la única, ni pasen inadvertidas y más bien cuenten con más apoyo, no solo de las féminas sino de todos. Es momento de dejarnos de discursos que no dicen nada, de poses teatrales y mediáticas, es momento de actuar en serio.
Donde las medidas cautelares se cumplan, donde la administración de justicia no sea un postulado sino realidad para lograr una protección judicial certera. Asumamos códigos culturales positivos contra la discriminación y la violencia doméstica.
Es necesario mayor solidaridad, apoyo, seguridad, compañerismo e incluso combatir la misoginia que con frecuencia se da en algunas de nuestras estimables mujeres.
La consigna es una sola, la lucha de la esperanza por la igualdad de los sexos.
DIARIO EXTRA, 1 de Diciembre de 2008
Óscar Alfaro (www.encortoydirecto.com)
No cabe duda que las mujeres han alcanzado enormes conquistas y logrado importantes espacios en nuestra sociedad, pese a ello todavía un enorme sector sigue sufriendo discriminación, maltrato y olvido, y peor aún, es víctima del flagelo de la violencia, un mal endémico del cual en Costa Rica no nos escapamos y estamos obligados a actuar en serio y de inmediato con responsabilidad y compromiso. No podemos pasar inadvertido que las féminas son mayoría en el mundo.
Hubiésemos querido que la celebración en nuestro país del Día Internacional de la No Violencia contra las Mujeres fuese de mayor connotación, al ser un referente al que se le debe dar su lugar; muy lamentable, se celebró con una muerte y dos ataques a mujeres a manos de sus propios compañeros.
En una sociedad por naturaleza machista las mujeres han sido a través de la historia mártires de esa indiscriminada violencia y con honestidad muy poco se ha hecho por prevenirla, y menos aún por evitarla, a pesar de jactarnos de vivir en la era del conocimiento y gran madurez intelectual, seguimos en este tema aún en las cavernas.
No podemos olvidar que esta celebración del 25 de noviembre fue una iniciativa de República Dominicana y apoyada por 60 países más para conmemorar el brutal asesinato de las hermanas Mirambel, ocurrido ese día del año 1960, quienes fueron activistas políticas de la República Dominicana contra la atroz dictadura de Rafael Leonidas Trujillo.
Dos de ellas, Minerva y María Teresa, tenían a sus esposos presos y junto a su hermana Patria fueron a visitar a sus cónyuges, sin embargo, agentes del servicio militar quienes seguían sus pasos las interceptaron y las llevaron a un lugar solitario, fueron objeto de las peores torturas y vejaciones antes de ser asesinadas en lo que se ha considerado uno de los crímenes más sangrientos de la tiranía trujillista. Cubiertas de sangre, destrozadas a golpes, estranguladas fueron puestas de nuevo en el vehículo en que viajaban y luego arrojadas a un precipicio para simular un accidente. Al igual que ellas en el mundo entero, por razones políticas, religiosas, sociales, culturales, pero el mayor número lo es por simple machismo, muchas otras mujeres y niñas son diariamente asesinadas o maltratadas.
Se han hecho ingentes esfuerzos con campañas publicitarias y de conciencia por controlar esta situación, considerada por la Asamblea General de las Naciones Unidas como una pandemia, pero todo sigue igual. Según datos de esa misma organización, por lo menos una de cada tres mujeres en todo el mundo ha sido golpeada, forzada sexualmente o víctima de algún tipo de abuso en el transcurso de su vida, y lo peor, el abusador es generalmente alguien conocido o cercano a la familia de la víctima.
El panorama existente no puede ser más desolador. Según informes de nuestras autoridades del Inamu, este año prácticamente se han duplicado las víctimas y si por la víspera se saca el día, no pareciera que la situación pueda varias favorablemente, pues vienen momentos en donde abundan las fiestas, el licor y hasta las drogas.
Son éstos componentes que inducen al mal humor masculino y desencadena en violencia domestica.
Estudios del Banco Mundial afirman que la violencia doméstica se ubica en muchos países como causas de muerte antes que el cáncer, accidentes de tránsito, la guerra y la malaria, esto nos lleva a la obligada reflexión y acción de políticas y programas que debemos desarrollar para prevenir y erradicar esta pandemia que crece día a día.
Esperamos que celebraciones como la realizada el pasado 25 de noviembre no sea la única, ni pasen inadvertidas y más bien cuenten con más apoyo, no solo de las féminas sino de todos. Es momento de dejarnos de discursos que no dicen nada, de poses teatrales y mediáticas, es momento de actuar en serio.
Donde las medidas cautelares se cumplan, donde la administración de justicia no sea un postulado sino realidad para lograr una protección judicial certera. Asumamos códigos culturales positivos contra la discriminación y la violencia doméstica.
Es necesario mayor solidaridad, apoyo, seguridad, compañerismo e incluso combatir la misoginia que con frecuencia se da en algunas de nuestras estimables mujeres.
La consigna es una sola, la lucha de la esperanza por la igualdad de los sexos.
DIARIO EXTRA, 1 de Diciembre de 2008
El partido Libertario expresa su respaldo al proyecto de unión civil de parejas del mismo sexo
Libertarios respaldan unión civil del mismo sexo
El Movimiento Libertario (ML) considera que el proyecto de Ley de Unión Civil de Personas del mismo Sexo, que debate el Congreso, está orientado a regular las relaciones civiles de personas del mismo sexo, pero no legisla, para nada, la figura del matrimonio.
El Movimiento Libertario considera que el proyecto de ley se enmarca dentro de la protección de los derechos humanos.
El proyecto busca un reconociendo a la libertad de cada individuo y el derecho a llevar una vida en común, para la cooperación y el mutuo auxilio con la pareja que elija, sostienen los libertarios.
En el primer capítulo, se dispone que para la existencia de la unión civil es necesario el consentimiento entre adultos, de las personas que deseen unirse civilmente, de modo legal y expreso, por lo que no extiende su ámbito de acción a menores de edad, advirtieron.
Con relación a la disposición de bienes y gananciales, el proyecto regula la rescisión del vínculo, la pensión para la pareja, la separación judicial, las nulidades y sus efectos, centrándose en aspectos patrimoniales.
El tercer y último capítulo establece una serie de reformas legales que buscan complementar la iniciativa; entre ellas: reforma al artículo 572, del Código Civil, respecto a los herederos legítimos; numeral 73 de la Ley de Migración y Extranjería que refiere a la categoría migratoria de residencia permanente; artículo 7 del Código Notarial, que trata de prohibiciones a los notarios públicos; varias modificaciones a la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Elecciones y sobre los actos y asuntos inscribibles en el Departamento Civil.
Es por ello que para el Movimiento Libertario, "el proyecto no tiene nada que ver con el matrimonio homosexual, se trata de una iniciativa para personas mayores de edad, no contempla adopciones ni habla de paternidad o maternidad, sino que trata sobre bienes gananciales y herencia, y contempla otros derechos civiles, como aseguramiento comercial y de salud.
Ante esas características los libertarios resolvieron darle su apoyo a este proyecto de ley y consideraron que se enmarca en la protección de los derechos humanos en un contexto multicultural así como abre un espacio de diálogo, discusión respetuosa y construcción de una sociedad más libre.
INFORMATICO, 1 de Diciembre de 2008
http://www.informa-tico.com/?seccion=articulo&edicion=20081201&ref=01-12-08010004
El Movimiento Libertario (ML) considera que el proyecto de Ley de Unión Civil de Personas del mismo Sexo, que debate el Congreso, está orientado a regular las relaciones civiles de personas del mismo sexo, pero no legisla, para nada, la figura del matrimonio.
El Movimiento Libertario considera que el proyecto de ley se enmarca dentro de la protección de los derechos humanos.
El proyecto busca un reconociendo a la libertad de cada individuo y el derecho a llevar una vida en común, para la cooperación y el mutuo auxilio con la pareja que elija, sostienen los libertarios.
En el primer capítulo, se dispone que para la existencia de la unión civil es necesario el consentimiento entre adultos, de las personas que deseen unirse civilmente, de modo legal y expreso, por lo que no extiende su ámbito de acción a menores de edad, advirtieron.
Con relación a la disposición de bienes y gananciales, el proyecto regula la rescisión del vínculo, la pensión para la pareja, la separación judicial, las nulidades y sus efectos, centrándose en aspectos patrimoniales.
El tercer y último capítulo establece una serie de reformas legales que buscan complementar la iniciativa; entre ellas: reforma al artículo 572, del Código Civil, respecto a los herederos legítimos; numeral 73 de la Ley de Migración y Extranjería que refiere a la categoría migratoria de residencia permanente; artículo 7 del Código Notarial, que trata de prohibiciones a los notarios públicos; varias modificaciones a la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Elecciones y sobre los actos y asuntos inscribibles en el Departamento Civil.
Es por ello que para el Movimiento Libertario, "el proyecto no tiene nada que ver con el matrimonio homosexual, se trata de una iniciativa para personas mayores de edad, no contempla adopciones ni habla de paternidad o maternidad, sino que trata sobre bienes gananciales y herencia, y contempla otros derechos civiles, como aseguramiento comercial y de salud.
Ante esas características los libertarios resolvieron darle su apoyo a este proyecto de ley y consideraron que se enmarca en la protección de los derechos humanos en un contexto multicultural así como abre un espacio de diálogo, discusión respetuosa y construcción de una sociedad más libre.
INFORMATICO, 1 de Diciembre de 2008
http://www.informa-tico.com/?seccion=articulo&edicion=20081201&ref=01-12-08010004
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