sábado, 6 de septiembre de 2008

¿Una visión inteligente o irracionalmente literal de la Biblia? Dos artículos ilustrativos

Usted puede utilizar el raciocinio y apoyarse en la teología, la ciencia y la filosofía para interpretar la Biblia. En tal caso usted puede lograr una comprensión justa, racional y seria de lo que la Biblia dice. Hacer eso no le impide a usted ser un hombre o mujer de fe. La fe, a fin de cuentas, no tiene por qué ser un asunto divorciado de la razón ni de la ciencia, mucho menos de la justicia y el sentido común.

Alternativamente usted puede limitarse a tomar frases aisladas extraídas de la Biblia y leerlas literalmente, descontextualizadas y sin consideración alguna a las condiciones históricas, sociológicas y antropológicas en que esas frases fueron escritas. Y la persona que así hace, dirá que está siendo fiel a la palabra de Dios. Solo que tal fidelidad parece tener un costo demasiado alto. Es el costo de caer en el absurdo, en lo irracional. Y, sobre todo, en lo injusto e inhumano. Cuesta creer que la fidelidad a la fe exija de una persona un comportamiento, unas ideas y unas actitudes tan manifiestamente inhumanas. Para un creyente inteligente y crítico resultaría insensato tener que renunciar de tal forma a la inteligencia, ya que es ésta es el atributo más importante que Dios dio al ser humano y que, más que cualquier otra característica, lo diferencia de los animales.

Estos dos artículos que aquí presentamos ofrecen una excelente ilustración de lo que esto significa. El primero de estos escritos propone una lectura racional y contextualizada de la Biblia. Es decir, una lectura y una interpretación que se enriquezcan aprovechando los aportes de la historia, la antropología, la teología y la filosofía. Muy lúcidamente el autor lo ilustra mediante la referencia a un conjunto de ejemplos que ratifican lo absurdo -o incluso lo aberrante- que pueden resultar la repetición irreflexiva de pasajes aislados de la Biblia y su interpretación literal.
Frente a lo anterior, el segundo artículo ofrece un contraste que resulta de lo más interesante, ya que nos muestra, en toda su plenitud, una interpretación que se afana, con particular terquedad, por ofrecer una interpretación rígidamente literal y descontextualizada. La comparación entre ambos planteamientos resulta así altamente ilustrativa y sumamente útil desde el punto de vista de la educación en materia religiosa.

La defensa de ideas obsoletas

César Barrantes
*

Las marchas “en la defensa de la familia” promovidas por diferentes denominaciones cristianas sorprendieron no solo por los discursos ambiguos sino por tantas personas dispuestas a creerlo.
Seamos francos: al decir “defensa de la familia” los manifestantes quisieron decir en contra de la comunidad gay, aunque juren que no y hablen del amor al prójimo. La discusión de un proyecto de ley para legalizar las uniones civiles crea un vínculo innegable.

La idea de que la homosexualidad es mala procede de la tradición bíblica y no de la evidencia científica, ahora bien ¿es fiable la tradición? Veamos algunos ejemplos que a la luz de nuestro tiempo parecen ilógicos o inaceptables:

- La Biblia dice que la Tierra no se mueve (1 Crónicas 16:30). Galileo estuvo a punto de hacer una visita no deseada a los aposentos de la Inquisición por defender la idea copernicana de que la Tierra no era el centro del Universo. Hoy todos sabemos quién tenía la razón.

- Mucho antes de nuestra era, las escrituras bíblicas dijeron entre otras cosas que los murciélagos son aves (Levítico 11:19, Deuteronomio 14:11, 18) y algunos cuadrúpedos vuelan (Levítico 11:21).

- Las mujeres son personas de segunda o tercera categoría a las que se les exige callar en público, agachar la cabeza y ser sumisas al hombre (1 Corintios 11:3-9, Efesios 5:22-24, Génesis 3:16).

- La esclavitud es permitida siempre y cuando los amos traten bien a los siervos y estos sean fieles a sus dueños (Efesios 6:5-7, 1 Timoteo 6:1, Tito 2:9).

- El prejuicio cristiano sobre la homosexualidad procede de personas y textos antiguos que ignoraban mucho de lo que hoy conocemos: que la homosexualidad no es una enfermedad mental (Asociación Psiquiátrica Estadounidense, 1973), ni que los heterosexuales debamos tener temor a que contagien a nuestros hijos. Es absurdo.

En la diversidad está la riqueza de la humanidad, a la luz de evidencias modernas y del humanismo, ojalá así lo entiendan los diputados y los creyentes tengan la valentía de aceptar que pueden estar equivocados.
* Periodista
Vuelta en U

Una verdad ineludible
Marlon Castillo Salinas

Macho y hembra los creó. Gen. 5.2
Palabras ineludibles de nuestro creador en la Biblia. Por lo tanto, el hombre dejará a su padre, y a su madre y tiene que adherirse a su esposa y tienen que llegar a ser una sola carne Gen. 2.24.25.

Suena lógico, no una fantasía soñada.

A propósito de un artículo publicado en LA PRENSA LIBRE (Dios vio la diversidad sexual y vio que era buena) el 28 agosto 08, cuya preferencia carnal nos lleva a contradecir lo que nos dice la Santa Escritura.

Es por demás el motivo que me lleva a reseñar textos bíblicos que nos ayuden a conocer la verdad absoluta.

¡Qué! ¿No saben que los injustos no heredarán el Reino de Dios? No se extravíen. Ni fornicadores, ni idólatras, ni adúlteros, ni hombres que se tienen para propósitos contranaturales, ni hombres que se acuestan con hombres. 1 Cor. 6.9

¿Serán estas palabras, signos descontinuados? Eso es como decir que Jehová Dios es mentiroso, es afirmar que el diablo tiene razón, lo cual es contradecir las enseñanzas de Nuestro Señor Jesucristo.

Lamentablemente el mundo está como está. La mentira quiere cercar la verdad, las enseñanzas de hombres quieren desviar a la humanidad.

Por allí dijeron: Jesús es misericordioso.

Y es muy cierto, sin embargo dejó claro lo que no debemos hacer. Un hombre casado con un hombre es como caminar con las manos, ¿una mujer en noviazgo con una mujer? Eso es como decir que tenemos los ojos detrás de la cabeza.

Por Dios, qué ganas de fomentar el pecado. El hecho de que Jesús sea bondadoso, igual que su Padre, no nos da el derecho de hacer las cosas a nuestro antojo. Recuérdese cuando dijo: Prole de viboras Mat. 23.33.

Y eso precisamente se lo dijo a personas que creen saberlo todo o creen que pueden hacer lo que les plazca.

Nadie puede negar que somos imperfectos, pero estar cayendo en ese error con creces es otra cosa. Por favor, no es el ser humano quien condena la homosexualidad es Dios mismo y se nos dice muy claramente en su santa palabra.

Soy hombre por gracia de Dios y te quiero a ti: Mujer, a mi lado para que juntos alabemos al Todopoderoso.

La Prensa Libre

Invitación a debate en Canal 15

Materia Gris
Un debate sobre la unión civil de parejas del mismo sexo

Participan:

Shirley Alarcon, FEMDIS
David Hernandez, FEMDIS
Esteban Solis, presentador fe urbana, pastor de jóvenes Centro Evangelistico Zapote
Gerardo Bogantes, abogado evangélico

Canal 15 de la Universidad de Costa Rica
Martes 9 de septiembre de 2008 a las 7 p.m. con repetición el domingo siguiente a las 5 p.m.

A propósito del debate sobre la teoría de la evolución, un teólogo serio explica cómo estudiar la Biblia

Más allá de la evolución o el creacionismo

Miguel Picado

Escuela de Ciencias de la Religión, UNA
I parte

En estos días se desarrolla en la prensa nacional una polémica entre defensores de la teoría de la evolución de las especies de Charles Darwin y los seguidores del creacionismo. Sin el ánimo de atribuirme competencia científica para participar en ese debate, deseo expresar algunas ideas propiamente teológicas sobre la creación.

En el recuadro adjunto defino de modo abreviado las rivales teorías de creacionismo y evolución.

Como estudioso de la teología no comparto la opinión de que el creacionismo deba ser la teoría preferida y defendida por los creyentes, ni considero perjudicial para la fe aceptar la teoría de la evolución. Ambas son teorías científicas, y como tales revisables, corregibles y hasta desechables, de acuerdo con el principio de falsicabilidad o contrastabilidad empírica de Karl Popper, quien propone que una idea adquiere rango científico si es o puede llegar a ser refutable. La ciencia no trabaja con verdades absolutas, incuestionables.

Desde mi acera, la teología, opino que no se honra mucho al Creador poniéndole a intervenir paso a paso en el proceso de la aparición de las especies, como si careciera del poder de dotar a la vida de la capacitad de generar, por procesos internos, el surgimiento de nuevas especies vegetales y animales, incluida la humana. La disputa entre los creacionistas y los evolucionistas no afecta el contenido de la fe, se ubica toda entera en el ámbito de la ciencia y el creyente puede observarla entretenido, como quien disfruta sereno un juego disputado por dos buenos equipos porque no es partidario de ninguno.

El origen (no de las especies) sino del conflicto entre evolución y creación El conflicto entre la enseñanza del Antiguo Testamento sobre la creación y la teoría de la evolución de las especies surgió por la comprensible dificultad que existía en el siglo XIX de deslindar las afirmaciones de la fe de las teorías científicas, cuando Darwin publica su famoso libro El origen de las especies. Por entonces los estudios bíblicos y teológicos no estaban tan adelantados como ahora. Se tomaban los datos bíblicos, en particular los contenidos en los dos primeros capítulos del libro del Génesis, como fuente fidedigna para la historia, la biología, la geografía, etc. La confusión, que conducía a diversos fundamentalismos, era tal vez inevitable por entonces, pero ahora está sobradamente resuelta, con tal de que se renuncie a una interpretación literal (a la letra) del texto sagrado, pues imposibilita distinguir entre datos de la cultura propios de la época (mejor las épocas) en que fue escrito el Génesis y las verdades reveladas que contiene acerca de Dios mismo, el ser humano, el sentido de la vida, la pareja humana, la responsabilidad personal, el mal y el perdón, entre tantas otras.

Desde luego, la operación intelectual de separar el dato revelado del dato cultural no siempre es fácil. Así por ejemplo, lo que se dice del varón y la mujer viene envuelto en las ideas patriarcales de la época, de modo que si alguien se descuida termina perjudicando la fe al atribuirle ideas hoy inaceptables, como la supuesta e incuestionable autoridad del primero sobre la segunda. De modo similar, en el capítulo 1 del Génesis la luz es creada antes que el firmamento, con lo que alguien desprevenido podría preguntar ¿cómo es que la luz existe antes que las estrellas, si sabemos que éstas generan la luz? Tal pregunta sólo indicaría que quien llegare a formularla lee el texto bíblico con mentalidad casi científica. Digo “casi científica” porque en este caso la actitud científica debe abarcar, además de los principios astronómicos, elementos sobre lectura y comprensión de textos religiosos antiguos. De igual modo hay que renunciar a todo tipo de concordismo, que procura una forzada relación entre los seis días de la creación de que habla el Génesis y las edades del universo, la tierra y la vida. Ese ejercicio es inútil.

El esfuerzo debe estar orientado a entender el relato bíblico en su contexto cultural donde se originó, en lugar de someterlo a nuestras apetencias; para evitarlo se cuenta con distintos procedimientos. Como es natural, los métodos para lograr éxito en la comprensión de textos antiguos poseen su complejidad y sería imposible intentar reseñarlos en esta ocasión. Sin embargo, en las líneas que siguen procuro exponer un resultado de la aplicación de uno de esos métodos: la historia de las religiones. Esta disciplina permite conocer y comparar varios relatos sobre el origen del cosmos (cosmogonías) y de paso descubrir y resaltar la originalidad bíblica.

(Semanario Universidad)