Usted puede utilizar el raciocinio y apoyarse en la teología, la ciencia y la filosofía para interpretar la Biblia. En tal caso usted puede lograr una comprensión justa, racional y seria de lo que la Biblia dice. Hacer eso no le impide a usted ser un hombre o mujer de fe. La fe, a fin de cuentas, no tiene por qué ser un asunto divorciado de la razón ni de la ciencia, mucho menos de la justicia y el sentido común.
Alternativamente usted puede limitarse a tomar frases aisladas extraídas de la Biblia y leerlas literalmente, descontextualizadas y sin consideración alguna a las condiciones históricas, sociológicas y antropológicas en que esas frases fueron escritas. Y la persona que así hace, dirá que está siendo fiel a la palabra de Dios. Solo que tal fidelidad parece tener un costo demasiado alto. Es el costo de caer en el absurdo, en lo irracional. Y, sobre todo, en lo injusto e inhumano. Cuesta creer que la fidelidad a la fe exija de una persona un comportamiento, unas ideas y unas actitudes tan manifiestamente inhumanas. Para un creyente inteligente y crítico resultaría insensato tener que renunciar de tal forma a la inteligencia, ya que es ésta es el atributo más importante que Dios dio al ser humano y que, más que cualquier otra característica, lo diferencia de los animales.
Estos dos artículos que aquí presentamos ofrecen una excelente ilustración de lo que esto significa. El primero de estos escritos propone una lectura racional y contextualizada de la Biblia. Es decir, una lectura y una interpretación que se enriquezcan aprovechando los aportes de la historia, la antropología, la teología y la filosofía. Muy lúcidamente el autor lo ilustra mediante la referencia a un conjunto de ejemplos que ratifican lo absurdo -o incluso lo aberrante- que pueden resultar la repetición irreflexiva de pasajes aislados de la Biblia y su interpretación literal. Frente a lo anterior, el segundo artículo ofrece un contraste que resulta de lo más interesante, ya que nos muestra, en toda su plenitud, una interpretación que se afana, con particular terquedad, por ofrecer una interpretación rígidamente literal y descontextualizada. La comparación entre ambos planteamientos resulta así altamente ilustrativa y sumamente útil desde el punto de vista de la educación en materia religiosa.
La defensa de ideas obsoletas
César Barrantes *
Alternativamente usted puede limitarse a tomar frases aisladas extraídas de la Biblia y leerlas literalmente, descontextualizadas y sin consideración alguna a las condiciones históricas, sociológicas y antropológicas en que esas frases fueron escritas. Y la persona que así hace, dirá que está siendo fiel a la palabra de Dios. Solo que tal fidelidad parece tener un costo demasiado alto. Es el costo de caer en el absurdo, en lo irracional. Y, sobre todo, en lo injusto e inhumano. Cuesta creer que la fidelidad a la fe exija de una persona un comportamiento, unas ideas y unas actitudes tan manifiestamente inhumanas. Para un creyente inteligente y crítico resultaría insensato tener que renunciar de tal forma a la inteligencia, ya que es ésta es el atributo más importante que Dios dio al ser humano y que, más que cualquier otra característica, lo diferencia de los animales.
Estos dos artículos que aquí presentamos ofrecen una excelente ilustración de lo que esto significa. El primero de estos escritos propone una lectura racional y contextualizada de la Biblia. Es decir, una lectura y una interpretación que se enriquezcan aprovechando los aportes de la historia, la antropología, la teología y la filosofía. Muy lúcidamente el autor lo ilustra mediante la referencia a un conjunto de ejemplos que ratifican lo absurdo -o incluso lo aberrante- que pueden resultar la repetición irreflexiva de pasajes aislados de la Biblia y su interpretación literal. Frente a lo anterior, el segundo artículo ofrece un contraste que resulta de lo más interesante, ya que nos muestra, en toda su plenitud, una interpretación que se afana, con particular terquedad, por ofrecer una interpretación rígidamente literal y descontextualizada. La comparación entre ambos planteamientos resulta así altamente ilustrativa y sumamente útil desde el punto de vista de la educación en materia religiosa.
La defensa de ideas obsoletas
César Barrantes *
Las marchas “en la defensa de la familia” promovidas por diferentes denominaciones cristianas sorprendieron no solo por los discursos ambiguos sino por tantas personas dispuestas a creerlo.
Seamos francos: al decir “defensa de la familia” los manifestantes quisieron decir en contra de la comunidad gay, aunque juren que no y hablen del amor al prójimo. La discusión de un proyecto de ley para legalizar las uniones civiles crea un vínculo innegable.
La idea de que la homosexualidad es mala procede de la tradición bíblica y no de la evidencia científica, ahora bien ¿es fiable la tradición? Veamos algunos ejemplos que a la luz de nuestro tiempo parecen ilógicos o inaceptables:
- La Biblia dice que la Tierra no se mueve (1 Crónicas 16:30). Galileo estuvo a punto de hacer una visita no deseada a los aposentos de la Inquisición por defender la idea copernicana de que la Tierra no era el centro del Universo. Hoy todos sabemos quién tenía la razón.
- Mucho antes de nuestra era, las escrituras bíblicas dijeron entre otras cosas que los murciélagos son aves (Levítico 11:19, Deuteronomio 14:11, 18) y algunos cuadrúpedos vuelan (Levítico 11:21).
- Las mujeres son personas de segunda o tercera categoría a las que se les exige callar en público, agachar la cabeza y ser sumisas al hombre (1 Corintios 11:3-9, Efesios 5:22-24, Génesis 3:16).
- La esclavitud es permitida siempre y cuando los amos traten bien a los siervos y estos sean fieles a sus dueños (Efesios 6:5-7, 1 Timoteo 6:1, Tito 2:9).
- El prejuicio cristiano sobre la homosexualidad procede de personas y textos antiguos que ignoraban mucho de lo que hoy conocemos: que la homosexualidad no es una enfermedad mental (Asociación Psiquiátrica Estadounidense, 1973), ni que los heterosexuales debamos tener temor a que contagien a nuestros hijos. Es absurdo.
En la diversidad está la riqueza de la humanidad, a la luz de evidencias modernas y del humanismo, ojalá así lo entiendan los diputados y los creyentes tengan la valentía de aceptar que pueden estar equivocados.
* Periodista
Vuelta en U
Una verdad ineludible
Marlon Castillo Salinas
Macho y hembra los creó. Gen. 5.2
Palabras ineludibles de nuestro creador en la Biblia. Por lo tanto, el hombre dejará a su padre, y a su madre y tiene que adherirse a su esposa y tienen que llegar a ser una sola carne Gen. 2.24.25.
Suena lógico, no una fantasía soñada.
A propósito de un artículo publicado en LA PRENSA LIBRE (Dios vio la diversidad sexual y vio que era buena) el 28 agosto 08, cuya preferencia carnal nos lleva a contradecir lo que nos dice la Santa Escritura.
Es por demás el motivo que me lleva a reseñar textos bíblicos que nos ayuden a conocer la verdad absoluta.
¡Qué! ¿No saben que los injustos no heredarán el Reino de Dios? No se extravíen. Ni fornicadores, ni idólatras, ni adúlteros, ni hombres que se tienen para propósitos contranaturales, ni hombres que se acuestan con hombres. 1 Cor. 6.9
Vuelta en U
Una verdad ineludible
Marlon Castillo Salinas
Macho y hembra los creó. Gen. 5.2
Palabras ineludibles de nuestro creador en la Biblia. Por lo tanto, el hombre dejará a su padre, y a su madre y tiene que adherirse a su esposa y tienen que llegar a ser una sola carne Gen. 2.24.25.
Suena lógico, no una fantasía soñada.
A propósito de un artículo publicado en LA PRENSA LIBRE (Dios vio la diversidad sexual y vio que era buena) el 28 agosto 08, cuya preferencia carnal nos lleva a contradecir lo que nos dice la Santa Escritura.
Es por demás el motivo que me lleva a reseñar textos bíblicos que nos ayuden a conocer la verdad absoluta.
¡Qué! ¿No saben que los injustos no heredarán el Reino de Dios? No se extravíen. Ni fornicadores, ni idólatras, ni adúlteros, ni hombres que se tienen para propósitos contranaturales, ni hombres que se acuestan con hombres. 1 Cor. 6.9
¿Serán estas palabras, signos descontinuados? Eso es como decir que Jehová Dios es mentiroso, es afirmar que el diablo tiene razón, lo cual es contradecir las enseñanzas de Nuestro Señor Jesucristo.
Lamentablemente el mundo está como está. La mentira quiere cercar la verdad, las enseñanzas de hombres quieren desviar a la humanidad.
Por allí dijeron: Jesús es misericordioso.
Y es muy cierto, sin embargo dejó claro lo que no debemos hacer. Un hombre casado con un hombre es como caminar con las manos, ¿una mujer en noviazgo con una mujer? Eso es como decir que tenemos los ojos detrás de la cabeza.
Por Dios, qué ganas de fomentar el pecado. El hecho de que Jesús sea bondadoso, igual que su Padre, no nos da el derecho de hacer las cosas a nuestro antojo. Recuérdese cuando dijo: Prole de viboras Mat. 23.33.
Y eso precisamente se lo dijo a personas que creen saberlo todo o creen que pueden hacer lo que les plazca.
Nadie puede negar que somos imperfectos, pero estar cayendo en ese error con creces es otra cosa. Por favor, no es el ser humano quien condena la homosexualidad es Dios mismo y se nos dice muy claramente en su santa palabra.
Soy hombre por gracia de Dios y te quiero a ti: Mujer, a mi lado para que juntos alabemos al Todopoderoso.
La Prensa Libre