Ciudadanos de segunda clase
Los derechos humanos no deben pasar por un filtro religioso
Cristian Solera Publicista
Mi nombre es Cristian Solera, soy costarricense, y ciudadano de segunda clase. Durante años tuve derechos y deberes como todos. Fui el mejor estudiante, trabajador, jefe, y vecino que pude. Cumplí las leyes, fui respetuoso del sistema, y mis deberes como ciudadano los llevé a cabo lo mejor posible. Pagué impuestos, la seguridad social y las deudas.
Sin embargo, nada de esto valió a la hora de tratar de ejercer ciertos derechos, porque en el país, supuesto ejemplo de derechos humanos en el mundo, mis derechos no son completos como los de cualquier otro ciudadano.
Mi delito: ser homosexual. Sí, porque en nuestro país ser gay parece ser un mayor delito que matar conduciendo borracho, golpear a la mujer, ser drogadicto, o demás fechorías; porque estas personas, aún siendo delincuentes y estando presos, tienen derechos fundamentales que a los gais se nos niegan.
Injusticia. El día que me enamoré y quise ejercer mi derecho a formar una pareja estable con los mismos derechos de las demás para mí no era posible. Si yo quería vivir con esta persona lo debía hacer como dos amigos quienes deciden vivir juntos, porque legalmente no constituíamos nada que valiera ante la ley.
Si alguno moría, el otro no heredaría nada, no tendría una pensión por viudez, ni siquiera tendría derecho a un día de luto en el trabajo. No podría asegurar al otro, aun cuando hubiera cotizado toda su vida; si quisiéramos pedir un préstamo con las ventajas de una pareja no lo podríamos hacer. Y en nuestro caso, dado que mi pareja es extranjera, él nunca viviría legalmente en el país “ejemplo de igualdad y libertad de Latinoamérica”. Mi solución: convertirme en inmigrante.
Gracias a Dios –sí, porque yo creo en Dios también– mi pareja es español, y en su tierra todos los ciudadanos son de primera clase. Emigré a España y aquí nuestra unión fue tan igual ante la ley como cualquier otra. Aquí puedo vivir como residente, tener un trabajo legal, y podemos asegurarnos uno al otro, compartir nuestros bienes, presentar la declaración de impuestos juntos, etc.
Me siento feliz de gozar de todos esos derechos en España, pero triste de que en Costa Rica me viera obligado a dejar todo para llegar a ser un ciudadano de primera en otro país. Dejé a mi familia, mis amigos, mi trabajo, y lo peor es que ni siquiera puedo volver con mi pareja, pues allá nuestra unión no va a ser reconocida. ¿Justicia? ¿Igualdad?
Decepción. Y me decepciona aún más ver cómo las cosas no parecen cambiar a corto plazo. Pensé que una mujer en el poder sería más comprensiva y justa, tal vez pensando como una madre quien un día debe decidir si un hijo merece ser rechazado o amado, si es un ciudadano de primera o segunda. Pero según se ve, no será así.
En Costa Rica se sigue debatiendo el tema como si fuera algo religioso, pero los derechos civiles y humanos no deben pasar por ese filtro. Dios se encargará de juzgar nuestras almas cuando llegue el momento, pero el Gobierno debe dar a los ciudadanos los mismos derechos, tal como nos obliga a cumplir los mismos deberes.
Ser homosexual no es un delito, no es un capricho, ni siquiera una elección. Si el temor de la gente es que la sociedad se destruya, yo me pregunto, ¿será que todos los hombres y mujeres son gais y están esperando la ley para “salir en estampida del armario”? ¿Se han destruido las sociedades donde las uniones gais son legales?
Yo vivo en España hace meses y esta sociedad es tan normal como cualquier otra, con cosas buenas y malas que no tienen nada que ver con haber reconocido este tipo de uniones. De hecho, estadísticamente estas representan apenas menos del dos por ciento de los matrimonios totales anuales. Entonces, ¿por qué negar el derecho a una minoría de ser ciudadanos de primera como los demás, ¿son esos los valores cristianos que tanto se pregonan?
Hechos, no palabras
Costa Rica se llena la boca ante el mundo exhibiendo su tradición democrática, y ya es hora de demostrar hechos más que palabras. En Latinoamérica países como México y Argentina ya están dando los pasos necesarios para legalizar las uniones de personas del mismo sexo, y nuestro país no puede quedarse con una mentalidad retrógrada en un tema tan importante como los derechos civiles.
La historia ya ha demostrado errores como la discriminación a las mujeres o la xenofobia, tanto de los gobiernos como de las religiones. Es la hora para Costa Rica de demostrar que la igualdad y libertad son los verdaderos valores que queremos heredar a las futuras sociedades.
LA NACIÓN, Costa Rica 11-5-2010
http://www.nacion.com/2010-05-11/Opinion/Foro/Opinion2367284.aspx
martes, 11 de mayo de 2010
Homofobia: una enfermedad curable
¡La homofobia se cura!
Ante la sobredosis de estupidez, no podemos callar
Marcia Saborío
Actriz
En estos días he estado observando y escuchando con paciencia y resignación la cantidad de atrocidades que se han desatado en todos los medios de comunicación en relación a la gente “gay”.
Me dije en algún punto del debate, donde ya se tornaba realmente insoportable, dado el nivel de intolerancia e ignorancia, que yo no me iba a manifestar, que la humanidad tenía que vivir su proceso de cambio poco a poco, que las reacciones eran normales, pues la gente le teme a lo desconocido a sus propios impulsos reprimidos, que todos tenían derecho a opinar, etc.
De este modo, atravesé por disputas en la Asamblea, por los comentarios moralistas de un desquiciado árbitro, por acertados comentarios de columnistas un poco más cuerdos y racionales (gracias a Dios) y por desatados enfoques de la intachable gente del Opus Dei, quienes tienen más argumentos para dejar que un niño permanezca abandonado, antes de aceptar que pueda ser amado y cuidado por una pareja gay.
Sobredosis de estupidez
Y, aun así, mi propósito de permanecer al margen prevalecía, hasta que tuve que enfrentar en un solo día, a nuestro ilustre exdiputado Juan José Vargas, quien “no se complica y vive feliz”, ofreciéndonos repentinamente una cura milagrosa para la homosexualidad, y muy importante, “totalmente gratis”, conjuntamente con otro gran Ilustre ciudadano de este mundo, don Evo Morales, quien nos aporta el maravilloso descubrimiento de este siglo: ¡“Los hombres cuando comen el pollo tienen desviaciones en su ser como hombres”! Y entonces ante esta sobredosis de estupidez, ya no pude más y heme aquí, quebrantando mi promesa de imparcialidad.
¡Habitantes del planeta! ¡Nuestros problemas terminaron! ¡Tenemos dos eminencias trabajando en pro de la perfección humana!
Partiendo de la propuesta de Juan José, yo le sugeriría, que se ocupe de terapias más urgentes que nos puedan ayudar a “curar” la pedofilia en la Iglesia Católica, la corrupción en los Gobiernos, el abuso infantil en los matrimonios heterosexuales, la misoginia, el abandono de niños y niñas que nacen de hogares o parejas heterosexuales, con la violencia doméstica, con la doble moral de muchos matrimonios socialmente aceptados, los promiscuos juegos de las parejas “swinger” (heterosexuales) que intercambian en fiestas privadas, a sus parejas por un desconocido, para una aventura casual.
Y bueno, ya que don Juan José considera este asunto una enfermedad podría entonces inventar una terapia “gratis” para los padres y madres heteros que se viven produciendo hijos e hijas homosexuales, que son tan “molestos” para la sociedad.
Por otra parte, nuestro colaborador Evo Morales, representante de los derechos de los pueblos, de la justicia y de la igualdad para todos, continuará investigando los efectos de las hormonas en los seres humanos e irá descubriendo poco a poco lo que ha estado comiendo la humanidad desde el principio pues, de lo que yo sé, la homosexualidad ha existido siempre y para entonces no se hablaba de las hormonas en los “pollos”.
Yo la verdad ya no sé si reír o llorar, escribir en estos tiempos sobre temas así, me producen una gran tristeza.
Después de todo lo que hemos atravesado como humanidad, me hace sentir que los seres humanos no cambian, que las luchas de poder siguen siendo las mismas, que siempre que haya un grupo que se sienta superior a otro, hará definitivamente cualquier cosa para resaltar su supremacía, atropellando el derecho de grupos menores que también tienen su verdad y su razón de ser.
Vivir y dejar vivir
Lo que sí sé claramente es que, aunque era más comodito estar callada, tuve que tomar partido y sumarme a las filas de quienes se manifiestan y digo: que cada quien tiene sus motivos y sus razones, que nadie tiene el poder de juzgar a nadie, que soy creyente y conozco a un Dios amoroso, que puede ver el corazón de las personas , más allá de sus investiduras y sus discursos, que cada quien cuide su vida, sus preferencias sexuales, sus compromisos ante la responsabilidad de estar vivos, su aportes en este tiempo en la tierra, pues como canta Mercedes Sosa , “tenemos que honrar la vida”, y eso se hace con actos y no con palabras gastadas y morales manoseadas.
Que vivan y dejen vivir, que cada quien asuma la responsabilidad de sus decisiones, sea gay o heterosexual, que cada quien vigile sus propios vicios y no se escude en otros grupos para esconder sus basuras, sus culpas, sus miedos y sus frustraciones.
Algún día tendremos que dar cuentas, ante Dios, ante la ley, ante nuestras familias, pero sobre todo ante nosotros mismos, y ese día será nuestro juicio, donde los únicos responsables seremos nosotros mismos.
¡Yo por mi parte seguiré comiendo pollo! Y reaccionando ante toda doctrina que me insulte, negando mi capacidad para pensar y decidir, para conocer y formar mis propias opiniones, para elegir a quien amo sea gay, hetero, gordo, flaco, negro o blanco, judío o musulmán, viejo o joven, pues ninguna condición humana me garantiza la calidad de una persona, ni el valor que tiene. Prefiero a quienes son abiertamente lo que son y no a quienes aparentan ser algo que, a simple vista, no tienen.
Una vez expuesto mi pensamiento, me retiro a mis habitaciones privadas, a nuestras eminencias les recomiendo una terapia, porque, aunque no lo crean, ¡la homofobia también se cura! ¡Y conozco grupos que pueden dárselas y también gratis!
Y, tal como diría “La Cuatrufia”, ¡que Dios nos agarre confesaos!
LA NACIÓN, Costa Rica, 6-5-2010
http://www.nacion.com/2010-05-06/Opinion/Foro/Opinion2361832.aspx
Ante la sobredosis de estupidez, no podemos callar
Marcia Saborío
Actriz
En estos días he estado observando y escuchando con paciencia y resignación la cantidad de atrocidades que se han desatado en todos los medios de comunicación en relación a la gente “gay”.
Me dije en algún punto del debate, donde ya se tornaba realmente insoportable, dado el nivel de intolerancia e ignorancia, que yo no me iba a manifestar, que la humanidad tenía que vivir su proceso de cambio poco a poco, que las reacciones eran normales, pues la gente le teme a lo desconocido a sus propios impulsos reprimidos, que todos tenían derecho a opinar, etc.
De este modo, atravesé por disputas en la Asamblea, por los comentarios moralistas de un desquiciado árbitro, por acertados comentarios de columnistas un poco más cuerdos y racionales (gracias a Dios) y por desatados enfoques de la intachable gente del Opus Dei, quienes tienen más argumentos para dejar que un niño permanezca abandonado, antes de aceptar que pueda ser amado y cuidado por una pareja gay.
Sobredosis de estupidez
Y, aun así, mi propósito de permanecer al margen prevalecía, hasta que tuve que enfrentar en un solo día, a nuestro ilustre exdiputado Juan José Vargas, quien “no se complica y vive feliz”, ofreciéndonos repentinamente una cura milagrosa para la homosexualidad, y muy importante, “totalmente gratis”, conjuntamente con otro gran Ilustre ciudadano de este mundo, don Evo Morales, quien nos aporta el maravilloso descubrimiento de este siglo: ¡“Los hombres cuando comen el pollo tienen desviaciones en su ser como hombres”! Y entonces ante esta sobredosis de estupidez, ya no pude más y heme aquí, quebrantando mi promesa de imparcialidad.
¡Habitantes del planeta! ¡Nuestros problemas terminaron! ¡Tenemos dos eminencias trabajando en pro de la perfección humana!
Partiendo de la propuesta de Juan José, yo le sugeriría, que se ocupe de terapias más urgentes que nos puedan ayudar a “curar” la pedofilia en la Iglesia Católica, la corrupción en los Gobiernos, el abuso infantil en los matrimonios heterosexuales, la misoginia, el abandono de niños y niñas que nacen de hogares o parejas heterosexuales, con la violencia doméstica, con la doble moral de muchos matrimonios socialmente aceptados, los promiscuos juegos de las parejas “swinger” (heterosexuales) que intercambian en fiestas privadas, a sus parejas por un desconocido, para una aventura casual.
Y bueno, ya que don Juan José considera este asunto una enfermedad podría entonces inventar una terapia “gratis” para los padres y madres heteros que se viven produciendo hijos e hijas homosexuales, que son tan “molestos” para la sociedad.
Por otra parte, nuestro colaborador Evo Morales, representante de los derechos de los pueblos, de la justicia y de la igualdad para todos, continuará investigando los efectos de las hormonas en los seres humanos e irá descubriendo poco a poco lo que ha estado comiendo la humanidad desde el principio pues, de lo que yo sé, la homosexualidad ha existido siempre y para entonces no se hablaba de las hormonas en los “pollos”.
Yo la verdad ya no sé si reír o llorar, escribir en estos tiempos sobre temas así, me producen una gran tristeza.
Después de todo lo que hemos atravesado como humanidad, me hace sentir que los seres humanos no cambian, que las luchas de poder siguen siendo las mismas, que siempre que haya un grupo que se sienta superior a otro, hará definitivamente cualquier cosa para resaltar su supremacía, atropellando el derecho de grupos menores que también tienen su verdad y su razón de ser.
Vivir y dejar vivir
Lo que sí sé claramente es que, aunque era más comodito estar callada, tuve que tomar partido y sumarme a las filas de quienes se manifiestan y digo: que cada quien tiene sus motivos y sus razones, que nadie tiene el poder de juzgar a nadie, que soy creyente y conozco a un Dios amoroso, que puede ver el corazón de las personas , más allá de sus investiduras y sus discursos, que cada quien cuide su vida, sus preferencias sexuales, sus compromisos ante la responsabilidad de estar vivos, su aportes en este tiempo en la tierra, pues como canta Mercedes Sosa , “tenemos que honrar la vida”, y eso se hace con actos y no con palabras gastadas y morales manoseadas.
Que vivan y dejen vivir, que cada quien asuma la responsabilidad de sus decisiones, sea gay o heterosexual, que cada quien vigile sus propios vicios y no se escude en otros grupos para esconder sus basuras, sus culpas, sus miedos y sus frustraciones.
Algún día tendremos que dar cuentas, ante Dios, ante la ley, ante nuestras familias, pero sobre todo ante nosotros mismos, y ese día será nuestro juicio, donde los únicos responsables seremos nosotros mismos.
¡Yo por mi parte seguiré comiendo pollo! Y reaccionando ante toda doctrina que me insulte, negando mi capacidad para pensar y decidir, para conocer y formar mis propias opiniones, para elegir a quien amo sea gay, hetero, gordo, flaco, negro o blanco, judío o musulmán, viejo o joven, pues ninguna condición humana me garantiza la calidad de una persona, ni el valor que tiene. Prefiero a quienes son abiertamente lo que son y no a quienes aparentan ser algo que, a simple vista, no tienen.
Una vez expuesto mi pensamiento, me retiro a mis habitaciones privadas, a nuestras eminencias les recomiendo una terapia, porque, aunque no lo crean, ¡la homofobia también se cura! ¡Y conozco grupos que pueden dárselas y también gratis!
Y, tal como diría “La Cuatrufia”, ¡que Dios nos agarre confesaos!
LA NACIÓN, Costa Rica, 6-5-2010
http://www.nacion.com/2010-05-06/Opinion/Foro/Opinion2361832.aspx
Mamá y mamá: familias lesbianas en Argentina
Relatos de familias lesbianas y las discriminaciones que siguen sufriendo
Historias de mujeres
No poder casarse es un problema que trasciende la intimidad de las personas y hace a la interacción –legal, institucional, cotidiana– con la sociedad y el Estado. Y que genera todo tipo de problemas reales, abusivos, discriminatorios.
Por Sonia Santoro
A pocos días del festejo que explotó en la madrugada del jueves, cuando la reforma que permite el casamiento entre personas del mismo sexo fue aprobada por la Cámara de Diputados, la euforia va dando paso a las reflexiones por lo conseguido y por lo que falta por obtener: que la Cámara de Senadores apruebe la ley que tanto puede afectar la vida de la comunidad glttb. Historias de gays y lesbianas que han vivido y continúan sufriendo múltiples discriminaciones por no poder casarse, ayudan a entender por qué es importante que el Senado vote a favor.
Mercedes Monjaime está en pareja hace 15 años con otra mujer. Hace ocho, tuvieron una hija, que se gestó en el cuerpo de la segunda. Las preocupaciones más fuertes para ellas tienen que ver con los derechos que su hija tiene negados por formar parte de una pareja no reconocida legalmente. “No estar casadas nos perjudica en que por ejemplo si una de nosotras fallece, la criatura y nosotras no tenemos garantizada la continuidad del vínculo”, dice Monjaime. Además, enumera los problemas que tienen los hijos e hijas en relación con su madre no biológica: “Los niños no tienen garantizada la herencia si su mamá no biológica falleciera, la licencia que nos permita cuidarlos cuando están enfermos, no tienen garantizadas nuestras obras sociales, la pensión, los permisos de ingresos a terapias intensivas, la posibilidad de viajar fuera del país con ellos; no tienen garantizadas las continuidades de los vínculos en casos de separación. Esos son los derechos básicos necesarios para poder vivir y es lo que pedimos que se garantice”.
Esta ley, dice, daría el marco legal necesario para que se reconozcan los derechos de una realidad que muchas parejas viven desde hace años: “Con el matrimonio no se habilita la existencia de nuestras familias, ya existíamos. Nuestros hijos no dejan de existir porque no salga la ley de matrimonio, simplemente tienen menos derechos que el resto de sus compañeros y amiguitos. Cuando los diputados en contra sostienen la preocupación por los niños y niñas, no se dan cuenta que se les vulneran a nuestros hijos e hijas sus derechos en la actualidad”.
Situación similar es la que vive Andrea Majul, que hace 18 años está en pareja con Silvina. Con ella tuvieron trillizos hace dos años y medio y las implicancias en la vida cotidiana se ven en cosas hasta mínimas: “Yo los retiro del colegio autorizada por Silvina, como si fuera un vecino, un abuelo”, ejemplifica.
El voto positivo del Senado implicaría para ella “una diferencia abismal dentro de la vida cotidiana y de las preocupaciones. Está siempre esa duda de ver en caso de que nos pase algo a alguna, cómo queda la situación de los chicos... En realidad vivís como una serie de incertidumbres innecesarias”.
Para Ramona Arévalo y Norma Castillo, gran parte de las incertidumbres se terminaron hace exactamente un mes, el 9 de abril, cuando después de décadas de convivencia se pudieron casar, convirtiéndose así en las primeras mujeres en lograrlo –lucha judicial mediante–. ¿Qué cambió desde entonces? “Estamos más contentas porque pudimos hacer el matrimonio que nos beneficia mucho en la igualdad, en los beneficios sociales, que son para las dos. Una no tiene la vida comprada, cualquier cosa puede pasarnos. Y como ha sucedido en otras parejas, si se muere uno, a veces vienen los parientes y le echan a la calle y le quitan todo al otro; en vez teniendo un matrimonio legalizado no nos pueden sacar así nomás a la calle como si fuéramos un trapo. Eso es lo que nos alegra de lo que está pasando.”
La suya fue una historia con final feliz, que tuvo hasta un festejo brindado por sus vecinos de Parque Chas. Pero muchas veces las cosas toman otro cariz. En 2008, cuando murió Eduardo Bergara Leumann, su pareja durante casi 30 años, Daniel Angelone, contó en los medios que los familiares del artista lo dejaron en la calle. En estos días además se pudo oír en algunas radios a Pepito Cibrián diciendo que en cuanto se apruebe la ley se casará por fin y que espera también poder adoptar, algo que desea desde hace tiempo.
Para Diana Cordero las trabas sobrevienen aun habiendo contraído matrimonio en Canadá con su pareja española. “Nos casamos en el 2008 y vinimos acá el año pasado. Presentamos trámites ante Migraciones para pedir la residencia como cónyuge. Fue denegada después de bastantes meses, hemos pedido una reconsideración de la medida y no nos han respondido. Hemos pedido también la homologación del casamiento ante el juzgado, lo denegaron y apelamos. En este momento mi compañera está con un permiso transitorio de 60 días. Falta menos de un mes para que se venza. Entonces estamos pendientes de la respuesta de Migraciones”, relata.
A su pareja nadie le da trabajo porque no tiene documentos, con lo cual la situación económica de ambas es bastante complicada. Pero además, dice, “tenemos muchísima inseguridad en cuanto a la construcción de la vida, la proyección, cómo te estableces. Desde lo anímico, desde lo que hace a mirar hacia el futuro, es muy angustiante”.
Por todo esto esperan con muchas ganas lo que suceda en el Congreso. La aprobación de la ley, dice Cordero, “sería una solución frente a tantas situaciones de injusticias respecto a darnos un estatus legal para poder vivir como ciudadanos y ciudadanas de primera. Yo me veo vulnerada en mis derechos porque siendo argentina me están impidiendo residir, porque el Estado argentino dice que mi compañera se tiene que ir a España”.
Carlos Alvarez y Martín Canevaro lograron casarse el 15 de marzo, luego de presentar un amparo ante la Justicia. Canevaro está convencido de que si se aprueba esta ley va a tener consecuencias no sólo jurídicas sino sociales para la sociedad entera. “En primer término en nuestra comunidad es un mensaje para los más jóvenes, varones y mujeres trans, gays, lesbianas... les viene a decir que este país no los condena a vivir en un armario, a vivir con miedo, a sufrir discriminación en la escuela, en el trabajo y hasta en su propia casa. Va a traer una enorme tranquilidad y felicidad a personas de nuestra comunidad y a todo el mundo.”
Tal vez sea su experiencia o su militancia, donde se cruzan deseos personales y políticos, las que le permiten ser auspicioso sobre el futuro de esta ley. El lo resume así: “Ojalá que los senadores quieran ver un poco más allá de lo que tienen en primer plano. Yo creo que los que votaron en contra en Diputados, dentro de un tiempo se van a sentir avergonzados. La política tiene la posibilidad de reconciliarse con la sociedad y creo que esta vez lo va a saldar”.
PÁGINA 12, Argentina, 9 de mayo de 2010
http://www.pagina12.com.ar/imprimir/diario/sociedad/3-145384-2010-05-09.html
Historias de mujeres
No poder casarse es un problema que trasciende la intimidad de las personas y hace a la interacción –legal, institucional, cotidiana– con la sociedad y el Estado. Y que genera todo tipo de problemas reales, abusivos, discriminatorios.
Por Sonia Santoro
A pocos días del festejo que explotó en la madrugada del jueves, cuando la reforma que permite el casamiento entre personas del mismo sexo fue aprobada por la Cámara de Diputados, la euforia va dando paso a las reflexiones por lo conseguido y por lo que falta por obtener: que la Cámara de Senadores apruebe la ley que tanto puede afectar la vida de la comunidad glttb. Historias de gays y lesbianas que han vivido y continúan sufriendo múltiples discriminaciones por no poder casarse, ayudan a entender por qué es importante que el Senado vote a favor.
Mercedes Monjaime está en pareja hace 15 años con otra mujer. Hace ocho, tuvieron una hija, que se gestó en el cuerpo de la segunda. Las preocupaciones más fuertes para ellas tienen que ver con los derechos que su hija tiene negados por formar parte de una pareja no reconocida legalmente. “No estar casadas nos perjudica en que por ejemplo si una de nosotras fallece, la criatura y nosotras no tenemos garantizada la continuidad del vínculo”, dice Monjaime. Además, enumera los problemas que tienen los hijos e hijas en relación con su madre no biológica: “Los niños no tienen garantizada la herencia si su mamá no biológica falleciera, la licencia que nos permita cuidarlos cuando están enfermos, no tienen garantizadas nuestras obras sociales, la pensión, los permisos de ingresos a terapias intensivas, la posibilidad de viajar fuera del país con ellos; no tienen garantizadas las continuidades de los vínculos en casos de separación. Esos son los derechos básicos necesarios para poder vivir y es lo que pedimos que se garantice”.
Esta ley, dice, daría el marco legal necesario para que se reconozcan los derechos de una realidad que muchas parejas viven desde hace años: “Con el matrimonio no se habilita la existencia de nuestras familias, ya existíamos. Nuestros hijos no dejan de existir porque no salga la ley de matrimonio, simplemente tienen menos derechos que el resto de sus compañeros y amiguitos. Cuando los diputados en contra sostienen la preocupación por los niños y niñas, no se dan cuenta que se les vulneran a nuestros hijos e hijas sus derechos en la actualidad”.
Situación similar es la que vive Andrea Majul, que hace 18 años está en pareja con Silvina. Con ella tuvieron trillizos hace dos años y medio y las implicancias en la vida cotidiana se ven en cosas hasta mínimas: “Yo los retiro del colegio autorizada por Silvina, como si fuera un vecino, un abuelo”, ejemplifica.
El voto positivo del Senado implicaría para ella “una diferencia abismal dentro de la vida cotidiana y de las preocupaciones. Está siempre esa duda de ver en caso de que nos pase algo a alguna, cómo queda la situación de los chicos... En realidad vivís como una serie de incertidumbres innecesarias”.
Para Ramona Arévalo y Norma Castillo, gran parte de las incertidumbres se terminaron hace exactamente un mes, el 9 de abril, cuando después de décadas de convivencia se pudieron casar, convirtiéndose así en las primeras mujeres en lograrlo –lucha judicial mediante–. ¿Qué cambió desde entonces? “Estamos más contentas porque pudimos hacer el matrimonio que nos beneficia mucho en la igualdad, en los beneficios sociales, que son para las dos. Una no tiene la vida comprada, cualquier cosa puede pasarnos. Y como ha sucedido en otras parejas, si se muere uno, a veces vienen los parientes y le echan a la calle y le quitan todo al otro; en vez teniendo un matrimonio legalizado no nos pueden sacar así nomás a la calle como si fuéramos un trapo. Eso es lo que nos alegra de lo que está pasando.”
La suya fue una historia con final feliz, que tuvo hasta un festejo brindado por sus vecinos de Parque Chas. Pero muchas veces las cosas toman otro cariz. En 2008, cuando murió Eduardo Bergara Leumann, su pareja durante casi 30 años, Daniel Angelone, contó en los medios que los familiares del artista lo dejaron en la calle. En estos días además se pudo oír en algunas radios a Pepito Cibrián diciendo que en cuanto se apruebe la ley se casará por fin y que espera también poder adoptar, algo que desea desde hace tiempo.
Para Diana Cordero las trabas sobrevienen aun habiendo contraído matrimonio en Canadá con su pareja española. “Nos casamos en el 2008 y vinimos acá el año pasado. Presentamos trámites ante Migraciones para pedir la residencia como cónyuge. Fue denegada después de bastantes meses, hemos pedido una reconsideración de la medida y no nos han respondido. Hemos pedido también la homologación del casamiento ante el juzgado, lo denegaron y apelamos. En este momento mi compañera está con un permiso transitorio de 60 días. Falta menos de un mes para que se venza. Entonces estamos pendientes de la respuesta de Migraciones”, relata.
A su pareja nadie le da trabajo porque no tiene documentos, con lo cual la situación económica de ambas es bastante complicada. Pero además, dice, “tenemos muchísima inseguridad en cuanto a la construcción de la vida, la proyección, cómo te estableces. Desde lo anímico, desde lo que hace a mirar hacia el futuro, es muy angustiante”.
Por todo esto esperan con muchas ganas lo que suceda en el Congreso. La aprobación de la ley, dice Cordero, “sería una solución frente a tantas situaciones de injusticias respecto a darnos un estatus legal para poder vivir como ciudadanos y ciudadanas de primera. Yo me veo vulnerada en mis derechos porque siendo argentina me están impidiendo residir, porque el Estado argentino dice que mi compañera se tiene que ir a España”.
Carlos Alvarez y Martín Canevaro lograron casarse el 15 de marzo, luego de presentar un amparo ante la Justicia. Canevaro está convencido de que si se aprueba esta ley va a tener consecuencias no sólo jurídicas sino sociales para la sociedad entera. “En primer término en nuestra comunidad es un mensaje para los más jóvenes, varones y mujeres trans, gays, lesbianas... les viene a decir que este país no los condena a vivir en un armario, a vivir con miedo, a sufrir discriminación en la escuela, en el trabajo y hasta en su propia casa. Va a traer una enorme tranquilidad y felicidad a personas de nuestra comunidad y a todo el mundo.”
Tal vez sea su experiencia o su militancia, donde se cruzan deseos personales y políticos, las que le permiten ser auspicioso sobre el futuro de esta ley. El lo resume así: “Ojalá que los senadores quieran ver un poco más allá de lo que tienen en primer plano. Yo creo que los que votaron en contra en Diputados, dentro de un tiempo se van a sentir avergonzados. La política tiene la posibilidad de reconciliarse con la sociedad y creo que esta vez lo va a saldar”.
PÁGINA 12, Argentina, 9 de mayo de 2010
http://www.pagina12.com.ar/imprimir/diario/sociedad/3-145384-2010-05-09.html
Jovenes homosexuales: rechazo familiar puede llevar al suicidio
Los jóvenes homosexuales rechazados por familia, más inclinados al suicidio
ESTUDIO
Fuente: EFE
Madrid, (EFE).- Los adolescentes homosexuales rechazados por sus familias tienen ocho veces más probabilidades de intentar suicidarse y tres veces más de tomar drogas cuando llegan a jóvenes adultos en relación a los que sí recibieron apoyo, según un estudio realizado en el Estado de California y presentado hoy en Madrid.
Además, un tercio de los padres reaccionan negativamente cuando conocen la noticia por primera vez; el 50 por ciento manifiestan una respuesta ambivalente -pero realmente preferirían que su hijo o hija no fuera homosexual o transexual- y el resto lo asume bien desde el inicio, explicó a Efe Caitlin Ryan, autora del trabajo "Niños saludables con el apoyo familiar".
Los resultados del estudio, que ha contado con cuatro millones de dólares de financiación para cuatro años, confirman que el impacto de la familia es "muy dramático" en la salud física y psíquica de los niños y jóvenes LGTB (lesbianas, gays, transexuales y bisexuales).
Aunque sea paradójico, incluso los padres que no aceptan la orientación sexual de sus hijos "lo hacen con la mejor intención y desde el amor", recalcó la profesora de la Universidad de San Francisco.
Para la ejecución del proyecto de investigación, Ryan entrevistó en profundidad a jóvenes LGTB y familias (incluidos abuelos, tíos, etc.) de un amplio espectro sociológico y religioso del Estado de California.
Al final detectó un centenar de conductas distintas y el impacto que conllevaban en la salud de los jóvenes homosexuales.
Entre las principales conclusiones, la estadounidense destacó que el rechazo familiar se traduce en una probabilidad ocho veces mayor de haber intentado suicidarse, casi seis veces más posibilidades de sufrir depresión y tres veces más de consumir drogas, de infectarse por VIH y de contraer enfermedades de transmisión sexual, en comparación con aquellos que fueron apoyados por su núcleo familiar.
El proyecto que dirige Ryan en la Universidad de San Francisco (Family Acceptence) también incorpora guías y protocolos a las familias y a personal sanitario para saber cómo actuar y cómo evitar dañar a los jóvenes LGTB.
NUESTRO PAÍS, Costa Rica, 11-5-2010
http://www.elpais.cr/articulos.php?id=23896
ESTUDIO
Fuente: EFE
Madrid, (EFE).- Los adolescentes homosexuales rechazados por sus familias tienen ocho veces más probabilidades de intentar suicidarse y tres veces más de tomar drogas cuando llegan a jóvenes adultos en relación a los que sí recibieron apoyo, según un estudio realizado en el Estado de California y presentado hoy en Madrid.
Además, un tercio de los padres reaccionan negativamente cuando conocen la noticia por primera vez; el 50 por ciento manifiestan una respuesta ambivalente -pero realmente preferirían que su hijo o hija no fuera homosexual o transexual- y el resto lo asume bien desde el inicio, explicó a Efe Caitlin Ryan, autora del trabajo "Niños saludables con el apoyo familiar".
Los resultados del estudio, que ha contado con cuatro millones de dólares de financiación para cuatro años, confirman que el impacto de la familia es "muy dramático" en la salud física y psíquica de los niños y jóvenes LGTB (lesbianas, gays, transexuales y bisexuales).
Aunque sea paradójico, incluso los padres que no aceptan la orientación sexual de sus hijos "lo hacen con la mejor intención y desde el amor", recalcó la profesora de la Universidad de San Francisco.
Para la ejecución del proyecto de investigación, Ryan entrevistó en profundidad a jóvenes LGTB y familias (incluidos abuelos, tíos, etc.) de un amplio espectro sociológico y religioso del Estado de California.
Al final detectó un centenar de conductas distintas y el impacto que conllevaban en la salud de los jóvenes homosexuales.
Entre las principales conclusiones, la estadounidense destacó que el rechazo familiar se traduce en una probabilidad ocho veces mayor de haber intentado suicidarse, casi seis veces más posibilidades de sufrir depresión y tres veces más de consumir drogas, de infectarse por VIH y de contraer enfermedades de transmisión sexual, en comparación con aquellos que fueron apoyados por su núcleo familiar.
El proyecto que dirige Ryan en la Universidad de San Francisco (Family Acceptence) también incorpora guías y protocolos a las familias y a personal sanitario para saber cómo actuar y cómo evitar dañar a los jóvenes LGTB.
NUESTRO PAÍS, Costa Rica, 11-5-2010
http://www.elpais.cr/articulos.php?id=23896
El héroe canino en las manifestaciones populares en Grecia
El perro 'antisistema'
'Lukánikos', un chucho callejero griego, cobra una insólita repercusión mediática.- El can, o uno parecido, aparece en fotos de disturbios en Atenas desde diciembre de 2008
M. A. SÁNCHEZ-VALLEJO (ENVIADA ESPECIAL) | Atenas
Lo descubrió el periódico británico The Guardian. Bajo el título Kanelos, el perro griego manifestante, el diario publicó un amplio despliegue fotográfico sobre el curioso protagonismo de un cuadrúpedo mil razas, de tamaño medio y collar azul que acostumbra a enseñar los dientes a los hombres del MAT (antidisturbios) y no se arredra ni siquiera ante los botes de humo, en casi todas las manifestaciones que desde hace dos años sacuden el centro de Atenas. Sólo que Kanelos -en alusión al color de su pelaje- no atiende a ese nombre, sino al de Lukánikos (salchicha).
El reportaje del Guardian llamó la atención de otros medios de comunicación extranjeros, donde, todo hay que decirlo, Lukánikos, Luk para los amigos, chupa más cámara que en Grecia, pese a que hoy le dedica una página entera Ta Nea (centro-izquierda), un diario nada sospechoso de sensacionalismo. Tras el Guardian, se han fijado en Luk los diarios italianos Il Corriere della Sera y La Repubblica, el semanario estadounidense Newsweek, el periódico francés Libération, el canadiense Globe and Mail, o el sueco Aftonbladet.
La presencia de Luk en las manifestaciones -la mayoría de las veces pacíficas, pero con derivas violentas- no es de extrañar. El centro de Atenas está plagado de perros callejeros, absolutamente inofensivos, que pasan las horas tumbados a la bartola bajo un árbol o sobre el pavimento. Si el suelo es de mármol, mejor que mejor: por ejemplo, el de la explanada del Parlamento, en la plaza Sintagma. Así ocurre en invierno y en verano. Los griegos son amables con los animales -también con los miles de gatos diseminados por doquier- y siempre hay un alma generosa que les acerca las sobras de una taberna, o un poco de pienso de supermercado. El Ayuntamiento se encarga de vacunarlos y esterilizarlos, indicándolo con un collar azul para los machos y uno rojo para las hembras.
Pero lo de Lukánikos ha batido todos los récords. Aparte de su presencia en medios de comunicación internacionales, el perro, "la mascota de los griegos, el que siempre está en primera línea" -escribe Ta Nea-, ha saltado a la Red, donde protagoniza varios vídeos colgados en YouTube, tiene su propio blog y otros con entradas dedicadas al animal. También disfruta de sus propios grupos de amigos en Facebook. Riot Dog, una de las páginas dedicadas a él de esa red social, tiene cerca de 10.000 seguidores. Tiene otro, Kanellos, con cerca de 2.800 fans.
Este último nombre, utilizado por el Guardian era una referencia al perro de un grupo antisistema radicado en el barrio de Exarjia -la zona de marcha de Atenas, en el más amplio sentido de la palabra: desde refriegas con los antidisturbios a infinidad de bares y clubes-, donde murió en julio de 2008 a los 17 años de edad; todo un símbolo del movimiento antisistema, que también tiene su propio blog. Lukánikos, su sucesor, hizo su debú en el mundo radical en diciembre de ese año, en los disturbios que siguieron a la muerte del joven Alexis Grigorópulos, de 15 años, por un disparo de la policía. Hay cierta confusión mediática y cibernética, por lo que el mismo perro (por lo menos en apariencia) aparece en blogs y noticias bautizado tanto como Kanelos como Lukánikos.
El chucho le cogió afición a los gases lacrimógenos, al parecer, porque desde entonces no se ha perdido ninguna manifestación que tenga la bronca asegurada. Una nueva raza de manifestante, le llama hoy el diario Ta Nea. Aunque, a saber, entre las decenas de perros callejeros que hay en Atenas, cuántos clones tiene ahora mismo Lukánikos, o incluso el difunto Kanelos.
EL PAÍS, España, 10 de mayo de 2010
http://www.elpais.com/articulo/internacional/perro/antisistema/elpepuint/20100510elpepuint_5/Tes
'Lukánikos', un chucho callejero griego, cobra una insólita repercusión mediática.- El can, o uno parecido, aparece en fotos de disturbios en Atenas desde diciembre de 2008
M. A. SÁNCHEZ-VALLEJO (ENVIADA ESPECIAL) | Atenas
Lo descubrió el periódico británico The Guardian. Bajo el título Kanelos, el perro griego manifestante, el diario publicó un amplio despliegue fotográfico sobre el curioso protagonismo de un cuadrúpedo mil razas, de tamaño medio y collar azul que acostumbra a enseñar los dientes a los hombres del MAT (antidisturbios) y no se arredra ni siquiera ante los botes de humo, en casi todas las manifestaciones que desde hace dos años sacuden el centro de Atenas. Sólo que Kanelos -en alusión al color de su pelaje- no atiende a ese nombre, sino al de Lukánikos (salchicha).
El reportaje del Guardian llamó la atención de otros medios de comunicación extranjeros, donde, todo hay que decirlo, Lukánikos, Luk para los amigos, chupa más cámara que en Grecia, pese a que hoy le dedica una página entera Ta Nea (centro-izquierda), un diario nada sospechoso de sensacionalismo. Tras el Guardian, se han fijado en Luk los diarios italianos Il Corriere della Sera y La Repubblica, el semanario estadounidense Newsweek, el periódico francés Libération, el canadiense Globe and Mail, o el sueco Aftonbladet.
La presencia de Luk en las manifestaciones -la mayoría de las veces pacíficas, pero con derivas violentas- no es de extrañar. El centro de Atenas está plagado de perros callejeros, absolutamente inofensivos, que pasan las horas tumbados a la bartola bajo un árbol o sobre el pavimento. Si el suelo es de mármol, mejor que mejor: por ejemplo, el de la explanada del Parlamento, en la plaza Sintagma. Así ocurre en invierno y en verano. Los griegos son amables con los animales -también con los miles de gatos diseminados por doquier- y siempre hay un alma generosa que les acerca las sobras de una taberna, o un poco de pienso de supermercado. El Ayuntamiento se encarga de vacunarlos y esterilizarlos, indicándolo con un collar azul para los machos y uno rojo para las hembras.
Pero lo de Lukánikos ha batido todos los récords. Aparte de su presencia en medios de comunicación internacionales, el perro, "la mascota de los griegos, el que siempre está en primera línea" -escribe Ta Nea-, ha saltado a la Red, donde protagoniza varios vídeos colgados en YouTube, tiene su propio blog y otros con entradas dedicadas al animal. También disfruta de sus propios grupos de amigos en Facebook. Riot Dog, una de las páginas dedicadas a él de esa red social, tiene cerca de 10.000 seguidores. Tiene otro, Kanellos, con cerca de 2.800 fans.
Este último nombre, utilizado por el Guardian era una referencia al perro de un grupo antisistema radicado en el barrio de Exarjia -la zona de marcha de Atenas, en el más amplio sentido de la palabra: desde refriegas con los antidisturbios a infinidad de bares y clubes-, donde murió en julio de 2008 a los 17 años de edad; todo un símbolo del movimiento antisistema, que también tiene su propio blog. Lukánikos, su sucesor, hizo su debú en el mundo radical en diciembre de ese año, en los disturbios que siguieron a la muerte del joven Alexis Grigorópulos, de 15 años, por un disparo de la policía. Hay cierta confusión mediática y cibernética, por lo que el mismo perro (por lo menos en apariencia) aparece en blogs y noticias bautizado tanto como Kanelos como Lukánikos.
El chucho le cogió afición a los gases lacrimógenos, al parecer, porque desde entonces no se ha perdido ninguna manifestación que tenga la bronca asegurada. Una nueva raza de manifestante, le llama hoy el diario Ta Nea. Aunque, a saber, entre las decenas de perros callejeros que hay en Atenas, cuántos clones tiene ahora mismo Lukánikos, o incluso el difunto Kanelos.
EL PAÍS, España, 10 de mayo de 2010
http://www.elpais.com/articulo/internacional/perro/antisistema/elpepuint/20100510elpepuint_5/Tes
La homosexualidad entre los animales
¿Hay animales gays?
JOHN MOOALLEM
Todo empezó en una colonia de albatros de Hawai. Un estudio descubrió que muchas parejas estaban formadas por dos hembras. La sorpresa obliga a los biólogos a revisar muchos juicios ?aturales? Ya hay documentada actividad homosexual en 450 especies.
El albatros Laysa es un ave marina con una envergadura de alrededor de dos metros y pico amarillo. Cada noviembre, una pequeña colonia se reúne en un lugar llamado Kaena Point, a los pies de una cadena volcánica que domina el Pacífico en la punta noroeste de Oahu, Hawai. Cada ave ha pasado los seis meses anteriores a solas, volando sobre el océano hasta Alaska, y ahora vuelve al criadero para reunirse con su pareja. Los albatros pueden vivir hasta 70 años y suelen emparejarse con la misma ave cada año durante toda su vida. Su índice de divorcios, como lo llaman los biólogos, es uno de los más bajos de todas las aves.
Cuando visité Kaena Point en otoño comenzaban a llegar las primeras aves. La colonia cuenta con unos 120 albatros que crían allí. Poco a poco, van llegando todos y buscan entre la multitud al otro albatros concreto con el que quieren volver a acoplarse.
Una vez juntas, las parejas copulan e incuban un solo huevo durante 65 días. Se turnan: un ave tiene que permanecer en el nido mientras la otra se va a pescar y a comer durante semanas enteras. Las parejas se arreglan mutuamente las plumas y exhiben unos elaborados rituales y comportamientos de apareamiento. "Como los humanos", me explica Marlene Zuk, una bióloga que ha visitado la colonia. "¿Todas esas cosas empalagosas que hacen las parejas, que dan náuseas a todos los demás menos a ellos dos? Las aves hacen lo mismo". Vi muchas parejas juntas, vientre contra vientre, arqueando los cuellos y las cabezas de tal manera que formaban un corazón. Hace unos años, en un discurso que pronunció en Oahu como primera dama estadounidense, Laura Bush elogió a los albatros por emparejarse de por vida. Lindsay C. Young, una bióloga que estudia la colonia de Kaena Point, me dice: "Se suponía que eran símbolos de la monogamia: un macho y una hembra. Pero yo no estoy tan segura de que lo que estemos viendo sean macho y hembra".
Young se dedica a investigar los albatros de Oahu desde 2003; la colonia fue el tema de su tesis doctoral en la Universidad de Hawai, Manoa, que completó la primavera pasada. Durante el trabajo para su tesis, Young y una colega suya descubrieron, casi por casualidad, que la tercera parte de las parejas de Kaena Point estaban formadas, en realidad, por dos hembras, no un macho y una hembra. Los albatros Laysa son una de las innumerables especies en las que los dos sexos tienen un aspecto prácticamente idéntico. Resulta que muchas de las parejas de hembras, tanto en Kaena Point como en una colonia que la colega de Young estaba estudiando en Kauai, llevaban juntas -según los datos de los biólogos- cuatro, ocho, e incluso, diecinueve años. Las parejas de hembras incubaban huevos juntas, cuidaban a las crías y vivían, en general, como lo que se podría llamar parejas hetero.
Young nunca usaría la expresión "parejas heterosexuales". Y está categóricamente en contra de llamar a las demás aves "lesbianas". Para empezar, las parejas del mismo sexo parecen hacer todo lo que hacen las de machos y hembras, excepto copular, y Young no está muy segura de si eso las hace técnicamente lesbianas o no, ni se siente muy cómoda opinando sobre ello. Además, es una cuestión que para ella no tiene ninguna importancia, no tiene nada que ver con su investigación. "Lesbiana", dice, "es un término humano", y ella -una científica diligente y cuidadosa que empieza a labrarse un nombre en su campo- está empeñada en utilizar el lenguaje más aséptico posible y resistirse a cualquier atisbo de antropomorfismo.
Un descubrimiento como el de Young puede desorientar de forma apasionante a un biólogo y naturalista; siempre que se lo tome en serio, cosa que no ha solido ocurrir. Están documentadas hasta el momento diversas formas de actividad sexual entre miembros del mismo sexo en más de 450 especies de animales, desde el flamenco hasta el bisonte. Un koala hembra puede empujar a otra hembra contra un árbol para montarla. Y es sabido que los delfines macho del Amazonas se penetran unos a otros en sus orificios de aire. Pero en la mayoría de las especies, el sexo homosexual está documentado sólo de manera esporádica. Estas observaciones, cuando se incluían en los artículos científicos, solían añadirse como mera curiosidad, y no como materia legítima de investigación. Los biólogos suelen catalogar estos episodios como anécdotas aisladas en un elegante universo darwiniano en el que todas las facetas de la conducta de un animal están orientadas hacia la reproducción. Un primatólogo aventuró que el verdadero motivo por el que dos orangutanes macho se hacían felaciones mutuas era una cuestión de nutrición.
Sin embargo, en los últimos años, cada vez hay más biólogos que examinan con objetividad la sexualidad homosexual en animales y adoptan un enfoque verdaderamente científico. Para Young, la existencia de tantas parejas de albatros hembra suscitó una cadena de preguntas cada vez más complicadas. Una de las más delicadas, al parecer, fue cómo se supone que debe hablar un científico de estas cosas, dado lo dispuestos que hemos estado todos a tergiversar las vidas sexuales de los animales para convertirlas en alegorías de las nuestras. "Esta colonia contiene literalmente la mayor proporción de? No sé cuál es el término correcto?¿animales homosexuales? del mundo", dice Young. "Estoy segura de que a mucha gente le parecerá estupendo y a otra mucha quizá no".
Es una afirmación que se queda corta. Hace dos años, Young decidió escribir un breve artículo junto con otros dos colegas sobre las parejas de albatros hembra. "En el primer artículo tuvimos mucho cuidado de limitarnos a contar sencillamente lo que habíamos visto", explica. "Desde luego, es un tema delicado, con el que hay que tener precaución". Pero la revista que publicó el ensayo, Biology Letters, emitió un comunicado de prensa pocos días después de que el Tribunal Supremo de California legalizara el matrimonio gay. A las seis de la mañana del día siguiente, un periodista de Fox News llamó a Young. Se creó una avalancha de comentarios en los medios, que, según los casos, celebraban los hallazgos de Young como un claro llamamiento a la igualdad o los denigraban, con argumentos como que eran "un ejemplo estúpido de pura propaganda y ciencia selectiva" o "un esfuerzo para humanizar a los animales, rebajar a los seres humanos al nivel animal o promover unos intereses determinados". Muchos señalaron que los animales también violan o se comen a sus crías; ¿tenía que tolerar Estados Unidos que eso también se extendiera sólo porque era "natural"?
Una revista de Denver para padres homosexuales dio la bienvenida a las nuevas lectoras procedentes de "la amplia comunidad de albatros lesbianas que son madres". El senador conservador de Oklahoma Tom Coburn destacó el artículo de Young en su página web, bajo el titular Cómo se utiliza el dinero de sus impuestos, pese a que el estudio de las parejas de hembras no se había hecho con dinero del Estado. Stephen Colbert advirtió en su programa de Comedy Central de que las "albatresbianas" eran una amenaza para los valores familiares norteamericanos con su "agenda safo-aviar". Y un defensor de los derechos de los gays envió un correo electrónico a Young para pedirle que izara una bandera arco iris sobre cada nido de parejas de hembras con el fin de identificarlas y dar muestras de solidaridad.
Un albatros Laysa hembra sólo tiene capacidad física de poner un huevo al año; está hecho así. Sin embargo, ya desde 1919, los biólogos han encontrado de vez en cuando nidos de albatros y otras especies de aves similares con dos huevos en ellos, o con un segundo huevo justo fuera, como si se hubiera salido (es inevitable; no hay espacio suficiente en el nido para dos huevos y un albatros). Nunca habían obtenido una explicación irrefutable.
A principios de los años sesenta, un ornitólogo intentó resolver el misterio explicando que algunas de las aves debían de ser capaces de poner varios huevos. En 1968 hubo un avance real, cuando Harvey Fisher, decano del estudio de los albatros de mitad de siglo, informó sobre siete años de observaciones diarias en 3.440 nidos distintos del atolón de Midway, en medio del Pacífico. Fisher llegó a la conclusión de que "la presencia de dos huevos en un nido es señal de que dos hembras han usado el nido, aunque en distintos momentos". Estaba hablando de la "postura de huevos en nido ajeno", es decir, cuando una hembra inexperta, por ejemplo, pone su huevo por error en un nido que no es el suyo. A partir de entonces, estas nidadas excepcionales se explicaron siempre con ese argumento.
Zaun, que trabaja como bióloga para el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de EE UU, empezó a estudiar una colonia de Laysas en Kauai 40 años después de que Fisher publicara su ensayo. Se dio cuenta de que algunos nidos contaban con dos huevos año tras año; el reparto de las nidadas mayores de lo normal no era aleatorio, como cabría esperar si la causa fuera sólo la puesta de huevos en nido ajeno. Por un golpe de intuición, a Zaun se le ocurrió recoger plumas de unas cuantas parejas de las que criaban en los nidos de dos huevos y se las envió a Lindsay Young, a quien pidió que extrajera el ADN de las plumas para determinar genéticamente el sexo de las aves. Cuando las pruebas mostraron que todas las aves eran hembras, Young pensó que se había equivocado. Así que volvió a recoger las plumas, con el mismo resultado. Entonces utilizó pruebas genéticas para determinar el sexo de todas las aves de Kaena Point. "Cuando no estaba del todo claro, o me preocupaba haber podido mezclar las muestras, regresaba allí y volvía a extraer sangre para empezar de nuevo", cuenta Young. Al final, hizo la identificación genética del sexo de las aves en su laboratorio cuatro veces, para estar segura. Descubrió que 39 de los 125 nidos de Kaena Point desde 2004 correspondían a parejas de hembras. La conclusión fue que algunas hembras encontraban la oportunidad de copular rápidamente con machos, pero luego incubaban sus huevos -y hacían todo lo demás que hace un albatros en la colonia- con otras hembras.
En los últimos tiempos, varias publicaciones le han pedido que revise de forma confidencial nuevos ensayos de colegas sobre otras especies, en los que se relatan descubrimientos similares. "No puedo decir qué especies", explica, "pero me da la impresión de que, en el próximo año, vamos a ver muchos más ejemplos de esto".
Puede sorprender que los científicos, a veces, no conozcan el verdadero sexo de los animales a los que dedican toda su carrera, que puedan caer en un engaño tipo Tootsie durante tanto tiempo. Pero es fácil olvidar el caos que intentan interpretar en la naturaleza. A menudo, los biólogos tienen que asignar un sexo a un animal observando lo que hace cuando se empareja. Cuando un albatros, o un jabalí, o un grillo, se alza y monta a otro parece claro cuál es el sexo de cada uno. Salvo cuando resulta que no es así.
"En general se sigue dando por supuesta la heterosexualidad", dice el biólogo Bruce Bagemihl. "Se considera que los individuos, las poblaciones y las especies son completamente heterosexuales mientras no se demuestre lo contrario". Aunque éste parezca un punto de partida razonable, Bagemihl dice que es un "sesgo heterosexual" y que ha constituido un obstáculo importante a la hora de comprender la diversidad de las acciones de los animales. En 1999, Baghemihl publicó Biological exuberance, un libro que reunía un enorme volumen de investigaciones aisladas para demostrar que los prejuicios de los biólogos habían marginado la homosexualidad animal durante los últimos 150 años. Los comportamientos de cortejo entre dos animales del mismo sexo figuraban en la literatura especializada con términos como "falso cortejo" o "seudocortejo", o simplemente "práctica". Un científico interpretó las relaciones homosexuales entre avestruces como "una molestia" que "no cesa". Un hombre que estudiaba las mariposas azules en Marruecos en 1987 lamentó tener que describir "los escabrosos detalles de unos comportamientos morales cada vez más bajos y las espantosas escenas sexuales" que "ya aparecen con demasiada frecuencia" en los periódicos nacionales. Y un biólogo especialista en el carnero de las Rocosas contó en sus memorias: "Todavía me estremezco al recordar al viejo macho D montando una y otra vez al macho S".
"Lo que hizo el libro de Bagemihl", cuenta el primatólogo y psicólogo evolutivo canadiense Paul Vasey, "fue concienciar a la gente sobre el hecho de que esto ocurre en la naturaleza, entre animales. Y que se puede estudiar de forma seria y especializada". Pero estudiarlo en serio significa resolver un interrogante. En la base de la biología evolutiva, desde Darwin, está la idea de que todos los rasgos y comportamientos genéticos que otorgan ventaja a un animal -que le ayudan a tener muchas crías- permanecen en una especie, mientras que los que no sirven para eso desaparecen. Es decir, la evolución mejora poco a poco a cada animal con un solo objetivo: transmitir sus genes. El ornitólogo de Yale Richard Prum me dijo: "Nuestro campo se parece mucho a la economía: tenemos una teoría central, como la teoría del libre mercado, en la que está la mano invisible del mercado que crea orden y todos los productos adquieren exactamente el precio que valen. La homosexualidad es un caso difícil, porque parece infringir el principio fundamental, el de que todo el comportamiento sexual está orientado hacia la reproducción. La pregunta es: ¿por qué va a emprender nadie una actividad sexual que no es reproductiva?". Y mucho menos una actividad que parece claramente contraproducente. Además, si los animales que tienen los genes relacionados con esa conducta tienen menos probabilidades de reproducirse, ¿cómo se las han arreglado para no desaparecer?
Bajo este gran paraguas teórico, la mera existencia del comportamiento homosexual en los animales puede parecer una locura imposible de comprender. La dificultad de ese problema -más que cualquier homofobia implícita o explícita- puede ser la razón por la que, en el pasado, los biólogos han eludido el tema.
En los últimos 10 años, sin embargo, Paul Vasey y otros han empezado a desarrollar nuevas hipótesis basadas en la observación real y prolongada de distintos animales, descifrando las formas que han tenido de evolucionar determinadas conductas homosexuales y el papel que pueden haber desempeñado en la evolución de unas especies concretas. Están surgiendo nuevas ideas sobre cómo encajar esas conductas en el marco darwinista tradicional, incluida la de considerar que otorgan ventajas reproductivas indirectas. Por ejemplo, parece que los machos de la mosca del estiércol montan a otros machos para cansarlos y deshacerse de ellos porque son su competencia ante las hembras disponibles. Los investigadores opinan que los delfines mulares macho, cuando son jóvenes, quizá se montan unos a otros para establecer una relación de confianza y amistad.
Estas ideas, en general, pretenden explicar sólo unos comportamientos concretos en una especie determinada. "Los biólogos desean construir teorías unificadas para explicar todo lo que ven", dice Vasey. "Pero mi impresión es que el comportamiento homosexual no es un fenómeno uniforme. Aspirar a tener una teoría única que explique por qué sucede en todas esas especies puede ser una quimera". Es más; tal vez estamos juntando una gran variedad de conductas basándonos sólo en un parecido superficial. La bióloga de Stanford Joan Roughgarden me sugirió que pensase en que todos esos animales están haciendo "multitareas" con sus partes íntimas.
También es posible que algunos comportamientos homosexuales no ofrezcan una ventaja evolutiva convencional; pero tampoco dan al traste con todo lo que sabemos de biología. Por ejemplo, desde hace 15 años, Paul Vasey estudia los macacos japoneses, una especie formada por monos de 75 centímetros y cara rosada. Ha estudiado casi exclusivamente por qué las hembras se montan unas a otras durante la época de celo. Y ahora dice que conoce la respuesta: "No es funcional", asegura; "esa conducta no tiene ningún propósito visible, desde el punto de vista de la adaptación. Es una consecuencia derivada de otro comportamiento que sí lo tiene, y la fuerza de la evolución, sencillamente, nunca eliminó esa derivación del banco de genes".
La ventaja de estudiar los albatros Laysa es que, como han evolucionado sin depredadores naturales, no tienen ningún instinto de pelear ni salir huyendo; así, uno puede acercarse hasta el ave y agarrarla. Young y Marlene Zuk han solicitado una beca de 10 años de la National Science Foundation para seguir estudiando las parejas de albatros hembra. Una de las primeras preguntas que quieren contestar es cómo consiguen tener huevos fecundados. Normalmente, los albatros rechazan a los pájaros que no son sus parejas. Así que Young está tratando de averiguar si unos machos que llegan a las colonias antes que sus parejas montan por la fuerza a estas hembras o si ellas se prostituyen con los machos en busca de sexo. En temporada, vigila Kaena Point a diario, tratando de observar alguna de esas cópulas ilícitas. Éste era su tercer año allí y, hasta ahora, sólo había conseguido verlo dos veces.
La actividad homosexual se observa con frecuencia en poblaciones animales en las que escasea uno de los dos sexos, tanto en la naturaleza como, sobre todo, en los zoos. Algunos biólogos, desde una perspectiva antropomórfica, llaman a ese fenómeno "el efecto del prisionero". Eso es lo que sucede en Kaena Point: hay menos albatros macho que albatros hembra. Como hacen falta dos albatros para incubar un huevo, dado que se turnan en el nido, cuando una hembra no puede encontrar un macho (o, como dice Young, no puede encontrar "un macho suficientemente bueno") no tiene posibilidades de engendrar una cría y transmitir sus genes. Aparearse rápidamente con un macho que tenga otra pareja y juntarse después con otra hembra soltera para incubar el huevo es una forma de superar esa desventaja.
No obstante, juntarse con otra hembra plantea sus problemas: casi todas las hembras ponen un huevo en noviembre, tanto si está fecundado como si no, y los pequeños nidos en forma de cráter que construyen los albatros en la tierra no tienen sitio más que para un huevo y un ave. Así que Young está tratando de descubrir cómo decide una pareja de hembras cuál de sus dos huevos incubar y cuál arrojar fuera del nido; si es que son las aves las que lo deciden y no es que arrojan el huevo de forma accidental. Desde una perspectiva darwinista estricta, dice Young, "no compensa que un ave incube el huevo de otra, salvo si su pareja va a dejar que el año próximo sea el huevo de la primera el que se incube". Pero seguramente ninguna de las dos aves sabe si un huevo es suyo o de la otra, y mucho menos si está fecundado o no. Un albatros Laysa sólo sabe que tiene que sentarse sobre lo que tiene debajo. "Incuban lo que sea; tengo una foto de una incubando un balón de voleibol", dice Young.
Y éstos no eran más que preámbulos a más preguntas. Cuando el macho de una pareja se ve sustituido por otra hembra, todos los pasos del proceso normal y tradicional de cría de un polluelo parecen presentar, de pronto, un dilema nuevo. A la hora de la verdad, o las reglas que rigen la vida de los albatros están desmoronándose y las parejas lesbianas están poniendo en marcha una serie de conductas alternativas, regidas por otras normas, o la ciencia no ha entendido nunca del todo las reglas de comportamiento de los albatros. Y eso es lo importante para Young: lo que le fascina es la complejidad y aparente flexibilidad de la especie, el rompecabezas que crean las parejas de hembras en Kaena Point con su mera existencia. No está intentando explicar una conducta homosexual. Está intentando explicar el albatros. Y por eso le ha sorprendido tanto la reacción politizada del resto del mundo.
Muchos de quienes se pusieron en contacto con Young tras la publicación de su primer ensayo sobre los albatros suponían que era lesbiana. No lo es. Su marido, asesor biológico, fue uno de los autores del artículo, junto con Brenda Zaun (que tampoco es gay, por cierto). A Young le molestó la idea; no que la considerasen gay, sino que la creyeran una mala científica, porque esas personas parecían pensar que sus investigaciones estaban contaminadas por intereses personales.
Pocos meses después de visitar Kaena Point, dos pingüinos del zoo de San Francisco se convirtieron en el último caso de una tradición de parejas de pingüinos del mismo sexo en cautividad y ocuparon los titulares de todo el mundo. Después de seis años juntos -en los que las dos aves incluso adoptaron a un hijo llamado Chuck Norris-, los pingüinos se separaron cuando uno de ellos se fue con una hembra llamada Linda. El cuidador de los pingüinos en el zoo, Anthony Brown, me contó que había recibido airados mensajes de correo electrónico en los que le acusaban de separar a la pareja por motivos políticos. "En el zoo de San Francisco, los pingüinos toman sus propias decisiones", asegura Brown. Otra pareja de pingüinos macho que adoptaron una cría en el zoo de Central Park, Nueva York, quedó inmortalizada en 2005 en el libro ilustrado para niños And Tango makes three. Según la Asociación Americana de Bibliotecas, desde hace tres años ha habido más peticiones de que se retire And Tango makes three que cualquier otro libro.
Lo que hacen los animales
Lo que se considera "natural"- parece tener una extraña fuerza moral: está ahí, es irrefutable, como factor que ayuda a legitimar o denunciar nuestra propia conducta. Durante la era victoriana, las observaciones del comportamiento homosexual en cisnes e insectos se utilizaron para alegar que la homosexualidad en los seres humanos no era moral, puesto que, en los primeros tiempos de la era industrial y el darwinismo, la gente quería dar una imagen más civilizada que la de los "animales inferiores". El mismo razonamiento emplearon los nazis. En el otro extremo, una drag queen australiana conocida como Doctora Gertrude Glossip ha empleado el libro de Bagemihl para crear una guía de visitas al zoo de Adelaida, destinada a gays y lesbianas.
James Esseks, director del Proyecto de Gays, Lesbianas, Bisexuales y Transexuales en la Unión de Libertades Americanas, me contó que nunca ha utilizado datos del comportamiento animal en sus argumentos legales sobre los derechos de los seres humanos. No obstante, aclara, las encuestas muestran que los estadounidenses tienen más probabilidades de discriminar a gays y lesbianas si creen que la homosexualidad es "una opción".
Esseks se ha encontrado con lo que le había parecido desde el principio el problema fundamental: quienes desean discriminar a gays y lesbianas quizá han acorralado a los demás en un debate sobre lo que es "natural" sólo a base de afirmar durante mucho tiempo que la homosexualidad no lo es. Pero dar la menor importancia a si algo es natural o antinatural es una forma de despistar; es imposible saber lo que significan esas palabras, incluso en un contexto puramente científico; Zuk hace notar que los animales no conducen coches ni ven películas y nadie dice que esas actividades sean "antinaturales".
EL PAÍS, España, 9 de mayo de 2010
http://www.elpais.com/articulo/portada/Hay/animales/gays/elpepusoc/20100509elpepspor_11/Tes
JOHN MOOALLEM
Todo empezó en una colonia de albatros de Hawai. Un estudio descubrió que muchas parejas estaban formadas por dos hembras. La sorpresa obliga a los biólogos a revisar muchos juicios ?aturales? Ya hay documentada actividad homosexual en 450 especies.
El albatros Laysa es un ave marina con una envergadura de alrededor de dos metros y pico amarillo. Cada noviembre, una pequeña colonia se reúne en un lugar llamado Kaena Point, a los pies de una cadena volcánica que domina el Pacífico en la punta noroeste de Oahu, Hawai. Cada ave ha pasado los seis meses anteriores a solas, volando sobre el océano hasta Alaska, y ahora vuelve al criadero para reunirse con su pareja. Los albatros pueden vivir hasta 70 años y suelen emparejarse con la misma ave cada año durante toda su vida. Su índice de divorcios, como lo llaman los biólogos, es uno de los más bajos de todas las aves.
Cuando visité Kaena Point en otoño comenzaban a llegar las primeras aves. La colonia cuenta con unos 120 albatros que crían allí. Poco a poco, van llegando todos y buscan entre la multitud al otro albatros concreto con el que quieren volver a acoplarse.
Una vez juntas, las parejas copulan e incuban un solo huevo durante 65 días. Se turnan: un ave tiene que permanecer en el nido mientras la otra se va a pescar y a comer durante semanas enteras. Las parejas se arreglan mutuamente las plumas y exhiben unos elaborados rituales y comportamientos de apareamiento. "Como los humanos", me explica Marlene Zuk, una bióloga que ha visitado la colonia. "¿Todas esas cosas empalagosas que hacen las parejas, que dan náuseas a todos los demás menos a ellos dos? Las aves hacen lo mismo". Vi muchas parejas juntas, vientre contra vientre, arqueando los cuellos y las cabezas de tal manera que formaban un corazón. Hace unos años, en un discurso que pronunció en Oahu como primera dama estadounidense, Laura Bush elogió a los albatros por emparejarse de por vida. Lindsay C. Young, una bióloga que estudia la colonia de Kaena Point, me dice: "Se suponía que eran símbolos de la monogamia: un macho y una hembra. Pero yo no estoy tan segura de que lo que estemos viendo sean macho y hembra".
Young se dedica a investigar los albatros de Oahu desde 2003; la colonia fue el tema de su tesis doctoral en la Universidad de Hawai, Manoa, que completó la primavera pasada. Durante el trabajo para su tesis, Young y una colega suya descubrieron, casi por casualidad, que la tercera parte de las parejas de Kaena Point estaban formadas, en realidad, por dos hembras, no un macho y una hembra. Los albatros Laysa son una de las innumerables especies en las que los dos sexos tienen un aspecto prácticamente idéntico. Resulta que muchas de las parejas de hembras, tanto en Kaena Point como en una colonia que la colega de Young estaba estudiando en Kauai, llevaban juntas -según los datos de los biólogos- cuatro, ocho, e incluso, diecinueve años. Las parejas de hembras incubaban huevos juntas, cuidaban a las crías y vivían, en general, como lo que se podría llamar parejas hetero.
Young nunca usaría la expresión "parejas heterosexuales". Y está categóricamente en contra de llamar a las demás aves "lesbianas". Para empezar, las parejas del mismo sexo parecen hacer todo lo que hacen las de machos y hembras, excepto copular, y Young no está muy segura de si eso las hace técnicamente lesbianas o no, ni se siente muy cómoda opinando sobre ello. Además, es una cuestión que para ella no tiene ninguna importancia, no tiene nada que ver con su investigación. "Lesbiana", dice, "es un término humano", y ella -una científica diligente y cuidadosa que empieza a labrarse un nombre en su campo- está empeñada en utilizar el lenguaje más aséptico posible y resistirse a cualquier atisbo de antropomorfismo.
Un descubrimiento como el de Young puede desorientar de forma apasionante a un biólogo y naturalista; siempre que se lo tome en serio, cosa que no ha solido ocurrir. Están documentadas hasta el momento diversas formas de actividad sexual entre miembros del mismo sexo en más de 450 especies de animales, desde el flamenco hasta el bisonte. Un koala hembra puede empujar a otra hembra contra un árbol para montarla. Y es sabido que los delfines macho del Amazonas se penetran unos a otros en sus orificios de aire. Pero en la mayoría de las especies, el sexo homosexual está documentado sólo de manera esporádica. Estas observaciones, cuando se incluían en los artículos científicos, solían añadirse como mera curiosidad, y no como materia legítima de investigación. Los biólogos suelen catalogar estos episodios como anécdotas aisladas en un elegante universo darwiniano en el que todas las facetas de la conducta de un animal están orientadas hacia la reproducción. Un primatólogo aventuró que el verdadero motivo por el que dos orangutanes macho se hacían felaciones mutuas era una cuestión de nutrición.
Sin embargo, en los últimos años, cada vez hay más biólogos que examinan con objetividad la sexualidad homosexual en animales y adoptan un enfoque verdaderamente científico. Para Young, la existencia de tantas parejas de albatros hembra suscitó una cadena de preguntas cada vez más complicadas. Una de las más delicadas, al parecer, fue cómo se supone que debe hablar un científico de estas cosas, dado lo dispuestos que hemos estado todos a tergiversar las vidas sexuales de los animales para convertirlas en alegorías de las nuestras. "Esta colonia contiene literalmente la mayor proporción de? No sé cuál es el término correcto?¿animales homosexuales? del mundo", dice Young. "Estoy segura de que a mucha gente le parecerá estupendo y a otra mucha quizá no".
Es una afirmación que se queda corta. Hace dos años, Young decidió escribir un breve artículo junto con otros dos colegas sobre las parejas de albatros hembra. "En el primer artículo tuvimos mucho cuidado de limitarnos a contar sencillamente lo que habíamos visto", explica. "Desde luego, es un tema delicado, con el que hay que tener precaución". Pero la revista que publicó el ensayo, Biology Letters, emitió un comunicado de prensa pocos días después de que el Tribunal Supremo de California legalizara el matrimonio gay. A las seis de la mañana del día siguiente, un periodista de Fox News llamó a Young. Se creó una avalancha de comentarios en los medios, que, según los casos, celebraban los hallazgos de Young como un claro llamamiento a la igualdad o los denigraban, con argumentos como que eran "un ejemplo estúpido de pura propaganda y ciencia selectiva" o "un esfuerzo para humanizar a los animales, rebajar a los seres humanos al nivel animal o promover unos intereses determinados". Muchos señalaron que los animales también violan o se comen a sus crías; ¿tenía que tolerar Estados Unidos que eso también se extendiera sólo porque era "natural"?
Una revista de Denver para padres homosexuales dio la bienvenida a las nuevas lectoras procedentes de "la amplia comunidad de albatros lesbianas que son madres". El senador conservador de Oklahoma Tom Coburn destacó el artículo de Young en su página web, bajo el titular Cómo se utiliza el dinero de sus impuestos, pese a que el estudio de las parejas de hembras no se había hecho con dinero del Estado. Stephen Colbert advirtió en su programa de Comedy Central de que las "albatresbianas" eran una amenaza para los valores familiares norteamericanos con su "agenda safo-aviar". Y un defensor de los derechos de los gays envió un correo electrónico a Young para pedirle que izara una bandera arco iris sobre cada nido de parejas de hembras con el fin de identificarlas y dar muestras de solidaridad.
Un albatros Laysa hembra sólo tiene capacidad física de poner un huevo al año; está hecho así. Sin embargo, ya desde 1919, los biólogos han encontrado de vez en cuando nidos de albatros y otras especies de aves similares con dos huevos en ellos, o con un segundo huevo justo fuera, como si se hubiera salido (es inevitable; no hay espacio suficiente en el nido para dos huevos y un albatros). Nunca habían obtenido una explicación irrefutable.
A principios de los años sesenta, un ornitólogo intentó resolver el misterio explicando que algunas de las aves debían de ser capaces de poner varios huevos. En 1968 hubo un avance real, cuando Harvey Fisher, decano del estudio de los albatros de mitad de siglo, informó sobre siete años de observaciones diarias en 3.440 nidos distintos del atolón de Midway, en medio del Pacífico. Fisher llegó a la conclusión de que "la presencia de dos huevos en un nido es señal de que dos hembras han usado el nido, aunque en distintos momentos". Estaba hablando de la "postura de huevos en nido ajeno", es decir, cuando una hembra inexperta, por ejemplo, pone su huevo por error en un nido que no es el suyo. A partir de entonces, estas nidadas excepcionales se explicaron siempre con ese argumento.
Zaun, que trabaja como bióloga para el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de EE UU, empezó a estudiar una colonia de Laysas en Kauai 40 años después de que Fisher publicara su ensayo. Se dio cuenta de que algunos nidos contaban con dos huevos año tras año; el reparto de las nidadas mayores de lo normal no era aleatorio, como cabría esperar si la causa fuera sólo la puesta de huevos en nido ajeno. Por un golpe de intuición, a Zaun se le ocurrió recoger plumas de unas cuantas parejas de las que criaban en los nidos de dos huevos y se las envió a Lindsay Young, a quien pidió que extrajera el ADN de las plumas para determinar genéticamente el sexo de las aves. Cuando las pruebas mostraron que todas las aves eran hembras, Young pensó que se había equivocado. Así que volvió a recoger las plumas, con el mismo resultado. Entonces utilizó pruebas genéticas para determinar el sexo de todas las aves de Kaena Point. "Cuando no estaba del todo claro, o me preocupaba haber podido mezclar las muestras, regresaba allí y volvía a extraer sangre para empezar de nuevo", cuenta Young. Al final, hizo la identificación genética del sexo de las aves en su laboratorio cuatro veces, para estar segura. Descubrió que 39 de los 125 nidos de Kaena Point desde 2004 correspondían a parejas de hembras. La conclusión fue que algunas hembras encontraban la oportunidad de copular rápidamente con machos, pero luego incubaban sus huevos -y hacían todo lo demás que hace un albatros en la colonia- con otras hembras.
En los últimos tiempos, varias publicaciones le han pedido que revise de forma confidencial nuevos ensayos de colegas sobre otras especies, en los que se relatan descubrimientos similares. "No puedo decir qué especies", explica, "pero me da la impresión de que, en el próximo año, vamos a ver muchos más ejemplos de esto".
Puede sorprender que los científicos, a veces, no conozcan el verdadero sexo de los animales a los que dedican toda su carrera, que puedan caer en un engaño tipo Tootsie durante tanto tiempo. Pero es fácil olvidar el caos que intentan interpretar en la naturaleza. A menudo, los biólogos tienen que asignar un sexo a un animal observando lo que hace cuando se empareja. Cuando un albatros, o un jabalí, o un grillo, se alza y monta a otro parece claro cuál es el sexo de cada uno. Salvo cuando resulta que no es así.
"En general se sigue dando por supuesta la heterosexualidad", dice el biólogo Bruce Bagemihl. "Se considera que los individuos, las poblaciones y las especies son completamente heterosexuales mientras no se demuestre lo contrario". Aunque éste parezca un punto de partida razonable, Bagemihl dice que es un "sesgo heterosexual" y que ha constituido un obstáculo importante a la hora de comprender la diversidad de las acciones de los animales. En 1999, Baghemihl publicó Biological exuberance, un libro que reunía un enorme volumen de investigaciones aisladas para demostrar que los prejuicios de los biólogos habían marginado la homosexualidad animal durante los últimos 150 años. Los comportamientos de cortejo entre dos animales del mismo sexo figuraban en la literatura especializada con términos como "falso cortejo" o "seudocortejo", o simplemente "práctica". Un científico interpretó las relaciones homosexuales entre avestruces como "una molestia" que "no cesa". Un hombre que estudiaba las mariposas azules en Marruecos en 1987 lamentó tener que describir "los escabrosos detalles de unos comportamientos morales cada vez más bajos y las espantosas escenas sexuales" que "ya aparecen con demasiada frecuencia" en los periódicos nacionales. Y un biólogo especialista en el carnero de las Rocosas contó en sus memorias: "Todavía me estremezco al recordar al viejo macho D montando una y otra vez al macho S".
"Lo que hizo el libro de Bagemihl", cuenta el primatólogo y psicólogo evolutivo canadiense Paul Vasey, "fue concienciar a la gente sobre el hecho de que esto ocurre en la naturaleza, entre animales. Y que se puede estudiar de forma seria y especializada". Pero estudiarlo en serio significa resolver un interrogante. En la base de la biología evolutiva, desde Darwin, está la idea de que todos los rasgos y comportamientos genéticos que otorgan ventaja a un animal -que le ayudan a tener muchas crías- permanecen en una especie, mientras que los que no sirven para eso desaparecen. Es decir, la evolución mejora poco a poco a cada animal con un solo objetivo: transmitir sus genes. El ornitólogo de Yale Richard Prum me dijo: "Nuestro campo se parece mucho a la economía: tenemos una teoría central, como la teoría del libre mercado, en la que está la mano invisible del mercado que crea orden y todos los productos adquieren exactamente el precio que valen. La homosexualidad es un caso difícil, porque parece infringir el principio fundamental, el de que todo el comportamiento sexual está orientado hacia la reproducción. La pregunta es: ¿por qué va a emprender nadie una actividad sexual que no es reproductiva?". Y mucho menos una actividad que parece claramente contraproducente. Además, si los animales que tienen los genes relacionados con esa conducta tienen menos probabilidades de reproducirse, ¿cómo se las han arreglado para no desaparecer?
Bajo este gran paraguas teórico, la mera existencia del comportamiento homosexual en los animales puede parecer una locura imposible de comprender. La dificultad de ese problema -más que cualquier homofobia implícita o explícita- puede ser la razón por la que, en el pasado, los biólogos han eludido el tema.
En los últimos 10 años, sin embargo, Paul Vasey y otros han empezado a desarrollar nuevas hipótesis basadas en la observación real y prolongada de distintos animales, descifrando las formas que han tenido de evolucionar determinadas conductas homosexuales y el papel que pueden haber desempeñado en la evolución de unas especies concretas. Están surgiendo nuevas ideas sobre cómo encajar esas conductas en el marco darwinista tradicional, incluida la de considerar que otorgan ventajas reproductivas indirectas. Por ejemplo, parece que los machos de la mosca del estiércol montan a otros machos para cansarlos y deshacerse de ellos porque son su competencia ante las hembras disponibles. Los investigadores opinan que los delfines mulares macho, cuando son jóvenes, quizá se montan unos a otros para establecer una relación de confianza y amistad.
Estas ideas, en general, pretenden explicar sólo unos comportamientos concretos en una especie determinada. "Los biólogos desean construir teorías unificadas para explicar todo lo que ven", dice Vasey. "Pero mi impresión es que el comportamiento homosexual no es un fenómeno uniforme. Aspirar a tener una teoría única que explique por qué sucede en todas esas especies puede ser una quimera". Es más; tal vez estamos juntando una gran variedad de conductas basándonos sólo en un parecido superficial. La bióloga de Stanford Joan Roughgarden me sugirió que pensase en que todos esos animales están haciendo "multitareas" con sus partes íntimas.
También es posible que algunos comportamientos homosexuales no ofrezcan una ventaja evolutiva convencional; pero tampoco dan al traste con todo lo que sabemos de biología. Por ejemplo, desde hace 15 años, Paul Vasey estudia los macacos japoneses, una especie formada por monos de 75 centímetros y cara rosada. Ha estudiado casi exclusivamente por qué las hembras se montan unas a otras durante la época de celo. Y ahora dice que conoce la respuesta: "No es funcional", asegura; "esa conducta no tiene ningún propósito visible, desde el punto de vista de la adaptación. Es una consecuencia derivada de otro comportamiento que sí lo tiene, y la fuerza de la evolución, sencillamente, nunca eliminó esa derivación del banco de genes".
La ventaja de estudiar los albatros Laysa es que, como han evolucionado sin depredadores naturales, no tienen ningún instinto de pelear ni salir huyendo; así, uno puede acercarse hasta el ave y agarrarla. Young y Marlene Zuk han solicitado una beca de 10 años de la National Science Foundation para seguir estudiando las parejas de albatros hembra. Una de las primeras preguntas que quieren contestar es cómo consiguen tener huevos fecundados. Normalmente, los albatros rechazan a los pájaros que no son sus parejas. Así que Young está tratando de averiguar si unos machos que llegan a las colonias antes que sus parejas montan por la fuerza a estas hembras o si ellas se prostituyen con los machos en busca de sexo. En temporada, vigila Kaena Point a diario, tratando de observar alguna de esas cópulas ilícitas. Éste era su tercer año allí y, hasta ahora, sólo había conseguido verlo dos veces.
La actividad homosexual se observa con frecuencia en poblaciones animales en las que escasea uno de los dos sexos, tanto en la naturaleza como, sobre todo, en los zoos. Algunos biólogos, desde una perspectiva antropomórfica, llaman a ese fenómeno "el efecto del prisionero". Eso es lo que sucede en Kaena Point: hay menos albatros macho que albatros hembra. Como hacen falta dos albatros para incubar un huevo, dado que se turnan en el nido, cuando una hembra no puede encontrar un macho (o, como dice Young, no puede encontrar "un macho suficientemente bueno") no tiene posibilidades de engendrar una cría y transmitir sus genes. Aparearse rápidamente con un macho que tenga otra pareja y juntarse después con otra hembra soltera para incubar el huevo es una forma de superar esa desventaja.
No obstante, juntarse con otra hembra plantea sus problemas: casi todas las hembras ponen un huevo en noviembre, tanto si está fecundado como si no, y los pequeños nidos en forma de cráter que construyen los albatros en la tierra no tienen sitio más que para un huevo y un ave. Así que Young está tratando de descubrir cómo decide una pareja de hembras cuál de sus dos huevos incubar y cuál arrojar fuera del nido; si es que son las aves las que lo deciden y no es que arrojan el huevo de forma accidental. Desde una perspectiva darwinista estricta, dice Young, "no compensa que un ave incube el huevo de otra, salvo si su pareja va a dejar que el año próximo sea el huevo de la primera el que se incube". Pero seguramente ninguna de las dos aves sabe si un huevo es suyo o de la otra, y mucho menos si está fecundado o no. Un albatros Laysa sólo sabe que tiene que sentarse sobre lo que tiene debajo. "Incuban lo que sea; tengo una foto de una incubando un balón de voleibol", dice Young.
Y éstos no eran más que preámbulos a más preguntas. Cuando el macho de una pareja se ve sustituido por otra hembra, todos los pasos del proceso normal y tradicional de cría de un polluelo parecen presentar, de pronto, un dilema nuevo. A la hora de la verdad, o las reglas que rigen la vida de los albatros están desmoronándose y las parejas lesbianas están poniendo en marcha una serie de conductas alternativas, regidas por otras normas, o la ciencia no ha entendido nunca del todo las reglas de comportamiento de los albatros. Y eso es lo importante para Young: lo que le fascina es la complejidad y aparente flexibilidad de la especie, el rompecabezas que crean las parejas de hembras en Kaena Point con su mera existencia. No está intentando explicar una conducta homosexual. Está intentando explicar el albatros. Y por eso le ha sorprendido tanto la reacción politizada del resto del mundo.
Muchos de quienes se pusieron en contacto con Young tras la publicación de su primer ensayo sobre los albatros suponían que era lesbiana. No lo es. Su marido, asesor biológico, fue uno de los autores del artículo, junto con Brenda Zaun (que tampoco es gay, por cierto). A Young le molestó la idea; no que la considerasen gay, sino que la creyeran una mala científica, porque esas personas parecían pensar que sus investigaciones estaban contaminadas por intereses personales.
Pocos meses después de visitar Kaena Point, dos pingüinos del zoo de San Francisco se convirtieron en el último caso de una tradición de parejas de pingüinos del mismo sexo en cautividad y ocuparon los titulares de todo el mundo. Después de seis años juntos -en los que las dos aves incluso adoptaron a un hijo llamado Chuck Norris-, los pingüinos se separaron cuando uno de ellos se fue con una hembra llamada Linda. El cuidador de los pingüinos en el zoo, Anthony Brown, me contó que había recibido airados mensajes de correo electrónico en los que le acusaban de separar a la pareja por motivos políticos. "En el zoo de San Francisco, los pingüinos toman sus propias decisiones", asegura Brown. Otra pareja de pingüinos macho que adoptaron una cría en el zoo de Central Park, Nueva York, quedó inmortalizada en 2005 en el libro ilustrado para niños And Tango makes three. Según la Asociación Americana de Bibliotecas, desde hace tres años ha habido más peticiones de que se retire And Tango makes three que cualquier otro libro.
Lo que hacen los animales
Lo que se considera "natural"- parece tener una extraña fuerza moral: está ahí, es irrefutable, como factor que ayuda a legitimar o denunciar nuestra propia conducta. Durante la era victoriana, las observaciones del comportamiento homosexual en cisnes e insectos se utilizaron para alegar que la homosexualidad en los seres humanos no era moral, puesto que, en los primeros tiempos de la era industrial y el darwinismo, la gente quería dar una imagen más civilizada que la de los "animales inferiores". El mismo razonamiento emplearon los nazis. En el otro extremo, una drag queen australiana conocida como Doctora Gertrude Glossip ha empleado el libro de Bagemihl para crear una guía de visitas al zoo de Adelaida, destinada a gays y lesbianas.
James Esseks, director del Proyecto de Gays, Lesbianas, Bisexuales y Transexuales en la Unión de Libertades Americanas, me contó que nunca ha utilizado datos del comportamiento animal en sus argumentos legales sobre los derechos de los seres humanos. No obstante, aclara, las encuestas muestran que los estadounidenses tienen más probabilidades de discriminar a gays y lesbianas si creen que la homosexualidad es "una opción".
Esseks se ha encontrado con lo que le había parecido desde el principio el problema fundamental: quienes desean discriminar a gays y lesbianas quizá han acorralado a los demás en un debate sobre lo que es "natural" sólo a base de afirmar durante mucho tiempo que la homosexualidad no lo es. Pero dar la menor importancia a si algo es natural o antinatural es una forma de despistar; es imposible saber lo que significan esas palabras, incluso en un contexto puramente científico; Zuk hace notar que los animales no conducen coches ni ven películas y nadie dice que esas actividades sean "antinaturales".
EL PAÍS, España, 9 de mayo de 2010
http://www.elpais.com/articulo/portada/Hay/animales/gays/elpepusoc/20100509elpepspor_11/Tes
Drama y tragedia de los inmigrantes en Arizona
REPORTAJE: EL CONFLICTO MIGRATORIO EN EE UU
El futuro acaba en Arizona
La ley antiinmigración está levantando en la comunidad hispana de Estados Unidos un sentimiento muy fuerte de agravio que inspira corridos y alienta reivindicaciones de identidad
PABLO ORDAZ
La juez, una mujer negra de mediana edad, va leyendo sus nombres. Ellos, obedientes como escolares, responden con voz firme:
-Sergio Pérez Galán.
-¡Presente!
-Jesús de la Cruz.
-¡Presente!
-Cristina López Ramos.
-¡Presente...!
De fondo se oye un rumor metálico que sobrecoge. Porque Sergio y Jesús y Cristina y los 49 hombres y 10 mujeres que este lunes 3 de mayo están sentados en el banquillo de los acusados de esta sala de juicios de la segunda planta de la Corte de Tucson (Arizona) están encadenados. Sus tobillos y sus muñecas están unidos entre sí por una cadena que va y viene de la cintura y que limita todos sus gestos. Hace unas horas, estos hombres y estas mujeres sobrevivieron a los peligros del desierto de El Sásabe -el calor y la sed, las víboras y los alacranes- y lograron traspasar la línea fronteriza que separa el Estado mexicano de Sonora y el estadounidense de Arizona, pero allí estaban, esperándolos, los agentes de la Border Patrol. La patrulla fronteriza los presentó ante esta juez de Tucson que, como cada día de lunes a viernes, invariablemente a las 13.30, pone en marcha la representación de un juicio. Todos los aquí presentes -la propia juez, el fiscal calvo y de anchas espaldas, los aburridos abogados que juguetean con sus blackberrys o leen correspondencia atrasada- saben qué va a pasar cuando, dentro de dos horas, se levante la sesión.
-Silvano Escalante, ¿entiende la acusación en su contra?
-Sí.
-¿Entiende su derecho a tener un juicio?
-Sí.
-¿Está dispuesto a renunciar a ese derecho y declararse culpable?
-Sí.
-¿De qué país es ciudadano?
-De México.
-¿Entró en Estados Unidos por una garita de entrada?
-No.
-¿Cómo se declara?
-Culpable.
La juez repite el mismo formulario 59 veces. Las mismas preguntas. Idénticas respuestas. Los acusados -en su mayoría, mexicanos del sur, de Chiapas, de Oaxaca, trabajadores en busca de un jornal- serán declarados culpables y condenados al mismo tiempo de prisión que ya llevan entre rejas, dos o tres días a lo sumo. De tal forma, una vez terminada la sesión, un autobús de la Border Patrol los llevará hasta la frontera de Nogales y se los entregará a las autoridades mexicanas. Sólo en el caso de que los migrantes hayan intentado cruzar ilegalmente en otras ocasiones, su condena alcanzará 60 o 120 días de prisión. Pero, aun en esos supuestos, la condena será fruto de un acuerdo entre el acusado y el fiscal. El objetivo es no alargar el proceso. La razón está muy clara. Si los 60 o 70 inmigrantes que diariamente son atrapados y llevados a juicio en Tucson se declarasen inocentes y pidieran un juicio con todas las de la ley, el sistema -que ya cuesta al contribuyente entre 7 y 10 millones de dólares al mes (entre 5,5 y 7,8 millones de euros)- se colapsaría. Hay que tener en cuenta que sólo en 2009 fueron 15.000 los inmigrantes que pasaron por esta sala de la Corte de Tucson.
-Se levanta la sesión.
Los inmigrantes van saliendo de la sala trabajosamente, sus pies trabados por las cadenas, sus muñecas juntas, con barba de tres días ellos y sin peinar ellas, hombres y mujeres de piel oscura y baja estatura, rasgos que de por sí ya se han convertido en su peor fiscal, en su estigma. La ley firmada por la gobernadora de Arizona, Jan Brewer, para que la policía actúe contra los ilegales ya está surtiendo efecto. Ahí afuera, en las calles de Tucson, apenas se ven hombres y mujeres con esos rasgos, tengan papeles o no.
Hasta ahora, la policía no podía pedir la documentación a ninguna persona que no fuese sospechosa de haber cometido algún delito. A partir de ahora, sí. Cualquier latino es sospechoso. Aunque, como en el caso de José Rascón, lleve aquí 40 años y tenga ya todos los papeles en regla: "Nos sentimos vigilados. Todos. El miedo está a flor de piel. Los inmigrantes, tengan documentación o no, intentan ahora no salir de sus casas para evitar ser parados por la policía, humillados delante de sus hijos. Tenga usted en cuenta que rara es la familia en la que todos tienen documentación. Hay hijos nacionalizados con padres ilegales. Y al revés. Hay miedo, mucho miedo, créame. La gobernadora Brewer ha sembrado la semilla del odio y esa semilla crece rápido, necesita poca agua".
De hecho, la gobernadora no está sola. Su brazo armado es el sheriff del condado de Maricopa, Joe Arpaio, pero no es conveniente olvidar que el 60% de la población de Arizona -un Estado con un 30% de población hispana- está a favor de endurecer las medidas contra los inmigrantes ilegales. Aunque muchos, con el escritor Carlos Fuentes a la cabeza, van más allá. No se trata tanto de cazar al ilegal, sino de criminalizar al mestizo: "La nueva ley racista del Estado de Arizona", escribe Fuentes, "daña a individuos inocentes. Tal es el pecado de todo racismo. Entrevistados en la televisión norteamericana, varios oficiales de la policía de Arizona se quedaron sin argumentos. ¿Por qué detener a una persona de aspecto latino? Para asegurarse de que sus papeles estén en orden, creando la obligación de que todo moreno (bigotudo o no) lleve siempre consigo documentos de identidad. Como todos los grupos perseguidos. Como los judíos de la Alemania nazi".
José Rascón fue un inmigrante ilegal. Llegó a Estados Unidos con 16 años. Vivió dos décadas en California y el resto aquí en Arizona. Ahora es el orgulloso dueño de Muebles Sonora, un negocio instalado al sur de Tucson y cuyos clientes son -o eran- mayoritariamente mexicanos.
-Mire esas carpetas. Son pedidos anulados. Desde que se empezó a hablar de la ley antiinmigrante, el negocio ya no es ni el 10% de lo que era. Estamos ahorcados. Y todo es porque los güeros -los rubios- siempre nos han mirado mal. Tal vez porque nosotros estábamos aquí antes que ellos. Esto era tierra mexicana. Ellos llegaron huyendo de guerras, de religiones. Nos pidieron que les hiciéramos un lugar y se lo hicimos. Pero como en el cuento de la serpiente y el conejo, cuando estuvieron dentro de la madriguera, ya nos quisieron echar. No pararán hasta que lo logren. Tal vez porque nosotros somos más americanos que ellos...
-Es lo que dicen las canciones de Los Tigres del Norte...
-Sí, señor. Lo cantan ellos y es la pura verdad.
Dicen Los Tigres del Norte en su canción Somos más americanos: "Ya me gritaron mil veces que me regrese a mi tierra porque aquí no quepo yo. Quiero recordarle al gringo: yo no crucé la frontera, la frontera me cruzó. América nació libre. El hombre la dividió. Ellos pintaron la raya para que yo la brincara y me llaman invasor. Es un error bien marcado. Nos quitaron ocho Estados. ¿Quién es aquí el invasor? Soy extranjero en mi tierra. Y no vengo a darles guerra. Soy hombre trabajador. Nos compraron sin dinero las aguas del río Bravo y nos quitaron Tejas, Nuevo México, Arizona y Colorado... Yo soy la sangre del indio. Soy latino. Soy mestizo. Indios de dos continentes, mezclados con español. ¡Somos más americanos que el hijo de anglosajón!".
Como dijo en una ocasión el escritor Arturo Pérez-Reverte, los cantantes de corridos consiguen contar en tres minutos lo que los escritores apenas logran en 500 páginas. Durante un recorrido de varios días por Nogales, Tucson y Phoenix, queda patente que la ley antiinmigrante está levantando entre la comunidad latina un sentimiento muy fuerte de agravio. Tanto o más que el que refleja la canción. Los mexicanos que viven al norte del Río Grande no entienden la desconfianza, cuando no la criminalización, que sufren sistemáticamente por parte de sus vecinos del Norte. Se desprecia al migrante -"cuando su economía florece gracias a nuestra mano de obra barata"-, se acusa a los mexicanos del problema de la droga -"cuando la principal demanda está en Estados Unidos"-. A juicio de muchos, la ley auspiciada por la gobernadora Brewer no es sino una vuelta de tuerca más. Dolorosa, por un lado. Pero también esperanzadora. Lo explican de forma muy gráfica la activista Isabel García, en Tucson, y el sindicalista Roberto de la Cruz, en Phoenix: "La gobernadora ha conseguido algo que jamás hubiese pensado. Unir a los hispanos. A los que no tienen papeles, el miedo los tiene agazapados en sus casas, pero a los que sí tenemos, la injusticia contra nuestros hermanos nos ha hecho despertarnos, unirnos, salir a la calle juntos para pedir a voz en grito que no se discrimine a los de nuestra raza". Tímidamente al principio, pero como un clamor después, cientos de miles de personas salieron a las calles de las principales ciudades de Estados Unidos el pasado sábado para exigir que los inmigrantes sin papeles puedan permanecer en el país en condiciones dignas. Las manifestaciones contra la xenofobia se siguen produciendo y, junto al Capitolio de Phoenix, todos los días, desde las cinco de la tarde hasta la medianoche, un grupo de personas encienden unas candelas, plantan unas imágenes religiosas al pie de un árbol y rezan, charlan o comparten unos tacos para dar fe pública de su firme rechazo a la ley. Una de esas personas, puntual a su cita, es Andrea:
-Discúlpeme, pero prefiero no decirle el apellido.
Andrea lleva 25 años en Arizona. Llegó de ilegal. Pero ya no lo es. Al principio trabajó limpiando casas, pero luego logró crear una pequeña empresa para dar trabajo a las mujeres que, como ella, sólo tienen sus manos para labrarse el futuro. Cuenta Andrea que "los rubios" -también los llama "gringos" o "gabachos"- viven atrapados en la contradicción: "Por un lado, a muchos les gustaría que desapareciéramos de las calles, que no compartiéramos con ellos la fila del supermercado. Pero, por otro lado, están felices de poder confiar la limpieza de sus casas, o el cuidado de sus personas mayores, a nosotros los inmigrantes. A ellos les gusta el cariño que ponemos en el trabajo. Y, sobre todo, que cobramos menos...".
-¿Por qué viene aquí cada noche?
-Por mi hermana. O, mejor dicho, por los hijos de mi hermana.
Cuenta Andrea que su hermana tiene tres hijos. De tres, de cinco, de siete años. Niños nacidos aquí y por tanto ciudadanos estadounidenses. Pero su hermana María sigue siendo ilegal. "Si un día", cuenta Andrea con el miedo pintado en la cara, "la paran por la calle, la detendrán. La llevarán a juicio y en menos de 24 o 48 horas la deportarán a México. Pero, como los niños son americanos, no podrán expulsarlos y se los llevarán a un centro de acogida. Tal vez intenten entregarlos en adopción. Ha sucedido en otros casos...". Ante ese temor, Andrea y su familia han organizado un complejo sistema para estar siempre alerta, comunicados, escondidos. "Hemos ido a un notario", confiesa Andrea, "para acreditar que yo soy la tía de los niños. Para que, en el caso de que detengan a María, yo pueda quedarme con sus hijos...". Andrea no es víctima de ninguna paranoia. Hay diplomáticos mexicanos que han sido testigos de historias terribles. Detienen a los inmigrantes, explica el empleado de un consulado, en distintos lugares, luego los concentran en un centro de detención y de ahí los llevan a juicio o directamente los deportan. Durante ese tiempo, en algún lugar del Estado, un niño está asistiendo a clase convencido de que su madre va a esperarlo a la salida, cuando realmente ya va camino de México, con las manos y los pies esposados. Para atender a ese niño, nosotros tenemos que saber que existe, y a veces no tenemos los datos para llegar hasta él. Es terrible. Yo he visto muchas veces cómo las mamás llegan a las escuelas y dos o tres cuadras antes dejan ir a los chiquitos caminando solos. Los ves y te rompen el alma. Ves a las señoras vigilando a que el chiquito entre a la escuela, pero desde lejos, porque les han dicho que estaban deteniendo en las entradas de las escuelas. A los niñitos no los detienen, pero si una mamá llega a dejar a su hijo, le piden sus documentos. Y si no los tiene, la deportan y se quedan con el niño... Tal vez no esté sucediendo mucho, pero con que haya pasado una vez es suficiente para que el pánico se apodere de toda la comunidad. Hay miedo, sí. Mucho miedo.
Basta darse una vuelta por Altar, una pequeña localidad situada junto al desierto de El Sásabe, en el Estado de Sonora, el lugar elegido por muchos migrantes para intentar cruzar a Estados Unidos. Es difícil encontrar a alguien en Altar que, de una u otra manera, no esté ligado al negocio de la emigración ilegal. Por sus calles polvorientas se ve a niños de la mano de hombres que dicen ser sus tíos, pero que en realidad son coyotes o polleros, tipos sin escrúpulos, traficantes de personas que pueden llegar a cobrar más de 3.000 dólares por cada intento -tenga éxito o no- de cruzar la frontera. Para saber de verdad lo que sucede en ese trozo de desierto entre Altar y la línea fronteriza con Estados Unidos, lo mejor es darse una vuelta por el refugio de menores que el Gobierno mexicano tiene instalado en Nogales, a sólo unos metros de la frontera. Aquí llegan los muchachos que sobrevivieron al desierto, pero fracasaron a la hora de burlar a la policía fronteriza. Los agentes de la Border Patrol los atraparon ya en territorio norteamericano y se los entregaron a las autoridades mexicanas. A razón de 30 o 40 cada día. A veces 700 u 800 al mes. Algunos con los pies destrozados. Otros con el surco del llanto marcado en la tez polvorienta. Todos con una historia triste que contar. Isabel Arvizu, la responsable del albergue, relata una que jamás podrá olvidar: "Un día nos entregaron a un muchacho que iba con su madre y otros migrantes por el desierto, guiados por un coyote. De pronto, la madre se desplomó y murió. El pollero le tiró un teléfono al muchacho y le dijo que esperara unas horas, para darle tiempo a ellos a poner tierra de por medio, y que luego llamara a un número de emergencias. Cuando los agentes llegaron se encontraron al muchacho sentado junto a su madre. Les dijo que estaba dormida. Una vez aquí, lo seguía diciendo: mi madre se ha quedado dormida en el desierto".
Hay veces que Isabel, o cualquiera de los animosos trabajadores del albergue, lo tienen fácil. Entrevistan al muchacho deportado, localizan a su familia y lo envían de regreso a casa. Otras veces, muchas veces, no es tan fácil. "Muchos de estos críos", cuenta Isabel, "están en tierra de nadie. Su padre se fue un día a buscar fortuna a Estados Unidos y, como muchos años después sigue sin tener papeles, no puede regresar. El chaval crece al cuidado de la madre o de los abuelos, con el dinero que el padre a duras penas consigue mandarles. Un día, el padre reúne los dólares necesarios para pagar a un pollero y pide que le manden al niño. El muchacho, de los Estados sureños de Chiapas o de Oaxaca, cruza la República, se pone en manos del pollero, atraviesa el desierto de El Sásabe en busca de un padre al que jamás conoció y que ahora vive en Chicago o en Los Ángeles... Y, cuando está a punto de conseguir un sueño, la migra lo detiene...". Es el caso de Julio, de 14 años, que pasea descalzo por el albergue, esperando una llamada de su madre. O el de Jennyfer, una muchacha salvadoreña de 15 años que dio a luz cuando intentaba cruzar la frontera...
Para intentar mitigar tanto dolor, el que ya existe y el que sobrevendrá si la ley de Arizona finalmente entra en vigor, el embajador de México en Estados Unidos, Arturo Sarukhán, ha viajado esta semana a Phoenix para reunirse con sus cónsules -tiene cinco en Arizona- y con líderes de las organizaciones civiles. "Hemos estado organizando", explica el embajador, "la estrategia de protección a los migrantes. Hemos activado todos los mecanismos de alerta. Y he constatado una enorme preocupación entre nuestras comunidades. Hay que tener en cuenta que, con ley o sin ella, en Arizona ya hace tiempo que se le está haciendo la vida muy difícil a los migrantes de origen hispano. Y esto, lógicamente, está generando tensiones y un rechazo cierto de la opinión pública de mi país hacia Estados Unidos". A Sarukhán le corresponde la difícil tarea de apoyar sin reservas a los suyos en su litigio con las autoridades de Arizona y velar al tiempo porque las relaciones de los dos países no se deterioren. "No hay que olvidar", añade, "que Estados Unidos se ha hecho grande por su capacidad de integrar a las diferentes oleadas de inmigrantes. Ellos siguen necesitando nuestra mano de obra y nosotros seguimos necesitando una reforma migratoria que haga más fácil la vida a los que cruzan la frontera buscando un futuro...".
A los muchachos que viajan en el techo de los trenes buscando a un padre que tal vez viva en Chicago. A los niños que todavía esperan a una madre dormida en el desierto.
EL PAÍS, España, 9 de mayo de 2010
http://www.elpais.com/articulo/reportajes/futuro/acaba/Arizona/elpepusocdmg/20100509elpdmgrep_2/Tes
El futuro acaba en Arizona
La ley antiinmigración está levantando en la comunidad hispana de Estados Unidos un sentimiento muy fuerte de agravio que inspira corridos y alienta reivindicaciones de identidad
PABLO ORDAZ
La juez, una mujer negra de mediana edad, va leyendo sus nombres. Ellos, obedientes como escolares, responden con voz firme:
-Sergio Pérez Galán.
-¡Presente!
-Jesús de la Cruz.
-¡Presente!
-Cristina López Ramos.
-¡Presente...!
De fondo se oye un rumor metálico que sobrecoge. Porque Sergio y Jesús y Cristina y los 49 hombres y 10 mujeres que este lunes 3 de mayo están sentados en el banquillo de los acusados de esta sala de juicios de la segunda planta de la Corte de Tucson (Arizona) están encadenados. Sus tobillos y sus muñecas están unidos entre sí por una cadena que va y viene de la cintura y que limita todos sus gestos. Hace unas horas, estos hombres y estas mujeres sobrevivieron a los peligros del desierto de El Sásabe -el calor y la sed, las víboras y los alacranes- y lograron traspasar la línea fronteriza que separa el Estado mexicano de Sonora y el estadounidense de Arizona, pero allí estaban, esperándolos, los agentes de la Border Patrol. La patrulla fronteriza los presentó ante esta juez de Tucson que, como cada día de lunes a viernes, invariablemente a las 13.30, pone en marcha la representación de un juicio. Todos los aquí presentes -la propia juez, el fiscal calvo y de anchas espaldas, los aburridos abogados que juguetean con sus blackberrys o leen correspondencia atrasada- saben qué va a pasar cuando, dentro de dos horas, se levante la sesión.
-Silvano Escalante, ¿entiende la acusación en su contra?
-Sí.
-¿Entiende su derecho a tener un juicio?
-Sí.
-¿Está dispuesto a renunciar a ese derecho y declararse culpable?
-Sí.
-¿De qué país es ciudadano?
-De México.
-¿Entró en Estados Unidos por una garita de entrada?
-No.
-¿Cómo se declara?
-Culpable.
La juez repite el mismo formulario 59 veces. Las mismas preguntas. Idénticas respuestas. Los acusados -en su mayoría, mexicanos del sur, de Chiapas, de Oaxaca, trabajadores en busca de un jornal- serán declarados culpables y condenados al mismo tiempo de prisión que ya llevan entre rejas, dos o tres días a lo sumo. De tal forma, una vez terminada la sesión, un autobús de la Border Patrol los llevará hasta la frontera de Nogales y se los entregará a las autoridades mexicanas. Sólo en el caso de que los migrantes hayan intentado cruzar ilegalmente en otras ocasiones, su condena alcanzará 60 o 120 días de prisión. Pero, aun en esos supuestos, la condena será fruto de un acuerdo entre el acusado y el fiscal. El objetivo es no alargar el proceso. La razón está muy clara. Si los 60 o 70 inmigrantes que diariamente son atrapados y llevados a juicio en Tucson se declarasen inocentes y pidieran un juicio con todas las de la ley, el sistema -que ya cuesta al contribuyente entre 7 y 10 millones de dólares al mes (entre 5,5 y 7,8 millones de euros)- se colapsaría. Hay que tener en cuenta que sólo en 2009 fueron 15.000 los inmigrantes que pasaron por esta sala de la Corte de Tucson.
-Se levanta la sesión.
Los inmigrantes van saliendo de la sala trabajosamente, sus pies trabados por las cadenas, sus muñecas juntas, con barba de tres días ellos y sin peinar ellas, hombres y mujeres de piel oscura y baja estatura, rasgos que de por sí ya se han convertido en su peor fiscal, en su estigma. La ley firmada por la gobernadora de Arizona, Jan Brewer, para que la policía actúe contra los ilegales ya está surtiendo efecto. Ahí afuera, en las calles de Tucson, apenas se ven hombres y mujeres con esos rasgos, tengan papeles o no.
Hasta ahora, la policía no podía pedir la documentación a ninguna persona que no fuese sospechosa de haber cometido algún delito. A partir de ahora, sí. Cualquier latino es sospechoso. Aunque, como en el caso de José Rascón, lleve aquí 40 años y tenga ya todos los papeles en regla: "Nos sentimos vigilados. Todos. El miedo está a flor de piel. Los inmigrantes, tengan documentación o no, intentan ahora no salir de sus casas para evitar ser parados por la policía, humillados delante de sus hijos. Tenga usted en cuenta que rara es la familia en la que todos tienen documentación. Hay hijos nacionalizados con padres ilegales. Y al revés. Hay miedo, mucho miedo, créame. La gobernadora Brewer ha sembrado la semilla del odio y esa semilla crece rápido, necesita poca agua".
De hecho, la gobernadora no está sola. Su brazo armado es el sheriff del condado de Maricopa, Joe Arpaio, pero no es conveniente olvidar que el 60% de la población de Arizona -un Estado con un 30% de población hispana- está a favor de endurecer las medidas contra los inmigrantes ilegales. Aunque muchos, con el escritor Carlos Fuentes a la cabeza, van más allá. No se trata tanto de cazar al ilegal, sino de criminalizar al mestizo: "La nueva ley racista del Estado de Arizona", escribe Fuentes, "daña a individuos inocentes. Tal es el pecado de todo racismo. Entrevistados en la televisión norteamericana, varios oficiales de la policía de Arizona se quedaron sin argumentos. ¿Por qué detener a una persona de aspecto latino? Para asegurarse de que sus papeles estén en orden, creando la obligación de que todo moreno (bigotudo o no) lleve siempre consigo documentos de identidad. Como todos los grupos perseguidos. Como los judíos de la Alemania nazi".
José Rascón fue un inmigrante ilegal. Llegó a Estados Unidos con 16 años. Vivió dos décadas en California y el resto aquí en Arizona. Ahora es el orgulloso dueño de Muebles Sonora, un negocio instalado al sur de Tucson y cuyos clientes son -o eran- mayoritariamente mexicanos.
-Mire esas carpetas. Son pedidos anulados. Desde que se empezó a hablar de la ley antiinmigrante, el negocio ya no es ni el 10% de lo que era. Estamos ahorcados. Y todo es porque los güeros -los rubios- siempre nos han mirado mal. Tal vez porque nosotros estábamos aquí antes que ellos. Esto era tierra mexicana. Ellos llegaron huyendo de guerras, de religiones. Nos pidieron que les hiciéramos un lugar y se lo hicimos. Pero como en el cuento de la serpiente y el conejo, cuando estuvieron dentro de la madriguera, ya nos quisieron echar. No pararán hasta que lo logren. Tal vez porque nosotros somos más americanos que ellos...
-Es lo que dicen las canciones de Los Tigres del Norte...
-Sí, señor. Lo cantan ellos y es la pura verdad.
Dicen Los Tigres del Norte en su canción Somos más americanos: "Ya me gritaron mil veces que me regrese a mi tierra porque aquí no quepo yo. Quiero recordarle al gringo: yo no crucé la frontera, la frontera me cruzó. América nació libre. El hombre la dividió. Ellos pintaron la raya para que yo la brincara y me llaman invasor. Es un error bien marcado. Nos quitaron ocho Estados. ¿Quién es aquí el invasor? Soy extranjero en mi tierra. Y no vengo a darles guerra. Soy hombre trabajador. Nos compraron sin dinero las aguas del río Bravo y nos quitaron Tejas, Nuevo México, Arizona y Colorado... Yo soy la sangre del indio. Soy latino. Soy mestizo. Indios de dos continentes, mezclados con español. ¡Somos más americanos que el hijo de anglosajón!".
Como dijo en una ocasión el escritor Arturo Pérez-Reverte, los cantantes de corridos consiguen contar en tres minutos lo que los escritores apenas logran en 500 páginas. Durante un recorrido de varios días por Nogales, Tucson y Phoenix, queda patente que la ley antiinmigrante está levantando entre la comunidad latina un sentimiento muy fuerte de agravio. Tanto o más que el que refleja la canción. Los mexicanos que viven al norte del Río Grande no entienden la desconfianza, cuando no la criminalización, que sufren sistemáticamente por parte de sus vecinos del Norte. Se desprecia al migrante -"cuando su economía florece gracias a nuestra mano de obra barata"-, se acusa a los mexicanos del problema de la droga -"cuando la principal demanda está en Estados Unidos"-. A juicio de muchos, la ley auspiciada por la gobernadora Brewer no es sino una vuelta de tuerca más. Dolorosa, por un lado. Pero también esperanzadora. Lo explican de forma muy gráfica la activista Isabel García, en Tucson, y el sindicalista Roberto de la Cruz, en Phoenix: "La gobernadora ha conseguido algo que jamás hubiese pensado. Unir a los hispanos. A los que no tienen papeles, el miedo los tiene agazapados en sus casas, pero a los que sí tenemos, la injusticia contra nuestros hermanos nos ha hecho despertarnos, unirnos, salir a la calle juntos para pedir a voz en grito que no se discrimine a los de nuestra raza". Tímidamente al principio, pero como un clamor después, cientos de miles de personas salieron a las calles de las principales ciudades de Estados Unidos el pasado sábado para exigir que los inmigrantes sin papeles puedan permanecer en el país en condiciones dignas. Las manifestaciones contra la xenofobia se siguen produciendo y, junto al Capitolio de Phoenix, todos los días, desde las cinco de la tarde hasta la medianoche, un grupo de personas encienden unas candelas, plantan unas imágenes religiosas al pie de un árbol y rezan, charlan o comparten unos tacos para dar fe pública de su firme rechazo a la ley. Una de esas personas, puntual a su cita, es Andrea:
-Discúlpeme, pero prefiero no decirle el apellido.
Andrea lleva 25 años en Arizona. Llegó de ilegal. Pero ya no lo es. Al principio trabajó limpiando casas, pero luego logró crear una pequeña empresa para dar trabajo a las mujeres que, como ella, sólo tienen sus manos para labrarse el futuro. Cuenta Andrea que "los rubios" -también los llama "gringos" o "gabachos"- viven atrapados en la contradicción: "Por un lado, a muchos les gustaría que desapareciéramos de las calles, que no compartiéramos con ellos la fila del supermercado. Pero, por otro lado, están felices de poder confiar la limpieza de sus casas, o el cuidado de sus personas mayores, a nosotros los inmigrantes. A ellos les gusta el cariño que ponemos en el trabajo. Y, sobre todo, que cobramos menos...".
-¿Por qué viene aquí cada noche?
-Por mi hermana. O, mejor dicho, por los hijos de mi hermana.
Cuenta Andrea que su hermana tiene tres hijos. De tres, de cinco, de siete años. Niños nacidos aquí y por tanto ciudadanos estadounidenses. Pero su hermana María sigue siendo ilegal. "Si un día", cuenta Andrea con el miedo pintado en la cara, "la paran por la calle, la detendrán. La llevarán a juicio y en menos de 24 o 48 horas la deportarán a México. Pero, como los niños son americanos, no podrán expulsarlos y se los llevarán a un centro de acogida. Tal vez intenten entregarlos en adopción. Ha sucedido en otros casos...". Ante ese temor, Andrea y su familia han organizado un complejo sistema para estar siempre alerta, comunicados, escondidos. "Hemos ido a un notario", confiesa Andrea, "para acreditar que yo soy la tía de los niños. Para que, en el caso de que detengan a María, yo pueda quedarme con sus hijos...". Andrea no es víctima de ninguna paranoia. Hay diplomáticos mexicanos que han sido testigos de historias terribles. Detienen a los inmigrantes, explica el empleado de un consulado, en distintos lugares, luego los concentran en un centro de detención y de ahí los llevan a juicio o directamente los deportan. Durante ese tiempo, en algún lugar del Estado, un niño está asistiendo a clase convencido de que su madre va a esperarlo a la salida, cuando realmente ya va camino de México, con las manos y los pies esposados. Para atender a ese niño, nosotros tenemos que saber que existe, y a veces no tenemos los datos para llegar hasta él. Es terrible. Yo he visto muchas veces cómo las mamás llegan a las escuelas y dos o tres cuadras antes dejan ir a los chiquitos caminando solos. Los ves y te rompen el alma. Ves a las señoras vigilando a que el chiquito entre a la escuela, pero desde lejos, porque les han dicho que estaban deteniendo en las entradas de las escuelas. A los niñitos no los detienen, pero si una mamá llega a dejar a su hijo, le piden sus documentos. Y si no los tiene, la deportan y se quedan con el niño... Tal vez no esté sucediendo mucho, pero con que haya pasado una vez es suficiente para que el pánico se apodere de toda la comunidad. Hay miedo, sí. Mucho miedo.
Basta darse una vuelta por Altar, una pequeña localidad situada junto al desierto de El Sásabe, en el Estado de Sonora, el lugar elegido por muchos migrantes para intentar cruzar a Estados Unidos. Es difícil encontrar a alguien en Altar que, de una u otra manera, no esté ligado al negocio de la emigración ilegal. Por sus calles polvorientas se ve a niños de la mano de hombres que dicen ser sus tíos, pero que en realidad son coyotes o polleros, tipos sin escrúpulos, traficantes de personas que pueden llegar a cobrar más de 3.000 dólares por cada intento -tenga éxito o no- de cruzar la frontera. Para saber de verdad lo que sucede en ese trozo de desierto entre Altar y la línea fronteriza con Estados Unidos, lo mejor es darse una vuelta por el refugio de menores que el Gobierno mexicano tiene instalado en Nogales, a sólo unos metros de la frontera. Aquí llegan los muchachos que sobrevivieron al desierto, pero fracasaron a la hora de burlar a la policía fronteriza. Los agentes de la Border Patrol los atraparon ya en territorio norteamericano y se los entregaron a las autoridades mexicanas. A razón de 30 o 40 cada día. A veces 700 u 800 al mes. Algunos con los pies destrozados. Otros con el surco del llanto marcado en la tez polvorienta. Todos con una historia triste que contar. Isabel Arvizu, la responsable del albergue, relata una que jamás podrá olvidar: "Un día nos entregaron a un muchacho que iba con su madre y otros migrantes por el desierto, guiados por un coyote. De pronto, la madre se desplomó y murió. El pollero le tiró un teléfono al muchacho y le dijo que esperara unas horas, para darle tiempo a ellos a poner tierra de por medio, y que luego llamara a un número de emergencias. Cuando los agentes llegaron se encontraron al muchacho sentado junto a su madre. Les dijo que estaba dormida. Una vez aquí, lo seguía diciendo: mi madre se ha quedado dormida en el desierto".
Hay veces que Isabel, o cualquiera de los animosos trabajadores del albergue, lo tienen fácil. Entrevistan al muchacho deportado, localizan a su familia y lo envían de regreso a casa. Otras veces, muchas veces, no es tan fácil. "Muchos de estos críos", cuenta Isabel, "están en tierra de nadie. Su padre se fue un día a buscar fortuna a Estados Unidos y, como muchos años después sigue sin tener papeles, no puede regresar. El chaval crece al cuidado de la madre o de los abuelos, con el dinero que el padre a duras penas consigue mandarles. Un día, el padre reúne los dólares necesarios para pagar a un pollero y pide que le manden al niño. El muchacho, de los Estados sureños de Chiapas o de Oaxaca, cruza la República, se pone en manos del pollero, atraviesa el desierto de El Sásabe en busca de un padre al que jamás conoció y que ahora vive en Chicago o en Los Ángeles... Y, cuando está a punto de conseguir un sueño, la migra lo detiene...". Es el caso de Julio, de 14 años, que pasea descalzo por el albergue, esperando una llamada de su madre. O el de Jennyfer, una muchacha salvadoreña de 15 años que dio a luz cuando intentaba cruzar la frontera...
Para intentar mitigar tanto dolor, el que ya existe y el que sobrevendrá si la ley de Arizona finalmente entra en vigor, el embajador de México en Estados Unidos, Arturo Sarukhán, ha viajado esta semana a Phoenix para reunirse con sus cónsules -tiene cinco en Arizona- y con líderes de las organizaciones civiles. "Hemos estado organizando", explica el embajador, "la estrategia de protección a los migrantes. Hemos activado todos los mecanismos de alerta. Y he constatado una enorme preocupación entre nuestras comunidades. Hay que tener en cuenta que, con ley o sin ella, en Arizona ya hace tiempo que se le está haciendo la vida muy difícil a los migrantes de origen hispano. Y esto, lógicamente, está generando tensiones y un rechazo cierto de la opinión pública de mi país hacia Estados Unidos". A Sarukhán le corresponde la difícil tarea de apoyar sin reservas a los suyos en su litigio con las autoridades de Arizona y velar al tiempo porque las relaciones de los dos países no se deterioren. "No hay que olvidar", añade, "que Estados Unidos se ha hecho grande por su capacidad de integrar a las diferentes oleadas de inmigrantes. Ellos siguen necesitando nuestra mano de obra y nosotros seguimos necesitando una reforma migratoria que haga más fácil la vida a los que cruzan la frontera buscando un futuro...".
A los muchachos que viajan en el techo de los trenes buscando a un padre que tal vez viva en Chicago. A los niños que todavía esperan a una madre dormida en el desierto.
EL PAÍS, España, 9 de mayo de 2010
http://www.elpais.com/articulo/reportajes/futuro/acaba/Arizona/elpepusocdmg/20100509elpdmgrep_2/Tes
Hay personas inmunes al VIH
Descubren inmunidad al VIH/sida
- Quienes no desarrollan sida producen mayores cantidades de células T
- El gen HLA B57 permite a personas expuestas al VIH
Redacción NotieSe
México DF
El gen HLA B57 impulsa la producción de un mayor número de células T, glóbulos blancos defensores del organismo ante patógenos invasores que se adhieren firmemente a las porciones de la proteína del VIH, lo cual ayuda al organismo a mantener bajo control el virus, señalaron científicos del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) y la Universidad de Harvard.
Por medio de un modelo por computadora se demostró por qué un pequeño porcentaje de las personas infectadas con VIH nunca desarrolla el sida. El hecho consiste en que, las células T son capaces de reconocer a los organismos invasores, explicaron los investigadores en un artículo publicado en la versión online de la revista Nature.
“Esa inmunidad natural, que ocurre en un reducido número de individuos se debe a la actuación de esa secuencia de nucleótidos”, precisaron los expertos en inmunología.
Cuando una persona se infecta con VIH, por lo general en poco tiempo desarrolla el sida, pero algunos individuos expuestos al virus, uno de cada 200, tardan o nunca desarrollan la enfermedad, refiere el artículo.
De acuerdo con los investigadores, el hallazgo tiene implicaciones importantes para el diseño de una vacuna contra la enfermedad. Por ejemplo, se podrían desarrollar vacunas que provoquen la misma respuesta al VIH existente en los individuos con inmunidad natural.
Sin embargo, los expertos advirtieron que a pesar de saber el tipo de vacunas que se puedan producir en un futuro, tomará al menos una década para que algunas de ellas estén disponibles.
“Por ejemplo, se podría diseñar un fármaco capaz de provocar la misma respuesta al VIH, o sea, con similar efecto a la inmunidad natural de estas personas”, sugieren en el texto los autores al recordar que a mediados de la década de los 90, tras el hallazgo de un mecanismo en el que una mutación del receptor de la célula bloqueaba el acceso del VIH a ésta, culminó con el desarrollo de medicamentos antirretrovirales como el Maraviroc.
NOTIESE, México, 7-5-2010
http://www.notiese.org/notiese.php?ctn_id=3865
- Quienes no desarrollan sida producen mayores cantidades de células T
- El gen HLA B57 permite a personas expuestas al VIH
Redacción NotieSe
México DF
El gen HLA B57 impulsa la producción de un mayor número de células T, glóbulos blancos defensores del organismo ante patógenos invasores que se adhieren firmemente a las porciones de la proteína del VIH, lo cual ayuda al organismo a mantener bajo control el virus, señalaron científicos del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) y la Universidad de Harvard.
Por medio de un modelo por computadora se demostró por qué un pequeño porcentaje de las personas infectadas con VIH nunca desarrolla el sida. El hecho consiste en que, las células T son capaces de reconocer a los organismos invasores, explicaron los investigadores en un artículo publicado en la versión online de la revista Nature.
“Esa inmunidad natural, que ocurre en un reducido número de individuos se debe a la actuación de esa secuencia de nucleótidos”, precisaron los expertos en inmunología.
Cuando una persona se infecta con VIH, por lo general en poco tiempo desarrolla el sida, pero algunos individuos expuestos al virus, uno de cada 200, tardan o nunca desarrollan la enfermedad, refiere el artículo.
De acuerdo con los investigadores, el hallazgo tiene implicaciones importantes para el diseño de una vacuna contra la enfermedad. Por ejemplo, se podrían desarrollar vacunas que provoquen la misma respuesta al VIH existente en los individuos con inmunidad natural.
Sin embargo, los expertos advirtieron que a pesar de saber el tipo de vacunas que se puedan producir en un futuro, tomará al menos una década para que algunas de ellas estén disponibles.
“Por ejemplo, se podría diseñar un fármaco capaz de provocar la misma respuesta al VIH, o sea, con similar efecto a la inmunidad natural de estas personas”, sugieren en el texto los autores al recordar que a mediados de la década de los 90, tras el hallazgo de un mecanismo en el que una mutación del receptor de la célula bloqueaba el acceso del VIH a ésta, culminó con el desarrollo de medicamentos antirretrovirales como el Maraviroc.
NOTIESE, México, 7-5-2010
http://www.notiese.org/notiese.php?ctn_id=3865
¡Qué "inteligentes" que son los homófobos!
Un diputado riojano cree que a los homosexuales hay que “tratarlos de la cabeza”
Pensamientos de la Edad Media
Un legislador provincial opinó que los gays “tienen un problema psicológico” y hay que tratarlos en “un sanatorio especial”. Desde las organizaciones dijeron que opiniones como ésta “legitiman la violencia de la desigualdad”.
“Hay que buscarles un sanatorio especial para tratarlos de la cabeza”, respondió ayer el diputado provincial de La Rioja José Luis González cuando lo consultaron por el matrimonio entre personas del mismo sexo, a un día de la aprobación de un proyecto a favor de ese derecho en la Cámara de Diputados. Desde la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (Falgbt) y la Comunidad Homosexual Argentina (CHA) apuntaron que “este tipo de reacciones discriminatorias evidencia la legitimación de la violencia a partir de la desigualdad jurídica sostenida por el Estado” y recomendaron al legislador provincial leer los documentos como los de la Organización Mundial de la Salud que indican que “la homosexualidad no es una enfermedad sino un orientación sexual”.
“Tengo un gran respeto por esta gente”, dijo González en referencia a los homosexuales, en el Canal 5 de la capital riojana, y continuó: “Pero estoy convencido de que tienen un problema psicológico que hay que tratarlo. Sepan que Dios les dio un sexo para que lo utilicen y no para que no lo quieran reconocer”.
El diputado peronista, alineado con el gobernador Luis Beder Herrera, ya tuvo una intervención desafortunada cuando en una sesión de Diputados en la que se recordaba la figura del obispo Enrique Angelelli –asesinado por la última dictadura– reconoció que no conocía su historia, a pesar de haber sido dos veces intendente del departamento de Angel Peñaloza, donde se homenajea al prelado cada año. Desde ayer, tendrá una frase más para ser recordado: “Sigo en mi postura de que a esa gente (por los gays) hay que buscarles un sanatorio especial para tratarlos de la cabeza, porque no están normal en cuanto a la forma de pensar (sic)”.
Para la titular de la Asociación de Travestis, Transexuales, Transgénero de Argentina (Attta), Marcela Romero, los dichos son de “una persona que se quedó en la época de la dictadura y que no quiere vivir en un país de derechos como el que se está construyendo desde la comunidad y el respaldo a la ley de matrimonio. Está ocupando un puesto por el cual lo habrá votado mucha gente de nuestra comunidad y no los representa”.
César Cigliutti, titular de la CHA, apuntó que la idea de tratar como enfermos psicológicos a los homosexuales es “lo que pregonan la Iglesia Católica y el Vaticano, pero los políticos tienen que actualizarse e informarse para no volver a la época medieval. La OMS define a la homosexualidad como una orientación sexual, ésas son las fuentes que tiene que considerar un político”.
Por su parte, María Rachid, titular de la Falgbt, señaló que “cuando un funcionario da estas respuestas discriminatorias y violentas no hace más que reafirmar que la legitimación del Estado de la desigualdad jurídica lleva a que estos discursos se traduzcan en lo cotidiano en situaciones discriminatorias en el trabajo, la escuela y la familia. Es una prueba de por qué es tan necesaria una ley que reconozca la igualdad de derechos”.
Informe: Nahuel Lag.
PÁGINA 12, Argentina, 7-5-2010
http://www.pagina12.com.ar/imprimir/diario/sociedad/3-145281-2010-05-07.html
Pensamientos de la Edad Media
Un legislador provincial opinó que los gays “tienen un problema psicológico” y hay que tratarlos en “un sanatorio especial”. Desde las organizaciones dijeron que opiniones como ésta “legitiman la violencia de la desigualdad”.
“Hay que buscarles un sanatorio especial para tratarlos de la cabeza”, respondió ayer el diputado provincial de La Rioja José Luis González cuando lo consultaron por el matrimonio entre personas del mismo sexo, a un día de la aprobación de un proyecto a favor de ese derecho en la Cámara de Diputados. Desde la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (Falgbt) y la Comunidad Homosexual Argentina (CHA) apuntaron que “este tipo de reacciones discriminatorias evidencia la legitimación de la violencia a partir de la desigualdad jurídica sostenida por el Estado” y recomendaron al legislador provincial leer los documentos como los de la Organización Mundial de la Salud que indican que “la homosexualidad no es una enfermedad sino un orientación sexual”.
“Tengo un gran respeto por esta gente”, dijo González en referencia a los homosexuales, en el Canal 5 de la capital riojana, y continuó: “Pero estoy convencido de que tienen un problema psicológico que hay que tratarlo. Sepan que Dios les dio un sexo para que lo utilicen y no para que no lo quieran reconocer”.
El diputado peronista, alineado con el gobernador Luis Beder Herrera, ya tuvo una intervención desafortunada cuando en una sesión de Diputados en la que se recordaba la figura del obispo Enrique Angelelli –asesinado por la última dictadura– reconoció que no conocía su historia, a pesar de haber sido dos veces intendente del departamento de Angel Peñaloza, donde se homenajea al prelado cada año. Desde ayer, tendrá una frase más para ser recordado: “Sigo en mi postura de que a esa gente (por los gays) hay que buscarles un sanatorio especial para tratarlos de la cabeza, porque no están normal en cuanto a la forma de pensar (sic)”.
Para la titular de la Asociación de Travestis, Transexuales, Transgénero de Argentina (Attta), Marcela Romero, los dichos son de “una persona que se quedó en la época de la dictadura y que no quiere vivir en un país de derechos como el que se está construyendo desde la comunidad y el respaldo a la ley de matrimonio. Está ocupando un puesto por el cual lo habrá votado mucha gente de nuestra comunidad y no los representa”.
César Cigliutti, titular de la CHA, apuntó que la idea de tratar como enfermos psicológicos a los homosexuales es “lo que pregonan la Iglesia Católica y el Vaticano, pero los políticos tienen que actualizarse e informarse para no volver a la época medieval. La OMS define a la homosexualidad como una orientación sexual, ésas son las fuentes que tiene que considerar un político”.
Por su parte, María Rachid, titular de la Falgbt, señaló que “cuando un funcionario da estas respuestas discriminatorias y violentas no hace más que reafirmar que la legitimación del Estado de la desigualdad jurídica lleva a que estos discursos se traduzcan en lo cotidiano en situaciones discriminatorias en el trabajo, la escuela y la familia. Es una prueba de por qué es tan necesaria una ley que reconozca la igualdad de derechos”.
Informe: Nahuel Lag.
PÁGINA 12, Argentina, 7-5-2010
http://www.pagina12.com.ar/imprimir/diario/sociedad/3-145281-2010-05-07.html
La pelea será ahora en el Senado: Matrimonio homosexual en Argentina
Ley de matrimonio gay: se espera una pelea voto a voto en el Senado
El jefe del oficialismo, Miguel Pichetto, confía sin embargo en lograr la mayoría.
Por: Atilio Bleta
Pese al pronóstico de números ajustados, el jefe del bloque oficial de senadores, Miguel Pichetto, se mostró optimista sobre la suerte del proyecto que habilita el matrimonio entre personas del mismo sexo, aprobado en la madrugada de ayer por Diputados. Según reveló Pichetto a Clarín, "hay que adaptar la norma a la realidad que estamos viviendo y terminar con la discriminación. Entiendo que hay muchos senadores -precisó el rionegrino- que están en contra de esta reforma al Código Civil. Pero creo que seremos más los que estamos por el cambio".
Por lo pronto, en el Senado los bloques darán libertad de acción a sus integrantes, tal como sucedió en el debate de la Cámara baja. Es decir que el voto positivo y el negativo a esta legislación cruzará a todos los bloques políticos.
La norma sancionada en Diputados reemplaza la definición "hombre-mujer" por "contrayente" para los actores del casamiento civil. Se trata entonces de una reforma al Código Civil y por este motivo la comisión cabecera de este debate será la comisión de Legislación General, que es presidida por la puntana Liliana Negre de Alonso, una católica militante.
No está decidido si además será girado a otra comisión: Pichetto y el jefe del bloque radical, Gerardo Morales, entienden que sólo corresponde que la sanción de Diputados recale en la comisión de Legislación General.
Más allá del optimismo de Pichetto, un sondeo preliminar realizado por este diario revela que las fuerzas son parejas entre los que están a favor del cambio y los que están en contra.
El trámite de un proyecto tan controvertido supone una discusión en la comisión de 2 ó 3 semanas. Pero en este caso el debate desbordó las paredes del Palacio, está en la calle y hay grupos de presión de los que quieren la ley y los que la rechazan.
En este sentido hay senadores -que pidieron reserva de sus respectivos nombres- que reconocieron que ya tuvieron o tendrán reuniones con los obispos de sus provincias y se sabe que la Iglesia está en contra del matrimonio homosexual.
Ya se dijo que Pichetto supone que la mayoría de los 32 kirchneristas votarán a favor. Sin embargo, el jujeño Guillermo Jenefes, el chubutense Marcelo Guinle y Nicolás Collazo, entre otros, rechazarán esta iniciativa.
En tanto, casi la mitad de los 18 integrantes del bloque de la UCR son refractarios a esta reforma, al punto que el entrerriano Arturo Verae dijo: "Tengo la esperanza que no lo vaya bien en el Senado a este proyecto".
Es cierto que también se pronunciaron a favor los fueguinos María Rosa Díaz y José Carlos Martínez, los santacruceños Nicolás Fernández (kirchnerista) y Alfredo Martínez (UCR), los cordobeses Luis Juez y Norma Morandini, el santafesino y socialista Rubén Giustiniani y el porteño Samuel Cabanchik.
Y que hay algunos que están indecisos como la cobista mendocina Laura Montero y el radical por Formosa Luis Naidenof. Hay otros que están definidos, pero por ahora prefirieron el silencio.
CLARÍN, Argentina, 6-5-2010
http://www.clarin.com/diario/2010/05/06/um/m-02192034.htm
El jefe del oficialismo, Miguel Pichetto, confía sin embargo en lograr la mayoría.
Por: Atilio Bleta
Pese al pronóstico de números ajustados, el jefe del bloque oficial de senadores, Miguel Pichetto, se mostró optimista sobre la suerte del proyecto que habilita el matrimonio entre personas del mismo sexo, aprobado en la madrugada de ayer por Diputados. Según reveló Pichetto a Clarín, "hay que adaptar la norma a la realidad que estamos viviendo y terminar con la discriminación. Entiendo que hay muchos senadores -precisó el rionegrino- que están en contra de esta reforma al Código Civil. Pero creo que seremos más los que estamos por el cambio".
Por lo pronto, en el Senado los bloques darán libertad de acción a sus integrantes, tal como sucedió en el debate de la Cámara baja. Es decir que el voto positivo y el negativo a esta legislación cruzará a todos los bloques políticos.
La norma sancionada en Diputados reemplaza la definición "hombre-mujer" por "contrayente" para los actores del casamiento civil. Se trata entonces de una reforma al Código Civil y por este motivo la comisión cabecera de este debate será la comisión de Legislación General, que es presidida por la puntana Liliana Negre de Alonso, una católica militante.
No está decidido si además será girado a otra comisión: Pichetto y el jefe del bloque radical, Gerardo Morales, entienden que sólo corresponde que la sanción de Diputados recale en la comisión de Legislación General.
Más allá del optimismo de Pichetto, un sondeo preliminar realizado por este diario revela que las fuerzas son parejas entre los que están a favor del cambio y los que están en contra.
El trámite de un proyecto tan controvertido supone una discusión en la comisión de 2 ó 3 semanas. Pero en este caso el debate desbordó las paredes del Palacio, está en la calle y hay grupos de presión de los que quieren la ley y los que la rechazan.
En este sentido hay senadores -que pidieron reserva de sus respectivos nombres- que reconocieron que ya tuvieron o tendrán reuniones con los obispos de sus provincias y se sabe que la Iglesia está en contra del matrimonio homosexual.
Ya se dijo que Pichetto supone que la mayoría de los 32 kirchneristas votarán a favor. Sin embargo, el jujeño Guillermo Jenefes, el chubutense Marcelo Guinle y Nicolás Collazo, entre otros, rechazarán esta iniciativa.
En tanto, casi la mitad de los 18 integrantes del bloque de la UCR son refractarios a esta reforma, al punto que el entrerriano Arturo Verae dijo: "Tengo la esperanza que no lo vaya bien en el Senado a este proyecto".
Es cierto que también se pronunciaron a favor los fueguinos María Rosa Díaz y José Carlos Martínez, los santacruceños Nicolás Fernández (kirchnerista) y Alfredo Martínez (UCR), los cordobeses Luis Juez y Norma Morandini, el santafesino y socialista Rubén Giustiniani y el porteño Samuel Cabanchik.
Y que hay algunos que están indecisos como la cobista mendocina Laura Montero y el radical por Formosa Luis Naidenof. Hay otros que están definidos, pero por ahora prefirieron el silencio.
CLARÍN, Argentina, 6-5-2010
http://www.clarin.com/diario/2010/05/06/um/m-02192034.htm
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