Creo que en el mundo actual nadie puede decirse que es mayoría absoluta, siempre cabe en alguna minoría en mi caso soy mujer y zurda. Aunque esto último no le interesa al 90% de la población, el zurdo pertenece a una minoría donde todo es está construido para diestros.
Por eso yo sé lo que es vivir en la minoría, por eso no puedo negarme a apoyar los derechos de las minorías. No encuentro ningún motivo porque no se puede otorgar este espacio que los homosexuales solicitan, es una forma de vivir mejor.
Si vemos programas de Home health sobre adopciones de parejas homosexuales nos damos cuenta que estas parejas se conforman verdaderos HOGARES, entonces por favor no les quitemos ese derecho. Adelante con la ley.
NMZCH.
sábado, 19 de julio de 2008
Quiero un reconocimiento a ser quien soy. Eva Campos
Todos hemos en algun momento tenido a alguna persona enferma en el hospital,todos sabemos lo que se siente, lo que se sufre, y lo que dariamos porestar cada momento ahi acompañandoL@, apoyandol@ y tratando de hacerle sentir mejor....Como se sentiria usted si no se lo permitieran, si le cuestionaran que su amor y su necesidadde acompañar a esa persona es pervertida y no-natural...
Como se sentiria sabiendo que la persona en la cama con dolor es usted, y lo que mas quisieraes tomar de la mano a quien ama para calmarse un poco, y saber que esta sol@ porque alguien decidio que no merece el derecho a esa compañia, porque es pervertido y no-natural...
Que sentiria si su espos@ estuviera en una posicion de vida o muerte, y que la decision mas importante de su vida no la puede tomar usted, usted que l@ conoce como nadie, que l@ ama, que sabe lo que su espos@ querria...sino alguien mas, porque usted no es nadie frente a la ley, usted no es nadie y por lo tanto su opinion y voto no cuentan.
Yo no quiero un 'matrimonio' religioso, quiero un simple reconocimiento frente a la ley de mi pais, un reconocimiento a mi derecho como ser humano a disfrutar de la persona que amo en las buenas y en las malas publicamente.
Quiero un reconocimiento a ser quien soy. Quiero que asi como cumplo mis deberes se me cumplan mis derechos. Soy una persona igual a todas y como todas quiero y exijo mi derecho a una vida plena!
Eva Campos
Como se sentiria sabiendo que la persona en la cama con dolor es usted, y lo que mas quisieraes tomar de la mano a quien ama para calmarse un poco, y saber que esta sol@ porque alguien decidio que no merece el derecho a esa compañia, porque es pervertido y no-natural...
Que sentiria si su espos@ estuviera en una posicion de vida o muerte, y que la decision mas importante de su vida no la puede tomar usted, usted que l@ conoce como nadie, que l@ ama, que sabe lo que su espos@ querria...sino alguien mas, porque usted no es nadie frente a la ley, usted no es nadie y por lo tanto su opinion y voto no cuentan.
Yo no quiero un 'matrimonio' religioso, quiero un simple reconocimiento frente a la ley de mi pais, un reconocimiento a mi derecho como ser humano a disfrutar de la persona que amo en las buenas y en las malas publicamente.
Quiero un reconocimiento a ser quien soy. Quiero que asi como cumplo mis deberes se me cumplan mis derechos. Soy una persona igual a todas y como todas quiero y exijo mi derecho a una vida plena!
Eva Campos
Todos somos seres humanos. David Brenes
Estoy muy seguro que la mayoria de las personas, homosexuales o heterosexuales, crecemos junto a la idea de que el amor es algo muy importante en la vida ya que es lo que nos impulsa cada dia a que luchemos por todo lo que queremos: por nuestras familias, por nuestros deseos.
Incluso estas ideas se nos inculcan en las escuelas y es en la iglesia donde nos enseñan el amor por igual sin descriminacion ya que nacimos a imagen y semejanza de nuestro creador. Sin embargo, apesar de que nacimos a imagen y semejanza de nuestro creador somos de diferente color o raza o de preferencia sexual, esto es tal vez porq Dios no es negro ni blanco y nos quiere a todos hombres y mujeres por igual.
Incluso si somos homosexuales es porq Dios lo quiso asi, porq no importa a quien se ame, mientras que se ame con sinceridad y sin verguenza de lo que los demas digan, eso es el verdadero significado de amar y es por eso que deberiamos aprovar el matrimonio de personas de mismo sexo, sin pensarlo dos veces, porque todos somos seres humanos y porque todos debemos apoyar este pequeño gran paso para que el amor cresca y podamos tener un lugar mejor para nuestras generaciones donde no tengan miedo del rechazo.
Incluso estas ideas se nos inculcan en las escuelas y es en la iglesia donde nos enseñan el amor por igual sin descriminacion ya que nacimos a imagen y semejanza de nuestro creador. Sin embargo, apesar de que nacimos a imagen y semejanza de nuestro creador somos de diferente color o raza o de preferencia sexual, esto es tal vez porq Dios no es negro ni blanco y nos quiere a todos hombres y mujeres por igual.
Incluso si somos homosexuales es porq Dios lo quiso asi, porq no importa a quien se ame, mientras que se ame con sinceridad y sin verguenza de lo que los demas digan, eso es el verdadero significado de amar y es por eso que deberiamos aprovar el matrimonio de personas de mismo sexo, sin pensarlo dos veces, porque todos somos seres humanos y porque todos debemos apoyar este pequeño gran paso para que el amor cresca y podamos tener un lugar mejor para nuestras generaciones donde no tengan miedo del rechazo.
El dilema no es el sexo de los contrayentes. Esteban R.
Mi Opinión
por Esteban R.
Quería dirigirme a todas las personas que, por coincidencia o no, entren a este blog para unirse o informarse de esta campaña.
Les puedo decir que mis ideas no son nada diferentes de las últimas opiniones publicadas, pero de igual manera estoy anuente a explicar mi punto de vista.
Hace algún tiempo pensé que la lucha por uniones del mismo sexo no tenía lógica. Pensaba que cuál era la necesidad de un papel adonde conste que estás "unido" a tu pareja... Mi posición en ese entonces, desafortunadamente, era la misma que toma la Iglesia Católica, y gracias a Dios, hoy sé que las cosas no son así.
El matrimonio, o la unión de parejas, está hecha para demostrar ante los demás el amor y la felicidad que uno ha encontrado con su compañer@. Es indiscutible que, como muchos otros formatos de vida en el que los humanos nos enganchamos, el matrimonio trae grandes beneficios para una pareja. Beneficios de vivienda, salud, reconocimiento, y satisfacción personal, entre muchos otros...
Si utilizo las palabras de los jerarcas católicos, ellos procuran que los homosexuales no son dignos de demostrar lo que sienten por su pareja, pues "no hay necesidad de matrimonio para estas personas; la sociedad los reconoce en muchas otras maneras."En cuanto a ese argumento, encuentro dos grandes faltas...
La primera, si el matrimonio no es necesario, pues la sociedad reconoce a los contrayentes en muchas otras maneras, ¿para qué se casan las parejas heterosexuales? ¿Nadie se ha puesto a pensar que, quizás los mismos motivos por los que una pareja de personas de diferente sexo contrae matrimonio sean las mismas que los de una pareja homosexual (amor en la mayoría de los casos)?
La segunda falta acerca de este argumento es la incógnita de ¿cuáles con las "muchas otras maneras" en las que la sociedad costarricense reconoce a los homosexuales? Por mi parte, no tengo ni la menor idea. Pienso que este grupo de ciudadanos ha sido marginado y excluido de la sociedad en incontables maneras, contrario a lo que alegan los jerarcas de la iglesia.
No puedo negar que es sumamente gratificante ver el gran avance que se ha logrado a favor de los homosexuales en estos últimos cuarenta años. Lo que no se pudo hacer en milenios, ha comenzado a mejorar en cuatro décadas, y eso es digno de un apaluso.
Pero de nuevo entristece saber que, un poderío como lo es la Iglesia Católica se aferra a estar en contra de la homosexualidad porque, según ellos, la Biblia claramente maldice y castiga a estas personas... Nunca había escuchado un argumento tan (perdonen la palabra) estúpido. ¿Entonces, las mujeres son impuras cuando tienen su periodo menstrual? ¿O lo son al estar embarazadas y dar a luz? ¿Los leprosos, son impuros por culpa de su enfermedad?
Porque yo he leído la Biblia (en este caso el libro del Levítico, adonde supuestamente se condenan de impuros o infames estos actos) y creánme, estoy seguro de que ninguna de estas personas son castigados por su estado (menstrual, de embarazo, de enfermedad, o su preferencia sexual).Es un acto despreciable el enviar a la población un mensaje tan indigno como el de que "los homosexuales serán castigados".
¿Creen ustedes que personas con esta preferencia sexual no se sienten discriminadas, odiadas, repudiadas ante tal alegación? ¿No creen que este tipo de argumentos inducen a que la tasa de suicidios sea aún mayor cada día? ¿No creen que lo mejor y más sano sería ayudarles a ver a estas personas, que tal y como sus compañeros de vida heterosexuales, ellos son cien por ciento normales, y que no se les debe juzgar a causa de una característica como la persona a quien ellos deciden amar?
Señores y señoras, ¿no les parece que los adúlteros, los violadores, los criminales, los pedófilos, los pederastas, son personas que de verdad merecen ser aisladas de la sociedad para prevenir actos que dañen a quiénes vivimos día a día entre ellos? ¿No creen que un mejor hogar para un niño abandonado sería una casa adonde, casualmente, viva una pareja del mismo sexo que se respete y se ame, a una casa adonde viva una pareja heterosexual y el marido golpee a su esposa y le sea infiel?
No estoy diciendo que así sea en todos los casos, ¡jamás! Pero tengo que recalcar algo que a muchos heterosexuales en contra de este tipo de uniones se les ha olvidado: muchas veces, los problemas con los que se enfrentan las parejas heterosexuales son iguales o peores a los de una pareja homosexual.
El dilema no es el sexo de los contrayentes, sino los valores que se llevan al matrimonio (respeto, tolerancia, amor,...) y tanto una persona homosexual como una heterosexual es capaz de sentirlos.Por mi parte, y creo ser de los primeros en decir esto, estoy seguro de que Dios nos ama a todos por igual.
Basta ya de poner en manos divinas los miedos y aberraciones que tienen algunos en contra de personas que, por dicha, pueden sentir amor (el hecho de que sea amor por alguien de su mismo sexo es irrelevante). ¡Ser capaz de expermientar un sentimiento como el amor es algo maravilloso!
Deberíamos de promover la igualdad y el reconocimiento de personas que, tal y como los ciudadanos de buen corazón, pueden ser grandes padres, madres, hij@s, herman@s, ciudadan@s, espos@s, etc. Ya es hora de que, como una vez se lucho por la igualdad en cuanto a raza, se comience esta campaña, en cuanto a preferencia sexual.Y quiero recordar, a cualquier persona, homosexual o heterosexual, que no es cierto las tonterías que muchos dicen... Dios (no importa su concepto de él) nos ama a todos, sin importar el hecho de a quiénes amamos nosotros.
Gracias por leer.
por Esteban R.
Quería dirigirme a todas las personas que, por coincidencia o no, entren a este blog para unirse o informarse de esta campaña.
Les puedo decir que mis ideas no son nada diferentes de las últimas opiniones publicadas, pero de igual manera estoy anuente a explicar mi punto de vista.
Hace algún tiempo pensé que la lucha por uniones del mismo sexo no tenía lógica. Pensaba que cuál era la necesidad de un papel adonde conste que estás "unido" a tu pareja... Mi posición en ese entonces, desafortunadamente, era la misma que toma la Iglesia Católica, y gracias a Dios, hoy sé que las cosas no son así.
El matrimonio, o la unión de parejas, está hecha para demostrar ante los demás el amor y la felicidad que uno ha encontrado con su compañer@. Es indiscutible que, como muchos otros formatos de vida en el que los humanos nos enganchamos, el matrimonio trae grandes beneficios para una pareja. Beneficios de vivienda, salud, reconocimiento, y satisfacción personal, entre muchos otros...
Si utilizo las palabras de los jerarcas católicos, ellos procuran que los homosexuales no son dignos de demostrar lo que sienten por su pareja, pues "no hay necesidad de matrimonio para estas personas; la sociedad los reconoce en muchas otras maneras."En cuanto a ese argumento, encuentro dos grandes faltas...
La primera, si el matrimonio no es necesario, pues la sociedad reconoce a los contrayentes en muchas otras maneras, ¿para qué se casan las parejas heterosexuales? ¿Nadie se ha puesto a pensar que, quizás los mismos motivos por los que una pareja de personas de diferente sexo contrae matrimonio sean las mismas que los de una pareja homosexual (amor en la mayoría de los casos)?
La segunda falta acerca de este argumento es la incógnita de ¿cuáles con las "muchas otras maneras" en las que la sociedad costarricense reconoce a los homosexuales? Por mi parte, no tengo ni la menor idea. Pienso que este grupo de ciudadanos ha sido marginado y excluido de la sociedad en incontables maneras, contrario a lo que alegan los jerarcas de la iglesia.
No puedo negar que es sumamente gratificante ver el gran avance que se ha logrado a favor de los homosexuales en estos últimos cuarenta años. Lo que no se pudo hacer en milenios, ha comenzado a mejorar en cuatro décadas, y eso es digno de un apaluso.
Pero de nuevo entristece saber que, un poderío como lo es la Iglesia Católica se aferra a estar en contra de la homosexualidad porque, según ellos, la Biblia claramente maldice y castiga a estas personas... Nunca había escuchado un argumento tan (perdonen la palabra) estúpido. ¿Entonces, las mujeres son impuras cuando tienen su periodo menstrual? ¿O lo son al estar embarazadas y dar a luz? ¿Los leprosos, son impuros por culpa de su enfermedad?
Porque yo he leído la Biblia (en este caso el libro del Levítico, adonde supuestamente se condenan de impuros o infames estos actos) y creánme, estoy seguro de que ninguna de estas personas son castigados por su estado (menstrual, de embarazo, de enfermedad, o su preferencia sexual).Es un acto despreciable el enviar a la población un mensaje tan indigno como el de que "los homosexuales serán castigados".
¿Creen ustedes que personas con esta preferencia sexual no se sienten discriminadas, odiadas, repudiadas ante tal alegación? ¿No creen que este tipo de argumentos inducen a que la tasa de suicidios sea aún mayor cada día? ¿No creen que lo mejor y más sano sería ayudarles a ver a estas personas, que tal y como sus compañeros de vida heterosexuales, ellos son cien por ciento normales, y que no se les debe juzgar a causa de una característica como la persona a quien ellos deciden amar?
Señores y señoras, ¿no les parece que los adúlteros, los violadores, los criminales, los pedófilos, los pederastas, son personas que de verdad merecen ser aisladas de la sociedad para prevenir actos que dañen a quiénes vivimos día a día entre ellos? ¿No creen que un mejor hogar para un niño abandonado sería una casa adonde, casualmente, viva una pareja del mismo sexo que se respete y se ame, a una casa adonde viva una pareja heterosexual y el marido golpee a su esposa y le sea infiel?
No estoy diciendo que así sea en todos los casos, ¡jamás! Pero tengo que recalcar algo que a muchos heterosexuales en contra de este tipo de uniones se les ha olvidado: muchas veces, los problemas con los que se enfrentan las parejas heterosexuales son iguales o peores a los de una pareja homosexual.
El dilema no es el sexo de los contrayentes, sino los valores que se llevan al matrimonio (respeto, tolerancia, amor,...) y tanto una persona homosexual como una heterosexual es capaz de sentirlos.Por mi parte, y creo ser de los primeros en decir esto, estoy seguro de que Dios nos ama a todos por igual.
Basta ya de poner en manos divinas los miedos y aberraciones que tienen algunos en contra de personas que, por dicha, pueden sentir amor (el hecho de que sea amor por alguien de su mismo sexo es irrelevante). ¡Ser capaz de expermientar un sentimiento como el amor es algo maravilloso!
Deberíamos de promover la igualdad y el reconocimiento de personas que, tal y como los ciudadanos de buen corazón, pueden ser grandes padres, madres, hij@s, herman@s, ciudadan@s, espos@s, etc. Ya es hora de que, como una vez se lucho por la igualdad en cuanto a raza, se comience esta campaña, en cuanto a preferencia sexual.Y quiero recordar, a cualquier persona, homosexual o heterosexual, que no es cierto las tonterías que muchos dicen... Dios (no importa su concepto de él) nos ama a todos, sin importar el hecho de a quiénes amamos nosotros.
Gracias por leer.
no quita derechos a nadie sino que los extiende. Hugo Mora
San José, 14 de julio de 2008
Señores Miembros
Comisión de Derechos Humanos,
Asamblea Legislativa
Estimados señores y señoras:
Como representantes que son Uds. de todo el pueblo costarricense, sin distingos de ninguna clase, y por el derecho que tengo como simple ciudadano, me permito expresarles algunos puntos de vista relativos al Proyecto de Ley de Unión Civil para Parejas del Mismo Sexo, ahora en discusión en ese foro.
Este proyecto debe ser aprobado si la comisión quiere hacer honor a su nombre. Y a la oportunidad que tiene para dar un paso más adelante en la tradición nacional dentro de esa línea de respeto a los derechos humanos. Tradición que nos ha puesto en el mapamundi como un pequeño país donde se hacen realidad, por la vía del consenso y el respeto mutuo, los grandes avances políticos y sociales que se dan en otras latitudes, a veces signados por la violencia y el odio generacional.
Este es un Estado de Derecho. En él, por la sabiduría de nuestros antepasados, hemos logrado hacer prevalecer el interés general, propio de la sociedad civil, por encima del interés particular de los grupos religiosos organizados; concretamente, en Costa Rica, por encima del poder político representado por la Iglesia Católica y su jerarquía, institución aquella que cada vez pierde más legitimidad ante el pueblo; y que cada vez más se desprestigia moralmente a la luz de situaciones que es mejor no recordar.
En el pasado, otros diputados como Uds. lograron hacer realidad instituciones tan necesarias como el divorcio, el matrimonio civil, la educación pública, la secularización de los cementerios, el voto femenino, la no discriminación contra los mal llamados “hijos naturales”, etc.; todo ello, con la oposición vehemente de la jerarquía católica que, al igual que en el caso de este proyecto, veía en cada uno de esos avances sociales la destrucción de la familia, el ataque más eficaz contra las buenas costumbres y la ruina moral del Estado. Es decir, poco más o menos los mismos argumentos esgrimidos por dicha jerarquía y sus adláteres contra este proyecto.
Respetuosamente los insto a sacar las conclusiones del caso. Piensen en el presente y en el futuro. El Estado solo tiene su justificación como el medio necesario para procurar a sus ciudadanos un ambiente propicio para su realización plena. Y no puede realizarse nadie plenamente cuando se le cercenan sus derechos a lo más fundamental, como es el compartir su vida con otro ser humano al amparo de la Ley. Y esta, en particular, dicho sea de paso, no quita derechos a nadie sino que los extiende (y hasta con limitaciones, tómese en cuenta) a quienes no los tienen, a pesar de que se les obliga a cumplir con todos las obligaciones ciudadanas.
Atentamente,
Hugo Mora Poltronieri
Céd. 1 267 396
miaumiau1@ice.co.cr
Señores Miembros
Comisión de Derechos Humanos,
Asamblea Legislativa
Estimados señores y señoras:
Como representantes que son Uds. de todo el pueblo costarricense, sin distingos de ninguna clase, y por el derecho que tengo como simple ciudadano, me permito expresarles algunos puntos de vista relativos al Proyecto de Ley de Unión Civil para Parejas del Mismo Sexo, ahora en discusión en ese foro.
Este proyecto debe ser aprobado si la comisión quiere hacer honor a su nombre. Y a la oportunidad que tiene para dar un paso más adelante en la tradición nacional dentro de esa línea de respeto a los derechos humanos. Tradición que nos ha puesto en el mapamundi como un pequeño país donde se hacen realidad, por la vía del consenso y el respeto mutuo, los grandes avances políticos y sociales que se dan en otras latitudes, a veces signados por la violencia y el odio generacional.
Este es un Estado de Derecho. En él, por la sabiduría de nuestros antepasados, hemos logrado hacer prevalecer el interés general, propio de la sociedad civil, por encima del interés particular de los grupos religiosos organizados; concretamente, en Costa Rica, por encima del poder político representado por la Iglesia Católica y su jerarquía, institución aquella que cada vez pierde más legitimidad ante el pueblo; y que cada vez más se desprestigia moralmente a la luz de situaciones que es mejor no recordar.
En el pasado, otros diputados como Uds. lograron hacer realidad instituciones tan necesarias como el divorcio, el matrimonio civil, la educación pública, la secularización de los cementerios, el voto femenino, la no discriminación contra los mal llamados “hijos naturales”, etc.; todo ello, con la oposición vehemente de la jerarquía católica que, al igual que en el caso de este proyecto, veía en cada uno de esos avances sociales la destrucción de la familia, el ataque más eficaz contra las buenas costumbres y la ruina moral del Estado. Es decir, poco más o menos los mismos argumentos esgrimidos por dicha jerarquía y sus adláteres contra este proyecto.
Respetuosamente los insto a sacar las conclusiones del caso. Piensen en el presente y en el futuro. El Estado solo tiene su justificación como el medio necesario para procurar a sus ciudadanos un ambiente propicio para su realización plena. Y no puede realizarse nadie plenamente cuando se le cercenan sus derechos a lo más fundamental, como es el compartir su vida con otro ser humano al amparo de la Ley. Y esta, en particular, dicho sea de paso, no quita derechos a nadie sino que los extiende (y hasta con limitaciones, tómese en cuenta) a quienes no los tienen, a pesar de que se les obliga a cumplir con todos las obligaciones ciudadanas.
Atentamente,
Hugo Mora Poltronieri
Céd. 1 267 396
miaumiau1@ice.co.cr
Hipócrita Homofobia. Adrián Rodríguez Solórzano
HIPÓCRITA HOMOFOBIA
Adrián Rodríguez Solórzano
Cientista Económico y social
La cuestionada Conferencia Episcopal, notoriamente homofóbica, publicó el pasado 16, en este mismo foro, una luenga crítica a la posibilidad de que se instituya la unión civil entre homosexuales. Soy, por cuestiones del azar, heterosexual, pero ya cansa esa rayana hipocresía que se ventila desde hace más de dos mil años. Los obispos, una vez más, discriminan con su “rechazo al acto sexual homosexual, (…) acto objetivamente contrario al plan de Dios para el ser humano”; es decir, la unión entre hombre y mujer es el plan de dios.
Además, la legalización de la unión gay “podría comportar modificaciones contrarias al bien común de toda la organización social”. Comoquiera, según ellos, solo la unión del varón y la mujer es “natural”, “…en la cual se vive la complementariedad del ser humano…” Finalmente, agregan, “Rogamos al Señor… para que sean (los legisladores) consecuentes con su compromiso con la patria”.Voy a obviar referirme a varios casos, de los que soy testigo, de la homosexualidad que campea en el clero; pero sí quiero dejar constancia de dos conclusiones:
1. Los obispos –y la clerecía en pleno- que hacen tal distinción entre ambas uniones, ¿están exentos del plan de dios y de lo natural? ¿No podría argüirse, recíprocamente, que el celibato comporta una modificación contraria al bien común de toda organización social pues “no aporta (…) al tejido social y al aseguramiento futuro de la sociedad”? Si la unión entre hombre y mujer instituye la complementariedad del ser humano, ergo los de la clerecía están ajenos al complemento o perfección que deviene de esa característica. ¿No son humanos, entonces?
2. Pero reafirmemos su hipocresía: Uno de sus patriarcas, santo muy venerado, supuesto ascendiente del llamado Jesús, símbolo de la alianza entre Dios y su pueblo… ¡nos resultó homosexual! Cuando David terminó de hablar, el corazón de Jonatán (hijo de Saúl) sintió afecto por David, y desde ese día Jonatán amó a David tanto como a sí mismo. Saúl, padre de Jonatán, se disgustó mucho por la relación, lo que hizo a David preguntarle a Jonatán: ¿Cuál es mi falta y cuál es mi pecado con tu padre para que quiera matarme? David agregó: Tu padre conoce muy bien la amistad que tú sientes por mí y se dice: ‘Jonatán no debe saberlo porque le parecerá muy mal’ (según la versión cristiana protestante, Reina-Valera, es: Tu padre sabe claramente que yo he hallado gracia delante de tus ojos, y dirá: No sepa esto Jonatán, para que no se entristezca… Y Jonatán dijo a David: Lo que deseare tu alma, haré por ti). Cuando Saúl se enteró de que David le había pedido permiso a Jonatán para ir a Belén, muy enojado dijo a su hijo: ¡Hijo de prostituta! Ya lo sabía que tú tomaste partido por el hijo de Jesé, para vergüenza tuya y de la desnudez de tu madre (Hijo de la perversa y rebelde, ¿acaso no sé yo que tú has elegido al hijo de Isaí para confusión tuya, y para confusión de la vergüenza de tu madre?, según la versión Reina-Valera). En la misma Reina-Valera se describe la despedida entre estos novios: …y besándose el uno al otro, lloraron el uno con el otro; y David lloró más (la versión católica censuró el besuqueo). Finalmente, David lloró así la muerte de Jonatán: Angustia tengo por ti, hermano mío Jonatán,/Que me fuiste muy dulce./Más maravilloso me fue tu amor/Que el amor de las mujeres. Entonces, ¿dónde está lo genuino de la homofobia clerical?
(Las citas bíblicas en itálica corresponden a 1 Samuel 18:1 a 4, 20:1, 20:3, 20:6, 20:28 a 30, 20:41 y 2 Samuel 1:26)
Adrián Rodríguez Solórzano
Cientista Económico y social
La cuestionada Conferencia Episcopal, notoriamente homofóbica, publicó el pasado 16, en este mismo foro, una luenga crítica a la posibilidad de que se instituya la unión civil entre homosexuales. Soy, por cuestiones del azar, heterosexual, pero ya cansa esa rayana hipocresía que se ventila desde hace más de dos mil años. Los obispos, una vez más, discriminan con su “rechazo al acto sexual homosexual, (…) acto objetivamente contrario al plan de Dios para el ser humano”; es decir, la unión entre hombre y mujer es el plan de dios.
Además, la legalización de la unión gay “podría comportar modificaciones contrarias al bien común de toda la organización social”. Comoquiera, según ellos, solo la unión del varón y la mujer es “natural”, “…en la cual se vive la complementariedad del ser humano…” Finalmente, agregan, “Rogamos al Señor… para que sean (los legisladores) consecuentes con su compromiso con la patria”.Voy a obviar referirme a varios casos, de los que soy testigo, de la homosexualidad que campea en el clero; pero sí quiero dejar constancia de dos conclusiones:
1. Los obispos –y la clerecía en pleno- que hacen tal distinción entre ambas uniones, ¿están exentos del plan de dios y de lo natural? ¿No podría argüirse, recíprocamente, que el celibato comporta una modificación contraria al bien común de toda organización social pues “no aporta (…) al tejido social y al aseguramiento futuro de la sociedad”? Si la unión entre hombre y mujer instituye la complementariedad del ser humano, ergo los de la clerecía están ajenos al complemento o perfección que deviene de esa característica. ¿No son humanos, entonces?
2. Pero reafirmemos su hipocresía: Uno de sus patriarcas, santo muy venerado, supuesto ascendiente del llamado Jesús, símbolo de la alianza entre Dios y su pueblo… ¡nos resultó homosexual! Cuando David terminó de hablar, el corazón de Jonatán (hijo de Saúl) sintió afecto por David, y desde ese día Jonatán amó a David tanto como a sí mismo. Saúl, padre de Jonatán, se disgustó mucho por la relación, lo que hizo a David preguntarle a Jonatán: ¿Cuál es mi falta y cuál es mi pecado con tu padre para que quiera matarme? David agregó: Tu padre conoce muy bien la amistad que tú sientes por mí y se dice: ‘Jonatán no debe saberlo porque le parecerá muy mal’ (según la versión cristiana protestante, Reina-Valera, es: Tu padre sabe claramente que yo he hallado gracia delante de tus ojos, y dirá: No sepa esto Jonatán, para que no se entristezca… Y Jonatán dijo a David: Lo que deseare tu alma, haré por ti). Cuando Saúl se enteró de que David le había pedido permiso a Jonatán para ir a Belén, muy enojado dijo a su hijo: ¡Hijo de prostituta! Ya lo sabía que tú tomaste partido por el hijo de Jesé, para vergüenza tuya y de la desnudez de tu madre (Hijo de la perversa y rebelde, ¿acaso no sé yo que tú has elegido al hijo de Isaí para confusión tuya, y para confusión de la vergüenza de tu madre?, según la versión Reina-Valera). En la misma Reina-Valera se describe la despedida entre estos novios: …y besándose el uno al otro, lloraron el uno con el otro; y David lloró más (la versión católica censuró el besuqueo). Finalmente, David lloró así la muerte de Jonatán: Angustia tengo por ti, hermano mío Jonatán,/Que me fuiste muy dulce./Más maravilloso me fue tu amor/Que el amor de las mujeres. Entonces, ¿dónde está lo genuino de la homofobia clerical?
(Las citas bíblicas en itálica corresponden a 1 Samuel 18:1 a 4, 20:1, 20:3, 20:6, 20:28 a 30, 20:41 y 2 Samuel 1:26)
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