sábado, 26 de julio de 2008
Ley de Unión Civil de Parejas del Mismo Sexo.- Ana Alvarado
Por el derecho a que sus preferencias sexuales sean respetadas, porque también sea respetada su dignidad de seres humanos, y para que no existan ciudadanos en este país que valgan menos que otros, les doy mi apoyo en esta lucha por la aprobación de la Ley de Unión Civil de parejas del mismo sexo.Saludos,Ana Alvarado ÁlvarezCéd.1-486-895
Les transcribo las declaraciones de un pastor luterano sobre el tema del matrimonio entre personas del mismo sexo. Quiero aclararles que no soy una persona que crea o practique alguna religión, sin embargo como suele usarse esta como excusa para no concederles los derechos que como ciudadanos de este país les corresponden, talvez les sirva saber que también algunos religiosos conocen el sentido de la palabra respeto.
Saludos, Ana Alvarado
«Los gays también son hijos de Dios» afirma un pastor luterano estadounidense
El reverendo Daniel Johansson afirma que los homosexuales son también hijos de Dios y que éste no tiene sexo • Johanson entiende que las parejas gays y lesbianas de buena voluntad deben recibir la bendición de la iglesia.
El pastor Daniel Johansson, líder de la iglesia luterana Cristo y San Juan de West New York, Nueva Jersey, no mira con malos ojos el matrimonio entre homosexuales y sostiene que si una pareja va en busca del apoyo de la iglesia para casarse y se trata de «personas de buena fe que desean comprometerse, construir una vida, una unión, en base al amor y el respeto, es muy apropiado que la iglesia otorgue su bendición».Al señalar que no se identifica con las recientes declaraciones del pastor José López, quien dijo que organizaciones cristianas unificadas en el Grupo de Trenton defienden la vigencia única del matrimonio tradicional (entre un hombre y una mujer) y rechazan el matrimonio gay, Johansson explica que, dentro de la Iglesia Luterana, «la postura que hemos tomado siempre es de abogar por la inclusión de los homosexuales en la vida de la sociedad e inclusive en la vida de la iglesia».«Creo que el valor más importante como cristianos –sigue diciendo– es el amor, que nos enseña a construir en comunidad, a respetar a los demás y a tolerar la diversidad de opiniones. En lo que sí estoy de acuerdo con el Grupo de Trenton es que, en una democracia, es muy importante que se exprese la voluntad del pueblo».Sostiene Johansson que para la Iglesia Luterana se trata de un asunto de derechos civiles y se debe abogar por la vigencia de esos derechos. Pero el punto más importante manifiesta– es que, en la esfera civil o en la familia de la iglesia, los homosexuales son también hijos e hijas de Dios.«Ser homosexual no es una decisión que uno toma, no es una opción. Es lo que uno es. Uno nace homosexual o heterosexual, no puedo cambiar si nazco mujer u hombre, blanco o negro, pero toda persona es hecha a semejanza de Dios y todos, desde el punto de vista cristiano, tenemos que tomar decisiones que reflejen el amor. Entendido como una acción concreta desde el punto de vista cristiano, el amor siempre construye comunidad», señala.En otro momento de sus declaraciones, el pastor Johansson dice que se debe seguir el ejemplo de Jesús para construir la verdadera comunidad «a base de respeto mutuo, de tener igualdad de oportunidades para todos y respetar los derechos de todos».«En este momento crítico de la vida nacional –sostiene el religioso– la iglesia debe optar siempre por defender los derechos de los grupos minoritarios en este país, como los negros y los hispanos, pero también tenemos que acordarnos de los homosexuales que todavía sufren mucha discriminación. El tema de si se les debe permitir la unión civil o matrimonio, es una cuestión de derechos».En otra de sus reflexiones, el pastor Daniel Johansson afirma que la idea de comunidad es tan importante para los cristianos que Dios mismo es una comunidad. «Él es una Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Dios no tiene sexo, porque, si tanto hombre y mujer están hechos a su imagen y semejanza, cualquier tipo de comunidad que se forme tendrá diversidad de asociaciones pero también de uniones. Lo que más importa es que en la pareja heterosexual u homosexual– , que es la relación más íntima que pueda haber, reine el amor, el respeto», acota.
Les transcribo las declaraciones de un pastor luterano sobre el tema del matrimonio entre personas del mismo sexo. Quiero aclararles que no soy una persona que crea o practique alguna religión, sin embargo como suele usarse esta como excusa para no concederles los derechos que como ciudadanos de este país les corresponden, talvez les sirva saber que también algunos religiosos conocen el sentido de la palabra respeto.
Saludos, Ana Alvarado
«Los gays también son hijos de Dios» afirma un pastor luterano estadounidense
El reverendo Daniel Johansson afirma que los homosexuales son también hijos de Dios y que éste no tiene sexo • Johanson entiende que las parejas gays y lesbianas de buena voluntad deben recibir la bendición de la iglesia.
El pastor Daniel Johansson, líder de la iglesia luterana Cristo y San Juan de West New York, Nueva Jersey, no mira con malos ojos el matrimonio entre homosexuales y sostiene que si una pareja va en busca del apoyo de la iglesia para casarse y se trata de «personas de buena fe que desean comprometerse, construir una vida, una unión, en base al amor y el respeto, es muy apropiado que la iglesia otorgue su bendición».Al señalar que no se identifica con las recientes declaraciones del pastor José López, quien dijo que organizaciones cristianas unificadas en el Grupo de Trenton defienden la vigencia única del matrimonio tradicional (entre un hombre y una mujer) y rechazan el matrimonio gay, Johansson explica que, dentro de la Iglesia Luterana, «la postura que hemos tomado siempre es de abogar por la inclusión de los homosexuales en la vida de la sociedad e inclusive en la vida de la iglesia».«Creo que el valor más importante como cristianos –sigue diciendo– es el amor, que nos enseña a construir en comunidad, a respetar a los demás y a tolerar la diversidad de opiniones. En lo que sí estoy de acuerdo con el Grupo de Trenton es que, en una democracia, es muy importante que se exprese la voluntad del pueblo».Sostiene Johansson que para la Iglesia Luterana se trata de un asunto de derechos civiles y se debe abogar por la vigencia de esos derechos. Pero el punto más importante manifiesta– es que, en la esfera civil o en la familia de la iglesia, los homosexuales son también hijos e hijas de Dios.«Ser homosexual no es una decisión que uno toma, no es una opción. Es lo que uno es. Uno nace homosexual o heterosexual, no puedo cambiar si nazco mujer u hombre, blanco o negro, pero toda persona es hecha a semejanza de Dios y todos, desde el punto de vista cristiano, tenemos que tomar decisiones que reflejen el amor. Entendido como una acción concreta desde el punto de vista cristiano, el amor siempre construye comunidad», señala.En otro momento de sus declaraciones, el pastor Johansson dice que se debe seguir el ejemplo de Jesús para construir la verdadera comunidad «a base de respeto mutuo, de tener igualdad de oportunidades para todos y respetar los derechos de todos».«En este momento crítico de la vida nacional –sostiene el religioso– la iglesia debe optar siempre por defender los derechos de los grupos minoritarios en este país, como los negros y los hispanos, pero también tenemos que acordarnos de los homosexuales que todavía sufren mucha discriminación. El tema de si se les debe permitir la unión civil o matrimonio, es una cuestión de derechos».En otra de sus reflexiones, el pastor Daniel Johansson afirma que la idea de comunidad es tan importante para los cristianos que Dios mismo es una comunidad. «Él es una Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Dios no tiene sexo, porque, si tanto hombre y mujer están hechos a su imagen y semejanza, cualquier tipo de comunidad que se forme tendrá diversidad de asociaciones pero también de uniones. Lo que más importa es que en la pareja heterosexual u homosexual– , que es la relación más íntima que pueda haber, reine el amor, el respeto», acota.
Para eliminar las cadenas y divisones del pasado.- Esteban Cervantes Jiménez
La lucha por la aceptación de las uniones de hecho de relaciones de pareja homosexuales es una etapa más de la lucha por las libertades civiles. No hay duda de ello. Quienes quieren vernos como representantes de las amenazas sociales recurren a las mismas estructuras mentales por las que en la historia de la humanidad, se ha violentado a diversos grupos. La sola existencia de esta marcha de hoy sábado representa una concretización de ese pensamiento, enfocado en el odio, en la exclusión y en el etiquetar a personas o grupos como amenazas, en este caso, a la estructura social existente, a la "familia" (en este caso, un concepto específico de ella) y la "paz social" (cuando existen amenazas que estos mismos grupos no enfrentan, no siendo este proyecto de ley ninguna amenaza). Definitivamente crea la impresión de que no se trata de una expresión razonada de pensamiento, sino una unión de estereotipos, pseudorazonamientos, estadísticas y estudios pseudocientíficos y el mismo y viejo temor humano al cambio y especialmente, a la diferencia.
De los artículos y opiniones que se han puesto ya en este blog se extrae que, aunque bajo la superficie, bulle y se acrecienta el movimiento para que esta ley tan necesaria sea una realidad. Para eso no se necesita ni siquiera leer estos artículos, eso se experimenta a nivel personal cuando hablás con otras personas y estas te muestran su total aceptación a la homosexualidad. Cada vez más, se enraiza la correcta percepción de que esta es una más de las características que muestran la gran variabilidad de caracteres de los seres humanos, que cada quien tiene su propia orientación y vivencia sexual tal y como las personas poseen colores de ojos, de piel o timbre de voz característicos. El hecho que estas personas que se manifiestan en esta marcha no se den por enterados de este hecho, no le quita en nada su poder de verdad. La homosexualidad, simplemente es y ha sido en cada etapa de la historia de la humanidad. Podría ser trazada hasta los ancentros del ser humano y demás especies de la vida animal. Es más antigua que la Biblia y que los prejuicios. Y como parte de la naturaleza del ser humano, no puede arguyirse ninguna ley natural o divina contra ella. Asimismo, cualquier persona con un mínimo de sensatez se dará cuenta que muchísimas cosas en las leyes bíblicas han perdido totalmente su actualidad, porque se trata de una gran normativa ideada hacia 3000 años para un pueblo pastoral. Quien se dé una vuelta por el levítico se dará cuenta que si se quiere cumplir la Biblia textualmente, se debería condenar a muerte a las personas que utilizan más de dos tipos de telas en su ropa, que comen cerdo o a los agricultores que rotan sus cultivos. Se trata de leyes, por ende, estrictamente contextuales, que se crearon en su momento con un propósito y que hoy día no se pueden esgrimir. Igualmente las cartas de San Pablo, que también se señalan como elementos condenatorios de la homosexualidad, se refieren a formas de prostitución de culto que se practicaban en la Antigua Roma. Para cerrar esta idea se ve que una expresión de amor de pareja consensuada y respetuosa entre dos seres humanos NUNCA puede ser considerada un delito, una enfermedad o un pecado. Para el que quiera más pruebas, Jesús nunca condenó la homosexualidad y no porque no existiera en su tiempo, sino porque al igual que otros temas, no había nada que decir contra ello.
La orientación sexual, las diferentes identidades de género, son características humanas que en nada añaden o quitan valor a la persona per se. Una persona homosexual (gay o lesbiana), transexual o bisexual tiene en principio tanta posibilidad de ser una persona de valor o una persona problemática como cualquier otra, la historia está llena de personas de nuestra comunidad que han dado valiosos aportes a la humanidad y no por el hecho de ser o no ser gay, sino por el hecho de ser seres humanos y de grandes dotes. Si se añade otro elemento a este razonamiento, se llega a saber que por la detestada presión social sobre personas de nuestra comunidad, se tenderá a sacar lo mejor de nosotros como personas al enfrentarnos a una realidad que nos margina como personas por una de nuestras características.
Por otro lado, la homosexualidad y las demás caracterícticas que he discutido han sido tradicionalmente los chivos expiatorios de la sociedad patriarcal, eurocéntrica y socialmente desigual. Se nos ha perseguido como en determinadas épocas se he defendido el "papel inferior" de la mujer, la esclavitud, el racismo, la agresión hogareña, el totalitarismo de las sociedades nazifascistas, el militarismo, la inquisición, etc. Eso me lleva de nuevo al punto de que esta es una lucha social necesaria, no se puede entender como algo por dejar para después, no se puede entender como algo accesorio. Se trata de una lucha tanto por garantizar derechos a las parejas de nuestra comunidad (derechos humanos que no se pueden disputar con argumentos de ignorancia), derechos a nuestro reconociemiento como seres humanos integrales y que se trata de una lucha por derribar los prejuicios y estructuras verticales de esta sociedad machista, de construir una nueva e inclusiva sociedad donde cada quien pueda demostrar su valía como ser humano y gozar de una vida social y sexual plena. Se trata de una lucha por la construcción de una nueva masculinidad y nueva feminidad, que se apartan de los preceptos vacíos y poses del concepto tradicional.
Es por eso que esta ley sería un elemento más de esta lucha, un buen comienzo para ir generando poco a poco el cambio cultural en Costa Rica que garantice que nadie sea juzgado sin ser conocido, que nadie tenga que vivir con miedo por ser quien es. Es una ley necesaria para cimentar un cambio que ya se está dando, aunque los organizadores de la marcha de hoy y sus seguidores no quieran darse cuenta (aunque no tengan reservas sobre recibir dineros públicos para sus fundaciones o apoyar tratados de comercio que claramente afectarán la "paz social"). Es un cambio que está derribando prejuicios y si bien nos concpetualizan hoy como los causantes de todos los males sociales y "morales", mañana se valorará el papel que hoy se tenga en proporcionar a las parejas de personas del mismo sexo los derechos que toda pareja tiene. Desde una perspectiva humana, la moralidad rancia y discriminatoria de estas personas es alarmante y se derrumba por su falta de argumentos; desde una perspectiva histórica los logros de hoy serán las proezas de mañana.
Ahora bien desde una perspectiva personal, no se puede pretender progresar en un país que mantenga conceptos medievales y siga señalando la diferencia (al inmigrante, a la mujer profesional, al joven, al homosexual, a la persona divorciada, etc) con la misma mediocre moralidad de la vieja Costa Rica. Tarde o temprano se tiene que cambiar y entender que la vida evoluciona a sus propios pasos y las abominaciones de otros tiempos se convierten en cosas naturales no porque sean más valederas que antes, sino porque los conceptos que sustentaban la creencia de esa abominación se mostraron como inhumanos y sesgados. Dentro de mi vivencia como un hombre homosexual, considero que esta ley viene a traer una pequeña demostración de que el peso de los hechos finalmente trae abajo las etiquetas. Dentro de mi vivencia considero a la homosexualidad algo que me ha hecho mucho más fuerte, que me ha demostrado que pudo salir adelante a pesar de los peores ambientes y de que es posible encontrar aliados y amigos que me aprecian por lo que soy, un ser humano integral, con virtudes y defectos. Esta ley eventalmente me permitiría compartir una vida de pareja satisfactoria en una sociedad abierta y más objetiva, pero por el momento me haría sentir confirmado y la autoconfirmación es algo que se requiere para seguir adelante. La gente gay, los bisexuales, las lesbianas y transexuales somos personas que sentimos y que luchamos y el destino bueno o malo de este país también depende de la forma en que nosotros nos podamos desarrollar como personas y de disfrutar de la libertad de no tener que ocultarnos sino de enorgullecernos por quienes somos. Esa es una cosa que nadie que apoye el inmovilismo y el señalar con el dedo va a entender.
Por una ley que garantice los derechos de las parejas del mismo sexo a disfrutar de los beneficios que merecen, mi total apoyo.
De los artículos y opiniones que se han puesto ya en este blog se extrae que, aunque bajo la superficie, bulle y se acrecienta el movimiento para que esta ley tan necesaria sea una realidad. Para eso no se necesita ni siquiera leer estos artículos, eso se experimenta a nivel personal cuando hablás con otras personas y estas te muestran su total aceptación a la homosexualidad. Cada vez más, se enraiza la correcta percepción de que esta es una más de las características que muestran la gran variabilidad de caracteres de los seres humanos, que cada quien tiene su propia orientación y vivencia sexual tal y como las personas poseen colores de ojos, de piel o timbre de voz característicos. El hecho que estas personas que se manifiestan en esta marcha no se den por enterados de este hecho, no le quita en nada su poder de verdad. La homosexualidad, simplemente es y ha sido en cada etapa de la historia de la humanidad. Podría ser trazada hasta los ancentros del ser humano y demás especies de la vida animal. Es más antigua que la Biblia y que los prejuicios. Y como parte de la naturaleza del ser humano, no puede arguyirse ninguna ley natural o divina contra ella. Asimismo, cualquier persona con un mínimo de sensatez se dará cuenta que muchísimas cosas en las leyes bíblicas han perdido totalmente su actualidad, porque se trata de una gran normativa ideada hacia 3000 años para un pueblo pastoral. Quien se dé una vuelta por el levítico se dará cuenta que si se quiere cumplir la Biblia textualmente, se debería condenar a muerte a las personas que utilizan más de dos tipos de telas en su ropa, que comen cerdo o a los agricultores que rotan sus cultivos. Se trata de leyes, por ende, estrictamente contextuales, que se crearon en su momento con un propósito y que hoy día no se pueden esgrimir. Igualmente las cartas de San Pablo, que también se señalan como elementos condenatorios de la homosexualidad, se refieren a formas de prostitución de culto que se practicaban en la Antigua Roma. Para cerrar esta idea se ve que una expresión de amor de pareja consensuada y respetuosa entre dos seres humanos NUNCA puede ser considerada un delito, una enfermedad o un pecado. Para el que quiera más pruebas, Jesús nunca condenó la homosexualidad y no porque no existiera en su tiempo, sino porque al igual que otros temas, no había nada que decir contra ello.
La orientación sexual, las diferentes identidades de género, son características humanas que en nada añaden o quitan valor a la persona per se. Una persona homosexual (gay o lesbiana), transexual o bisexual tiene en principio tanta posibilidad de ser una persona de valor o una persona problemática como cualquier otra, la historia está llena de personas de nuestra comunidad que han dado valiosos aportes a la humanidad y no por el hecho de ser o no ser gay, sino por el hecho de ser seres humanos y de grandes dotes. Si se añade otro elemento a este razonamiento, se llega a saber que por la detestada presión social sobre personas de nuestra comunidad, se tenderá a sacar lo mejor de nosotros como personas al enfrentarnos a una realidad que nos margina como personas por una de nuestras características.
Por otro lado, la homosexualidad y las demás caracterícticas que he discutido han sido tradicionalmente los chivos expiatorios de la sociedad patriarcal, eurocéntrica y socialmente desigual. Se nos ha perseguido como en determinadas épocas se he defendido el "papel inferior" de la mujer, la esclavitud, el racismo, la agresión hogareña, el totalitarismo de las sociedades nazifascistas, el militarismo, la inquisición, etc. Eso me lleva de nuevo al punto de que esta es una lucha social necesaria, no se puede entender como algo por dejar para después, no se puede entender como algo accesorio. Se trata de una lucha tanto por garantizar derechos a las parejas de nuestra comunidad (derechos humanos que no se pueden disputar con argumentos de ignorancia), derechos a nuestro reconociemiento como seres humanos integrales y que se trata de una lucha por derribar los prejuicios y estructuras verticales de esta sociedad machista, de construir una nueva e inclusiva sociedad donde cada quien pueda demostrar su valía como ser humano y gozar de una vida social y sexual plena. Se trata de una lucha por la construcción de una nueva masculinidad y nueva feminidad, que se apartan de los preceptos vacíos y poses del concepto tradicional.
Es por eso que esta ley sería un elemento más de esta lucha, un buen comienzo para ir generando poco a poco el cambio cultural en Costa Rica que garantice que nadie sea juzgado sin ser conocido, que nadie tenga que vivir con miedo por ser quien es. Es una ley necesaria para cimentar un cambio que ya se está dando, aunque los organizadores de la marcha de hoy y sus seguidores no quieran darse cuenta (aunque no tengan reservas sobre recibir dineros públicos para sus fundaciones o apoyar tratados de comercio que claramente afectarán la "paz social"). Es un cambio que está derribando prejuicios y si bien nos concpetualizan hoy como los causantes de todos los males sociales y "morales", mañana se valorará el papel que hoy se tenga en proporcionar a las parejas de personas del mismo sexo los derechos que toda pareja tiene. Desde una perspectiva humana, la moralidad rancia y discriminatoria de estas personas es alarmante y se derrumba por su falta de argumentos; desde una perspectiva histórica los logros de hoy serán las proezas de mañana.
Ahora bien desde una perspectiva personal, no se puede pretender progresar en un país que mantenga conceptos medievales y siga señalando la diferencia (al inmigrante, a la mujer profesional, al joven, al homosexual, a la persona divorciada, etc) con la misma mediocre moralidad de la vieja Costa Rica. Tarde o temprano se tiene que cambiar y entender que la vida evoluciona a sus propios pasos y las abominaciones de otros tiempos se convierten en cosas naturales no porque sean más valederas que antes, sino porque los conceptos que sustentaban la creencia de esa abominación se mostraron como inhumanos y sesgados. Dentro de mi vivencia como un hombre homosexual, considero que esta ley viene a traer una pequeña demostración de que el peso de los hechos finalmente trae abajo las etiquetas. Dentro de mi vivencia considero a la homosexualidad algo que me ha hecho mucho más fuerte, que me ha demostrado que pudo salir adelante a pesar de los peores ambientes y de que es posible encontrar aliados y amigos que me aprecian por lo que soy, un ser humano integral, con virtudes y defectos. Esta ley eventalmente me permitiría compartir una vida de pareja satisfactoria en una sociedad abierta y más objetiva, pero por el momento me haría sentir confirmado y la autoconfirmación es algo que se requiere para seguir adelante. La gente gay, los bisexuales, las lesbianas y transexuales somos personas que sentimos y que luchamos y el destino bueno o malo de este país también depende de la forma en que nosotros nos podamos desarrollar como personas y de disfrutar de la libertad de no tener que ocultarnos sino de enorgullecernos por quienes somos. Esa es una cosa que nadie que apoye el inmovilismo y el señalar con el dedo va a entender.
Por una ley que garantice los derechos de las parejas del mismo sexo a disfrutar de los beneficios que merecen, mi total apoyo.
Sí al amor y la igualdad.- Flor Chacón
Me uno a esta marcha virtual y doy mi apoyo al proyecto de ley de las uniones civiles para parejas del mismo sexo
Esta es una lucha que nos debe involucrar a todos los sectores y personas, pues es una por los derechos humanos, la igualdad, la justicia y sobre todo por el amor.
El amor en todas sus formas debe ser apoyado.
Estoy en contra del discurso del fundamentalismo cristiano que trata de imponer por medio del odio, intolerancia y temor su pensamiento al resto de la población.
Si al amor y a la igualdad. Porque trabajando juntos
¡OTRO MUNDO ES POSIBLE!
Flor Chacón
Es un derecho humano. Carolina Mora
Yo, Carolina Mora Castrillo, cedula 1-1020-0642 doy mi apoyo a las uniones de hecho de personas del mismo sexo, pues considero que es un derecho humano.
Una semilla quedará sembrada. José María Villalta
Estimados compañeros y compañeras:
Reciban este mansaje de apoyo para su justa lucha, que es la lucha de todos y todas quienes creemos en el respeto a la dignidad humana. Exigimos a las y los diputados que aprueben el proyecto de ley de uniones civiles. Es lo mínimo que pueden hacer para revertir un poquito la permanente discriminación que sufren las personas gays y lesbianas en nuestra sociedad.
Algo bueno de todo esto es que ha sacado a la luz una de las facetas más podridas de la sociedad costarricense. Ha quedado al desnudo el discurso mentiroso de que en este país se respetan los derechos humanos. Los lobos vestidos de oveja, por fin se han quitado su disfraz. A largo plazo eso es bueno, aunque hoy nos llene de indignación. La marcha de hoy sábado es una verguenza. En el fondo no marchan para defender los valores cristianos, la familia o la paz. Grupos conservadores de ultraderecha, mercaderes del templo disfrazados de cristianos, salen a la calle a profesar su odio contra las personas homosexuales. Eso es todo. En el fondo lo que les molesta es que existan personas con una orientación sexual distinta.Si pudieran organizarían una campaña de "limpieza" y hasta escuadrones de la muerte. Es indignante ver como gastan millones en difundir insultos, prejuicios y reproducir la homofobia por la prensa. Eso es apología del odio y la discriminación y no debería permitirse en este país, como no lo está en la mayoría de los países medianamente civilizados.
Sigamos adelante, no nos dejemos intimidar que la razón y la justicia están de nuestra parte. De seguro será una lucha larga.Tal vez tome tiempo, tal vez los diputados en su mayoría cobardes o corruptos se dejarán impresionar por el poder del dinero y sucumbirán ante el cálculo político. Tal vez este proyecto de ley no pase. Pero vendrán otros. Hay una semilla que quedará sembrada y cada vez será más la gente que rechazará la discriminación. Tarde o temprano esa ley tendrá que aprobarse. Mientras tanto a luchar con firmeza, pero sin perder la ternura como decía el Che. No dejemos que nos envenen con su odio, con su rencor. Esa será nuestra más importante victoria.
Un abrazo fraterno,
José María Villlalta F-ECédula 1-977-645
Reciban este mansaje de apoyo para su justa lucha, que es la lucha de todos y todas quienes creemos en el respeto a la dignidad humana. Exigimos a las y los diputados que aprueben el proyecto de ley de uniones civiles. Es lo mínimo que pueden hacer para revertir un poquito la permanente discriminación que sufren las personas gays y lesbianas en nuestra sociedad.
Algo bueno de todo esto es que ha sacado a la luz una de las facetas más podridas de la sociedad costarricense. Ha quedado al desnudo el discurso mentiroso de que en este país se respetan los derechos humanos. Los lobos vestidos de oveja, por fin se han quitado su disfraz. A largo plazo eso es bueno, aunque hoy nos llene de indignación. La marcha de hoy sábado es una verguenza. En el fondo no marchan para defender los valores cristianos, la familia o la paz. Grupos conservadores de ultraderecha, mercaderes del templo disfrazados de cristianos, salen a la calle a profesar su odio contra las personas homosexuales. Eso es todo. En el fondo lo que les molesta es que existan personas con una orientación sexual distinta.Si pudieran organizarían una campaña de "limpieza" y hasta escuadrones de la muerte. Es indignante ver como gastan millones en difundir insultos, prejuicios y reproducir la homofobia por la prensa. Eso es apología del odio y la discriminación y no debería permitirse en este país, como no lo está en la mayoría de los países medianamente civilizados.
Sigamos adelante, no nos dejemos intimidar que la razón y la justicia están de nuestra parte. De seguro será una lucha larga.Tal vez tome tiempo, tal vez los diputados en su mayoría cobardes o corruptos se dejarán impresionar por el poder del dinero y sucumbirán ante el cálculo político. Tal vez este proyecto de ley no pase. Pero vendrán otros. Hay una semilla que quedará sembrada y cada vez será más la gente que rechazará la discriminación. Tarde o temprano esa ley tendrá que aprobarse. Mientras tanto a luchar con firmeza, pero sin perder la ternura como decía el Che. No dejemos que nos envenen con su odio, con su rencor. Esa será nuestra más importante victoria.
Un abrazo fraterno,
José María Villlalta F-ECédula 1-977-645
Una Fomalidad. David Araya
Es muy claro el asunto, la legalización de la Unión de Hecho entre personas de un mismo sexo debe pasar, básicamente por una razón sencilla y es que la vida en parejas entre personas de un mismo sexo ha sido visible para los ojos de todo un pueblo (Costa Rica)Siempre hemos convivido homosexuales con heterosexuales en los mismo barrios, cuidadelas, condominios, etc; siempre hemos aceptado y respetado los unos y los otros.La legalización es una "formalidad" en donde podremos hacer respetar a nivel legal (último pendaño para llegar a ser visibles socialmente) nuestros derechos y los derechos de nuestros seres queridos.
Apoyo los derechos humanos. Laura Fuentes
Apoyo los derechos humanos, y por lo tanto defiendo el derecho de cada persona a amar a quien quiera y a formar una familia con quien desee hacerlo, mientras haya respeto y amor entre esas personas. ¿Por qué hay gente que destila tanto odio hacia quienes se aman? Apoyo la aprobación de la Ley de Unión Civil de Parejas del mismo sexo.
Laura Fuentes Belgrave
Laura Fuentes Belgrave
El oscurantismo debe ser superado. Ester Previtera
Como humanista sumo mi apoyo a la defensa de los derechos que tenemos de distintas opciones: sexual, ideologica, religiosa,gastronomica, musical.. etc,etc,.el oscurantismo debe ser superado, la unión hace la fuerza!.saludos,ester
Desde España. Roxana Volio
Vivo en España desde hace casi nueve años.
Por eso, pude vivir todo el proceso de discusión y posterior aprobación de la Ley que legalizó el matrimonio entre personas del mismo sexo. Fue, debo decirlo, un momento maravilloso en mi existencia: asistí a la mayor expresión de democracia y de respeto hacia seres humanos que, en su condición de tales, deben tener y gozar de todos los derechos de que goza cualquier ciudadano.
Los debates de quienes se opusieron -católicos ultraconservadores, ultranacionalistas, intolerantes, la derecha, la jerarquía de la iglesia católica, es decir, los de siempre- utilizaron los mismos argumentos que hoy utilizan en Costa Rica quienes se dicen demócratas y cristianos sin reparar en la profunda contradicción que su rechazo conlleva.
¿A qué, realmente, le tendrán miedo? Aquí, ya un par de años después de aprobada la ley, ni se han dejado de celebrar matrimonios heterosexuales, ni se ha destruido la familia, ni se ha dinamitado el sistema de valores. Al contrario, la sociedad española ganó en calidad, su sistema democrático se fortaleció, la gente, poco a poco, aprende lo que verdaderamente significa la palabra respeto, derechos, libertad.
La vida toda se vive con mucha mayor naturalidad y la ciudadanía hoy, es un poco mejor persona; hay más derechos, mayor calidad de vida. A mi, ¿qué quieren que les diga?, que en Costa Rica se esté viviendo un proceso similar me llena de orgullo porque siento que todavía queda algo de esa Costa Rica libre y democrática en la que nací y crecí y en la que cabemos todas y todos. Roxana VolioCédula 3226775
Por eso, pude vivir todo el proceso de discusión y posterior aprobación de la Ley que legalizó el matrimonio entre personas del mismo sexo. Fue, debo decirlo, un momento maravilloso en mi existencia: asistí a la mayor expresión de democracia y de respeto hacia seres humanos que, en su condición de tales, deben tener y gozar de todos los derechos de que goza cualquier ciudadano.
Los debates de quienes se opusieron -católicos ultraconservadores, ultranacionalistas, intolerantes, la derecha, la jerarquía de la iglesia católica, es decir, los de siempre- utilizaron los mismos argumentos que hoy utilizan en Costa Rica quienes se dicen demócratas y cristianos sin reparar en la profunda contradicción que su rechazo conlleva.
¿A qué, realmente, le tendrán miedo? Aquí, ya un par de años después de aprobada la ley, ni se han dejado de celebrar matrimonios heterosexuales, ni se ha destruido la familia, ni se ha dinamitado el sistema de valores. Al contrario, la sociedad española ganó en calidad, su sistema democrático se fortaleció, la gente, poco a poco, aprende lo que verdaderamente significa la palabra respeto, derechos, libertad.
La vida toda se vive con mucha mayor naturalidad y la ciudadanía hoy, es un poco mejor persona; hay más derechos, mayor calidad de vida. A mi, ¿qué quieren que les diga?, que en Costa Rica se esté viviendo un proceso similar me llena de orgullo porque siento que todavía queda algo de esa Costa Rica libre y democrática en la que nací y crecí y en la que cabemos todas y todos. Roxana VolioCédula 3226775
Apoyo a las uniones LGBT. Eric Hirsch
Es hora de que se respete legalmente la decisión de dos personas adultas de convivir y compartir sus vidas con todos los derechos y obligaciones que otorga la ley independientemente de su orientación sexual.
Dr. Eric Hirsch R.
ced. 1911352
Dr. Eric Hirsch R.
ced. 1911352
Derechos humanos efectivos. Gonzalo A. Páez
Los seres humanos estamos cansados, hartos, de que nuestros derechos, en la mayoría de los casos, no pasen de ser declaraciones de papel, en algún papel emanado de alguna organización de papel. Las preferencias sexuales de cada quién deben ser respetadas por todos, de igual modo que deben serlo las políticas y religiosas. Somos todos de una sola raza: Humana y Diversa.
-- Gonzalo A. Páez M.,ID 1 0248 0875
-- Gonzalo A. Páez M.,ID 1 0248 0875
A favor del Proyecto de Ley No. 16 390 Javier Retana
Manifiesto mi apoyo, al proyecto de Ley No. 16 390 "uniones civiles entre personas del mismo sexo." por una simple razón: "En una sociedad democrática, los derechos humanos, NO se cuestionan; se OTORGAN."
Atte. Javier Jr.
Atte. Javier Jr.
Lucha por los derechos humanos. Marielos Giralt
Comparto el derecho a una vida digna, libre de discriminaciones, de prejuicios sociales. Apoyar esta lucha es apoyar el respeto por los derechos humanos.
Saludos.
Marielos Giralt B.
Saludos.
Marielos Giralt B.
Los derechos humanos son inalienables y no se negocian ni se parcializan. Diana Cordero.
La declaración conjunta presentada el 1º de diciembre de 2006 ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU por 54 Estados de 4 de las 5 regiones de la ONU insta al Consejo de Derechos Humanos a "dar la debida atención a las violaciones de derechos humanos basadas en la orientación sexual y la identidad de género" y elogia la labor de la sociedad civil en esta área, además de hacer un llamado a "todos los Procedimientos Especiales y órganos de los tratados a que continúen incluyendo las violaciones de derechos humanos basadas en la orientación sexual y la identidad de género dentro de sus mandatos pertinentes".
Como se reconoce en dicha declaración y se ratifica en los Principios de Yogyakarta, la protección efectiva de los derechos humanos es verdaderamente responsabilidad del conjunto de la sociedad y de los Estados.La plena vigencia de los derechos humanos para todos y todas no podrá lograrse mientras subsistan áreas en las cuales el ser humano no pueda manifestar su afectividad con libertad y enfrente cotidianamente situaciones de odio, rechazo y exclusión por parte de individuos o instituciones, sin que sea debidamente protegido en su integridad psicofísica por el Estado.
Debemos exigir la igualdad y la igual protección de la ley en todos los ámbitos de los derechos: civiles, políticos, sociales y económicos.Y esta igualdad de derechos se debe plantear en los términos de "iguales derechos y oportunidades para todas las personas, sin reparar en el grupo familiar del que formen parte, tenga éste su origen en la filiación, en el matrimonio o en la unión de dos personas, con independencia de su sexo y orientación sexual, que convivan en análoga relación de afectividad" tal como lo fundamentara la petición del grupo de diputados socialistas de una provincia argentina en su demanda de sancionar la Unión Civil para parejas del mismo sexo.
No debemos bajar nuestras demandas como población LGBTT, todas las personas tenemos derecho a vivir dignamente y a unirnos con las mismas garantías que la ley prevé para las parejas heterosexuales.
La Unión Civil para las personas del mismo sexo es un paso más en nuestra lucha contra la discriminación, la criminalización, el despido laboral y el impedimento para ingresar a instituciones religiosas, educativas o de esparcimiento por nuestra condición. Muchos países de nuestra región registran crímenes de odio que van desde la violencia verbal y física hasta asesinatos.
Toda ley que penalice la homosexualidad, el lesbianismo y la trasexualidad o no lesgisle a su favor viola el derecho internacional de no discriminación, el derecho a la vida, a vivir sin violencia y sin tortura, a la privacidad, al acceso a la justicia y a no ser detenidas arbitrariamente.Todo forma parte de la misma lucha, nuestras consignas son las de los compañeros y las compañeras de Costa Rica: Sí a una sociedad inclusiva. Si a los mismos derechos para todos y todas. Sí a la Ley de Unión Civil de Parejas del mismo Sexo Diana CorderoColectivo de Lesbianas Feministas Josefa Camejo
Como se reconoce en dicha declaración y se ratifica en los Principios de Yogyakarta, la protección efectiva de los derechos humanos es verdaderamente responsabilidad del conjunto de la sociedad y de los Estados.La plena vigencia de los derechos humanos para todos y todas no podrá lograrse mientras subsistan áreas en las cuales el ser humano no pueda manifestar su afectividad con libertad y enfrente cotidianamente situaciones de odio, rechazo y exclusión por parte de individuos o instituciones, sin que sea debidamente protegido en su integridad psicofísica por el Estado.
Debemos exigir la igualdad y la igual protección de la ley en todos los ámbitos de los derechos: civiles, políticos, sociales y económicos.Y esta igualdad de derechos se debe plantear en los términos de "iguales derechos y oportunidades para todas las personas, sin reparar en el grupo familiar del que formen parte, tenga éste su origen en la filiación, en el matrimonio o en la unión de dos personas, con independencia de su sexo y orientación sexual, que convivan en análoga relación de afectividad" tal como lo fundamentara la petición del grupo de diputados socialistas de una provincia argentina en su demanda de sancionar la Unión Civil para parejas del mismo sexo.
No debemos bajar nuestras demandas como población LGBTT, todas las personas tenemos derecho a vivir dignamente y a unirnos con las mismas garantías que la ley prevé para las parejas heterosexuales.
La Unión Civil para las personas del mismo sexo es un paso más en nuestra lucha contra la discriminación, la criminalización, el despido laboral y el impedimento para ingresar a instituciones religiosas, educativas o de esparcimiento por nuestra condición. Muchos países de nuestra región registran crímenes de odio que van desde la violencia verbal y física hasta asesinatos.
Toda ley que penalice la homosexualidad, el lesbianismo y la trasexualidad o no lesgisle a su favor viola el derecho internacional de no discriminación, el derecho a la vida, a vivir sin violencia y sin tortura, a la privacidad, al acceso a la justicia y a no ser detenidas arbitrariamente.Todo forma parte de la misma lucha, nuestras consignas son las de los compañeros y las compañeras de Costa Rica: Sí a una sociedad inclusiva. Si a los mismos derechos para todos y todas. Sí a la Ley de Unión Civil de Parejas del mismo Sexo Diana CorderoColectivo de Lesbianas Feministas Josefa Camejo
NO al odio! Alda Facio
La Declaración Universal de los Derechos Humanos, instrumento legal aceptado por todos los Estados y Naciones del mundo, y todos los demás instrumentos internacionales y regionales de derechos humanos aceptados por la gran mayoría de los pueblos, se basan en el principio de la igual dignidad de todos los seres humanos y por ende, todos prohíben toda discriminación basada en cualquier condición humana, incluida la identidad u orientación sexual.
Estos dos principios, el de igualdad y el de no discriminación, son los pilares para la realización de todos los demás derechos humanos, incluido el derecho a la libertad religiosa. Como lo afirmó la Conferencia Mundial de Derechos Humanos en Viena en 1993, todos los derechos humanos son inalienables, indivisibles e interdependientes.
Esto quiere decir que si se niega uno, todos los demás peligran. Por es, hasta los evangélicos y demás personas que profesan una religión distinta a la Católica, no deberían permitir que unos cuantos fanáticos evangélicos pongan en peligro su posibilidad de tener una religión distinta a la Católica que es la religión del Estado costarricense ya que si permitimos que un Estado le niegue los derechos humanos a un grupo humano, no tendremos argumentos válidos para impedir que se los niegue a otros grupos humanos, incluidos los grupos que profesan otras religiones. Los derechos humanos son para todas y todos, o no son para nadie. En otras palabras, quienes quieren negarles sus derechos humanos a un grupo humano, en realidad se los están negando a todas y todos.
Alda Facio
Estos dos principios, el de igualdad y el de no discriminación, son los pilares para la realización de todos los demás derechos humanos, incluido el derecho a la libertad religiosa. Como lo afirmó la Conferencia Mundial de Derechos Humanos en Viena en 1993, todos los derechos humanos son inalienables, indivisibles e interdependientes.
Esto quiere decir que si se niega uno, todos los demás peligran. Por es, hasta los evangélicos y demás personas que profesan una religión distinta a la Católica, no deberían permitir que unos cuantos fanáticos evangélicos pongan en peligro su posibilidad de tener una religión distinta a la Católica que es la religión del Estado costarricense ya que si permitimos que un Estado le niegue los derechos humanos a un grupo humano, no tendremos argumentos válidos para impedir que se los niegue a otros grupos humanos, incluidos los grupos que profesan otras religiones. Los derechos humanos son para todas y todos, o no son para nadie. En otras palabras, quienes quieren negarles sus derechos humanos a un grupo humano, en realidad se los están negando a todas y todos.
Alda Facio
Apoyo desde México. Lilia Monroy Crear Equidad México DF
Compañeras lesbianas y compañeros gays de Costa Rica: No están solos y solas en esta lucha por los derechos humanos de las personas con sexualidades diferentes frente a esta convocatoria a una marcha con la iniciativa de las uniones de hecho en personas del mismo sexo.. Sabemos que conforme se intenta o logra la consecución de derechos efectivos para lesbianas y gays, la intolerancia y rechazo previos en la vida privada de personas que se identican como heterosexuales se vuelve homofobia y odio activo y explícito en el espacio público para impedir reformas legales y programas sociales. Pero es su odio su mayor vulnerabilidad, pues hacen visible el ejercicio de poder que caracteriza las sexualidades en las personas y la vida cotidiana, hace explícito que se desea sostener como modelo único la heterosexualidad obligatorio,y al hacer eso evidencian el carácter social de las sexualidades y sus implicaciones en relaciones de desigualdas y discriminación. Muchas formas tenemos para luchar contra estas expresiones, y una es las redes latinoameircanas y la palabra disidente. Reciban hoy desde México, un apoyo solidario y humilde de una organización civil que está convencida que en estas confrontaciones públicas se va ganando terreno milimetro a milimetro en toda la gente que puede ver más allá del odio.
Un saludos solidario
Lilia Monroy LimónCrear EquidadMéxico, DF
Un saludos solidario
Lilia Monroy LimónCrear EquidadMéxico, DF
Contra el discurso del odio- Monserrat Sagot
No solo apoyo el proyecto de ley de las uniones civiles para parejas del mismo sexo, sino que afirmo que las páginas aparecidas en la prensa en los últimos días, firmadas por los grupos evangélicos, son un ejemplo viviente de discurso de odio. Este discurso de odio es lo que ha provocado y justificado en muchos otros países el que grupos organizado de extrema derecha inicien acciones violentas de forma sistemática contra homosexuales, lesbianas, personas transgénero e integrantes de otras poblaciones excluidas, como los migrantes. Por eso, creo que hay que tomarse muy en serio el que un sector, como los evangélicos, empiece a reproducir y a circular de manera abierta este tipo de mensajes que fomentan el odio y justifican la violencia.
Dra. Montserrat Sagot R.
Representante Area de Ciencias Sociales
Consejo Universitario
Universidad de Costa Rica
Dra. Montserrat Sagot R.
Representante Area de Ciencias Sociales
Consejo Universitario
Universidad de Costa Rica
Hoy es un día triste- Víctor Monge Aguilar
Hoy en un día triste para los derechos humanos en Costa Rica. Hoy se celebrará la marcha del odio y la homofobia convocada por "cristianos evángelicos".
Pero hoy también despertaremos conciencias y sacudiremos closets, roperos y armarios.
Hoy estoy orgulloso de pertenecer a las masas gays de America Latina pobres y desprotegidas que estan clamando y luchando por sus derechos.
Decenas de amig@s gays y heterosexuales, me han llamado desde el día de ayer para solidarizarse con nuestra comunidad oprimida por el odio, el miedo y la mentira.
Ni un paso atrás!!! La justicia y la razón estan con nosotros. La ley de unión civil entre personas del mismo sexo debe ser aprobada.
Víctor Hugo Monge Aguilar.
Pero hoy también despertaremos conciencias y sacudiremos closets, roperos y armarios.
Hoy estoy orgulloso de pertenecer a las masas gays de America Latina pobres y desprotegidas que estan clamando y luchando por sus derechos.
Decenas de amig@s gays y heterosexuales, me han llamado desde el día de ayer para solidarizarse con nuestra comunidad oprimida por el odio, el miedo y la mentira.
Ni un paso atrás!!! La justicia y la razón estan con nosotros. La ley de unión civil entre personas del mismo sexo debe ser aprobada.
Víctor Hugo Monge Aguilar.
Urgente: Marcha del Odio-Jaime Quirós Luque
En una estación evangelica (al lado de Radio Universitaria en frecuencia 97.1 FM) están transmitiendo la Marcha del Odio... Por si quieren sufrir o reirse un rato... Con estos pastores, apostoles, ministros, etc... que están salvando al país... Hasta tienen babosos que tienen 40 días de ayuno... y ........ ¿¿¿¿abstinencia ???? Ojalá les llueva y les siga lloviendo...
La Teología del odio.- Luis Paulino Vargas Solís
LA TEOLOGÍA DEL ODIO
Luis Paulino Vargas Solís
El cristianismo –en sus distintas denominaciones- es una religión a la que se adscribe aproximadamente un tercio de la población mundial. El resto de la gente –cerca de un 70%- sustenta una fe distinta –islámica, budista, hinduista, judaica u otra- o no profesa creencia alguna ¿Qué significa esto? Que si miramos a la humanidad en su conjunto, no existe ninguna religión que sea mayoritaria. Ni siquiera el cristianismo. Sabemos que el respeto por la fe de cada quien –o por la ausencia de tal fe- es un principio indispensable para el sostenimiento de la paz y el entendimiento civilizado entre las distintas comunidades de seres humanos alrededor del mundo. Este principio adquiere mayor validez a la luz del hecho contundente de que no existe ninguna religión mayoritaria.
Lo anterior llama, a su vez, a otra conclusión necesaria: la persona que profesa una fe cristina y ve en la Biblia un libro sagrado, debe comprender que alrededor del mundo muchísima otra gente considera que éste es un libro como cualquier otro. Con seguridad, un cristiano bien educado mira el Corán con los mismos ojos con que lo haría un musulmán con parecido nivel educativo respecto de la Biblia. Probablemente será una mirada respetuosa pero carente de todo sentimiento reverencial.
Emerge, entonces, otra conclusión que, creo, podemos expresarla en dos partes. Primero, cada quien tiene derecho a profesar libremente su religión y venerar con devoción el libro o escritos que considera la base sagrada de su fe. Segundo, nadie debería pretender imponer esa fe a otras personas que poseen una fe y unos textos sagrados distintos, ya que estas son opciones que merecen igual respeto. Y, sin duda, el mismo principio vale en caso de que sea alguien que decidió no tener fe alguna y para quien ningún texto es sagrado. Esto simplemente nos lleva de vuelta sobre lo que dije más arriba: la convivencia respetuosa de las distintas religiones o concepciones sobre la fe es requisito indispensable para la paz y el entendimiento.
Formuladas estas prevenciones tan elementales, otra muy básica advertencia debería ser tenida en cuenta por cualquier persona cristiana responsable y respetuosa. La de que, independientemente del estatuto divino que se le atribuye a la Biblia, está tiene contenidos e ideas que necesariamente deben ser interpretadas en su contexto. De otra manera, se corre un riesgo gravísimo: el de causar daño y sufrimiento a personas inocentes, cosa que violaría directamente el principio ético fundamental estatuido por Jesús (amar al prójimo como a uno mismo).
La interpretación literal y descontextualizada de la Biblia llevaría a cosas tan aberrantes como las siguientes: se restituiría la esclavitud (Levítico 25, 44); podría un hombre vender a su hija y ser polígamo (Éxodo 21, 7-10); se restablecería pena de muerte contra quien viole el descanso sabático (Éxodo 35, 2); ninguna persona con algún problema físico podría acercarse al altar (Levítico 19, 17-21). Incluso la relación sexual con una mujer que está menstruando se castigaría con la muerte (Levítico, 20, 18). Ninguna persona razonable y justa querría devolverle vigencia a tales normas. Y ello seguramente vale también para quienes profesan una fe cristiana sincera. Incluso muchas de las cosas que Pablo planteó, exigen ser reinterpretadas a la luz de las condiciones contemporáneas, como parte del proceso del reconocimiento de los derechos de las mujeres. Siendo esto tan básico y evidente, ¿Por qué en cambio se insiste en una interpretación literal y descontextualizada de la Biblia cuando de la homosexualidad se trata?
En apoyo de sus tesis homofóbicas, el fundamentalismo cristiano –católico, evangélico o de otras denominaciones- cita literalmente partes de la Biblia y las interpreta de forma retorcida. Un popular ejemplo de ello es el del pasaje de Sodoma y Gomorra (Génesis 19, 1-11). El pecado que ahí se describe se origina en la violación del deber de hospitalidad. Ello se reafirma en Mateo 10, 12-15. Nada tiene que ver con la homosexualidad.
En todo caso, esta homofobia galopante que domina por igual a obispos y pastores evangélicos, se vuelve imposible de justificar de cara a las enseñanzas y la práctica vital del Jesús evangélico. El Jesús que acoge en su regazo y abraza y protege al pobre, al desvalido, al leproso, al rechazado. A la mujer adúltera y a la prostituta igual que al tenido por pecador. El Jesús que expulsa del templo a los mercaderes y enfrenta a los poderosos y denuncia la hipocresía de quienes se decían dueños de la palabra de Dios. De estos dijo que eran sepulcros blanqueados. Y a los llamados pecadores los amaba como hermanos.
Obispos y pastores evangélicos. Cómplices del poder, de los privilegios, de la explotación, del dinero. El Jesús de la gente pobre, desvalida, marginada, discriminada, despreciada ¿Qué diría ese Jesús de estos señores?
Ellos señalan, enjuician y condenan. Y las personas homosexuales han devenido ahora blanco favorito de su odio y de su temor morboso. Aseguran que es antinatural algo que la naturaleza misma creó porque le dio la gana. Y si así lo hizo ha de haber sido porque Dios mismo le dio permiso de hacerlo. Y lo hizo entonces muy a su manera: diverso, multicolor y complejo. Un tigre jamás es igual a otro; ni las nubes en el firmamento son esta mañana iguales a las de la tarde de ayer. Y hasta los ríos optan por lo diverso cada vez que deciden abrir caminos nuevos por donde discurrir. El mundo y la naturaleza son multiformes. También los seres humanos. También la sexualidad humana ¿Natural o antinatural? Es obviamente natural. En cambio, nada es tan antinatural y aberrado y corrompido y perverso como la homogeneidad, la uniformidad, el gris invariable y monótono ¿Eso quieren ustedes, obispos y pastores? Perdón, señores, pero entonces los antinaturales son ustedes.
Además hacen escandalosa exhibición de ignorancia. Hablan de las personas homosexuales –hombres y mujeres- como si de seres venidos de Kriptón se tratara. Engendros y fenómenos, con todo el poder de Supermán, pero invertido: para destruir la sociedad y la familia, corromper a los niños, romper la paz social, establecer el reino del terror. Obispos y pastores ¿es tan grande la ignorancia que ni siquiera se han detenido a pensar que muchas, pero muchas veces habrán conversado con un hombre homosexual o una mujer lesbiana? Y, cosa curiosa, al cabo el asunto habrá concluido de la forma como usualmente lo hacen todas las cosas donde dos seres humanos entran en comunicación. Nadie salió lesionado ni herido. Simplemente cada quien siguió su camino.
En fin, decía al principio de este artículo, la religión debería ser cosa que se maneje con mucho respeto. Respeto, también, hacia las minorías. Si usted tiene su fe religiosa y una moral asentada en esa fe, por favor no pretenda imponérsela a nadie más. Usted tiene todo el derecho a vivir esa fe y esa moral, pero exactamente el mismo derecho asiste a cada una de las demás personas. Y si usted es heterosexual y prefiere amar a alguien del otro sexo, entienda que esa no es, necesariamente, la mejor solución para algunas otras personas. Haga usted en su intimidad lo que quiera y con la persona que prefiera, pero no niegue ese mismo derecho a los demás.
Y construya usted su familia de la forma que mejor se le acomode, y ojalá sea una familia basada en el respeto, el amor y la solidaridad, pero entienda que otros también tiene el derecho de construir su propia familia y hacerla de la forma que mejor les resulte y alimentarla también de amor y respeto y solidaridad. Y que las diversas formas de familia pueden convivir, respetándose y en armonía. Y que todas esas familias deberían ser merecedoras, por igual, de la tutela y la protección del Estado y las leyes. Y que este Estado y estas leyes deberían cobijar sin distingo a todos y todas, independientemente de la fe religiosa o la orientación sexual de cada quien.
Luis Paulino Vargas Solís
El cristianismo –en sus distintas denominaciones- es una religión a la que se adscribe aproximadamente un tercio de la población mundial. El resto de la gente –cerca de un 70%- sustenta una fe distinta –islámica, budista, hinduista, judaica u otra- o no profesa creencia alguna ¿Qué significa esto? Que si miramos a la humanidad en su conjunto, no existe ninguna religión que sea mayoritaria. Ni siquiera el cristianismo. Sabemos que el respeto por la fe de cada quien –o por la ausencia de tal fe- es un principio indispensable para el sostenimiento de la paz y el entendimiento civilizado entre las distintas comunidades de seres humanos alrededor del mundo. Este principio adquiere mayor validez a la luz del hecho contundente de que no existe ninguna religión mayoritaria.
Lo anterior llama, a su vez, a otra conclusión necesaria: la persona que profesa una fe cristina y ve en la Biblia un libro sagrado, debe comprender que alrededor del mundo muchísima otra gente considera que éste es un libro como cualquier otro. Con seguridad, un cristiano bien educado mira el Corán con los mismos ojos con que lo haría un musulmán con parecido nivel educativo respecto de la Biblia. Probablemente será una mirada respetuosa pero carente de todo sentimiento reverencial.
Emerge, entonces, otra conclusión que, creo, podemos expresarla en dos partes. Primero, cada quien tiene derecho a profesar libremente su religión y venerar con devoción el libro o escritos que considera la base sagrada de su fe. Segundo, nadie debería pretender imponer esa fe a otras personas que poseen una fe y unos textos sagrados distintos, ya que estas son opciones que merecen igual respeto. Y, sin duda, el mismo principio vale en caso de que sea alguien que decidió no tener fe alguna y para quien ningún texto es sagrado. Esto simplemente nos lleva de vuelta sobre lo que dije más arriba: la convivencia respetuosa de las distintas religiones o concepciones sobre la fe es requisito indispensable para la paz y el entendimiento.
Formuladas estas prevenciones tan elementales, otra muy básica advertencia debería ser tenida en cuenta por cualquier persona cristiana responsable y respetuosa. La de que, independientemente del estatuto divino que se le atribuye a la Biblia, está tiene contenidos e ideas que necesariamente deben ser interpretadas en su contexto. De otra manera, se corre un riesgo gravísimo: el de causar daño y sufrimiento a personas inocentes, cosa que violaría directamente el principio ético fundamental estatuido por Jesús (amar al prójimo como a uno mismo).
La interpretación literal y descontextualizada de la Biblia llevaría a cosas tan aberrantes como las siguientes: se restituiría la esclavitud (Levítico 25, 44); podría un hombre vender a su hija y ser polígamo (Éxodo 21, 7-10); se restablecería pena de muerte contra quien viole el descanso sabático (Éxodo 35, 2); ninguna persona con algún problema físico podría acercarse al altar (Levítico 19, 17-21). Incluso la relación sexual con una mujer que está menstruando se castigaría con la muerte (Levítico, 20, 18). Ninguna persona razonable y justa querría devolverle vigencia a tales normas. Y ello seguramente vale también para quienes profesan una fe cristiana sincera. Incluso muchas de las cosas que Pablo planteó, exigen ser reinterpretadas a la luz de las condiciones contemporáneas, como parte del proceso del reconocimiento de los derechos de las mujeres. Siendo esto tan básico y evidente, ¿Por qué en cambio se insiste en una interpretación literal y descontextualizada de la Biblia cuando de la homosexualidad se trata?
En apoyo de sus tesis homofóbicas, el fundamentalismo cristiano –católico, evangélico o de otras denominaciones- cita literalmente partes de la Biblia y las interpreta de forma retorcida. Un popular ejemplo de ello es el del pasaje de Sodoma y Gomorra (Génesis 19, 1-11). El pecado que ahí se describe se origina en la violación del deber de hospitalidad. Ello se reafirma en Mateo 10, 12-15. Nada tiene que ver con la homosexualidad.
En todo caso, esta homofobia galopante que domina por igual a obispos y pastores evangélicos, se vuelve imposible de justificar de cara a las enseñanzas y la práctica vital del Jesús evangélico. El Jesús que acoge en su regazo y abraza y protege al pobre, al desvalido, al leproso, al rechazado. A la mujer adúltera y a la prostituta igual que al tenido por pecador. El Jesús que expulsa del templo a los mercaderes y enfrenta a los poderosos y denuncia la hipocresía de quienes se decían dueños de la palabra de Dios. De estos dijo que eran sepulcros blanqueados. Y a los llamados pecadores los amaba como hermanos.
Obispos y pastores evangélicos. Cómplices del poder, de los privilegios, de la explotación, del dinero. El Jesús de la gente pobre, desvalida, marginada, discriminada, despreciada ¿Qué diría ese Jesús de estos señores?
Ellos señalan, enjuician y condenan. Y las personas homosexuales han devenido ahora blanco favorito de su odio y de su temor morboso. Aseguran que es antinatural algo que la naturaleza misma creó porque le dio la gana. Y si así lo hizo ha de haber sido porque Dios mismo le dio permiso de hacerlo. Y lo hizo entonces muy a su manera: diverso, multicolor y complejo. Un tigre jamás es igual a otro; ni las nubes en el firmamento son esta mañana iguales a las de la tarde de ayer. Y hasta los ríos optan por lo diverso cada vez que deciden abrir caminos nuevos por donde discurrir. El mundo y la naturaleza son multiformes. También los seres humanos. También la sexualidad humana ¿Natural o antinatural? Es obviamente natural. En cambio, nada es tan antinatural y aberrado y corrompido y perverso como la homogeneidad, la uniformidad, el gris invariable y monótono ¿Eso quieren ustedes, obispos y pastores? Perdón, señores, pero entonces los antinaturales son ustedes.
Además hacen escandalosa exhibición de ignorancia. Hablan de las personas homosexuales –hombres y mujeres- como si de seres venidos de Kriptón se tratara. Engendros y fenómenos, con todo el poder de Supermán, pero invertido: para destruir la sociedad y la familia, corromper a los niños, romper la paz social, establecer el reino del terror. Obispos y pastores ¿es tan grande la ignorancia que ni siquiera se han detenido a pensar que muchas, pero muchas veces habrán conversado con un hombre homosexual o una mujer lesbiana? Y, cosa curiosa, al cabo el asunto habrá concluido de la forma como usualmente lo hacen todas las cosas donde dos seres humanos entran en comunicación. Nadie salió lesionado ni herido. Simplemente cada quien siguió su camino.
En fin, decía al principio de este artículo, la religión debería ser cosa que se maneje con mucho respeto. Respeto, también, hacia las minorías. Si usted tiene su fe religiosa y una moral asentada en esa fe, por favor no pretenda imponérsela a nadie más. Usted tiene todo el derecho a vivir esa fe y esa moral, pero exactamente el mismo derecho asiste a cada una de las demás personas. Y si usted es heterosexual y prefiere amar a alguien del otro sexo, entienda que esa no es, necesariamente, la mejor solución para algunas otras personas. Haga usted en su intimidad lo que quiera y con la persona que prefiera, pero no niegue ese mismo derecho a los demás.
Y construya usted su familia de la forma que mejor se le acomode, y ojalá sea una familia basada en el respeto, el amor y la solidaridad, pero entienda que otros también tiene el derecho de construir su propia familia y hacerla de la forma que mejor les resulte y alimentarla también de amor y respeto y solidaridad. Y que las diversas formas de familia pueden convivir, respetándose y en armonía. Y que todas esas familias deberían ser merecedoras, por igual, de la tutela y la protección del Estado y las leyes. Y que este Estado y estas leyes deberían cobijar sin distingo a todos y todas, independientemente de la fe religiosa o la orientación sexual de cada quien.
Apoyo. Victoria Borbón.
Como humanista apoyo esta lucha justa !!!! Vicky Borbòn.
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