La declaración conjunta presentada el 1º de diciembre de 2006 ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU por 54 Estados de 4 de las 5 regiones de la ONU insta al Consejo de Derechos Humanos a "dar la debida atención a las violaciones de derechos humanos basadas en la orientación sexual y la identidad de género" y elogia la labor de la sociedad civil en esta área, además de hacer un llamado a "todos los Procedimientos Especiales y órganos de los tratados a que continúen incluyendo las violaciones de derechos humanos basadas en la orientación sexual y la identidad de género dentro de sus mandatos pertinentes".
Como se reconoce en dicha declaración y se ratifica en los Principios de Yogyakarta, la protección efectiva de los derechos humanos es verdaderamente responsabilidad del conjunto de la sociedad y de los Estados.La plena vigencia de los derechos humanos para todos y todas no podrá lograrse mientras subsistan áreas en las cuales el ser humano no pueda manifestar su afectividad con libertad y enfrente cotidianamente situaciones de odio, rechazo y exclusión por parte de individuos o instituciones, sin que sea debidamente protegido en su integridad psicofísica por el Estado.
Debemos exigir la igualdad y la igual protección de la ley en todos los ámbitos de los derechos: civiles, políticos, sociales y económicos.Y esta igualdad de derechos se debe plantear en los términos de "iguales derechos y oportunidades para todas las personas, sin reparar en el grupo familiar del que formen parte, tenga éste su origen en la filiación, en el matrimonio o en la unión de dos personas, con independencia de su sexo y orientación sexual, que convivan en análoga relación de afectividad" tal como lo fundamentara la petición del grupo de diputados socialistas de una provincia argentina en su demanda de sancionar la Unión Civil para parejas del mismo sexo.
No debemos bajar nuestras demandas como población LGBTT, todas las personas tenemos derecho a vivir dignamente y a unirnos con las mismas garantías que la ley prevé para las parejas heterosexuales.
La Unión Civil para las personas del mismo sexo es un paso más en nuestra lucha contra la discriminación, la criminalización, el despido laboral y el impedimento para ingresar a instituciones religiosas, educativas o de esparcimiento por nuestra condición. Muchos países de nuestra región registran crímenes de odio que van desde la violencia verbal y física hasta asesinatos.
Toda ley que penalice la homosexualidad, el lesbianismo y la trasexualidad o no lesgisle a su favor viola el derecho internacional de no discriminación, el derecho a la vida, a vivir sin violencia y sin tortura, a la privacidad, al acceso a la justicia y a no ser detenidas arbitrariamente.Todo forma parte de la misma lucha, nuestras consignas son las de los compañeros y las compañeras de Costa Rica: Sí a una sociedad inclusiva. Si a los mismos derechos para todos y todas. Sí a la Ley de Unión Civil de Parejas del mismo Sexo Diana CorderoColectivo de Lesbianas Feministas Josefa Camejo
sábado, 26 de julio de 2008
Los derechos humanos son inalienables y no se negocian ni se parcializan. Diana Cordero.
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