domingo, 27 de julio de 2008

No nos dejemos intimidar. Marcela León

Me parece increíble que aquellos que se denominan cristianos discriminen a sus hermanos, no puedo creer que se realizara una marcha en contra de uno de los derechos más básicos de las personas. En nombre de Dios se siguen cometiendo atropellos e injusticias. No es posible que en un país que se considera democrático se segregue a una parte de nuestra población. No debemos permanecer callados. Me uno a todos y todas las personas que en este momento luchan por sus derechos, sigan, no permitan que los intimiden aun existimos personas que creemos en los derechos de todos y todas.
Marcela León

Así es. Patricia Quirós

Totalmente de acuerdo con dicho proyecto, debemos ser libres de pensamiento y de hecho asì que cuenten con mi colaboración.

Apoyo Solidario. Ceci Montero

apoyo la lucha de las personas condistinta orientación sexual a la socialmente aceptada sigan así y lo lograran

Por el amor en todos sus matices. María Camacho

Nuestra sociedad se jacta de ser liberal, limpia de prejuicios, pero que tan lejos está esa concepción de lo que ocurre realmente. Si bien el tabú de las preferencias sexuales distintas a la heterosexualidad ha aminorado, sigue siendo precisamente eso, un tabú. Continúa la discriminación y el repudio hacia la comunidad GLBT por parte de muchos que no toman conciencia de los derechos humanos. El amor es un derecho de todos, y expresarlo libremente y con equidad también lo es.Por un NO a la homofobia y a la discriminación, por un SI al amor y a la unión entre parejas del mismo sexo, doy mi apoyo al proyecto de ley Nº 16 390.

El privilegio que se adquiere con el tiempo. Alejandro Zúñiga

El privilegio que se adquiere con el tiempo
Por Alejandro J. Zúñiga Poveda
"Cuando perdemos el derecho a ser diferentes, perdemos el privilegio de ser libres" - Autor desconocido

Es difícil de comprender por qué a las personas les cuesta tanto aceptar que los derechos humanos y civiles recaen por igual en todas las personas sin distingo de raza, género, status socio-económico, orientación sexual, etc.
El ser gay/lesbiana no es una opción, representa un aspecto inherente de los seres humanos que lo son, al igual que lo representa ser heterosexual, con la diferencia de que, la heterosexualidad es impuesta como norma social, es lo que socialmente se "debe ser". Sin embargo, la homosexualidad deviene un aspecto más del ser, es un gusto, una orientación que está ahí, que crece y se desarrolla en el individuo sin que este lo pida, simplemente se es, de la misma forma que me es inexplicable el por qué me gusta más el chocolate respecto de la vainilla, no fue mi elección, simplemente mi paladar fue predeterminado para que mi gusto por el chocolate fuera mayor, superior o definitivo respecto de la vainilla, ¿podría explicar esto? No lo creo, al igual que no se puede explicar el por qué del deseo o la atracción que se tiene por el mismo sexo respecto del opuesto o viceversa para el heterosexual, o se podría decir más bien hetero(determinado)sexuado, porque qué pasaría si la crianza de los niños y las niñas no fuera condicionada a la hetero-determinación de su orientación sexual; desde que se es niño se le condiciona al azul o al rosado dependiendo de lo que un médico vio en el neonato a la hora de salir del vientre de su madre.
Y es que desde ese momento se le dice al niño que debe jugar con bolas y carritos y a la niña con trastes y muñecas, entran al kinder y se les dice casi como una exigencia, si ya tiene o conoció a una chiquita si se es niño o a un chiquito si se es niña, cuando para el infante en ese momento lo único importante es si se hizo tal juego, si se coloreó o si se jugó con plasticina.
Este condicionamiento del ser es el que creo que hoy nos hace enfrentarnos a personas que sólo saben ver en blanco o negro, porque los grises les atemorizan, no tanto porque sean malos o peligrosos sino porque se nos mostró que solo existen colores puros y cualquier cosa que se salga de esa norma asusta o es prohibido.
Quizás esta introducción haya sido algo larga, pero si el colectivo social, los legisladores y demás grupos en contra no comprenden que la homosexualidad ha existido desde tiempos inmemorables, existe actualmente y existirá hasta el fin de los tiempos, que no es una opción sino algo inherente del ser y que más bien legislar los derechos de este grupo minoritario y en específico las uniones entre personas del mismo sexo, no es más que asegurar que los derechos inherentes, en principio inviolables, inalienables e iguales para todos, sean respetados sin distingo y en igualdad de condiciones, respecto de los derechos que gozan las personas heterosexuales. Aquí se podría hacer un ejercicio de inducción para las personas heterosexuales que gozan de sus derechos a plenitud, ese goce es algo que no aprecian, algo que no valoran porque los tienen per sé, porque no deben ni siquiera esforzarse por pensar en ellos ya que ahí están, son parte de su ser, les pertenecen por el simple hecho de ser y de vivir en un país de derecho que se los respeta. No obstante, ¿qué sentirían si pensaran sólo por un minuto, en vivir en este “país de derecho”, “democrático”, “pacífico” y de pronto se vieran enfrentados a que estos derechos de los cuales gozan fueran arrebatados?, ¿ se sentirían igual?, ¿se sentirían respetados?, ¿se sentirían cómodos?, ¿sentirían que es justo verse despojados de los derechos que les pertenecen solo por el hecho de vivir en este país, “amante de la justicia social”, que se vanagloria de “respetar los derechos humanos”, de ser un país de “gente amigable”, “pacífica”, “hospitalaria”, “ciudadanos de un país democrático”… Sin embargo, este alarde sumado al aspecto de ser un país de personas supuestamente religiosas, católicas o cristianas, fieles representantes de los valores y principios de amor, austeridad, solidaridad, de ayuda y conmiseración al prójimo vienen a quedar resumidos en publicaciones, espacios en radio y marchas que pregonan los valores, la familia y los principios cristianos de amor, auxilio y solidaridad, pero que vienen a su vez teñidos, disfrazados y enmascarados en el odio, el repudio y la discriminación que “supuestamente merecen los homosexuales” y por supuesto hacer campaña para que otros seres humanos creados a su imagen y semejanza, conciudadanos, también hijos de Dios, sean desprovistos de derechos que les son otorgados en igualdad de condiciones como se les otorgaron a ellos.
Pero no, la ética intachable, incólume de cristianos y católicos ve bien que un grupo de personas caminen y hagan ‘circo, maroma y teatro’ para que a estas personas no se les protejan ni se les respeten derechos adquiridos por el simple hecho de ser seres humanos que viven en Costa Rica, país de derecho, país respetuoso de los derechos humanos y oficialmente católico. Pero dentro de su moral fanático-cristiana esto debe ser bien visto, les otorga participación, protagonismo, ya que de vez en cuando es bueno meterse la Biblia debajo del brazo, principalmente cuando conviene y les permite expiar culpas, complejos y tapar otros pecados cometidos en todas las esferas desde su jerarquía hasta en la feligresía.
Cada persona tiene derecho a vivir su religión, sus creencias, apoyarlas y sentirlas en mayor o menor intensidad, eso sí, siempre y cuando este no atente contra el bienestar, la integridad o los derechos de otro ser, porque ahí sí que hay un problema grave, porque si predico amor al prójimo y no doy testimonio de ello en mi actuar, como puedo pretender ser juez y parte y decir a quiénes sí y a quiénes no se les debe aplicar tales y cuales derechos, actuar así sería una actitud vanidosa, pretenciosa y arrogante por parte de estos grupos activistas cristianos, porque sería casi como adjudicarse el poder de la Sala Constitucional o de representantes de las Naciones Unidas para decir qué derechos son aplicables y cuáles no, a determinadas personas.
No pueden politizar la religión, eso sería contradecirse a si mismos y a sus principios, eso sería satanizar las enseñanzas de amor al prójimo que profesan. Quizás lo que más ha causado mella a las iglesias y a la sociedad ha sido el mal uso que los medios han hecho de la palabra “matrimonio” al referirse a la legalización de estas uniones. En realidad la lucha es por el reconocimiento de los derechos que el tiempo otorga a parejas que han vivido juntas por períodos considerables de tiempo, han forjado un patrimonio y han alcanzado el rango de estabilidad necesaria para considerárseles un núcleo familiar, tal y como se hizo con la legalización de las uniones de hecho entre las personas heterosexuales. Lo que se quiere es el respeto a derechos que solo la convivencia, el mutuo auxilio, la compañía, el compañerismo y más importante, el amor, han alcanzado y logrado adquirir aquellas parejas que han convivido en relaciones muchas veces más estables que las mismas parejas heterosexuales…
“Derechos iguales, no derechos especiales… Algún día la Constitución será para todos…” – Autor desconocido

Enviar Fax. Jorge Arturo Rodríguez

HolaEn días anteriores no pude evitar escuchar una campaña de la Iglesia Católica donde pedían enviar un telegrama a la Comisión de Derechos Humanos de la Asamblea Legislativa con un mensaje de oposición al proyecto de Uniones Civiles entre personas del mismo sexo. Se me ocurre que podemos hacer lo mismo pero manifestando apoyo al proyecto.... El método es muy fácil: Es sólo llamar al teléfono 123 de RACSA y pedir un telegrama para la Comisión de Derechos Humanos de la Asamblea Legislativa con el siguiente texto: Yo, NOMBRE APELLIDO APELLIDO, cédula 0-0000-0000, ciudadan@ costarricense, deseo manifestar mi apoyo para la aprobación del proyecto de ley Nº 16 390 sobre Uniones Civiles entre Personas del mismo sexo, el cual se encuentra en discusión en la Asamblea Legislativa. Cuesta aproximadamente 600 colones (no recuerdo bien el monto) y será cargado en el recibo de teléfono. Es un costo muy inferior para ganar el respecto que las personas homosexuales se merecen en este país y el mundo entero. Gracias

Existen tantos prejuicios. ASOC. MUJERES UNID EN SALUD Y DESARROLLO

Compañeros y compañeras. sigan adelante con su lucha.No es facil en esta sociedad, en la que existen tantos pejuicios y mitos en relación a nuestrasopciones de vida, si estan no encajan en la norma que otros han definido como las normales o estandar, las que dicata muchas veces la doble moral, las que desde una posición filosofica quieren definir lo correcto e incorrecto, lo bueno y lo malo, lo normal o anormal, por eso. en un medio tan patrialcal, machista, misogeno, la lucha que ustedes estan dando no es facil, y no importanta cuanto avancen, lo importante es que estan caminando, y ese caminar no debe parar nunca, en algun momento las emtas serán alcanzadas. Ojala sea pronto, pero si no lo es no hay que dejarse vencer.
Adelante
Un saludo solidario.
Enid Crz Ramírezenemusa@gmail.com

Por el fin de la exclusión. Juan Huaylupo

Es un derecho de las personas elegir a su compañer@ sentimental. Por el fin de la exclusión.Soy heterosexual.
Juan Huaylupo Alcázar
80076-0805

Matrimonios y divorcios. Mariela Fletes

Matrimonios y divorcios
Sin ser de quienes va en contra de los que están en contra de los contrarios, me tiene podrida ver como siempre, desgraciadamente así es: SIEMPRE. Las "iglesias" o grupos de religiosos de algún nombre en particular se oponen a la felicidad y tranquilidad de los demás que nada les están haciendo.
Viven buscando pecados, señalando al "descarriado", "orando" por la paz mundial.Y le dan vuelta a sus parejas, chismean destruyendo al prójimo, corren la cortina para ver a quien criticar hoy. No es una norma universal, pero está universalmente difundido en los "come santos, caga diablos".
Hace días se viene hablando que si se da la oportunidad de que los homosexuales, que como psicóloga y con toda la ciencia apoyándome lo digo: no son enfermos, ni perversos ni degenerados (cualquier asociación libre con un sacerdote es mera coincidencia, no "os asustéis"!), tengan derechos legales.
A quién le afecta que dos "gays", o como diría Sabina, es mejor decir "maricones", es más castizo y menos "cursi", puedan heredarse bienes o protegerse x medio de la seguridad social en caso de enfermedad? Seguirán teniendo su preferencia sexual porque eso no se "cura" ni se cambia, es su preferencia y ya.
El asunto claro está, en que si acaso se "asemeje"al sagrado "Matrimonio". Qué es el matrimonio? Qué de sagrado tiene? Dos personas que se quieren deciden unirse, y en la mayoría de los casos, al menos en la sociedad occidental del 2008, lo hacen más por convencionalismo social que por otra cosa (un poco de miedo o culpa por aquello...), es decir, se "casan" porque así está en el "manual", es lo que procede, va en el orden social. Con velos, iglesias, flores y una borrachera pagada para amigos y familiares. Así es.
La gente se casa, y se seguirá casando,la gente tiene sexo, y lo seguirá teniendo,la gente tiene hijos, y seguirán viniendo,la gente tiene sexo por placer, no por procreación, y lo seguirá disfrutandola gente heterosexual lo es, y lo seguirá siendo,la familia existe, y seguirá existiendo (en sus modalidades hijos solos, TV-nanas, etc...),los homosexuales entre sí se prefieren, y lo seguirán haciendo.
Qué le importa a una congregación religiosa lo que cada quien haga con su vida?
Se creen dueños de la verdad, son los "expertos" en moral.Moral sería, a modo de ejemplo, que los evangélicos que hoy gastaron millones de colones en una plana entera en el periódico La Nación, hubieran dado de comer a tanto pobre que hay por estas tierras.
Hoy es el asunto de los "gays", mañana será por las prostitutas, luego por el divorcio, luego por la juventud "descarriada", proyectan todas sus desgracias en personas que con ellos no solo nada tienen que ver, sino que tampoco quieren de ellos nada saber.

Marcha medieval del sábado...este mundo va para atrás.- Jorge Arturo Rodríguez

Marcha medieval del Sabado... este mundo va para atrás...

El sabado en San Jose se mostró una marcha llena de personas que deberían haber nacido mil años atrás, donde sus pensamientos medievales hubieran estado al dedillo con la época. La oposición que estas personas manifiestan carece del más completo sentido común.


Manifestándose en contra de la felicidad de un grupo al cual nunca han dejado de ponerle el zapato encima y tratarlos como abominaciones a los ojos de Dios. Yo les pregunto a los pastores de esas Iglesias evangélicas en que les afectan que dos personas del mismo sexo legalicen una condición... ¿Acaso la ley dice que los homosexuales se van a casar todos en la Iglesia Evangélica de Costa Rica por acatamiento obligatorio? Sigo sin entender el cuento de la fractura a la estructura de la familia con este proyecto de Ley ¿Acaso con la desaprobación se acaban los gays? ¿Acaso con esto los gays tendrán que irse a vivir por separado? ¿Acaso con esto los miles de hogares heterosexuales donde el padre es alcohólico y golpea a su esposa o la madre cabeza de hogar con sus hijos en penurias se van a resolver?

No veo y seguiré sin verlo cual es el ESTORBO que tiene esta gente con esto de la UNION CIVIL (nada de uníón religiosa o cosa similar) entre personas de ambos sexos.Me permito decir, sin temor a equivocarme, que las personas que todos los fines de semana en sus cultos se dan fuerte en el pecho pero se manifiestan contra este tipo de leyes manifiesta una forma muy clara de HIPOCRESÍA. ¿Porque lo digo? muy sencillo... el amor al prójimo que la Biblia profesa lo dejaron en la casa ayer cuando salieron a la calle. Se mostraron como criaturas intolerantes, discriminatorias, homofóbicas....

Su Dios no es el mismo que el mío, porque yo aprendí que Él nos ama a todos por igual....

Jorge Arturo Rodríguez

Respeto a los DD.HH.- Andrés Castillo Vargas

Por respeto a los derechos humanos y al principio de igualdad que los inspira. Apoyemos este proyecto de ley. Ya es hora que nuestro país reconozca la igualdad de derechos de las parejas del mismo sexo.

Andrés Castillo Vargas

Por el Derecho a Ser- Ana Marcela Dumani Echandi

POR EL DERECHO A SER

Ser "distinto" siempre ha sido motivo de discriminación, por el simple hecho de que si admitimos que existen diferentes formas de pensar, de ser, de sentir, de conocer, de analizar y de valorar, debemos aceptar también que no existe una verdad absoluta, y por lo tanto mantener y perpetuar el poder que impone el grupo dominante resulta mucho más difícil. La ignorancia es la causa de las posiciones rígidas y déspotas. Hay padres y madres que temen las diferencias simplemente por el hecho de que criar a un hijo o una hija con la apertura mental para ser respetuoso/a de ello es complejo: se necesita no ser un/una ignorante, se necesita también una condición humana especial y una grandísima responsabilidad y amor en el acto de criar, en el cual debe predominar el diálogo, la ternura y el respeto. Criar a un hijo o a una hija con la apertura mental suficiente como para aceptar las decisiones que esa persona elija para su vida, es también complejo.

Muchas veces se confunde lo "distinto" con lo "malo". Pero nada más erróneo ni hipócrita que esto. ¿Cuántos "iguales" hay, vaciados completamente de humanidad, de bondad, de solidaridad, de honradez, de capacidad de amar, y de tantas cosas más?Pero ¡qué maravilla que existan las diferencias!! Es lo que nos hace crecer como humanos!!! Si una sociedad no reconoce y acepta la diversidad en su seno, es una sociedad retrógrada, antidemocrática, violatoria de los derechos humanos, desconocedora de la realidad de su población.

Apoyo esta ley, como también apoyo todo avance en el derecho a SER CADA VEZ MAS HUMANOS.

Marcela Dumani Echandi

La orientación sexual también es un asunto de derechos humanos. Daniel Soto

LA ORIENTACIÓN SEXUAL TAMBIÉN ES UN ASUNTO DE DERECHOS HUMANOS
Autor: DANIEL SOTO
La Violencia se manifiesta en muchas formas, unas a través de actos físicos en contra de ciudadanos y ciudadanas de Costa Rica, otra formas de violencia es por medio de la escritura, o marchas. Estos actos, aunque parecieran pasivos, llegan a las mismas conclusiones de violencia. El temor de una persona de ser quien es, por ser expuesto en el trabajo, en la escuela, en la calle es una forma de violencia. El temor que una persona vive que su compañero o compañera fallezca y ni siguiera tenga el derecho a ser parte del sepelio o consolada por su pérdida es una forma de violencia.
El negar el derecho de que la pareja de un o una costarricense herede los bienes que ambos acumularon durante los años de trabajo mientras estuvieron juntos, es una discriminación y acto de violencia en contra de una persona cuyas leyes no protegen.
El asumir que una persona gay o lesbiana no es parte de la familia y por ende no tiene el derecho de formar una, es además de discriminación es un acto de violencia en contra de una gran parte de nuestra población. Todo gay y lesbiana además de su compañera o compañero tiene padres, hermanos, sobrinos, abuelos y en muchos casos hijos e hijas. Esto constituye una familia. Negarle el derecho a formalizar una familia es un atentado en contra del núcleo familiar de nuestro país.
La prohibición de la discriminación está en el centro de cada uno de los principales instrumentos de derechos humanos de las Naciones Unidas (ONU) relativos a la administración de justicia, como son el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, los Principios Básicos de la ONU para el Tratamiento de los Reclusos, el Conjunto de Principios de la ONU para la Protección de Todas las Personas.
La discriminación significa privar a ciertos grupos de igual protección de la ley frente a la violencia dirigida contra ellos en forma de agresiones racistas, violencia doméstica o crímenes por odio homófobo. Estas manifestaciones violentas de los prejuicios suelen verse favorecidas por la inacción oficial. El procesamiento de los torturadores y el resarcimiento de los daños sufridos por las víctimas son elementos imprescindibles en la batalla para erradicar la tortura. Al obstruir el curso de la justicia, la discriminación refuerza la impunidad de los torturadores ya que les transmite el mensaje inequívoco de que pueden actuar libremente, sobre todo si torturan a personas procedentes de grupos sociales, políticos o étnicos marginados a los que la sociedad en general no escucha, cree ni defiende.
Según establecen las normas internacionales de derechos humanos, los gobiernos tienen la obligación de abordar la discriminación en todas sus manifestaciones. Deben adoptar medidas esenciales para garantizar el derecho de todas las personas a no ser torturadas ni maltratadas. Deben revocar toda legislación discriminatoria que propicie la tortura y niegue la igualdad de acceso a la justicia. Deben ofrecer protección efectiva frente a la violencia en el conjunto de la comunidad. Las leyes y las instituciones del Estado han de abordar las causas originarias de la discriminación, y no reproducirlas o fomentarlas con fines políticos.
La Declaración Universal de Derechos Humanos reconoce "los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana" y el que todas las personas han de gozar de los derechos y libertades proclamados en esa Declaración "sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición". Las normas y mecanismos creados desde que se adoptó la Declaración Universal han reconocido y ratificado hace mucho tiempo el principio de no discriminación en relación con la orientación sexual.[1] <
http://mail.google.com/mail/?ui=1&ik=f8460b49fb&view=cv&search=inbox&th=11b5ad5079dd1c44&ww=779&cvap=36&qt=&zx=c60ggylg0jrf#11b5ad5079dd1c44__edn1>
"Los derechos sexuales son derechos humanos […] El foro de Naciones Unidas cuenta con un largo historial de defensa de asuntos relacionados con la sexualidad y los derechos humanos y esta herencia se mantendrá hasta que todas las personas tengan libertad para ejercer todos sus derechos humanos sin sufrir discriminación de clase alguna. Las vidas y la seguridad de innumerables personas en todo el mundo dependen de ello."
La cuestión de los derechos sexuales se reveló como un tema común a varias de las resoluciones presentadas durante el periodo de sesiones de la Comisión en el año 2004. Paul Hunt, Relator Especial sobre el derecho a la salud física, señalaba en su informe de 2004 que "[...] la sexualidad es una característica que comparten todos los seres humanos. Es un aspecto fundamental de la dignidad del individuo y ayuda a definir a la persona" (E/CN.4.2004/49, apartado 54). Sin embargo, también quedó demostrado que la cuestión de la sexualidad era utilizada por algunas delegaciones, entre ellas, como la razón para intentar negar a los individuos el disfrute completo de sus derechos humanos.

[...] el término "discriminación" [...] debe entenderse referido a toda distinción, exclusión, restricción o preferencia que se basen en determinados motivos, como la raza, el color, el sexo, el idioma, la religión, la opinión política o de otra índole, el origen nacional o social, la posición económica, el nacimiento o cualquier otra condición social, y que tengan por objeto o por resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de igualdad, de los derechos humanos y libertades fundamentales de todas las personas.
Observación General 18 del Comité de Derechos Humanos, órgano de expertos que vigila el cumplimiento del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos por parte de los Estados.
El Comité de Derechos Humanos ha instado a los Estados a revocar las leyes que tipifiquen como delito la homosexualidad, y también a proclamar en su Constitución y en otras leyes fundamentales la prohibición de la discriminación basada en la orientación sexual.
La tortura y los malos tratos a gays, lesbianas, bisexuales y transexuales por parte de funcionarios del Estado no es sino la punta del iceberg de la violencia dirigida contra estas personas. Para muchos, la experiencia más habitual de la violencia estará en sus hogares, escuelas y lugares de trabajo, o en la calle. Mientras que el agresor y el escenario de dichos abusos puede variar, en la raíz de toda forma de violencia homófoba están la ignorancia y los prejuicios que impregnan la sociedad, la discriminación y la represión oficial, y la impunidad de que disfrutan los responsables.
Debido al estigma que conlleva la homosexualidad en muchas culturas, las personas que denuncian públicamente la violencia o los malos tratos infligidos a gays, lesbianas, bisexuales y transexuales a menudo son ignoradas, marginadas o maltratadas. La aquiescencia oficial permite que aumente la violencia contra estas personas oculta tras un velo de silencio e indiferencia. Éste ha sido especialmente el caso de la violencia contra las mujeres. Aunque algunos gobiernos pretenden negar que esa tortura existe —y hasta que en su país existen homosexuales—, otros la justifican abiertamente en nombre de la moralidad, la religión o la ideología. De una u otra forma, la consecuencia es que la tortura se sigue practicando y un sector de la población queda especialmente expuesto a sufrirla.
Sin embargo, ha surgido en todo el mundo un movimiento vehemente que hace oír su voz para acabar con la conspiración de silencio que envuelve la discriminación y la violencia contra gays, lesbianas, bisexuales y transexuales. Este movimiento cuestiona la retórica de los gobiernos que pretenden negar el hecho de que en todas las culturas se manifiesta la identidad homosexual o la conducta homosexual.
[1] <
http://mail.google.com/mail/?ui=1&ik=f8460b49fb&view=cv&search=inbox&th=11b5ad5079dd1c44&ww=779&cvap=36&qt=&zx=c60ggylg0jrf#11b5ad5079dd1c44__ednref1> Véase, por ejemplo, la decisión de 1994 del Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en el caso de Toonen v. Australia, según la cual las leyes que penalizan la homosexualidad conculcan las cláusulas sobre derecho a la vida privada y no discriminación del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Recientemente, el Comité de Derechos Humanos resolvió que la negación de prestaciones por jubilación a los miembros de una pareja del mismo sexo viola el derecho a la protección igualitaria ante la ley en virtud del mismo Pacto (Caso 941/2000: Young v. Australia).

Apoyo al proyecto de Uniones de Hecho. Juan Ignacio Castillo

Mediante este correo, Juan Ignacio Castillo Chaves, cédula 1.973.325, costarricense, manifiesta su apoyo al proyecto de uniones de hecho.
Cualquier firma, manifestación de apoyo u otro soporte, sírvanse contar conmigo.
Saludos y apoyo en la iniciativa.

Muchas cosas nos debemos aún los seres humanos. Julia Ardón

Muchas cosas nos debemos aún los seres humanos.Una de ellas: el reconocimiento a la maravilla de la diversidad y el derecho de toda persona que se ame a formalizar si lo desea su relación ante la sociedad.
Que crezca el movimiento del respeto a la diversidad.Que el reconocimiento de la pareja no se exclusivo de ningún grupo e incluya a cualquiera.
Un abrazoJulia Ardón

http://juliaardon.blogspot.com/

Otro mundo es posible! Natasha Jiménez

Si bien es cierto que la población trans o intersex no está todavía contemplada en el proyecto para las uniones entre parejas del mismo sexo, me uno a ustedes brindándoles mi apoyo y solidaridad con la causa.
Otro mundo es posible!
Natasha Jiménez
MULABI/
Espacio Latinoamericano de Sexualidades y Derechos
Costa Rica

La marcha de odio. Carlos Hernández

El día de hoy asistí a la marcha convocada por los grupos evangélicos. Además de ser una celebración religiosa al aire libre, estruendosa y llamativa, fue un claro llamado a la discriminación y la intolerancia. Es ridículo haber visto a un diputado asistiendo a este evento, saludando a la gente en pleno ejercicio de la demagogia e hipocresía absoluta. La manifestación, contraria a lo que se menciona en la prensa, en su punto máximo de concentración (frente al Centro Colón) llenó a lo sumo una cuadra. Es importante la libertad de expresión, pero por favor, si existe el deso de manifestarse, hablemos con la razón y el sentido común (sobre todo con respeto hacia el prójimo). La misma marcha no explicaba bien de qué se estaba "defendiendo" a la familia. Aparte de todo esto, es muy grave el hecho de que existan líderes religiosos y políticos que invoquen a cientos de personas a un evento disfrazado de "marcha pacífica". Mas allá de una demostración religiosa, fue una clara manifestación de lo que puede pasar al mezclar el fanatismo religioso con los prejuicios de la gente. Disfrazados de blanco, para denotar "pureza" (recordemos el KKK), algunos miles de personas asistieron justamente a lo que necesitaban: un espacio facilitado para expresar sus prejuicios y miedos, usando como fundamento citas de la Biblia y hablando en nombre de Dios. Contra el fanatismo religioso de la gente no hay nada posible por hacer. La razón y los argumentos lógicos no pueden contra eso. Esperemos que el juicio de los diputados con sentido común, que legislan para toda la sociedad por igual (y no para sus creencias religiosas) pueda estar sobre este tipo de manifestaciones.

Carlos Hernández