Esta claro que las asociaciones católicas y/o evangélicas estarán en contra de estos proyectos por su poco raciocinio.
Creen en un libro plagado de barbaridades y mal escrito como la palabra de uno de miles de dioses que han tenido los seres humanos a través de los siglos. Seguirán con esta cruzada estúpida especialmente el clero nacional, pues ya están perdiendo bastante terreno de dominación. Ya no se les toma en cuenta en las decisiones importantes y muy posiblemente, espero, que el estado costarricense sea laico en un futuro próximo.
Las bases que sustentan sus afirmaciones no tienen ningún estudio científico y son únicamente prejuicios, tan comunes en la religión, y mas peligrosos pues han enviado a varios millares a la horca o la hoguera, sin contar con los compendios de tortura extrema formulados por los devotos al dios ignorante y genocida de la biblia. Como heterosexual no veo nada de malo en las relaciones del mismo sexo. Al contrario, me parece abominable la violación pederasta sistemática que tiene la iglesia católica romana, y su descaro de excusarse en muchos casos echando culpa a la víctima. Sencillamente no tienen ninguna autoridad moral para venir a decirle a la población civil costarricense cuales deben ser las orientaciones sexuales de cada uno, si la de ellos es realmente la única más torcida y retrógrada que existe. La lucha que libran para permitir las uniones del mismo sexo es una pequeña parte de la gran lucha que debemos dar para separar definitivamente las cuestiones religiosas de la sociedad y tener por ende una sociedad realmente pluralista y libre, lejos de los prejuicios religiosos e ideológicos que nos dominan, aunque no lo queramos reconocer.
Paulo Acevedo GonzálezAsesor Líder en ventasAdvertising and Promotion S. A
jueves, 24 de julio de 2008
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