13 de Julio de 2008
Señoras y Señores Diputados
Reciban un cordial saludo de mi parte. Por medio de la presente quiero referirme ante uds. sobre el tema de la legalización de las uniones de homosexuales.
En las últimas semanas he visto en los medios de comunicación nacionales diversas opiniones en contra al proyecto de ley que pretende legalizar las uniones de parejas del mismo sexo. No he visto ni un solo argumento que me haga pensar que este proyecto traerá consecuencias negativas a la sociedad costarricense.
Las razones que utilizan quienes se oponen a este proyecto son básicamente de naturaleza religiosa, haciendo en muchos casos referencia a la llamada "ley moral natural" dictada, según ellos por Dios. Uds. como personas cultas que son, deben reconocer que la moral de las sociedades ha cambiado a lo largo de la historia. Quienes utilizan el argumento de que la homosexualidad va contra esa supuesta ley, parecen ignorar este hecho. Parecen no recordar, que en épocas pasadas, la ley moral del momento dictada supuestamente por Dios, avalaba acciones que hoy nos parecen aberrantes, como lo son la esclavitud, el machismo, el asesinato de los "infieles", cruzadas, muerte en las hogueras, el racismo y la xenofobia. ¿Cuantas atrocidades no se cometieron y cuanta sangre inocente no fue derramada en el pasado, en nombre de una "ley moral natural" de inspiración divina? ¿Cuántos años se retrasó el conocimiento, por culpa de pretender mantener como inmutables dogmas religiosos en una sociedad dinámica y cambiante?
Afortunadamente, la sociedad avanzó, la humanidad se dio cuenta de sus errores, se dieron otras interpretaciones a las partes que las escrituras sagradas de cada credo que apoyaban las acciones antes mencionadas, y la calidad de vida de muchísima gente se vio mejorada. Por desgracia, aún en épocas modernas se siguen utilizando argumentos de este tipo sin tomar en cuenta nuestra susceptibilidad de malas interpretaciones de textos antiguos escritos bajo un contexto completamente diferente al nuestro, e ignorando una enorme cantidad de hechos que hoy sabemos. La consecuencia de estas malas interpretaciones en nuestras sociedades democráticas modernas es la injusticia.
Les recuerdo que Uds. son representantes de todo el pueblo de Costa Rica. Ese pueblo está compuesto por gente de diversas creencias, géneros, razas y si, también preferencias sexuales. Como representantes de un pueblo no deben dejar que sus creencias religiosas personales, cuales quiera que sean, se interpongan a la hora de cumplir con su deber de analizar objetivamente un proyecto de ley, que como en este caso, otorgaría derechos hoy inexistentes a un grupo de la sociedad que por largo tiempo ha sufrido el rechazo, la discriminación y los prejuicios. Si existe un Dios, y este está en contra de la homosexualidad, dejen que sea El (o Ella) quien los juzgue cuando sea su momento, y que las parejas de adultos, conscientes y responsables de sus actos, tomen sus propias decisiones sin tener que someterse a creencias que quizás no comparten, o interpretan de una manera distinta a los demás.
Para terminar de referirme la intromisión de la religión en este proyecto de ley, quisiera pedirle a aquellos de Uds. que sean católicos, no se dejen amedrentar por advertencias (amenazas solapadas) de la jerarquía católica. Recuerdo que recientemente el líder de esta religión, el alemán Joseph Ratzinger conocido como Benedicto XVI, lanzó una clara amenaza de excomunión a aquellos gobernantes católicos que voten leyes que vayan en contra de las reglas católicas. Esto a mi me parece algo de lo más grave, una repudiable intromisión de un gobernante extranjero en la soberanía de las naciones y en su autonomía para tomar decisiones. Una jerarquía como la católica, que en la práctica se rige por un modelo medieval de monarquía, cuyo gobernante no es elegido democráticamente por el pueblo si no por un reducido grupo, no debe bajo ninguna circunstancia ejercer presión en asuntos de nuestro Estado.
Todos tenemos derecho a tener la creencia religiosa que sea de nuestra preferencia, pero no debemos intentar imponer nuestra visión a los demás. La iniciativa no pretende obligar a ningún credo religioso a celebrar matrimonios homosexuales, cada iglesia puede conservar el monopolio de sus creencias dentro de los límites de la misma, pero en el aspecto civil, el Estado debe ser neutral, la separación de iglesia y Estado debe ser contundente.
Les pido de corazón, analicen cuales son las consecuencias negativas que podrían eventualmente ver en este proyecto, y se darán cuenta que todas están basadas en prejuicios infundados y en la desinformación.
Quisiera ahora rebatir algunas otras razones que se han presentado contra el proyecto:
-Las uniones homosexuales constituyen una violación a los derechos del resto de la sociedad
Quisiera empezar con esta razón, por que, como hombre heterosexual felizmente casado por 5 maravillosos años, no he logrado concebir como el que una pareja de adultos responsables que bajo su propio consentimiento desean legalizar su unión y recibir el merecido reconocimiento ante la sociedad de su relación, viole en lo más mínimo mis derechos o los de mi esposa, o los de mis padres, hermanos, amigos, etc., solamente por ser del mismo sexo.
Hay actividades que claramente constituyen una violación a los derechos de la sociedad, como lo son el fumado en lugares públicos, que viola el derecho colectivo a respirar aire puro, o el conducir bajo los efectos del licor, que viola el derecho a la seguridad, o el inadecuado manejo de los desechos, que viola los derechos a un medio ambiente limpio. La violación de un derecho implica que una consecuencia de la actividad cuestionada imponga una limitación o un daño tangible sobre los presuntos afectados. En el caso de la unión de los homosexuales, no veo que se impongan ninguna limitación sobre la sociedad, ni que se cause ningún daño de ningún tipo a nadie. A nadie que no sea homosexual se va a obligar a casarse con alguien del mismo sexo ni mucho menos.
-Las uniones homosexuales violan el concepto tradicional de familia
Asumo que el concepto tradicional de familia es mamá, papá e hijos. Yo crecí en una familia así, pero muchos de mis amigos y compañeros de escuela, colegio, universidad y ahora trabajo, no lo hicieron. Crecieron en una familia "no tradicional", en donde fueron criados solo por uno de sus padres o algún familiar cercano (abuelos, tíos) y todos crecieron saludablemente igual que yo, convirtiéndose en profesionales y miembros útiles de la sociedad. Mi esposa creció sin una figura paterna a su lado, y es una maravillosa persona llena de valores, compasión y deseos de superación. ¿Cual es el inconveniente de las familia "no tradicionales"? Nuestra sociedad está llena de ellas, surgidas por las más diversas razones. Día a día vemos ejemplos de madres solteras, mujeres admirables que son cabezas del hogar y que hacen un enorme esfuerzo por sacar adelante y con orgullo a su familia "no tradicional".
-Las relaciones homosexuales son inestables y no son un buen ambiente para formar una familia
Desde hace décadas, los homosexuales han cargado con el estigma de ser un grupo con prácticas sexuales inseguras y han sido acusados de promiscuidad excesiva. Ciertamente no faltarán individuos homosexuales que incurran en esas prácticas, pero, ¿que acaso estas cosas se dan solo en los homosexuales? No podemos pretender que los heterosexuales estamos exentos en lo más mínimo de esos comportamientos. No se necesita ser homosexual para ser promiscuo. No se necesita ser homosexual para tener irresponsablemente sexo sin protección con múltiples parejas y propagar un gran número de enfermedades, los heterosexuales caen en estas prácticas, tanto o más que los homosexuales.
De forma ingenua e ignorante, mucha gente aún cree que el SIDA es una enfermedad exclusiva de los homosexuales, cuando la medicina desde hace mucho tiempo nos reveló que, sin las debidas medidas de protección cualquier persona es susceptible de contagiarse.
Sobre la supuesta inestabilidad de las parejas del mismo sexo, personalmente conozco parejas homosexuales que llevan más de 30 años de convivencia. Igualmente, conozco muchísimas parejas heterosexuales cuyos matrimonios no llegan ni al primer año. Con esto obviamente no quiero decir que las parejas homosexuales sean más estables. Mi punto es que debería ser evidente que ambos tipos de relación son igualmente susceptibles de triunfar o fracasar sin importar el género de sus integrantes. Al final lo que determina el éxito de un matrimonio es el amor, la fidelidad, la comunicación, la tolerancia, el respeto, cualidades todas que no son exclusivas de los heterosexuales. Una unión con esas características va a ser un buen ambiente para la crianza de niños.
Mucho se habla de la "santidad" del matrimonio, pero es doloroso ver en las noticias como en Costa Rica, extranjeros pueden casarse con indigentes sobornados a quienes nunca conocen personalmente, sin ninguna restricción, solo para obtener la residencia. Yo no veo a ningún grupo religioso o moralista haciendo grandes manifestaciones ni dando declaraciones contra esa situación, sin embargo se oponen a que una pareja que lleva años de amor y fidelidad pueda ver su unión legalizada basados en puros prejuicios. Eso señoras y señores, no tiene ningún sentido.
-Los homosexuales son un mal ejemplo para las futuras generaciones
Esta es otra falacia muy usada para manifestarse en contra del proyecto. Muchos de los homosexuales que conozco son grandes profesionales en sus áreas, personas trabajadoras y honradas que bajo cualquier criterio son un gran ejemplo a seguir. La preferencia sexual es una decisión personal que no debería usarse para calificar a alguien como "bueno" o "malo". ¿Como va a ser una pareja homosexual, con todas las características positivas que mencioné antes, un mal ejemplo para alguien? Este argumento lo usan como si dentro de los matrimonios heterosexuales no se dieran pésimos ejemplos de esposos que se gastan todo el dinero del mes en licor, casinos, mujeres, drogas, etc.
-Los niños criados por una pareja homosexual tenderán de adultos a la homosexualidad
Esto es falso. Los invito a analizar las estadísticas de países en donde se haya aprobado este tipo de uniones, y se darán cuenta que no hay ninguna inclinación especial de los hijos criados en este ambiente hacia la homosexualidad. La preferencia sexual de los padres no influye necesariamente en la de los hijos, y esto lo podemos comprobar al ver como los homosexuales nacen en el seno de parejas heterosexuales. La homosexualidad es algo con lo que se nace, es una característica personal, no es una enfermedad que pueda ni deba ser curada, los intentos que se han hecho de reprimir agresivamente la homosexualidad han terminado en muchos casos en suicidios.
Semanas atrás, la actual Ministra de Salud publicó un brillante artículo en el periódico La Nación (http://www.nacion.com/ln_ee/2008/junio/13/opinion1576742.html), en donde, de manera científica e informada, expone sus razones para estar a favor de este proyecto, les invito a que al igual que ella, se informen de la manera mas objetiva posible y tomen su decisión basada en los hechos. Este proyecto de ley, al concederle derechos a un grupo por años reprimido no va a hacer otra cosa que beneficiar nuestra democracia.
A aquellos de uds. que actualmente apoyan el proyecto, les agradezco en nombre de muchos otros que como yo, a pesar de no pertenecer al grupo involucrado, estamos totalmente a favor de la igualdad de derechos, y les pido que continúen su apoyo sin importar lo impopular que pueda ser, ni las amenazas de grupos poderosos opuestos irracionalmente a la iniciativa.
A quienes aún están indecisos, les pido que se informen de la mejor manera y hagan un análisis objetivo tomando en cuenta hechos y basen su decisión en eso, no en prejuicios personales, sociales ni religiosos.
A quienes se han opuesto abiertamente al proyecto, les recuerdo que uds. son representantes de todo el pueblo de Costa Rica que encierra una gran diversidad. Ni uds. ni nadie puede atribuirse la posesión de la verdad absoluta, nada en esta vida es incuestionable. Uds. están legislando para seres humanos aquí en la Tierra y mientras estén en su cargo de legisladores, solo le deben lealtad al pueblo que los puso ahí. Una parte oprimida de ese pueblo hoy les pide que sus derechos sean iguales a los de la mayoría a pesar de no compartir las mismas preferencias. La posición que uds. hoy están tomando no es diferente de aquellos que hace solo décadas avalaban la privación de derechos de seres humanos solo por que el color de su piel es diferente. Les pido que reconsideren su posición desde un punto de vista estrictamente racional y con visión de futuro emitan su voto.
Les agradece la atención prestada,
Jeudy Blanco Vega
Cédula 2-576-292
jeudyx@gmail.com
jueves, 17 de julio de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Un buen compendio de las razons que se esgrimen en contra del proyecto y su respuesta. Más tratándose de una pesona heterosexual, que muestra que, tratándose de una lucha de la comunidad costarricense, no se limita a los grupos GLBT.
Publicar un comentario