Neonazismo a la mexicana
Mujeres por la democracia /
Insurrectasypunto 23/09/2008Lo mismo veneran a la virgen de Guadalupe que azuzan a homosexuales. Tienen en Hitler a su máximo icono, pero defienden a la raza criolla. Quieren un estado católico, aunque se oponen a cualquier intervención extranjera. Se trata de los neonazis mexicanos, unidos en una red que funciona en el anonimato.
Por medio de organizaciones sin oficinas propias, reuniones en tianguis populares y asambleas privadas, la versión mexicana de los nacionalsocialistas participa de la discusión diaria de la agenda pública, discuten en foros de internet y difunden su ideología mediante libros y circulares.
Los matices e interpretaciones sobre el Tercer Reich son múltiples. Existen simpatizantes abiertos de Hitler que confiesan haber golpeados a homosexuales. En otra vertiente participa una corriente católica, apostada por la educación religiosa y un estado militarizado.
Los más radicales esconden su identidad, sólo admiten su militancia en privado y con quienes comparten su ideología. Los católicos son más mesurados e incluso critican los excesos de Hitler. Otros más, simplemente adornan sus chamarras con las cruces suásticas, que lo mismo conviven con iconos antagónicos, como el anarquismo y la hoz del comunismo.
Así de variopinto es el nazismo a la mexicana, el cual forma parte de un movimiento internacional que ha cobrado fuerza a partir de la década pasada y que en México carece de registro.
Nazismo en internet
El foro México Nacional Socialista, alojado en el sitio de discusiones de la empresa MSN, es uno de los espacios virtuales de convivencia entre los simpatizantes del movimiento nazi.
En este foro, los usuarios comparten música con letras en exaltación al movimiento, tienen su propio calendario de actividades, recomendaciones de los últimos libros de los ideólogos del nazismo, así como documentos históricos en la materia. Como cualquier grupo de conversaciones virtuales, aquí los identificados con Hitler comparten su visión sobre el panorama de su organización.
Cita el mensaje de bienvenida:
"Únete a nuestro movimiento y rescatemos a México de la mentira, la mediocridad y el conformismo. No dudes en contactarnos para cualquier asunto (...) Si crees que el nacional socialismo de hoy en día es llamado neonazi, cuidado, hay que recodar que nazi es un apodo impuesto por lo judíos en la Segunda Guerra Mundial como una burla. Es nacional socialista y no es nuevo es de años atrás. Y nunca a muerto, sólo casi desaparece, y hoy esta resurgiendo".
El intercambio de mensajes entre usuarios también cobra tintes de enfrentamiento sobre las visiones particulares del papel histórico de Hitler.
En un comentario enviado en septiembre del año pasado, un defensor del alemán se enfrentó con un sinarquista confeso, debido a que el primero considera que la Unión Nacional Sinarquista traicionó al dictador.
"SINARQUE?????????????? A SI ES DE AQUELLA PUTA RAMERA TRAIDORA QUE DIO LA ESPALDA AL REICH ES TU NPUTO MOVIMIENTO? NO CREO QUE IMPORTES" (sic), reclama el cibernauta, que utiliza el nombre de usuario "hakkenkreuz88".
También hay comentarios racistas, dedicados contra los balseros cubanos, como el enviado bajo el seudónimo de Angélica Hess: "Lamentablemente a muchos de nosotros nos ha esta preocupando un término que esta pasando en México. Estamos viendo a más de negros paseando por nuestras calles, probablemente sea por los problemas que esta habiendo en Cuba, el problema es que también nos está afectando a nosotros" (sic).
En el contenido de los mensajes se evidencia que existen contradicciones en la forma de interpretar al nazismo. Hay quienes defienden a la cultura prehispánica mexicana, mas otros la desprecian. Algunos usuarios tratan de reivindicar a Antonio López de Santana, pero no falta quien lo tache de traidor.
En lo que sí coinciden los cibernautas nazis es en el lenguaje cifrado de sus seudónimos. La mayoría emplea los números 88 y 14 al principio o final de sus nombres.
El número 88 es una forma de hacer referencia a las iniciales HH, que significan Heil Hitler. Esta letra está ubicada en el número ocho en el abecedario. El 14 es una forma de recordar una frase célebre del militar David Lee, quien alguna ocasión instó: "Debemos asegurar la existencia de nuestra raza y un futuro para nuestros niños blancos".
Los usuarios del sistema de conversaciones van creando lazos entre quienes sienten más afinidad. Así, de los foros abiertos se prosigue a otra fase: el chateo. Aquí entran ya las figuras animadas conocidas como "emoticones", que acompañan las frases de los cibernautas.
Como en cualquier sistema de intercambio de mensajes privados, los usuarios deben admitir a quien le solicite charlar con ellos. En general, los simpatizantes del nazismo son desconfiados y formulan una serie de preguntas encaminadas a conocer un poco más a su próximo contacto cibernético.
Una vez concluido este paso, el sistema de chateo toma su ritmo. Los nazis cuentan con sus propios iconos para platicar. Para darse la bienvenida, se valen de un par de personajes con cara amarilla de cuyo costado sale una mano horizontal que evoca al saludo de Adolf Hitler.
Para indicar que un enunciado es aceptado o bien recibido, de la pantalla de la computadora sale una bandera con la cruz suástica ondulándose. Un soldado montando guardia es el equivalente a la palabra "camarada", confió un nazi en una conversación a través de este sistema de chat.
Entrevistados vía chat, un par de seguidores de Hitler reconocieron su repulsión por la raza india. Se describieron como descendientes de blancos que odian, también, a los homosexuales, a quienes golpean en noches de parranda.
Estos dos personajes evitaron dar su nombre o abundar en las golpizas que propinan a personas con sexo diferente. Simplemente reconocen: como ellos, en todo el país hay más neonazis con las mismas prácticas.
Puntos de venta
Es el mercado de La Lagunilla, a un lado del tianguis de Tepito, el principal centro de reunión de los simpatizantes del nacionalsocialismo. En ese mercado se ubican tres puestos contiguos que exclusivamente se dedican a vender libros, videos, música y cualquier tipo de propaganda nazi.
La variedad de artículos comprende bustos de Hitler tallados en pasta, llaveros alusivos al Tercer Reich, sombreros de la época y carteles. En cuanto a libros, abundan los textos del articulista católico Salvador Borrego, de Traian Romanescu y prácticamente cualquier obra que hable de la denominada conspiración internacional sionista.
Tampoco faltan los autores clásicos del nazismo: Henrich Anacker, Walter Best y Hans Baumann. Abundan videos con discursos de Hitler y propaganda gráfica de la época encaminada a resaltar la época de bonanza económica de Alemania durante la primera etapa de gobierno del dictador.
Los puestos son atendidos por militantes del nacionalsocialismo que se niegan a dar entrevistas abiertas. Desde su perspectiva, todos los medios de comunicación están controlados por los judíos y la francmasonería, razón por la cual únicamente validan los textos que ellos escriben, los cuales son difundidos a manera de circulares y fotocopias. Esta característica tiene su sustento en la teoría de "la gran conspiración judía".
A los clientes y curiosos, los nazis mexicanos reparten circulares en contra de la legalización y práctica del aborto. Para sus críticos, siempre tienen palabras y ejemplos de defensa hacia Hitler.
Por ejemplo, al holocausto ellos lo llaman "holocuento", debido a que, de acuerdo con sus ideólogos, fue imposible que Hitler hubiese ordenado la matanza de 6 millones de judíos. También rechazan la posibilidad de que el artífice de la Segunda Guerra Mundial haya sido xenófobo; apuntalan su argumento con la idea de que Hitler incluso tuvo amigos de raza negra.
Cada una de sus posturas -que defienden de forma vehemente ante el reportero"está sustentada en alguno de los cientos de libros que se acumulan en los puestos. Los precios de las obras oscilan entre los 30 y 400 pesos.
Los puestos de periódicos y revistas ubicadas en Avenida Juárez, frente a la Alameda Central, también son punto de venta de obras nazis. Aunque estos libros conviven con textos de superación personal o best sellers, lo cierto es que contienen propaganda abierta a favor de Hitler.
Estos militantes, se definen como informados en la materia, y están en contra de los jóvenes que asisten regularmente a La Lagunilla vestidos con chamarras parchadas con la cruz suástica. A su juicio, ellos únicamente se visten así por moda, pero ignoran la esencia del movimiento nacionalsocialista.
En este tianguis es común ver pasear a jóvenes con peinados estilo punk, chamarras de piel y cruces gamadas.
Los matices del nazismo mexicano
En el imaginario colectivo, la palabra nazi es sinónimo de racismo. La realidad desmiente esta teoría. En la práctica, en México existen grupos variopintos de simpatizantes del nacionalsocialismo.
Existen quienes practican el catolicismo y critican los yerros de Hitler; otros más, rechazan cualquier acusación imputada al dictador, como la existencia del holocausto, y refutan que el alemán fue un ejemplo de eficiencia en la administración pública. Otros, incluso, simpatizan con el sinarquismo y el franquismo.
Otra parte abiertamente se declara racista. Está en contra de la raza latina y cualquier matiz ajeno al ario, golpean a homosexuales y actúan muy similar a las cabezas rapadas europeas, mejor conocidas como "skinheads".
Una prueba de la amplia variedad de interpretaciones históricas sobre Hitler es la postura de Fernán Gónzález, dirigente en Puebla de la Unión Nacional Sinarquista en su vertiente cívica, abiertamente enfrentada con el Movimiento por la Solidaridad, el ala partidista del movimiento que fundó Salvador Abascal.
Define González al referirse a Francisco Franco y Adolfo Hitler: "Fueron grandes líderes en su tiempo, acertaron en su política para erradicar muchos males que aquejaban a su pueblo, tanto económicos como sociales. No son esos monstruos que los medios de comunicación nos presentan, sino al contrario, son los que han dejado en mal a la política internacional y al sistema financiero mundial creando sus propias bases".
Otra es la visión de Juan Carlos López Lee, coordinador general de la Organización por la Voluntad Nacional, asociación que se asume como simpatizante del nacionalsocialismo. Explica en entrevista: "Hay conceptos políticos que tenemos en común con los grandes nacionalismos del Siglo XX, defendemos sus puntos positivos y no aceptamos la versión impuesta por los aliados. Sin embargo, en este sentido somos modernos, y creo que hay muchos más puntos de contacto con grupos como Noua Dreapta de Rumanía, Obraz de Serbia o Forza Nuova de Italia que con el Nacional Socialismo alemán.
"Desarrollamos contacto amistoso con otros grupos nacionalistas de otras partes del mundo como el Frente Integralista de Brasil y las organizaciones antes citadas. Nosotros no somos racistas ni supremacistas, valoramos nuestro origen indígena e hispánico por igual".
La Organización por la Voluntad Nacional cuenta con presencia en Nuevo León, Chihuahua, Veracruz, Oaxaca y Morelos.
López Lee justifica la creación del grupo: "Nuestra nación nació como un Gran Imperio y debe volver a serlo en el futuro. La meta suprema es conseguir que las nuevas generaciones, aquí y del otro lado del Río Bravo, luchen por restablecer la unidad territorial de la patria. "Para esto, no obstante, es necesario que también luchemos por lograr grandes cambios políticos y sociales: el reemplazo de esta república masónica decadente por un estado fuerte y que funcione bien, denunciar a los partidos que han defraudado al pueblo y combatir la cultura estadounidense degenerada que nos imponen los medios".
Otra de las asociaciones ligadas al movimiento es el denominado Partido Nacional Mexicano. En su sitio oficial, cuentan con una declaración de principios propia, integrada por trece puntos medulares. Entre ellos: elaborar una nueva constitución de corte nacionalsocialista, cambiar la organización de estados por la regionalización del país, suprimir los congresos locales e impulsar el desarrollo militar de México.
De corte similar es el Partido Nacionalsocialista de México, que evoca a discursos de Hitler: "No existe más que una doctrina política: la de nacionalidad y patria. Tenemos que asegurar la existencia y el incremento de nuestra raza y de nuestro pueblo, para que nuestro pueblo cumpla la misión que el Supremo Creador le tiene reservada".
Juan Cedillo, autor del libro Los Nazis en México, entiende la complejidad de los matices de los grupos afines a la ideología de Hitler.
¿Quién financia a los neonazis en México? Cabe recordar que muchos de los grupos políticos de derecha se conformaron durante el auge nazi en México. De hecho el Partido Acción Nacional se creó bajo el modelo de Acción de Francia, grupo que tuvo una estrecha relación con las Falanges Españolas. Los pequeños grupos de ultraderecha mexicana mantienen actualmente esos vínculos con los falangistas españoles, y entre ambos financian a grupos estudiantiles mexicanos en universidades privadas que se pueden caracterizar como "neonazis". La mayoría de estos grupos funcionan a través de Internet y sólo se reúnen esporádicamente, ¿existe una posibilidad real de que se organicen tal como están en Alemania? Sin duda que esa posibilidad está latente. La Falange española y los nuevos grupos neonazis en Estados Unidos trabajan arduamente para impulsar nuevos grupos neonazis en diversas partes del mundo. En México los seguidores de Lyndon LaRouche son un buen ejemplo sobre cómo organizaciones de ultraderecha son financiadas por grupos de Estados Unidos.
¿Actualmente existen políticos o funcionarios públicos detrás de esta ideología?
Sí existen, la mantiene oculta o la disfrazan por que no es una ideología bien vista, aunque muchos simpaticen con ella en secreto.
jueves, 25 de septiembre de 2008
Neonazis en México: rabiosamente homofóbicos (además de que a veces también son católicos)
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1 comentario:
Neonazis en México, en un país como México... ¿habíase visto cosa más ridícula? Una vez me topé con uno. Era abiertamente racista... y sí, era muy blanco, de ojos claros y tenía la cabeza rapada. Pero sus facciones, el grueso de sus labios y de su nariz delataban su mestizaje. Qué pena.
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