miércoles, 3 de septiembre de 2008

Un artículo inquietante: ¿la solución final a la cuestión homosexual en Costa Rica?

La “Solución Final a la cuestión homosexual” en Costa Rica
Lic. Juan Carlos Paniagua Soto,
Activista en Derechos Humanos
Movimiento Diversidad


La “Solución Final”, conocida también como “Solución Final a la cuestión judía” fue como se conoció en la Alemania nazi el genocidio contra los judíos durante la Segunda Guerra Mundial. Quienes la impulsaron, iniciaron con campañas y leyes (Nuremberg) que destituían los derechos humanos fundamentales de la población judía en Europa, negándoles la ciudadanía en el Reich y prohibiendo todo matrimonio mixto entre judíos y alemanes, por medio de aquella ley para la protección de la sangre y del matrimonio alemán (15 de setiembre de 1935). Luego vino el holocausto o shoah. En este período (1938 en adelante) murieron seis millones de judíos, extranjeros y homosexuales, un millón más que la actual población costarricense, por los métodos sistemáticos e institucionalizados más crueles e inhumanos, produciéndose una verdadera catástrofe histórica de enormes proporciones. Todo esto sucedió ante el silencio de millones de personas e incluso de la Iglesia Católica. El Vaticano acreditó a Hitler con el concordato del 29 de junio de 1933 y el episcopado alemán lo había capitulado poco antes, cuando Hitler dio su declaración antisemita el 29 de marzo de ese mismo año.

En Costa Rica, la Solución Final a la cuestión homosexual se gesta, curiosamente, desde la Conferencia Episcopal de la Iglesia Católica de Costa Rica por medio de dos comunicados; el primero fue removido de la página web y el segundo fue presuntamente retocado por un abogado y adaptado conforme al documento “Familia, Matrimonio y Uniones de Hecho” (2000) emitido por el Consejo Pontificio para la Familia y el documento emitido por la Congregación para la Doctrina de la Fe (2003), que antiguamente se le conocía como la Santa Inquisición.

Y en coalición a este proceso está la Federación Alianza Evangélica Costarricense (con el Diputado Guyón Massey al frente) donde han gastado millonarias campañas en los medios de comunicación y han convocado a marchas de odio, invocando la defensa de la familia, del matrimonio y del bienestar social como argumentos contra los derechos civiles de las personas homosexuales. Otros actores, siguiéndoles en obediencia responden temerariamente a dicho crimen de odio, entre ellos algunos pocos diputados, diputadas, seguidoras del Opus Dei y de otras organizaciones conservadoras internacionales con filiales en nuestro país.

Estos grupos no solo pretenden negar el ejercicio pleno de la ciudadanía a las personas homosexuales sino que también pretenden impulsar leyes regresivas que son violatorias de los principios básicos de los derechos humanos.

En sus campañas, el truco es tomar defensa de aspectos de la sociedad (familia, matrimonio, bienestar social) que en nada se ven amenazados por el proyecto de ley que reconoce la unión civil y de hecho entre personas del mismo sexo y que se encuentra en la corriente legislativa, instando además a los diputados y diputadas católicas a expresar su oposición públicamente y a votar en contra del proyecto. Es también una estrategia para medir el pulso en la Asamblea Legislativa, donde este proyecto cuenta con muy buen ambiente.

Es una campaña de manipulación y engaño que pretende hacer creer a la población costarricense que estamos ante un grave peligro, lo cual no es cierto (la famosa estrategia del miedo). El peligro es para la población homosexual que históricamente es la que ha sido brutalmente asediada, discriminada y ejecutada con los métodos más crueles e inhumanos, entre ellos: la hoguera en la Inquisición; las cámaras de gas en los campos de concentración nazi; la tortura, la cárcel y la pena de muerte en los países fundamentalistas teocráticos y en otros que se dicen democráticos.

Pero también, el estigma que se perpetúa por medio de las expresiones más irracionales, conservadoras o retrógradas de algunos grupos fascistas y sectores religiosos ponen en peligro a las personas homosexuales, aquí y ahora. Y esto ya me empieza a inquietar.


Es por eso que afirmo que la solución final a la cuestión homosexual en Costa Rica tiene varios propósitos, muy similares a los que se les aplicó a los judíos al iniciarse la campaña antisemita. Veamos las coincidencias históricas:

1. Evitar a toda costa el avance de los derechos humanos para las personas homosexuales negándoseles así su inalienable condición humana.

2. Mantener a esta población en la condición de habitantes con todos los deberes pero sin el ejercicio pleno de la ciudadanía.

3. Destituir derechos como la adopción o el ejercicio de la paternidad deseada a las personas homosexuales como un modo de perpetuar el estigma.

4. Oponerse a leyes que reconozcan cualquier forma de unión civil entre personas del mismo sexo en defensa (innecesaria) del matrimonio heterosexual, monogámico e indisoluble y la familia constituida bajo ese concepto.

5. Negar otras formas diversas de familias que han existido, existen y que son reales pero que se salen de ese modelo nuclear.

6. Promover una cultura homofóbica que obligue a las personas homosexuales a esconder su orientación sexual y con ello reprimir cualquier expresión socio-afectiva o cultural, desplazándoles a guetos o a llevar una doble vida.

7. Instaurar un policía interno en la población homosexual de miedo, culpa y vergüenza.

8. Reconocer únicamente la homosexualidad como fenómeno privado y no aceptar ningún comportamiento público, ya que “no está legalmente previsto, aprobado y convertido en una de las instituciones del ordenamiento jurídico”. Hacerlo “podría comportar modificaciones contrarias al bien común de toda la organización social”

9. Perpetuar el estigma contra los homosexuales para restringir la ocupación en cargos públicos o el ejercicio de ciertas profesiones.

10. No permitir el sacerdocio a quienes les es “demasiado obvio” la homosexualidad o si ésta haya sido asumida por el aspirante.

11. Obstaculizar permisos y movilizar comunidades para evitar reuniones o eventos organizados por las personas homosexuales que tendrían el fin de discutir aspectos de interés común a esta población.

12. Incidir en la censura de manuales, libros, películas y otros medios que traten temas relacionados con la homosexualidad de manera objetiva, científica y humanitaria.

13. Mantener la obligación de pagar todos los impuestos y con ello subsidiar a la población heterosexual, pues no todos los derechos y beneficios sociales son accesibles a las personas homosexuales.

14. Evitar que la ley reconozca la unión de personas del mismo sexo y con ello colocar en desventaja a esta población en los aspectos patrimoniales y en el acceso a muchos beneficios sociales que están exclusivamente destinados a las parejas heterosexuales y que ninguna otra ley les resuelve.

15. Apelar a un derecho natural, constitucional e incluso “divino” para confundir pero también para sustentar sus argumentos de odio e imponerlos como verdad absoluta.

En su segunda declaración, la Iglesia Católica reconoce que esta es su doctrina en relación con las uniones civiles de personas del mismo sexo pero incitan a colectivizar este crimen de odio, pidiendo a los diputados y diputadas que se “expresen y voten en contra de tal iniciativa de Ley”.

Un dato interesante es que en el primer comunicado de la Conferencia Episcopal, que según dice el texto se emitió el 22 de junio del 2007 y luego fue retirado de su página web, decía lo siguiente:

“Queremos dejar muy claro que las personas con inclinación homosexual, son personas creadas por Dios. Dios ama todo lo que Él ha creado y no desprecia a ninguna de sus criaturas. Por consiguiente, estas personas están dotadas de la dignidad inalienable que corresponde a cada ser humano y son sujetas de los derechos y deberes humanos correspondientes.”

Luego esa posición cambió a otra más radical e inflexible en el segundo comunicado, emitido el 10 de julio del 2008, tal como se explicó anteriormente.

Pero, ¿Quiénes más están detrás de todo este proceso? Edgar González Ruiz (2006) nos da un perfil de esos grupos y de sus tácticas, que me he atrevido a resumir de la siguiente manera:

Los grupos Provida y su propaganda “ad hominen” muy al estilo nazi contra los judíos. Es una propaganda engañosa para rechazar no solamente las ideas sino también a aquellos que las defienden. Se oponen también a todo lo que tenga que ver con derechos de las mujeres, sexuales y reproductivos.

El Consejo Pontificio para la Familia, mediante el cual el Vaticano intenta incidir significativamente sobre los gobiernos, estableciendo en algunos casos concordatos o cabildeando entre políticos y legisladores católicos.

Con la extraña alianza entre el Gobierno de los Estados Unidos y el Vaticano surgen también estas inusuales alianzas entre grupos católicos y protestantes. Grupos católicos como American Life League y Human Life International de corte católico coinciden con grupos protestantes como Christian Coalition of América y Focus on the Family, que ya tienen operaciones en Costa Rica.

Human Life International tiene su sede hispana en Miami: Vida Humana Internacional y es una coalición de grupos próvida de varios países, apoyados por poderosos grupos conservadores de los Estados Unidos y por la jerarquía de la Iglesia Católica. En Costa Rica la filial de VHI es la Asociación Defensa de la Vida, ADEVI.

El Opus Dei, fundado en España en 1928. Grupo elitista radicalmente conservador que ha permeado sectores empresariales, instituciones del Gobierno y organismos internacionales. Esa labor de penetración en la función pública y estructuras de poder les ha permitido estar alerta y oponerse a cualquier iniciativa relacionada con los derechos humanos, derechos de las mujeres y de las minorías, salud reproductiva y otros temas, en alianza muy poderosa con algunos medios de comunicación masiva.

Hay otros grupos como los Legionarios de Cristo, los Caballeros de Colón, la Fraternidad de Agrupaciones Santo Tomás de Aquino (FASTA), la Fundación Dominó del mismo dueño de Domino’s Pizza, el cual da apoyo financiero a organizaciones conservadoras católicas en varios países, Family of Americas Foundation, Alianza Latinoamericana para la Familia (ALAFA) y otras más.

¿Qué viene después de todo esto? ¿Cuáles son sus estrategias? El referendo es una estrategia nueva, pero absurda, carísima para el País y en el cual no habría participación alguna de los defensores el proyecto de Ley, más que para el debate nacional. Digo que absurda porque en ninguna parte del mundo se comprendería cómo los derechos de una minoría se pueden someter al escrutinio de la mayoría, que además es la que discrimina. Es absurda porque no se puede negar a perpetuidad sus derechos a una población determinada. Es absurda porque la corriente del mundo va en dirección al reconocimiento de los derechos humanos progresivamente y no al contrario.

Siguiendo con las estrategias y tácticas, las cuales han puesto en práctica estos grupos en varios países latinoamericanos, se pueden mencionar las siguientes: marchas y protestas públicas, movilizando a la gente a partir del fervor religioso o del asistencialismo; ataques directos contra sus opositores, “que va desde amenazas por vía telefónica hasta agresiones físicas, chantaje y terrorismo”; cabildeo con legisladores, políticos y gobernantes; presiones económicas para bloquear la publicidad o cancelar negocios con medios de comunicación; y el uso intensivo de los medios de comunicación así como de las homilías, grupos de estudios religiosos y otros medios internos y externos que les permita llegar a todos los sectores de la población.

Hay muchas estrategias para contrarrestar y responder a estos grupos, en eso estamos todas las personas que sabemos que nos asiste la justicia y la razón. Pero hay una estrategia mortal que ha dado cabida a las mayores catástrofes e injusticias de la Humanidad y que nos hace cómplices del mal: EL SILENCIO.

Que la historia nos ayude a no repetir los mismos errores. Algo grave está pasando en Costa Rica. Entendamos que con esta ley no se crean las relaciones de pareja homosexuales, estas ya existen. Seamos protagonistas de ese cambio y avancemos como el país que se enorgullece de respetar plenamente los derechos humanos, hacia un país inclusivo.

Una voz honesta es más fuerte que cualquier Imperio de corrupción y maldad. Por eso, necesitamos tu voz para decirle no a la intolerancia y al odio. Necesitamos tu voz para impulsar el respeto por la diversidad y el ejercicio pleno de los derechos humanos, sin distinción alguna.

1 comentario:

Jeudy Blanco dijo...

Formidable articulo!

La posicion de la iglesia católica es muy clara:

http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/documents/rc_con_cfaith_doc_20030731_homosexual-unions_sp.html

"No hay que olvidar que subsiste siempre el peligro de que una legislación que haga de la homosexualidad una base para poseer derechos pueda estimular de hecho a una persona con tendencia homosexual a declarar su homosexualidad, o incluso a buscar un partner con el objeto de aprovecharse de las disposiciones de la ley » (Congregación para la Doctrina de la Fe, Algunas consideraciones concernientes a la Respuesta a propuestas de ley sobre la no discriminación de las personas homosexuales, 24 de julio de 1992, n. 14)"