viernes, 17 de octubre de 2008

Fertilización in vitro y oscurantismo religioso. El debate continúa

El tabú sigue vigente
La oposición a la fertilización in vitro más que legal o ética, es religiosa

César Barrantes
Periodista

El 15 de marzo del año 2000, la Sala Constitucional dejó sin efecto el decreto que permitía y reglamentaba la fertilización in vitro. Ocho años después, el 14 de octubre del 2008, el Tribunal Superior de lo Contencioso y Civil de Hacienda avala que se vuelva a practicar, aunque con una variante metodológica que solo permite fecundar un óvulo y prohíbe que se congelen o desechen otros ( La Nación , El País, 15/10/08 ).

Amparados en los avances médicos, los jueces del Tribunal abren el portillo legal para la fertilización in vitro, pero sin contrariar ni comprometer el argumento original de los magistrados, quienes se apegaron al artículo 31 del Código Civil, que establece: “El embrión humano es persona desde el momento de la concepción, por lo que no puede ser tratado como objeto, para fines de investigación, ser sometido a procesos de selección, conservado en congelación, y lo que es fundamental para la Sala, no es legítimo constitucionalmente que sea expuesto a un riesgo desproporcionado de muerte”.

Concepto teológico

Es loable desde todo punto de vista la decisión de las autoridades de permitir la fecundación in vitro, pero preocupa que el concepto que incubó la prohibición siga vigente, a pesar de su origen estrictamente teológico, o sea, no científico, ni avalado por evidencias, sino por creencias. Paradójicamente, los avances médicos ayudan a perpetuar ideas que solo tienen asidero a la luz de la fe dogmática.

En el fondo, el fallo de los magistrados y en que coincide el Tribunal se apega a lo establecido por la Iglesia Católica: “La vida humana debe ser respetada y protegida de manera absoluta desde el momento de la concepción. Desde el primer momento de su existencia, el ser humano debe ver reconocidos sus derechos de persona, entre los cuales está el derecho inviolable de todo ser inocente a la vida”. (Cfr. CDF, instr. Donum vitae 1, 1).

Esa similitud entre ley canónica y civil no es fruto de la coincidencia, sino de la enorme influencia de la religión en las decisiones que se toman en el país desde hace mucho tiempo ¿Es eso correcto?

Idea sin fundamento

El argumento para desaprobar la fertilización in vitro es que desde el momento de la unión del espermatozoide con el óvulo (el cigoto) hay un ser humano completo, como usted o como yo, idea que carece de fundamentos verificables ni toma en cuenta los más recientes descubrimientos sobre la gestación. Se sabe que el cigoto posee en un momento determinado unas 150 células, mientras que el cerebro de una mosca tiene 100.000…; de hecho, al rascarse la nariz una persona destruye más células que las que conforman un cigoto.

Llegado a ese punto, cabe hacerse la pregunta: ¿es humano un cigoto? La respuesta, aunque cueste digerirla, es no; de hecho, al cumplir el mes de gestación (la in vitro se realiza en los primeros días) somos idénticos a las demás criaturas placentarias, incluso presentamos cosas como algo parecido a aletas, branquias y cola, no mostramos ningún signo reconocible de humanidad, y hasta la quinta semana de formación aparece algo parecido a un cerebro primitivo.

La oposición a la fertilización in vitro, más que legal o ética, es religiosa, y lo que es dogma no necesariamente es verdad, apegado a la realidad ni al progreso de la sociedad humana. Si bien los jueces acertaron en permitir la fertilización in vitro, erraron en avalar un argumento discutible y de ningún modo infalible.

Una interrogante que queda en el aire: ¿Es saludable que una sociedad base sus leyes en creencias improbables y cada día más cuestionadas? Es necesario recordar las palabras del escritor sueco Sven Lindqvist : “Tú y yo sabemos lo suficiente, no nos falta conocimiento, sino coraje para aceptarlo y sacar conclusiones”. Aunque en principio hicieron un gran bien, las autoridades también aplazaron la urgente necesidad que tenemos como sociedad democrática de discutir los temas sin tabúes, prejuicios ni conceptos religiosos, que de racionales tienen más bien poco.

LA NACIÓN, 17 de Octubre de 2008

2 comentarios:

César B. dijo...

Hay que seguir insistiendo en que temas como éste y el de la unión civil se discutan con la razón y no con creencias con poco o ningún fundamento. Este sitio es un gran esfuerzo para que sea así.

Gracias por publicarlo.

Saludos.

Alejandro dijo...

me parece que alguien que siquiera se atreve a dudar de que en la union de un espermatozoide y un ovulo no hay un ser humano está bastante desinformado...

..por otro lado, las lineas dedicadas en contra de la argumentacion de la iglesia me parecen bastante pobres, deberia investigarse mas sobre los fundamentos de las creencias antes de ver si realmente son sólo creencias sin fundamentos, si uno se fija bien, no carece de lógica alguna la idea de la iglesia católica citada aquí.
Antes de que se me prejuzgue como pienso que se está haciendo, no estoy para nada hablando desde un punto de vista teológico, soy ateo, pero no puedo evitar manifestar mi descontento cuando encuentro argunmentos tan débiles por decirlo menos, y que pretenden a la vez tener tanto peso "disquemoral"...
como sugerencia, existe una diferencia entre ser humano y persona, que se debería averiguar. pero aun así, bajo cualquier parámetro, no se puede negar que desde el momento de la fecundción, ese "montón de celulas" es humano, hacer lo serianegar la propia naturaleza.