domingo, 19 de octubre de 2008

Tantos niños abandonados y, sin embargo, insisten en impedir que las parejas del mismo sexo puedan adoptar

Programa de atención a menores en calle cumple dos años
PANI detectó 830 niños vulnerables en las calles
Mayoría de ellos sufre adicciones o explotación laboral
Sindicato denuncia que centro para atender menores no reúne condiciones


Alonso Mata B. amata@nacion.com

El Patronato Nacional de la Infancia (PANI) detectó en los últimos dos años a 830 menores de edad viviendo o trabajando en las calles en condiciones de explotación o alta vulnerabilidad.

La localización de los niños es parte de un programa que lanzó el PANI en setiembre del 2006, cuyo objetivo es atender a la población en esas condiciones.

La meta era “rescatar” a 1.200 infantes en cuatro años, para lo cual contaba con un presupuesto de ¢1.000 millones.

La mayoría de los menores detectados fueron internados en centros de desintoxicación o llevados a residencias de organizaciones no gubernamentales.

Sin embargo, existe un porcentaje que regresa a las calles o rehúsa recibir ayuda.

Estos casos se dan sobre todo en menores de edad que presentan alguna dependencia de sustancias adictivas.

Acciones

La coordinadora de la iniciativa, Marita Vargas, destacó que los resultados han sido positivos e indicó que recientemente incrementaron el número de rondas para detectar a los menores.

Actualmente el PANI, en compañía de la Policía Municipal y la Fuerza Pública, efectúa al menos dos recorridos diarios.

Vargas indicó que al principio del proyecto estos patrullajes se limitaban al cantón central de San José, pero recientemente se extendieron a San Pedro, Moravia, Coronado, Escazú y Curridabat.

Conflicto

En setiembre el PANI inauguró el Centro de Encuentro para Niñez y Adolescencia en Calle, ubicado al costado norte de la Corte Suprema de Justicia.

Allí se atiende a los menores y se les tramita ayudas; no obstante, el inmueble no está concluido y las obras fueron suspendidas.

Aún quedan pendientes la construcción de los espacios de alimentación, descanso, juegos, talleres y gimnasios, por ejemplo.

El sindicato de trabajadores del la institución denunció que actualmente el centro carece de las condiciones para brindar una oportuna ayuda a los infantes.

El secretario, Gilberto Pereira, señaló que el PANI trasladó ¢55 millones del presupuesto de la construcción para “resolver otras necesidades”.

Pereira dijo que se debió dar prioridad al centro de atención.

La Nación intentó obtener una reacción del presidente del PANI, Mario Víquez, pero se encuentra fuera del país.

Pese a ello, autoridades de la institución señalaron que la segunda fase del inmueble comenzará a construirse a inicios del próximo año, y que en las instalaciones actuales se puede dar atención efectiva a la población.

LA NACIÓN, 19 de Octubre de 2008

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