Fuerte cruce de Cristina con los obispos por el matrimonio gay
La Presidenta salió en persona a defender el proyecto. Fue ayer, en medio de los actos por el 9 de Julio. Desde Tucumán, Cristina se pronunció por el derecho de las minorías. En forma coordinada, cinco obispos condenaron la iniciativa. Y hasta hablaron de “guerra”.
Por Mariana García
La tarde no podía estar mejor. El sol de Tucumán era un bálsamo y la Presidenta sintió que el poncho estaba demás. Las tropas ya estaban listas para el desfile y los actores de Fuerza Bruta se preparaban para el show. Esa multitud que colmaba el parque 9 de Julio fue un alivio después de que a la mañana cinco obispos salieran en bloque a repudiar el matrimonio gay y hablaran sin sutilezas de una “guerra”. Entonces, Cristina Fernández de Kirchner decidió redoblar la apuesta y dejar en claro que el Gobierno nacional va a jugar todo para conseguir la aprobación del proyecto oficial.
“Todos, el gobierno nacional, los provinciales, las municipalidades, las organizaciones sociales y empresariales, y los distintos credos, tenemos la responsabilidad de hacer una sociedad más igualitaria, en las cuales las minorías tengan los mismos derechos que las mayorías”, sostuvo la Presidenta al encabezar el acto por el 194 aniversario de la Independencia.
Unas horas antes, cinco obispos habían marcado el terreno en que se jugará esta pelea: aventuraron un futuro apocalíptico si la Argentina se convierte en el primer país de América Latina en aprobar el derecho de las personas del mismo sexo a contraer matrimonio.
Así, cuando el proyecto que posibilita el casamiento gay entra en tiempo de descuento, la Presidenta salió en persona a defender la iniciativa oficial. Sus palabras no fueron sólo una declaración de principios. Ante todo, fueron una respuesta a la reacción de los sectores más conservadores de la sociedad argentina.
De todos modos, con esta escalada, Iglesia y Gobierno parecen haber encontrado en este debate nuevos argumentos para fortalecer las grietas que perforan una relación maltrecha . Ya el jueves, Néstor Kirchner había salido a cruzar a la Iglesia. El ex presidente acusó al Episcopado de “presionar” a los senadores porque “no se tienen argumentos” para defender su propia postura.
En verdad, la posición del oficialismo respondió así a la embestida cada vez más fuerte de la Iglesia en su cruzada contra el matrimonio gay. El cardenal Jorge Bergoglio había dicho que ese proyecto “es la pretensión destructiva del plan de Dios”. Lo hizo en una carta en la que pedía a sus sacerdotes a alentar a los fieles a concurrir a la llamada “marcha naranja” que la Iglesia convocó para el martes frente al Congreso de la Nación. Para esa movilización, los católicos también esperan conseguir la adhesión de evangélicos, judíos e islámicos.
En sintonía con Bergoglio, ayer, los obispos reforzaron esa postura y, al menos dos de ellos, afirmaron que lo que se avecina es “una guerra ”.
En Tucumán, donde le tocó presidir el Tedeum, el vicepresidente del Episcopado, Luis Villalba, sostuvo que el proyecto oficial es una “apropiación indebida del matrimonio”. Quizá porque intuyó que vendría una réplica de la Iglesia, la Presidenta faltó al oficio religioso. El año pasado había asistido.
En La Plata, monseñor Héctor Aguer habló de una “guerra cultural contra el sustrato cristiano de nuestro pueblo”, mientras que en la catedral de La Rioja, el diocesano local, Roberto Rodríguez, se quejó porque “el 9 de Julio nos encuentra en medio de una guerra”.
En el mismo sentido, el obispo de Río Cuarto, Eduardo Martín, dijo que se está “ante una situación de grave peligro para el futuro de la patria”.
A la ola anti-matrimonio gay también se sumaron el obispo de San Rafael, Eduardo Taussig y el director del Departamento de Laicos de la Conferencia Episcopal Argentina, Justo Carbajales.
Los derechos de gays y lesbianas no han sido una de las banderas del kirchnerismo que, en definitiva, terminó sumándose a las propuestas de aliados, como sucedió con la diputada Vilma Ibarra, autora del proyecto. Con posiciones antagónicas y la obligación de tener que responder más a los electorados de sus provincias que a sus propios partidos, el debate dividió posiciones dentro de los propios bloques.
“La independencia no es solamente para liberarse del yugo colonial. También tiene que servir para dar mayor igualdad”, afirmó ayer la Presidenta desde Tucumán. Sin embargo, el debate del miércoles la encontrará lejos, de viaje por China.
Con los votos más que ajustados y una docena de indecisos, el miércoles los senadores nacionales decidirán si convierten en ley el proyecto que en mayo aprobó Diputados.
Qué se votó en Diputados:
Media sanción en Diputados. El proyecto se aprobó en comisión el 15 de abril, y en el recinto el 6 de mayo, con 126 votos a favor, 109 en contra y 5 abstenciones.
El proyecto. Sustituye el artículo 172 del Código Civil, que quedará redactado de esta forma: “El matrimonio tendrá los mismos requisitos y efectos, con independencia de que los contrayentes sean del mismo o de diferente sexo”.
Freno en el Senado. El miércoles, la mayoría de la Comisión de Legislación General del Senado se pronunció en contra.
CLARÍN, Argentina, 10-7-2010
http://www.clarin.com/sociedad/titulo_0_295770513.html
La patria, solo para los heterosexuales
La Iglesia católica no descansa ni en el Día de la Independencia
"La unión en pareja de personas del mismo sexo es naturalmente distinta a la unión de una pareja heterosexual a la que llamamos matrimonio. A realidades distintas corresponden en justicia denominaciones distintas", remarcó el arzobispo de Tucumán, Luis Villalba, al presidir el Tedeum por el 9 de Julio en la catedral de la capital provincial, al que la presidenta Cristina Fernández no asistió. Además, instó a "pasar de un modelo de conflicto a un modelo de convivencia armoniosa, respetando las diferencias".
En presencia del gobernador, José Alperovich, y otros funcionarios provinciales, Villalba opinó sin tapujos en contra del proyecto de ley de matrimonio entre personas del mismo sexo, iniciativa que tensó la relación entre el Gobierno y la Iglesia.
Villalba recordó que para los cristianos asumir el compromiso de "construir la Nación" conlleva "recuperar el respeto por la familia y por la vida en todas sus formas", y alertó que en el debate por el matrimonio gay "está en juego una ley que pretende orientar la cultura del pueblo".
Además, el arzobispo recordó que "el pueblo tucumano, perteneciente a diferentes credos religiosos, por abrumadora mayoría, expresó estar en desacuerdo con este proyecto de ley".
Las críticas del representante eclesiástico se imprimen en un clima de malestar al que se le suma la decisión de la Presidenta de no participar de la ceremonia por los 194 años de la Declaración de la Independencia, al igual que lo hizo en 2008. "No tenemos nada que decir, esto ya parece costumbre", refunfuñó un vocero de la curia tucumana. El ex presidente Néstor Kirchner tampoco estuvo presente en los Tedeum de 2006 y 2007, durante su gestión.
En tanto, el vicepresidente primero de la Conferencia Episcopal Argentina consideró que "este tema no ha de ocultar los grandes desafíos que tenemos y que reclaman las energías y esfuerzos, especialmente de los dirigentes de la sociedad", y puso el acento en la necesidad de erradicar la pobreza e impulsar el desarrollo integral, como "prioridad nacional" de cara al bicentenario patrio 2010-2016.
"Anhelamos celebrar el Bicentenario con justicia e inclusión social", subrayó citando el documento de los obispos de noviembre de 2008, que también reclama avanzar en la reconciliación de la sociedad, fortalecer las instituciones republicanas, afianzar la educación y promover el federalismo, que supone "la necesaria y justa autonomía de las provincias y sus municipios".
En otro momento de la homilía, monseñor Villalba habló de una crisis de la dirigencia y aseguró que ser competente "no es suficiente para vivir un compromiso social según auténticas reglas ética", por lo cual reclamó un "nuevo estilo de liderazgo" con "líderes que participen en la reorientación y consiguiente rehabilitación de la política".
"Debemos pasar de un modelo de conflicto a un modelo de convivencia armoniosa, respetando las diferencias. Para ello es fundamental el diálogo que posibilite una acción mancomunada a favor del bien común. Como repetidas veces hemos dicho los obispos argentinos, el diálogo es esencial en la vida de la Nación. Sólo el diálogo hará posible concretar acuerdos para proyectar el futuro del país", aseveró.
El arzobispo tucumano sostuvo que "el diálogo entre los distintos grupos sociales en los que cada uno quiere mantener su identidad y proyectar en la sociedad sus propuestas, pertenece a la esencia de la democracia".
PÁGINA 12, Argentina, 9-7-2010
http://www.pagina12.com.ar/imprimir/diario/ultimas/20-149182-2010-07-09.html
La Iglesia reforzó sus críticas al matrimonio homosexual y hasta habló de “una guerra”
En el Tedéum por el 9 de Julio, el arzobispo de Tucumán dijo que el proyecto "pretende modificar la cultura" del pueblo argentino. Y el de La Rioja, el país está "en medio de una guerra" y que se silencia la voz de los religiosos de distintos credos.
En los Tedéum por el 9 de Julio, por lo menos dos obispos redoblaron las críticas de la Iglesia al proyecto para permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo, que tiene media sanción de Diputados y que se debatirá el 14 de julio en el pleno del Senado.
En Tucumán, el obispo de esa provincia y vicepresidente primero del Episcopado, Héctor Luis Villalba, reiteró que la Iglesia se opone al proyecto y añadió que el mismo "pretende modificar la cultura" del pueblo argentino.
"Los tucumanos, pertenecientes a diferentes credos, nos hemos expresado mayoritariamente en contra de este proyecto", remarcó. Junto a él estaban sentados el rabino Salomón Nussbaum, Juan Alurralde (de la Iglesia católica ortodoxa de Antioquia), Roberto García (de la Iglesia anglicana), Alba Polaco (de la Iglesia evangélica metodista) y Héctor Muhammad (de la Asociación Panislámica).
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner no asistió al Tedéum, aunque sí irá a los festejos cívicos en Tucumán.
En el Tedéum en La Rioja, monseñor Roberto Rodríguez fue más fuerte aún para calificar el debate. "El 9 de Julio –sostuvo el prelado- nos encuentra en medio de una guerra" entre el Gobierno, la prensa "que no dice la verdad" y los diferentes credos iglesias en torno a la discusión sobre el matrimonio homosexual.
"Los islámicos, los evangélicos, los hebreos, están en contra del proyecto, pero nadie hace aparecer eso y los medios se pliegan a esta situación", se quejó el prelado, que también cuestionó la no ida de Cristina al Tedéum de Tucumán. Y añadió: "No nos dejemos influir por las cuestiones de cúpulas. La Iglesia tiene la misión de preservar los fundamentos éticos de la sociedad, y con estas discusiones se la engloba en algo político".
Ayer, el ex presidente Néstor Kirchner y el cardenal Jorge Bergoglio ya habían protagonizado un áspero cruce por el tema. Después de que Brgoglio volviera a llamar a los cristianos a que se sumen a una marcha en rechazo del proyecto de ley, el ex mandatario acusó indirectamente al Episcopado de "presionar" a los senadores y pidió que se dejen atrás las "visiones oscurantistas".
Después de su aprobación en Diputados, el proyecto registró un primer revés en su tratamiento en la Cámara alta, donde resultó aún más evidente la fractura de los distintos bloques en este debate. En Comisión, obtuvo mayoría el rechazo de la iniciativa, mientras que el dictamen que propone aprobarla quedó en minoría. Por eso, lo primero que tratara el pleno del Senado será el rechazo, y sólo si este no logra mayoría se someterá a votación el proyecto que aprobaron los Diputados.
(Fuentes: Télam y DyN)
CLARÍN, Argentina, 9-7-2010
http://www.clarin.com/sociedad/Iglesia-reforzo-criticas-matrimonio-homosexual_0_295170712.html
martes, 13 de julio de 2010
Presidenta argentina contra el llamado a la "guerra santa" de los obispos- El debate en Argentina al rojo vivo
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