Creo firmemente en la libertad, libertad a elegir la vida que queremos vivir. Hoy tenemos en nuestras manos la posibilidad de apoyar este proyecto, todos somos iguales, todos tenemos derecho a la familia.
Formamos parte de un país que ha coartado los derechos tanto como se ha les permitido. Tenemos en nuestras manos no consentir que esto suceda con este proyecto. Existen miles de diferencias entre un ser humano a otro y eso debe ser respetado, esa diversidad es lo que enriquece a este mundo… A aquellos ortodoxos les digo lo siguiente… no van a poder homogenizar la población nunca… no importa cuanto lo intenten. Es utópico que esto se de, por tanto comprendan que es necesario construir un mundo que sea apto para todos. Todos sentimos, amamos y expresamos. Porque no permitir que estos sentimientos sean validados en cualquier población? Digo si a al unión reconocida por el estado entre seres humanos… sea cual sea su vinculación. Laura Miranda
viernes, 25 de julio de 2008
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