Escolar llegó al Hospital de Niños con 40 latigazos
Nicolás Aguilar R.
naguilar@nacion.com
A este niño lo dejaron como a un Cristo, a punta de latigazos.
Tiene 8 años y fue solo identificado como Pedro, a quien castigaron brutalmente debido a “su mal comportamiento”.
Su papá lo encerró un día en el cuarto para propinarle una de las más tremendas palizas que recuerden los funcionarios médicos del Nacional de Niños.
El pequeño quedó tendido en el piso, sangrando. Su padre le repetía que el castigo “era por su bien”. La madre del menor estaba en la casa, pero no intervino. Fue ella quien se atrevió a llevar a Pedro, horas después, al hospital.
Allí, consultada por los médicos, se vio obligada a contar la verdad y, desde ese momento, es investigada, junto a su esposo, por las autoridades judiciales.
Lejos de los padres. El menor permaneció internado varios días y, tras un lento proceso de recuperación, le dieron la salida. Lo reubicaron con una de sus abuelas, de acuerdo con reportes del Hospital de Niños.
Las autoridades comprobaron que el niño era agredido desde pequeño, pero su caso nunca había sido denunciado.
“Estamos frente a la cultura de la violencia de los ticos. El problema es que ven a los hijos como cosas, como objetos, y mientras eso no se cambie, las niñas y niños seguirán siendo maltratados”, afirmó Mario Víquez, presidente ejecutivo del Patronato Nacional de la Infancia (PANI).
La mayoría de los casos de agresión contra menores no son detectados por las autoridades.
En escala mundial, se estima que solo una de cada diez situaciones de agresión infantil es denunciada, según las autoridades.
LA NACIÓN, Costa Rica, 17 de Mayo de 2009
http://www.nacion.com/ln_ee/2009/mayo/17/pais1936297.html
Ariel sobrevive a salvajes agresiones
Nicolás Aguilar R.
naguilar@nacion.com
Cuando Ariel, de 2 años de edad, ingresó al Hospital Nacional de Niños, los médicos le dieron pocas posibilidades de vida.
Y no era para menos.
El bebé tenía severas lesiones en el hígado y el riñón derecho, sufría de sangrado abdominal y, además, presentaba contusiones en ambos pulmones.
También sufría un severo cuadro de anemia debido al abandono en el que lo mantuvieron.
Fue sometido a varias operaciones y los médicos se vieron obligados a extirparle el riñón derecho y parte del hígado.
La Policía detuvo a la madre del menor y a su padrastro, vecinos de El Tigre, cantón de Parrita, en la provincia de Puntarenas.
Carmona, el hombre, de 23 años, y Brenes, de 20, fueron detenidos el 3 de marzo.
Un hermano menor de Ariel, de 8 años, también presentaba lesiones pero menos graves.
Aferrado a la vida. Tras varias semanas inconsciente, los esfuerzos de médicos, enfermeras y trabajadores sociales del hospital infantil dieron sus frutos.
Ariel se encuentra desde hace 22 días fuera de peligro y, hasta la semana anterior, las autoridades buscaban un hogar sustituto para ubicarlo. El pequeño parece otro. Hoy puede sonreír y jugar sin miedo. “Se aferró a la vida y está saliendo adelante pese a todo”, exclamó, visiblemente feliz, Ana Virginia Quesada, directora de Trabajo Social del hospital. Lamentó que casos como este sean cada vez más frecuentes y pidió a los ciudadanos “solidaridad para que denuncien a los agresores”.
Quesada insistió en que, además de palizas, muchos menores son abusados sexualmente o abandonados por sus padres.
LA NACIÓN, Costa Rica, 17 de Mayo de 2009
http://www.nacion.com/ln_ee/2009/mayo/17/pais1936276.html
martes, 19 de mayo de 2009
Decadencia del patriarcado y violencia contra la niñez: el triste caso de dos niños agredidos
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario