miércoles, 27 de mayo de 2009

Travestis en Costa Rica: una triste historia de ignorancia, persecusión y odio

Vecinos molestos por “actos inmorales”
Travestis se apoderan de calles en Heredia, Alajuela y Cartago


En Heredia operan 25 transexuales porque, según dicen, “nadie nos molesta”
Se marcharon de la capital debido a la competencia y a malos tratos

Nicolás Aguilar R.
naguilar@nacion.com

Todos los días, a partir de las 8 p. m., llueva o truene, el costado sur de la Comandancia de Heredia, parte del barrio Fátima, se transforma para dar paso a personajes de atrevidas minifaldas, tacones altos, pelucas y escotes que no dejan nada a la imaginación.

Tienen los labios rojos carmesí y caminan delicadamente de una esquina a otra saludando con un “venga cariño, aquí está lo que busca”, a conductores que se detienen para curiosear, o bien, para buscar compañía por un rato.

Ríen a carcajadas y no dudan en mostrar sus pechos; la mayoría tiene implantes de silicona, a disgustados vecinos quienes los miran con desprecio o les dedican frases como, “debería darles vergüenza, cochinos” y “se van a ir al infierno por sinvergüenzas”.

“Viera las barbaridades que hacen en media calle. Esto es un relajo…”, se quejó Édgar Campos Campos, de 73 años, quien vive a 200 metros de una calle tomada por bulliciosos travestis, casi todos vecinos de San José.

Lo mismo sucede desde hace algún tiempo en las ciudades de Alajuela y Cartago, donde estos hombres vestidos de mujer ya son parte del paisaje urbano pese al malestar de los lugareños.

“En la capital hay mucha competencia y la verdad es que aquí la policía nos molesta menos”, dijo “Carolina”, un transexual durante un recorrido realizado por La Nación , la noche del miércoles, por las calles heredianas.

Luce unas largas pestañas (pero son postizas), eso si, tiene las piernas torneadas y llamativos pechos. Lo único que parece delatarlo en su voz, por momentos ronca, inevitablemente varonil.

Aunque las autoridades desconocen cuántos son, en Heredia los vecinos aseguraron que acuden unos 25, en Alajuela 20 y en Cartago una docena. Los travestis venden sus servicios sexuales a hombres que llegan en vehículos, motocicletas, incluso en bicicletas y a pie, según las autoridades.

Los tratan mejor

En San José deben ingeniárselas para burlar a la Policía y, en ocasiones, son atacados por delincuentes.

En cambio, en Heredia, Alajuela y Cartago, los tratan mucho mejor.

“La gente de por aquí es más tranquila. Hace un tiempo salían a rezar para que nos fuéramos”, dijo sin dejar de sonreír.

A su lado, otros transexuales, algunos con apretadas licras, se acomodan las blusas, se peinan, y de pronto, corren hacia un auto, con dos ocupantes, que se detiene.

La conversación no dura mucho. Uno de ellos; parece una modelo de esas que salen a menudo en televisión o en los periódicos, se monta y regresa 30 minutos después.

En Heredia, Alajuela y Cartago hay muchos “muy buenos clientes”, según “Carolina”, quien aseguró que “vienen también desde la capital porque les gustamos”.

Aunque es posible verlos todos los días, los viernes, sábados y domingos hay más trabajo para los travestidos capitalinos. Muchos llegan en busetas, otros en sus propios vehículos, según vecinos.

Se fue la paz

“Nos robaron la paz. Lo feo es cuando salgo con chiquitos y ven esos cuadros tan feos”, afirmó Olga Gutiérrez.

Las cosas no son muy distintas en Alajuela, especialmente frente a la escuela República de Guatemala, en barrio Corazón de Jesús, donde de noche, “son los travestis quienes mandan”. “Nos quejamos pero nadie hace nada. Se ven cuadros espantosos”, dijo Fernando Vega.

Todas las mañanas, encuentran preservativos y latas de cerveza tirados frente al centro educativo.

En Cartago se reúnen unos 10 travestis, detrás del Mercado Central. “No les permitimos actos contra la moral”, aseguró Kattia Chavarría, jefa de la Fuerza Pública.

En Heredia y Alajuela, la Policía no los molesta a menos de que alguien denuncie un asalto callejero. Colaboraron Francisco Barrantes y Fernando Gutiérrez.

LA NACIÓN, Costa Rica, 25 de Mayo de 2009
http://www.nacion.com/ln_ee/2009/mayo/25/sucesos1972794.html



Vecinos los perseguían orando con gran fervor
Nicolás Aguilar R
.
naguilar@nacion.com
En Heredia hay mucha gente creyente y quizá, por eso mismo, cuando decidieron luchar contra los travestis eligieron una peculiar forma de protesta: seguirlos de noche, en grupo, rezando a viva voz y fervientemente.


Esta fue la forma que encontraron, hace casi dos años, para obligarlos retirarse de los alrededores del parque Central de la Ciudad de las Flores.

Para entonces, se habían ubicado en un sector transitado, cerca de la llamada Gobernación de Heredia, en el corazón de la ciudad. Era incluso frecuente verlos deambulando desde tempranas horas de la noche.

Los vecinos se cansaron de tanto escándalo y se unieron para iniciar la lucha.

“No nos metimos con las preferencias sexuales, pero recordamos que los espacios públicos son para y de las familias heredianas. No podíamos ver esas escenas, la prostitución todos los días”, afirmó el exalcalde Javier Carvajal.

Los lugareños decidieron realizar vigilias para poner en evidencia a quienes acudían en busca de servicios sexuales.

Para ello, se agrupaban desde las 11 p. m., hasta las 2 a. m., todos los días, para rezar fervientemente, en media calle, a pocos metros de los sorprendidos travestis.

Y, efectivamente, sucedió lo que esperaban lograr. “Los clientes se fueron alejando para no darse color. Eso obligó a los travestis a buscar otras zonas y también se fueron del centro de la ciudad”, rememoró Carvajal, quien recomendó a los vecinos del barrio Fátima tomar acciones.

LA NACIÓN, Costa Rica, 25 de mayo de 2009
http://www.nacion.com/ln_ee/2009/mayo/25/sucesos1972798.html



Policía vigila con celo a travestis en Cartago
Nicolás Aguilar R. y Fernando Gutiérrez
naguilar@nacion.com

Varios travestis son ligados con asaltos callejeros en la ciudad de Cartago, especialmente en perjuicio de sus clientes.


Hasta marzo anterior, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) conocía de al menos ocho casos, la mayoría ocurridos entre las 9 p. m. y las 11 p. m. en los alrededores del Mercado Central.

En todos los casos, las víctimas dijeron haber sido despojadas de dinero en efectivo.
Para las autoridades, se trata de hombres que acudieron a esa zona de la ciudad en busca de travestis y terminaron asaltados.

La Policía sostiene que la mayoría proviene de San José. Los fines de semana, según vecinos, llegan en grupo en una buseta que los recoge en la madrugada.

“Es un bochorno. Se paran en las esquinas, son muchos”, se quejó Isaac Solano, quien vive cerca de la antigua estación del tren al Atlántico. Según dijo, “salen muy temprano y lo malo es que por ahí pasan muchos estudiantes”. Luis Fallas, otro vecino, recordó que “todos los días se ven cuadros muy feos y es un mal ejemplo para los niños”.

LA NACIÓN, Costa Rica, 25 de Mayo de 2009
http://www.nacion.com/ln_ee/2009/mayo/25/sucesos1972827.html

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