miércoles, 5 de mayo de 2010

Prolegómenos de la aprobación del proyecto en Argentina

La Iglesia aceptaría la inminente derrota en Diputados sobre el matrimonio gay y presionaría en el Senado
Por Redacción AG Magazine

El arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio, uno de los principales rivales del gobierno, se resignaría a que la Cámara de Diputados apruebe el proyecto que habilita el matrimonio entre personas de igual sexo, y apuntaría a que sea el Senado la traba de esa iniciativa.

Al menos esa parece ser su estrategia hasta ahora, ya que, contrario a lo que se esperaba su presión sobre los diputados no habría sido la esperada, pese a que los cálculos indican que el proyecto sería aprobado ni bien llegue al recinto.

La diputada del Pro, Gabriela Michetti, de buena relación con Bergoglio, contó sorprendida a un grupo de diputados de la oposición que se cruzó con él días pasados y no le habló de este tema. Extraño, si se recuerda que el cardenal despotricó contra el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, cuando éste decidió no apelar un fallo judicial que aceptaba un enlace entre dos hombres.

En la conducción del bloque UCR y de la Coalición Cívica aseguraron que el cardenal no se metió presión y hasta algunos se sorprendieron por no recibir el llamado de los obispos de sus residencias.

Elisa Carrió es otra de las opositoras que mantiene buena relación con Bergoglio y ya avisó que no asistirá a la votación y dará libertad de conciencia en su bloque. A diferencia de lo que ocurrirá entre los radicales, donde el titular de la bancada Oscar Aguad irá por la negativa, en la Coalición la mayoría de los diputados apoyarán la moción.

Hasta la semana pasada, los conteos indicaban que la positiva ganaría en Diputados, sobre todo porque serían varias las abstenciones y ausencias de los disconformes. Así sería difícil doblegar la fuerza que impondrían no menos de 50 kirchneristas, 30 de los bloques de centroizquierda, el socialismo, el Gen, el progresismo K y no pocos radicales.

En el Congreso especulan con que la pasividad de la curia tendría un motivo excluyente: en el Senado el proyecto no tendría tan holgado respaldo y es esa situación la que aprovecharía la Iglesia Católica para presionar contra la Ley de la Igualdad.

Entre la oposición hay líderes provinciales que cuesta imaginarlos votando a favor, como la mayoría de los que componen el bloque radical, primera minoría con 18 escaños. Ese número, además, incluye a aliados con origen radical aparatados en otras bancadas, como el correntino José Roldán.

Quizá, cuando el tema llegue al Senado Bergoglio sí decida levantar el teléfono para buscar respuesta a su reclamo en el vicepresidente Julio Cobos y el presidente del Comité nacional y también senador nacional, Ernesto Sanz.

El peronismo federal, que suma una decena de votos, ya tiene una vocera de la curia: la puntana Liliana Negre de Alonso, de fuertes vínculos con el Opus Dei. Su jefe y coordinador de este sector, Adolfo Rodríguez Saá, la ayudará en esta tarea.

Ya están en mira también dos rebeldes declaradas: la rionegrina María José Bongiorno, con pasado en la UCR y en el Frente Grande; y a la santafecina Roxana Latorre, suelta en el recinto tras pelearse con su jefe, Carlos Reutemann.

Se da por descontado que los avales ya asegurados son los del del socialista Rubén Giustiniani y de Luis Juez y Norma Morandini, del Frente Cívico de Córdoba.

Si no hubiera consenso, el proyecto podría dormir en las comisiones.


AG MAGAZINE, Argentina, 4 de mayo de 2010
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