La Comisión de Legislación General trasladó al recinto la discusión sobre el casamiento entre personas del mismo sexo
Matrimonio gay con final abierto en el Senado
La mayoría de la comisión aprobó un dictamen para que el miércoles 14 el cuerpo decida si trata o no el proyecto aprobado en Diputados. El dictamen de minoría respalda esa iniciativa. Un tercer dictamen propone la unión civil, aunque para tratarla más adelante.
Por Soledad Vallejos
Miguel Angel Pichetto, titular del bloque oficialista, se sumó a la reunión de la comisión que preside Teresa Negre de Alonso.
Quince minutos alcanzaron para que la mayoría de la Comisión de Legislación General del Senado avalara un dictamen que propone rechazar la ampliación del matrimonio civil aprobada por Diputados. Con el respaldo de nueve firmas (una de ellas de María José Roldán, a quien hasta ayer se creía favorable), la semana próxima la decisión de tratar o no el proyecto sobre derechos igualitarios recae en el cuerpo de la cámara. En caso de que decida debatirlo, la sesión considerará el dictamen apoyado por los seis integrantes de la minoría, que proponen aprobar el proyecto de matrimonio. Con esa curiosa ingeniería parlamentaria, “lo único que querían era que no saliera con dictamen de mayoría el proyecto de matrimonio. De todas maneras, contamos con que esa propuesta de rechazar el proyecto va a perder, por lo que, a continuación, sí vamos a poder tratar el dictamen de minoría, que es aprobar la ley de matrimonio”, explicó a esta cronista la senadora chaqueña Elena Corregido. El dictamen de mayoría es tan curioso que, al proponer el rechazo, omite dos de las tres posibles acciones parlamentarias ante un proyecto originado en la Cámara de Diputados: modificarlo o aceptar explícitamente su tratamiento.
La complejidad repentina de las decisiones de senadoras y senadores llegó a dar por supuesto que en la sesión del miércoles 14 podría considerarse un proyecto sobre unión civil. La propia presidenta de la comisión, Liliana Teresita Negre de Alonso, lo afirmó ante las cámaras de televisión, aun cuando resulta imposible, porque ninguno de esos proyectos cumple con el requisito de tener dictamen de comisión. La cortina de humo, tras la brevísima reunión, corrió durante algunas horas. Pero “aunque hayan empezado a decir lo contrario, es claro que no importa otorgar ningún derecho a los homosexuales, porque ni siquiera consensuaron un proyecto de unión civil a partir de todos los proyectos que ya había presentados”, observó Corregido, en referencia al genérico y difuso tercer dictamen que propone elaborar un texto que unifique ideas en torno de la unión civil. Tan lejos parece estar esa labor de consenso que, al comenzar la reunión, Negre anunció que ingresaba a la comisión un nuevo proyecto sobre uniones civiles (“contrato civil de solidaridad”), esta vez firmado por Juan Carlos Romero.
El encuentro de la comisión tuvo toda la calma y el silencio que faltaba en la puerta del Senado, donde un amontonamiento de señoras forcejeaba sin disimulo con cualquiera que intentara entrar. “Tuvimos que cerrar porque se pusieron loquitas”, comentaba un empleado de seguridad a otro en la puerta reservada a los senadores. Del montón reunido unos metros más allá salieron carterazos cuando ingresaron los representantes de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA); empujones bravos y gritos de indignación cuando intentó lo propio este diario. Después entró María Rachid y el resto de los dirigentes y militantes de la Falgbt. Escaleras arriba, el cordobés Luis Juez, el primero de los senadores en pisar la Sala Illia, repetía por enésima vez a un señor que le preguntaba sus razones: “Los derechos no se compatibilizan; el que está a favor, está a favor y listo”. A sólo algunas sillas de distancia, una de las asesoras de la diputada Cynthia Hotton intentaba tranquilizar a unas señoras preocupadas por lo que pudiera pasar durante la reunión.
A las tres y cuarto de la tarde hubo quórum. Liliana Negre enumeró el trabajo que la comisión realizó desde que el proyecto llegó de Diputados. “Hemos recorrido exactamente 14.147 kilómetros aéreos más 445 kilómetros terrestres, porque en algunos casos nos hemos trasladado en auto de una provincia a otra. En total, 14.592 kilómetros. Hemos recepcionado 957 exposiciones en el interior, 94 exposición acá, en la sede del Senado. Hemos realizado ocho reuniones en el Senado y nueve en provincias, con un promedio de 8 o 10 horas en provincias.” Con eso, aclaró Negre tras agradecer a quienes colaboraron en ello, procuraba demostrar que “he cumplido... bueno, hemos cumplido, la Comisión de Legislación, con la manda” de “debatir este proyecto... estoy proyectos de leyes” y llegar en fecha a dar dictamen. “Dios mediante, se cumplirá el 14 de julio” con el tratamiento del proyecto en recinto.
Minutos después, tras enumerar el proyecto sancionado en Diputados y los cinco ingresados en Senado, comenzaron a circular documentos de mano en mano entre senadoras y senadores. Ausentes el tucumano José Manuel Cano y el correntino José María Roldán, cuyos aviones se habían demorado, Negre puso a consideración los proyectos “a fin de emitir dictamen”. La salteña Sonia Escudero estuvo entre las primeras en firmar el dictamen que propone el rechazo.
Con la presencia del presidente del bloque del FpV, Miguel Angel Pichetto, llegado casi al mismo tiempo que el neuquino Marcelo Fuentes y su “buenas noches” susurrado a algunos pares, Negre anunció que se ponía a consideración el dictamen favorable al proyecto de ampliación del matrimonio civil. Pichetto aclaró que estaba presente en nombre de “la mayoría del bloque” oficialista, que acompañará el proyecto en el recinto. Luis Juez, Pedro Guastavino, Nicolás Fernández, Marcelo Fuentes y Guillermo Jenefes firmaron el dictamen; la firma de Liliana Fellner llegaría hacia el fin de la tarde, una vez que se resolviera administrativamente su nombramiento en reemplazo de Sergio Mansilla. María José Bongiorno, a quien hasta entonces se mentaba favorable al proyecto, se excusó cuando le presentaron ese dictamen a la firma; instantes después firmaba por el rechazo. Roldán y Cano harían lo propio al llegar al Senado. La lista se completó con Mario Cimadevilla, Adriana Bortolozzi, Ramón Mestre y Negre. Recordando que habían trabajado inclusive durante las semanas en que la Selección Argentina competía en el Mundial, Negre se congratuló una vez más: “La comisión ha cumplido. No es risa, trabajamos”.
La paz se esfumó en segundos. Tan tumultuosa como la entrada fue la salida, o tal vez más. “Si hay una pareja de homosexuales y otra de heterosexuales en iguales condiciones para adoptar a un chico, ¿qué preferís? ¿Por qué no te jugás? ¿No preferís una pareja normal?”, increpaba una señora exaltadísima a Luis Juez en su camino hacia la puerta. “¡El pueblo no quiere esto!”, gritaba otra, interceptada en un segundo por el activista Alex Freyre: “Nosotros también somos el pueblo”. Comenzaban decenas de conversaciones y debates que, con el correr de los minutos, bloquearon los pasillos del edificio. Negre explicaba a un movilero de TV por qué temía que comenzara el tráfico de semen. Alguien relativizaba los matrimonios ya celebrados, mientras Freyre reclamaba a un hombre ofuscado: “Respete mi matrimonio, no me trate de soltero”. Un poco más allá, una de las expositoras recibía la bendición de un pastor. “¡Viva la familia!”, arengaron unas voces juveniles. “¡Viva!”, respondían otras.
PÁGINA 12, Argentina, 7-7-2010
http://www.pagina12.com.ar/imprimir/diario/elpais/1-149024-2010-07-07.html
Exclusivo: una encuesta nacional muestra casi el 69 por ciento de adhesión al matrimonio gay
Un apoyo masivo a la igualdad de derechos
El sondeo revela también un acuerdo importante en el interior del país. Y muestra rechazo a la posición de la Iglesia contra el casamiento entre personas del mismo sexo. Respaldo a los legisladores que votan a favor de la igualdad de derechos.
Por Soledad Vallejos
La primera pareja de mujeres que se casó en la provincia de Buenos Aitres, con el aval de un fallo de la justicia provincial.
Más de las tres cuartas partes de la población (el 81 por ciento) está de acuerdo con que homosexuales y heterosexuales tengan los mismos derechos. Apenas un poco menos (el 69 por ciento) se declara de acuerdo con el proyecto de ley de matrimonio civil que la Cámara de Diputados aprobó en mayo. Más de la mitad de los ciudadanos (el 57,6 por ciento) está en desacuerdo con que la Iglesia católica rechace el matrimonio entre personas del mismo sexo; la mayoría de esas personas se define como católica practicante. Así lo asegura un estudio que la consultora Analogías realizó a nivel nacional a mediados de junio, en 1250 casos, a pedido de la Federación Argentina LGBT. Los números trazan un panorama notablemente menos polarizado y opositor al proyecto de ley que hoy mismo empieza a transitar momentos claves en el Senado (ver aparte). Tan diferentes de lo que se ha dicho resultan los números que muchos de los distritos cuyos senadores y senadoras se oponen al proyecto difícilmente puedan argüir que lo hacen porque así lo quieren sus electores.
La existencia de derechos civiles que protejan tanto a heterosexuales como a homosexuales es afirmada por una amplia mayoría. El 81 por ciento lo ha ratificado, y un respaldo aún mayor se manifiesta cuando se trata de que las parejas homosexuales puedan compartir la obra social (88,1 por ciento) o que quien enviude pueda cobrar una pensión (el 83 por ciento). A la luz de esas respuestas no sorprende que el 68,6 por ciento se muestre de acuerdo con que dos personas del mismo sexo puedan casarse porque “todos somos iguales” (44,2) y “es importante que cada persona tenga libertad para decidir qué hacer con su vida” (37,6). La cercanía cuenta: el hecho de conocer situaciones particulares no es una razón despreciable para este apoyo: un 9 por ciento respondió que avalaba el matrimonio para dos personas del mismo sexo porque “tengo amigos/as, hijo/as, parientes, compañeros/as de trabajo homosexuales y los entiendo”.
Notablemente, quienes se manifestaron en desacuerdo abreviaron los argumentos: la naturaleza, las leyes de Dios (31,1 entre ambas) y la religión (4 por ciento), la tradición (25) y la moral (9) sumaron el 69, 1 por ciento.
El proyecto que la Cámara de Diputados aprobó en mayo cosecha un 69 por ciento de apoyo, y el 66,8 por ciento de todos los encuestados cree “muy probable que lo aprueben” los senadores. La respuesta llegará en los próximos días.
De gira por las provincias
En la ciudad de Buenos Aires, el 85,8 por ciento se definió a favor del proyecto con media sanción de Diputados, lo cual posiblemente no sorprenda al sus detractores, en los últimos días embarcados en acotar el apoyo a suelo porteño. (Los y las senadores por la Ciudad, por otra parte, se han declarado todos a favor.) Sin embargo, las respuestas de la encuesta pintan un paisaje provincial en el cual el apoyo a la ampliación del matrimonio civil oscila entre el 50 y el 70 por ciento. La información resulta todavía más reveladora cuando se revisa qué han proclamado algunos de los y las representantes de esas provincias ante el Senado. A eso, además, es preciso sumar el antes y el después: en la mayoría de las provincias, el apoyo al matrimonio para personas del mismo sexo creció luego de la media sanción en Diputados.
El divorcio entre electorado y representación podría resultar grave en Córdoba. Dos de sus tres representantes (Luis Juez, quien hoy será uno de los seis firmantes del dictamen favorable, y Norma Morandini, quien denunció presiones obispales) se declararon favorables; el tercero, Ramón Mestre, se ha pronunciado en contra alegando que es preciso “que no se desvirtúe la concepción de matrimonio” y sugiriendo realizar una “consulta popular no vinculante” para “saber qué es lo que quiere la sociedad”. El 68,5 por ciento se había manifestado de acuerdo con la propuesta de que el matrimonio civil fuera válido también para parejas homosexuales; ese apoyo trepó al 69,7 luego de la media sanción.
La provincia de Buenos Aires pasó del 66,4 al 67 por ciento de apoyo, contradiciendo la oposición mayoritaria que había alegado Hilda “Chiche” Duhalde. Santa Fe y Corrientes comparten tendencia: el 63,7 por ciento se mostró a favor de lo aprobado en Diputados. En ambos casos, la media sanción parece haber sumado un plus de aprobación social (en Santa Fe, 58,6 por ciento apoyaba el matrimonio en abstracto; en Corrientes el 55,2). Pero mientras que en la primera provincia sólo Carlos Reutemann se opone al proyecto (Rubén Giustiniani y Roxana Latorre ya han hecho público su apoyo), en Corrientes la situación es inversa: sólo Nito Artaza está a favor; Josefina Meabe y José María Roldán (quien mañana posiblemente firme dictamen para unión civil) lo rechazan.
Otro territorio en el que la lectura de sus representantes parece distorsionada es La Pampa: el 63 por ciento se declara a favor de lo que aprobó Diputados (antes de eso lo hacía el 61,1). Y sin embargo sus tres senadores (María de los Angeles Higonet, Juan Carlos Marino y Carlos Verna) han dicho o sugerido en más de ocasión que no lo apoyarán. Dos de los tres representantes de Chubut (Graciela Di Perna y Marcelo Guinle) han anunciado que votarán por la ley; el tercero, Mario Cimadevilla, hoy posiblemente firme dictamen por uno de los proyectos de unión civil. Las encuestan cifran en 62,3 por ciento el apoyo al texto sancionado por Diputados (llegó a esa cifra desde el 55 por ciento).
Más de la mitad de la población mendocina (el 56,2 por ciento) apoya el proyecto que podría convertir en ley el Senado. Precisamente a esa provincia representa Rolando Bermejo, el integrante de la comisión cuya firma hoy podría dar dictamen de mayoría a la ampliación del matrimonio civil. En Neuquén, cuyo senador Marcelo Fuentes hoy dará su firma al proyecto sancionado en mayo, el apoyo a que personas del mismo sexo puedan casarse trepa al 56,4 por ciento.
PÁGINA 12, Argentina, 6-7-2010
http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-148956-2010-07-06.html
jueves, 8 de julio de 2010
Argentina: Luces y sombras alrededor del matrimonio homosexual
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