El apoyo a la unión de hecho entre personasl de igual sexo, no necesita justificaciones ni argumentos: su valides y su urgencia son tan diáfanos como la anulación de toda forma de esclavitud, o como la reivindicación a la que debe tener acceso la mujer en todas las dimensiones de la vida.
El buen ejemplo que se le debe dar a las generaciones venideras no es el de un mundo asfixiado por prejuicios y regido por leyes morales obsoletas: el ejemplo debe ser la solidaridad, la equidad, la tolerancia y el amor sin restricciones ni barreras impuestas por los sistemas de opresión que tienen hoy el mundo en el colapso.
La unión de hecho, la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo será el ejemplo y la esperanza de que un mundo más humano es posible.
lunes, 21 de julio de 2008
Derechos Humanos Sí, pero a todos y todas. David Rojas
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