Doy todo mi apoyo a la aprobación de esta ley. El 17 de mayo de 1990, la Organización Mundial de la Salud finalmente eliminó la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales. Queda así entendido, que la persona homosexual goza de una buena salud metal y por lo tanto, la relación de pareja que establezca es una relación auténticamente humana, con las mismas posibilidades de ser una relación positiva como las que tiene la relación heterosexual, si la sociedad se los permite.
Misma condición humana, diferente preferencia sexual. Por lo que la no aprobación de esta ley sería un acto de voluntad política claramente discriminante, excluyente y violatorio de los derechos humanos y de nuestra Constitución Política. Estaría siendo motivado por prejuicios y tabúes o por razones de orden religioso, lo cual lo haría doblemente violatorio de los derechos humanos y de la Constitución, pues no todas las personas homosexuales pertenecen al mismo grupo religioso y otras probablemente no pertenecen a ninguno. Diversidad sexual debe ser la norma. Apoyando la aprobación de esta ley, realizaremos un acto de justicia social. Graciela Blanco Martén
lunes, 21 de julio de 2008
Igualdad de Derechos para Todos(as). Graciela Blanco Marten
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario