sábado, 7 de marzo de 2009

En el Día Internacional de la Mujer: las mujeres frente a la crisis económica

Mujeres, crisis y escudos de papel
Gabriela Arguedas


Sobre la crisis financiera se discute en el mundo entero, desde que semanas antes de la elección de Obama, Wall Street se convirtiera en el epicentro del desastre económico. En Costa Rica aún no tenemos claro hasta dónde llegarán los efectos de este descalabro, pero sí sabemos y sentimos que la ola expansiva llegó y nos está golpeando con dureza.

Semana tras semana se pierden empleos, las cuotas de los préstamos hipotecarios se disparan, los precios de productos de primera necesidad suben constantemente, igual que la incertidumbre. El inicio de lecciones ha significado para muchas familias un esfuerzo económico mucho mayor que el del año anterior. Y la cuesta venía hacia arriba aún sin la crisis global. La última Encuesta Nacional de Hogares demostró que, en la actualidad, cada hogar está destinando más dinero del presupuesto familiar para la compra de medicamentos.

Lo mismo sucede con la alimentación. No sabemos con exactitud cuántas personas han reducido el número diario de comidas, pero podemos intuir que son cada día más. Son más los niños y niñas que sufren una nutrición insuficiente. Y son precisamente las mujeres, las madres de esos niños y niñas, quienes saben a la perfección de qué estamos hablando cuando decimos pobreza.

El 70% de las personas más pobres del planeta son mujeres, según datos de UNIFEM. Es un dato crudo y tajante. Es un dato no puede ser ignorado por quienes pretendan elaborar un plan de contingencia ante la crisis. La pobreza y la crisis financiera afectan a todas las personas, pero no les afecta igual. La forma en la que operan las consecuencias de esta situación económica lleva implícito un sesgo de género. La parte más descarnada de la factura se le cobrará a las mujeres más pobres, a las más excluidas, y a sus hijas e hijos. En épocas de recesión económica la violencia aumenta y en especial, la que se ejerce sobre las mujeres de manera específica.

Pienso en las mujeres que hoy están subempleadas, que además son la única fuente de ingresos en sus hogares y que deben buscar dónde dejar a sus hijos para atender esos empleos (o debería decir: esas formas de explotación esclavista). Tal vez, con suerte, no pierdan ese trabajo de espanto, pero probablemente les reduzcan el salario, o les sobrecarguen horas. Si mal no recuerdo fue Franz Hinkelammert quien dijo que iba a llegar la hora en la que ser explotado sería un privilegio, refiriéndose a la posibilidad de tener un empleo...Esa hora, para la gran mayoría de las mujeres en el mundo, llegó desde siempre.

El Plan Escudo ignora esta realidad; la omite, y no es un acto inocente. Es claro que ese vacío tiene una razón de ser. Carne de cañón, diríamos, si se nos permite esa licencia poética. El escudo del plan gubernamental no va a proteger a esas mujeres ni a sus familias, porque no está diseñado con ese objetivo. Ese escudo está enfocado en proteger utilidades, rentabilidad y balances financieros.

Para mí todo terminó de aclararse con la noticia que fue publicada en el diario La Nación, el lunes. El Ministerio de Educación Pública decidió cerrar el programa Segunda Casa, que proveía de cuidado y alimentación a niños y niñas de zonas pobres, luego del horario de clases. El MEP aduce que no le corresponde la labor de cuido. Este es el punto álgido. El cuido de los niños y las niñas, en este país, aún no se entiende como una función social, donde el Estado debe cumplir con un papel protagónico. Como Pilatos, el Ejecutivo se lava las manos ante la política social. Es evidente que le mensaje del gobierno es éste: que las mujeres pobres, muchas de ellas madres solas, quienes deben hacer enormes sacrificios (invisibilizados casi siempre) para que sus hijos e hijas vayan a la escuela, busquen alguna solución en dónde mejor puedan. Es seguro que nada tienen que ir a buscar al Plan Escudo, porque ese plan no tiene nada real y tangible para ellas.

Esa noticia fue publicada el lunes 2 de marzo, el próximo domingo es el Día Internacional de la Mujer (celebración que nace por la lucha de mujeres obreras socialistas). Supongo que el próximo lunes, cuando se cumplan 8 días del anuncio del cierre de Segunda Casa, habrá discursos oficiales, palabras presidenciales sobre lo maravillosas, fuertes y valientes que son las mujeres trabajadoras. Supongo que sobrarán las figuras políticas que abrazarán a alguna señora y se tomarán una fotografía; apuesto que las figuras políticas le van a sonreír a la cámara.

EL PREGÓN, Costa Rica, 4 de Marzo de 2009
http://www.elpregon.org/opinion/columnas/zurdera/1331-mujeres-crisis-y-escudos-de-papel

No hay comentarios: