jueves, 18 de junio de 2009

Las ¿guías sexuales? de la iglesia católica de Costa Rica

¿Guías sexuales o catecismos?
Mario Madrigal

Escritor

Se ha producido una especie de debate nacional sobre la publicación de las guías sexuales que elaboró la Conferencia Episcopal de Costa Rica. El canal 7 llevó a cabo un debate en el cual participaron el sacerdote Vittorino Girardi, obispo de Tilarán y de Liberia, quien tuvo a su cargo la revisión final de los textos publicados, la Sra. Alexandra Loría y, en el otro bando, solitario, el Dr. Luis Carlos Ramírez y, actuando como moderadora, Pilar Cisneros.

El sacerdote dijo que los niños eran como “animalitos” a los que había que guiar. El Dr. Ramírez, con gran sensatez y en forma calmada, rebatió los argumentos de sus opositores e incluso aceptó que “la Iglesia tiene todo el derecho de pedir a sus feligreses una completa abstinencia sexual. Que esta solicitud tenga algún resultado práctico es otra cosa.”

Retroceso. El problema de las guías sexuales es muy viejo. Hace ya bastantes años, durante un Gobierno anterior, se elaboraron bajo la dirección científica de varios expertos, incluyendo algunos sacerdotes y a un costo de varios millones de colones, unas guías que iban a ser distribuidas en todos los colegios, pero, a última hora, el arzobispo de entonces, monseñor Arrieta, se opuso a su distribución y el Gobierno, en una muestra de gran debilidad, aceptó la imposición y mandó a destruir lo que había costado tanto estudio, tanto esfuerzo y tanto dinero. El Sr. Heriberto Escobar, presidente del Consejo Intermagisterial, dijo entonces que “el país había retrocedido 50 años en materia de educación sexual.”

Para poder escribir sobre este tema con conocimiento de causa, compré “las guías” y leí hasta la última palabra (417 páginas), trabajo bastante difícil por el estilo confuso y esotérico que a menudo usan los sacerdotes, lleno de rezos y citas bíblicas. Busqué estudios científicos, razones válidas que respaldaran su punto de vista y solo encontré obscurantismo, retroceso a la Edad Media y un gran vacío intelectual.

Sexualidad y pecado

Desde la primera infancia, indica el primer volumen, se debe evitar que los niños se toquen los genitales “ya que este hábito podría llegar a ser pecaminoso más tarde”. En la adolescencia, sigue, la masturbación es un grave pecado, aunque generosamente concede que “si el toque es por necesidad médica o por higiene no es pecado”. Pide que los homosexuales sean llamados a la castidad. Y luego agrega: “la castidad debe estar presente en todas las personas, solteras, casadas, viudas o célibes, etc.”. Si este “ideal” se alcanzara, se acabaría la población del mundo.

En otro volumen se asegura que “la Iglesia condena (…) el control artificial de la natalidad. Todo acto matrimonial debe quedar abierto a la transmisión de la vida (…) Es intrínsecamente mala toda acción que se proponga hacer imposible la procreación. Las familias numerosas son una bendición divina”. No se indica si esta bendición tiene algún límite: 30, 40 hijos…

Prosigue luego atacando el divorcio, “una ofensa grave a la ley natural.” Si un divorciado se casa de nuevo, él y su compañera “son adúlteros”. Y termina con esta sentencia: “Es moralmente injustificable la fecundación artificial de una mujer, casada, soltera o viuda.”

Creo que estas guías no tendrán mayor impacto entre los jóvenes para los que fueron escritas, y mucho menos para los adultos, pero no deja de ser preocupante que pueda haber alguien que las tome en serio y les haga caso.

LA NACIÓN, Costa Rica, 17 de Junio de 2009
http://www.nacion.com/ln_ee/2009/junio/17/opinion1998447.html

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