martes, 23 de marzo de 2010

La de tonterías que los homofóbos se dejan decir

Curiosa manera de criticar los abusos del clero en Intereconomía
"Estos no son pedófilos, ni gays, ni homosexuales, estos son sencillamente unos maricones de mierda"

Hay que remover Roma con Santiago para encontrar una crítica contra la Iglesia Católica en Intereconomía. Incluso en estos días que no cesan de saltar escándalos sobre abusos sexuales en tantos y tantos países. Y cuando se atisba un indicio de reproche a esos abusos, las formas terminan por empañar el artículo, cuando no dejan un tufo de homofobia, como le ha sucedido a Francisco José Fernández de la Cigoña, bloguero de Intereconomía especializado en religión, que habla así de los pederastas: "Estos no (son) pedófilos, ni gays, ni homosexuales, estos son sencillamente unos maricones de mierda".

Desde luego, Fernández Cigoña tendrá un gran conocimiento sobre los intríngulis del clero, pero de patologías y delitos no sabe nada, como demuestra a lo largo del artículo que publica en Intereconomía.

No es pedofilia, es homosexualidad

Según Cigoña, lo que se está viendo estos días es una “campaña desatada contra la Iglesia por la pedofilia de sus miembros”. Pero él aclara que “en muchísimos casos no ha habido comportamiento pedófilo sino homosexual”.


Pedofilia y pederastia

“Abusar de niños, que es lo que caracteriza a la pedofilia, precisa que haya niños”. Se equivoca de cabo a rabo Cigoña, porque la pedofilia no implica ningún tipo de abuso. En realidad, se trata de una patología: el pedófilo es el que siente excitación sexual por los menores de edad, lo que no es delito mientras no pase de ahí. Delito es la pederastia, que surge cuando un pedófilo abusa sexualmente de un niño.

Estupro

Según el ilustre bloguero de Intereconomía, lo que ha ocurrido en la Iglesia es un caso de relaciones sexuales con “jóvenes de doce, catorce o más años. Eso tiene otro nombre”. Falso también. Tener relaciones sexuales con una persona menor de trece años es en cualquier caso delito. A partir de esa edad, puede tener, efectivamente, otro nombre: estupro. Es decir, entre los 13 y los 16 años, puede haber un delito aunque el menor dé su consentimiento, si los padres lo denuncian y se demuestra que el menor fue engañado.


"Maricones de mierda"

Lo más grave del artículo llega cuando Fernández Cigoña mezcla churras con merinas y mete la homosexualidad por medio. “Yo respeto mucho a las personas con orientación sexual hacia el mismo sexo”, aunque aclara que sólo respeta a los gays que lo son “sin exhibiciones y sin abusos”. Y concluye a lo grande: “En estos casos que hoy divulga la prensa hay un abuso asqueroso de superioridad sobre un alumno, un seminarista, un chico que acude a la catequesis... Estos no (son) pedófilos, ni gays, ni homosexuales, estos son sencillamente unos maricones de mierda”.

EL PLURAL, España, 23 de marzo de 2010
http://elplural.com/politica/detail.php?id=44602

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