Nueve parejas homosexuales contraen matrimonio en el Hemiciclo a Juárez.
El Registro Civil brinda servicio sin distinciones económicas, políticas o sociales, señala jueza
Christian Rea Tizcareño
México DF
Nueve parejas del mismo sexo contrajeron matrimonio la tarde de ayer en el Hemiciclo a Benito Juárez. Se trató de la segunda boda colectiva entre homosexuales y fue organizada por la Comisión de Diversidad Sexual de la delegación Cuauhtémoc y la asociación Grupo Orgullo.
Cuatro parejas de mujeres y cinco de hombres llegaron al Hemiciclo a Juárez en el Turibús y formalizaron su unión en una ceremonia encabezada por María Violeta Chávez Ramos, jueza séptima del Registro Civil capitalino.
Rodeados por una multitud que cerró el flujo vehicular de la avenida Juárez, se casaron Tomás y Luis Gerardo, Fabián Antonio y David, Dustin y Alejandro, Pedro y Juan Ruperto, José Vicente y Juan Salvador, Maribel y Janet, Coral y Erika, María Isabel y Ana Laura, María Eva y Silvia Daniela.
La jueza pidió silencio para efectuar la ceremonia; pero los invitados de las y los novios rompieron en diversas ocasiones el protocolo para aplaudir, chiflar, emitir gritos agudos y lanzar consignas de aprobación. “¡Beso, beso, beso, beso, beso!”, gritaban, y Chávez aplacaba estas efervescentes solicitudes: ¡Todavía no porque no he hecho la declaratoria, vamos a continuar!”
Maribel y Janet se casaron con antifaces. Cuando pasaron a firmar y plasmar sus huellas digitales en el acta de matrimonio, un grupo de personas esgrimió el imperativo: “¡Fuera más máscaras!” La jueza Chávez intervino: “Aquí respetamos la individualidad de cada quien, la libre expresión es un derecho constitucional”.
Tras haber sido declaradas “unidas en legítimo matrimonio”, las parejas levantaron sus manos y exclamaron con la gente “¡sí se pudo!”. Del equipo de sonido brotó la Marcha Nupcial y ondearon con frenesí las banderas arcoiris, símbolo de la diversidad sexual.
La jueza dijo que los integrantes del matrimonio son “sagrados el uno para el otro”. Exhortó a los recién casados a procurarse respeto, amor, honestidad, inteligencia, comprensión, talento, felicidad, fidelidad, confianza y ternura, de lo contrario, su relación estará destinada al fracaso.
“En este momento ustedes están fundando una nueva familia, totalmente independiente del núcleo familiar del cual provienen. Recuerden que la felicidad hogareña no es un milagro, se labra con buena voluntad y perseverancia”, exhortó Chávez a las parejas lésbico-gay.
En la entrega de los anillos se escuchó la canción Happy together. Los contrayentes se abrazaron y lloraron. Al concretarse sus enlaces matrimoniales, festejaron con We are the champions, de Queen.
En entrevista, Pedro, de 52 años y Ruperto, de 48, comentaron que su relación de 12 años y medio representa una lucha constante por defender su amor y sus derechos humanos. “Hay que seguir trabajando por México y nuestra familia”.
Eva y Silvia, ambas comerciantes, manifestaron que tras ocho años compartir la vida, se sienten “felices” y “plenas” de haber podido legalizar su unión y de compartirlo con sus hijos adolescentes.
En tanto, la jueza Violeta Chávez mencionó que cualquier pareja del país puede venir a casarse al DF, pues el Código Civil vigente en la entidad define desde 1928 que “domicilio” es un sitio donde preferentemente vive una persona durante más de seis meses, pero también es “el lugar en donde estás en este momento”.
Subrayó que en el Registro Civil capitalino se brinda un servicio sin distingo de situación económica, política, social o religiosa. “A todos nos debemos, somos servidores públicos y estamos para dar un servicio a quien lo requiera”.
NOTIESE, México, 15 de marzo de 2010
http://www.notiese.org/notiese.php?ctn_id=3706
viernes, 19 de marzo de 2010
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