martes, 13 de julio de 2010

Guerra santa en Argentina: la inquisición contra los derechos GLBTI

LA CRUZADA DE BERGOGLIO CONTRA LA DEMOCRACIA EL MARTES 13
La Inquisición


El martes 13 la Iglesia Católica saldrá en Cruzada contra la igualdad de derechos en el matrimonio, que el Senado tratará el miércoles 14. Bergoglio convocó a una “guerra de Dios”, invocando un supuesto orden natural, tal como se fundamentó la represión dictatorial el siglo pasado. El proyecto de Unión Civil, que sólo podría tratarse violando la Constitución, daría consagración legal a la discriminación y el desprecio y el estigma y suprimiría derechos hoy vigentes.

Por Horacio Verbitsky

El proyecto de ley de Unión Civil impulsado con el mayor sigilo por el presidente de la Iglesia Católica argentina, Jorge Bergoglio, procura restringir en virtud de la orientación sexual derechos que la Constitución y las leyes reconocen a todas las personas que viven en el país. La Unión Civil obraría así como un elemento de identificación de las personas a ser discriminadas, al estilo del triángulo rosa que debían utilizar los homosexuales en Alemania durante el gobierno nazi y que la Comunidad Homosexual Argentina ha estilizado en su distintivo. El proyecto, presentado en forma irregular y violatoria de los preceptos constitucionales sobre la formación de las leyes, constituye así una trampa: ofrece ciertos beneficios aparentes, que en asuntos previsionales, patrimoniales y sucesorios deben celebrarse mediante convenios separados como si se tratara de transacciones comerciales entre desconocidos, a cambio de la estigmatización de quienes se sometan en forma voluntaria a ese régimen de tipo inquisitorial. Incluso obliga a fijar un sitio de residencia común.

La guerra santa

Forma parte de la cerrada ofensiva del Episcopado Católico, dirigida al gobierno nacional pero que ataca a la institucionalidad democrática en su conjunto. La reforma a la ley de matrimonio civil dividió a todos los bloques y sólo forzando la realidad podría atribuirse sólo al oficialismo. El 25 de mayo, el Episcopado transmitió al gobierno nacional un pedido de amnistía firmado por los ex dictadores Jorge Videla y Benito Bignone, el sacerdote Christian von Wernich y un centenar de ex militares, marinos, policías, penitenciarios y agentes civiles de Inteligencia detenidos por su participación en crímenes de lesa humanidad. Como la entrega se realizó sin la nota de estilo que la acompañara, el Poder Ejecutivo devolvió la solicitud al Episcopado sin comentarios. En junio Bergoglio presentó un manifiesto opositor elaborado por Roberto Dromi, José Jaunarena y otros ministros de Menem, De la Rúa y Duhalde, que reclama autarquía para el Banco Central, eliminar retenciones a la soja, minimizar las políticas sociales, fundir Seguridad con Defensa y reprimir el conflicto social. Algunas de estas son políticas centrales de los gobiernos kirchneristas, pero otras constituyen consensos básicos de la democracia recuperada en 1983. Para explicar su oposición a la ley de matrimonio, el cardenal porteño dijo que se trataba de “una guerra de Dios” contra “el Padre de la Mentira”, ya que Satanás pretende destruir “el plan de Dios” y la ley divina, “grabada en nuestros corazones”. El vicejefe del gabinete de ministros a cargo de las relaciones parlamentarias y dirigente socialista Oscar González, rechazó esta posición “fundamentalista” que “irrumpe con inusitada violencia en el ámbito de la deliberación democrática y llama al odio entre los argentinos. Quien debiera estar predicando la paz y la tolerancia anda convocando a una guerra santa y a realizar actos políticos callejeros para presionar al Senado de la Nación”. El obispo de La Plata, Héctor Aguer, dijo el viernes que se trataba de una guerra cultural contra el catolicismo. Bergoglio y Aguer fueron los principales colaboradores del ex primado de la Argentina, Antonio Quarracino, quien en 1994 dijo que lesbianas y gays eran “una sucia mancha en el rostro de la Nación”, que debería encerrarlos en un ghetto, dentro del que podrían hacer lo que quisieran. La idea de una ley divina, estricta e inmutable, cuya interpretación sólo corresponde a una casta sacerdotal, y todo apartamiento de la cual debe ser punido como una subversión demoníaca del orden natural, está en la base de la represión dictatorial que con la bendición de la jerarquía católica destrozó a la Argentina entre 1976 y 1983.

Ocho años de vértigo

El primer proyecto de Unión Civil fue presentado en 2005 por la Comunidad Homosexual Argentina. A diferencia de la ley porteña sancionada en 2002, la elaborada por la CHA incorporaba todos los derechos (pensión, patria potestad compartida y adopción, herencia, beneficios previsionales y de obra social) para todas las parejas, con indiferencia del sexo de sus integrantes. Esta unión civil contemplaba una menor injerencia del Estado que en el matrimonio: no exigía la monogamia, ni regulaba la anulación del contrato por la existencia de ciertas condiciones físicas y de salud, pero no fue tratado por el Congreso. Dos años después la exigencia ya pasaba por la equiparación plena con el matrimonio heterosexual. Otros proyectos similares llevaron la firma de legisladores de los principales bloques. El proceso político se aceleró a partir de noviembre de 2009 por la sucesión de fallos judiciales que permitieron el matrimonio de varias parejas de hombres y otras de mujeres, en algunos casos previa declaración de inconstitucionalidad del artículo 172 del Código Civil que requiere que los contrayentes sean un hombre y una mujer. El 4 de mayo, por 125 a 109 y seis abstenciones, la Cámara de Diputados dio media sanción al proyecto de Vilma Ibarra, que hoy integra el Nuevo Encuentro de Martín Sabbatella, y de la socialista Silvia Augsburguer. Tanto las posiciones a favor como en contra cruzan el espectro político: 45 kirchneristas y aliados votaron a favor y 30 en contra, con 10 ausentes; 46 radicales y sus aliados del socialismo, el GEN y la Coalición Cívica Libertadora apoyaron la ley, pero 18 se opusieron, cuatro se abstuvieron y uno se ausentó. Sin embargo, la jerarquía católica decidió cuestionar al gobierno nacional y no a los otros partidos. Tanto esas sentencias como la sanción legislativa no establecen derechos diferentes según el sexo de quienes contraigan matrimonio. Tampoco obligan a la fidelidad ni la cohabitación. Durante el debate sobre la legislación de un estado laico, Ibarra aclaró que su proyecto no da derechos a adoptar a homosexuales y lesbianas, que ya lo tienen, dado que la ley de adopción no discrimina según la preferencia sexual, sino que coloca a esos chicos en igualdad con los demás. “Al no estar reconocido el coadoptante, no se les puede transferir una obra social ni pueden heredar o reclamar la pensión alimentaria de parte de ambos contrayentes. Si muere el adoptante, el niño queda huérfano porque no se reconoce legalmente a la pareja”. En el mismo sentido fue la brillante y valiente exposición de la librera Carolina Frangoulis, quien durante la audiencia senatorial realizada en la Legislatura de Tucumán dijo que ella, su mujer y el hijo de ambas no querían una ley de matrimonio homosexual sino de matrimonio igualitario, con los mismos derechos para todos.

La astucia de la serpiente

Durante la última reunión episcopal se discutió la estrategia contraria a la reforma. Bergoglio sostuvo la conveniencia de usar la astucia y no encerrarse en una negativa frontal que incluso pudiera provocar malestar dentro de su propia feligresía. Muchos creyentes de ese culto, incluso sacerdotes, señalan que la pareja heterosexual indisoluble es una creación cultural y que Jesús nunca condenó la homosexualidad, pero sí la hipocresía. Según el obispo porteño lo más conveniente era admitir la unión civil entre quienes no calificaran para el sacramento católico en razón de su sexo. En contra se alzó Aguer uno de cuyos auxiliares, Antonio Marino, quedó a cargo del lobby confesional sobre el Congreso. Cuando se pasó a votar, la posición de Aguer se impuso. Sin embargo, la táctica insidiosa de Bergoglio se abrió camino en el Senado, donde legisladores de distintos bloques dieron dictamen instantáneo de comisión a otro proyecto que consagra la unión civil pero privada de los principales efectos del matrimonio, tanto patrimoniales como previsionales, que desprotege a los hijos de la pareja, prohíbe la adopción y la fertilización asistida (derecho que hoy existe para todo ciudadano de cualquier orientación sexual) y consagra en forma explícita la discriminación y el desprecio: su último artículo establece una “cláusula de conciencia” por la cual cualquier persona, sea funcionario público o no, que “tuviere que intervenir en actos jurídicos o administrativos” vinculados con esta ley podría oponerse al trato con homosexuales. Para llegar a esta propuesta, fue necesario un subterfugio que circunvalara los artículos 78 y 81 de la Constitución que regulan el trámite de las leyes entre las dos cámaras del Congreso. Recibida la media sanción, la llamada cámara revisora puede aprobar el mismo proyecto, rechazarlo o introducirle adiciones o correcciones. Si lo aprueba, pasa al Poder Ejecutivo para su promulgación, si lo rechaza no puede volver a tratarse hasta el año siguiente. En caso de que le introduzca adiciones o correcciones por mayoría, vuelve a la Cámara de origen, que sólo necesita la misma mayoría para convertirlo en ley. La Comisión de Legislación General, que el Grupo Ahhh... puso en manos de la senadora del Opus Dei Liliana Negre, obtuvo nueve votos para su dictamen de mayoría que aconsejó rechazar la sanción de Diputados (la propia Negre, el mendocino y la formoseña del Frente para la Victoria Rolando Bermejo y Adriana Bortolozzi de Floro Bogado; los radicales Ramón Mestre, José M. Cano, Mario Cimadevilla y José Roldán y la peronista opositora Sonia Escudero) contra seis del oficialismo y, en este caso también de Luis Juez que aconsejaron aprobarlo. Pero esa mayoría firmó al mismo tiempo un segundo dictamen, a favor de la unión civil, que incluyó en el mismo Orden del Día del miércoles 14. Su resultado es incierto, ya que los pronunciamientos conocidos son muy parejos y resta un número significativo de declarados indecisos. Pero de reunir mayoría para el rechazo el bloque clerical debería asumir ante la sociedad el haber frustrado por lo menos hasta 2011 el reconocimiento de derechos que según los sondeos de opinión pública gozan de amplio consenso. La astucia sugerida por Bergoglio consistió en que el segundo proyecto, de unión civil, se presenta como independiente del rechazado. Si reuniera la mayoría de los votos del Senado, podría pasar a Diputados este mismo año. Como señaló el presidente del bloque del Frente para la Victoria, Miguel Pichetto, en una nota al ingeniero Julio Cobos, esto transgrede la restricción constitucional ya que los seis proyectos de unión o contrato civil (de los senadores Bortolozzi de Bogado, Escudero, Juan Carlos Romero, Laura Montero, Luis Petcoff Naidenoff y Emilio Rached) se presentaron entre el 17 de mayo y el 5 de julio, cuando el Senado ya había recibido la sanción de Diputados. En sus fundamentos Bortolozzi admite que su proyecto propone una “solución intermedia” cuando “ya obtuvo media sanción la reforma” y Montero señala que el Senado debe actuar como cámara revisora del proyecto de la Cámara de Diputados. Lo mismo se planteó en todas las audiencias convocadas por Negre. El artículo 81 es inequívoco: si hay rechazo debe esperarse un año. Pasado mañana, en desafío a los efluvios del martes 13, el Episcopado lanzará sobre el Congreso todas sus huestes, para lo cual recurrirá al público cautivo que es el alumnado de las escuelas católicas, subvencionadas por un Estado generoso. Bergoglio envió una circular a párrocos, rectores y capellanes de iglesias convocándolos bajo el lema “Queremos mamá y papá”. Otro tanto harán los demás obispos en sus respectivas sedes. Un anticipo lo suministró el vicepresidente de la Iglesia, Luis Villalba, durante el Tedéum que ofició el 9 de julio en Tucumán. Luego de precisar su oposición a la igualdad en la ley de matrimonio, Villalba exhortó a “pasar de un modelo de conflicto a un modelo de convivencia armoniosa, respetando las diferencias” (sic).

Cuestión de derechos

Durante las sesiones de comisión, la senadora Negre seleccionó en forma cuidadosa a quiénes se permitía exponer su posición y asistir a las audiencias, y a quiénes no. La idea que defiende la Iglesia Católica es que la legislación civil debe subordinarse a los sacramentos de su culto, que se ajustarían por voluntad divina al supuesto derecho natural, conjunto de conceptos que el creador del mundo habría inscripto en la conciencia de cada ser humano. Hace apenas catorce décadas el Código Civil obra de Dalmacio Vélez Sársfield sólo reconocía el matrimonio religioso, de acuerdo con las normas del derecho canónico. La ley de matrimonio civil provocó un gran escándalo político en 1888, al separar la institución religiosa, regida por el derecho canónico, de la institución civil, tendiente a proteger derechos de las personas de acuerdo con las leyes que no dicta el papa de Roma sino el Congreso de la Nación. Hoy se percibe sin esfuerzo el absurdo de aquella situación en la que nadie podía casarse si no era católico. Pero todavía debieron pasar 66 años más para que el Congreso declarara que una sentencia judicial de divorcio podía devolver a las partes su capacidad para intentarlo otra vez. Esta reforma a la ley de matrimonio, sancionada por el Congreso en 1954, fue una de las causas para el golpe cívico-militar del año siguiente, promovido y organizado por la jerarquía católica. Esa ley, como la propia Constitución Nacional, fue anulada por un bendito decreto de facto. La discusión se reabrió en la segunda mitad de la década de 1980. Fue la Corte Suprema de Justicia la que destrabó el conflicto al declarar inconstitucional el artículo de la ley de matrimonio que prohibía su disolución y condenaba a la desprotección perpetua a casi una cuarta parte del total de las familias, llamadas monoparentales y a los hijos nacidos de uniones de hecho. Hasta el día de hoy la Iglesia Católica sólo reconoce como casadas a las personas que han pasado por el altar. También ahora varios casos de matrimonios prohibidos por el sexo de los contrayentes aguardan en la Corte Suprema.

Además del Código Civil, el matrimonio debe conformarse a normas de jerarquía superior, como los tratados internacionales sobre Derechos Humanos que autorizan a contraer matrimonio y constituir una familia y, desde la reforma de 1994 gozan de la misma jerarquía que la propia Constitución. El artículo 14 bis de la Constitución obliga al Estado a proteger a la familia y su artículo 19 protege la libre determinación de las personas para elegir su plan de vida, sin interferencia del Estado. En el reciente caso “Arriola”, la Corte Suprema de Justicia reconoció que las conductas privadas que no ocasionan peligro o daño a terceros se encuentran amparadas por ese artículo, ya que “el Estado no puede establecer una moral” sino “garantizar un ámbito de libertad moral” y no puede penar “conductas que son, justamente, el ejercicio de la autonomía ética que el Estado debe garantizar”, sino aquellas que afectan su ejercicio.

El matrimonio es la institución civil fundamental para el desarrollo de la personalidad y la protección de los derechos humanos de sus integrantes y no resulta admisible excluir a nadie de esos beneficios en razón de su orientación sexual, dado que de ello dependen los derechos previsionales, laborales, patrimoniales y sucesorios. Si además de los contrayentes se considera a los niños, están en juego los derechos a la adopción conjunta, a la adopción del hijo del cónyuge, huérfano de padre o madre; a recibir visitas, al usufructo conjunto de los bienes, para proteger a las niñas y los niños. Los principios de igualdad e igual protección ante la ley y de no discriminación contenidos en esos tratados internacionales han sido considerados fundamentales por la Comisión y por la Corte Interamericana ya que sobre ellos “descansa todo el andamiaje jurídico del orden público nacional e internacional”. Según la Corte, estos principios obligan a los Estados a eliminar de su legislación cualquier disposición discriminatoria. La Comisión sostiene que todas las personas tienen los mismos derechos y deberes sin distinción de sexo. Sólo es admisible alguna restricción si puede fundamentarse en una necesidad social imperiosa y si satisface “un interés público imperativo” de una sociedad democrática. La jerarquía católica pretende que esa institucionalidad supranacional, que la Constitución ha convertido en ley suprema, se subordine a sus propias reglas dictadas por el obispo de Roma.

PÁGINA 12, Argentina, 11-7-2010
http://www.pagina12.com.ar/imprimir/diario/elpais/1-149246-2010-07-11.html

Referendo del odio y derechos humanos

REFERÉNDUM Y DERECHOS HUMANOS
Luis Gerardo Fallas Acosta *

El sometimiento al mecanismo de referéndum, del proyecto de “Ley de unión civil entre personas del mismo sexo” por parte del Tribunal Supremo de Elecciones, nos enfrenta a una situación jurídica que no podemos dejar pasar, sin que la oportunidad valga para establecer un debate que permita dimensionar los efectos de dicha determinación, frente al tema de los Derechos Humanos, los compromisos asumidos por el país en esta materia y la interpretación misma del artículo 105 de nuestra Constitución Política.

Sin embargo, por la sensibilidad del tema, es prudente por un principio ético, que como punto de partida definamos el campo en que, dicha discusión ha de producirse, y entonces el debate jurídico se separe de cualquier otro.

Y es que, en el tema de la discusión jurídica, es necesario dimensionar los parámetros que el derecho de la constitución impone a las interpretaciones de su texto, frente a los derechos de las personas, lo que nos lleva al primer aspecto a aclarar, que los Derechos Humanos son aquellos inherentes a la persona, por su condición misma y no por el reconocimiento que una sociedad proclame en una circunstancia histórica determinada. En este sentido hoy más que nunca entendemos que el derecho a la vida está por sobre cualquier legislación que autorice la pena de muerte y que el derecho a la libertad de expresión está por sobre todo régimen político que la reprima o censure. Por esta razón, consideramos el derecho a ser diferente, como la correcta interpretación del derecho a la igualdad jurídica y como elemento esencial del derecho a la autodeterminación individual.

En esta línea argumentativa, integramos al referéndum, como un medio extraordinario de la función legislativa y expresión de la democracia participativa, pero sometida a los mismos controles de constitucionalidad que los procesos legislativos ordinarios. La reforma al artículo 105 constitucional ocurrida mediante Ley No. 8281 de 28 de mayo de 2002, introduce el referéndum, como el mecanismo por medio del cual el pueblo puede ejercer la potestad legislativa; sin embargo, la reforma del citado artículo constitucional, en su párrafo segundo, establece, que este medio de legislar “no procederá si los proyectos son relativos a materia presupuestaria, tributaria, fiscal, monetaria, crediticia, de pensiones, seguridad, aprobación de empréstitos y contratos o actos de naturaleza administrativa”.

¿Cuáles son las razones por las que el legislador excluye estas materias del poder legislador del pueblo?, la respuesta es que son temas que su contenido e impacto sobre la población y las finanzas públicas deben someterse a rigores ordinarios. Parecería lógico que un proyecto de ley que pretenda establecer un paquete tributario, sometido a referéndum, no gozaría del beneplácito del pueblo. O bien, un referéndum para aprobar una ley que elimine los impuestos a los combustibles, gozaría de tal popularidad, que someterlo a referéndum sería de mero trámite. Pero entonces, ¿establece el artículo 105 una lista cerrada de materias excluidas del referéndum?, el Tribunal Supremo de Elecciones ha considerado necesario interpretar restrictivamente el régimen de limitaciones a la participación ciudadana directa en asuntos de trascendencia nacional. Sin embargo, la posición de la Defensoría de los Habitantes cuestiona esta interpretación, ya que deja de lado el examen integral del artículo 105 constitucional, tanto en su propio texto, como en la relación del mismo con el resto del derecho de la constitución.

Las razones del cuestionamiento radica en que el propio artículo 105, en su párrafo primero, establece un límite insalvable, los “tratados, conforme a los principios del Derecho Internacional.”

Esto tiene una explicación significativa, en virtud de la calificación que la propia Sala Constitucional ha hecho de los tratados internacionales aprobados por el país y que regulan derechos humanos. En este sentido, la Sala ha sido reiterativa en afirmar que en materia de Derechos Humanos, cuando los instrumentos internacionales brindan una mayor cobertura, protección o tutela de un determinado derecho, deben prevalecer por sobre la normativa infraconstitucional e inclusive la propia constitucional.

Hay que advertir, que el artículo 2 de la Ley 8492, para la regulación del referéndum, como ha advertido la Defensoría, no reproduce en su totalidad el texto del artículo 105 constitucional, omitiendo la referencia expresa a la limitación que establece su párrafo primero. Esta omisión torna inconstitucional, no solo el artículo 2 de la Ley de Referéndum, sino que además explica el criterio del Tribunal Supremo de Elecciones, que excluye el tema de los convenios internacionales que regulan Derechos Humanos de la lista de materias excluidas.

Es necesario llamar la atención sobre la importancia de este debate, debido a que las personas que han elegido a un compañero o compañera del mismo sexo para convivir, son tan solo uno de los grupos que representan parte de la realidad costarricense, pero además existen las personas con discapacidad, los grupos indígenas, grupos religiosos, mujeres, privados de libertad, adultos mayores, entre otros, que con evidentes diferencias entre sí, comparten la consideración que sus derechos deben decidirse por los procedimientos legislativos ordinarios, en los que ha de privar el estudio, el debate, el diálogo y ante todo el respeto a los compromisos internacionales asumidos por el país, en materia de Derechos Humanos.

Hoy estamos colocando en el centro de la discusión los derechos de las personas y mal haríamos si no hacemos todos los esfuerzos a favor de su protección para vivir en igualdad dentro de la diversidad y respeto a la identidad de cada uno de nosotros.

* Defensor Adjunto de los Habitantes

DIARIO EXTRA, 10-7-2010
http://www.diarioextra.com/2010/julio/10/opinion05.php

Irán: una mujer podría ser lapidada por presunto adulterio

Lapidación en Irán
El destino de la mujer condenada a ser lapidada en Irán sigue en el aire


Fuentes de las autoridades iraníes aseguran que suspenden la lapidación por la presión internacional pero sigue la condena a muerte.- El abogado de Ahstiani dice no saber nada

ÁNGELES ESPINOSA / EL PAÍS | Teherán / Madrid

La mujer condenada a muerte por adulterio en Irán no será lapidada, según han anunciado las autoridades iraníes. Sin embargo, el abogado de de la víctima asegura que no tiene constancia de ningún tipo de decisión por parte de las autoridades iraníes.

De cumplirse lo dicho por las fuentes iraníes, el régimen de Teherán cede en principio a la presión internacional, pero sólo en parte, ya que sigue condenada a muerte. Amnistía Internacional (AI), que lleva a cabo una campaña de firmas para salvarla, asegura que en el comunicado del Gobierno iraní sólo se dice que no va a ser lapidada pero no menciona que vaya a conmutarse su pena de muerte, por lo que puede ser ejecutada "en cualquier momento". El método de ejecución más usual en Irán es "el ahorcamiento", añade AI.

La sentencia a muerte por lapidación para Ahstiani, de 43 años y madre de dos hijos, implicaba ser enterrada hasta el pecho y golpeada hasta la muerte con piedras que no sean tan grandes como para matarla de forma instantánea ni tan pequeñas que no le causen daño, tal como establece el código penal de la República Islámica.

"No hay pruebas en su caso que justifiquen esta sentencia inhumana", denunció la Campaña Internacional por los Derechos Humanos en Irán, la primera en dar la voz de alarma. La campaña respondía al llamamiento del abogado de Ashtiani, Mohammad Mostafaeí, quien, agotadas todas las instancias, difundió el caso en su blog. Desde entonces, Amnistía y Human Rights Watch, entre otras, se han sumado a la movilización internacional pidiendo su perdón.

El código penal vigente en Irán desde la revolución islámica de 1979 establece la lapidación para los adúlteros, pero de acuerdo con esa polémica interpretación de la sharía (ley islámica), el delito debe probarse por la confesión repetida del acusado o el testimonio de cuatro testigos varones (o de tres hombres y dos mujeres). El ayatolá Mohammad Ebrahim Yannati asegura que no hay base religiosa para ese castigo.

Ashtiani había sido condenada con anterioridad a 99 latigazos por "relación ilícita" con el presunto asesino de su marido. Sin embargo, otro tribunal reabrió el caso y decidió que dicha relación se había producido en vida del finado, por lo que constituía "adulterio", a pesar de carecer de testigos. En el juicio, la mujer se retractó de la confesión que hizo durante el interrogatorio porque dijo que había sido coaccionada. Desde entonces ha negado la acusación y pedido clemencia. Además, según su abogado, tiene dificultades para entender el persa, porque pertenece a la minoría azerí que habla un dialecto turco.

Según Amnistía, "las circunstancias que rodean el caso de Ashtiani no son la excepción, sino la regla en Irán", donde al menos otras ocho mujeres y tres hombres corren el riesgo de ser lapidados. Como resultado del diálogo con la UE, el poder judicial decretó una moratoria de esa pena en diciembre de 2002. Igual que otros avances conseguidos durante el mandato del reformista Mohamed Jatamí, no se convirtió en ley. Así que se han seguido pronunciando veredictos de lapidación y los jueces más conservadores las han ejecutado. El último caso conocido se produjo en enero del año pasado en la ciudad de Mashhad.

EL PAÍS, España, 9-7-2010
http://www.elpais.com/articulo/internacional/destino/mujer/condenada/ser/lapidada/Iran/sigue/aire/elpepuint/20100709elpepuint_4/Tes

Hay sacerdotes valientes que sí apoyan nuestros derechos

HABLAN LOS CURAS QUE SE OPONEN A QUE LA IGLESIA CATOLICA IMPONGA SUS OPINIONES
“Parece una cruzada, parece el Medioevo”
Por debajo de “el jerarca”, el cardenal Bergoglio, hay otras opiniones entre los sacerdotes. En esta nota, algunos de ellos explican la postura de los muchos que se oponen a posiciones de autoritarismo.
Por Emilio Ruchansky

“Estábamos acostumbrados a no hacer propuestas buenas porque teníamos al público cautivo.”

Primero fue un cura mendocino, Vicente Reale, que salió por el canal 9 de esa provincia a apoyar la media sanción de la Cámara de Diputados para permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo. Fue el de 11 de mayo y lo justificó utilizando argumentos jurídicos y religiosos. “Quienes poseemos una determinada convicción, sea religiosa o no, podemos defenderla pero no tenemos derecho a condenar o a obligar a otros a que la compartan, mientras no se afecten derechos de terceros”, dijo en su columna semanal de televisión.

Luego fue un grupo de curas tercermundintas cordobeses, que siguieron su ejemplo y sumaron una fuerte crítica a la jerarquía de la Iglesia. Esta semana se sumó un grupo de sacerdotes bonaerenses, encabezados por Eduardo de la Serna, que trabaja en las villas de Quilmes. Representan a la otra Iglesia: la que trabaja a diario con los más desprotegidos y los más discriminados. Ahora, se empieza a pronunciar a favor de la inclusión de las minorías sexuales.

“Me resulta extraño que la Iglesia haga cosas que dice que no hay que hacer. (Antonio) Marino, que es el encargado del seguimiento legislativo, dice que la opinión de la Iglesia no se debe imponer sino sugerir, pero ahora la imponen –señaló De la Serna–. También se decía que la Iglesia no debe hacer lecturas fundamentalistas, como decir que la Biblia sólo menciona a varones y mujeres cuando habla de amor. ¿Y a qué va a decir? ¿Va a hablar de andróginos, hermafroditas, travestis? La Biblia se escribió en un contexto cultural determinado y ese contexto cambia. Dios habla a través de la cultura, su palabra no es una norma dada.”

Esta apreciación llega en momentos en que la jerarquía de la Iglesia Católica organiza marchas a lo largo de país contra el proyecto de ley que permite el matrimonio civil para personas del mismo sexo. “Siempre hablamos de la importancia del diálogo en la Iglesia, pero ahora aparece un jerarca (el cardenal Jorge Bergoglio) hablando de la ‘guerra de Dios’. Parece una cruzada, como en la época de la Inquisición, como si estuviéramos en el Medioevo”, dice De la Serna. Luego reflexiona: “Tiene una actitud tan violenta..., para mí que se equivocaron de siglo”.

Entre las contradicciones que este cura ve en la cúpula eclesiástica está aquel valor, esa norma superior que es la conciencia para los católicos. “Y acá no se respeta la conciencia de los diputados y senadores, la Iglesia los presiona”, señala. En su opinión, la cúpula de la Iglesia estará preocupada porque pierde poder e injerencia. “Estaban acostumbrados a poner y sacar ministros, a instaurar leyes”, dice. El desafío de la Iglesia, agrega, no es imponer su poder, sino buscar un proyecto superador o mejores propuestas de las que se van a debatir en el Senado el próximo miércoles por la mañana.

“Estábamos acostumbrados a no hacer propuestas buenas porque teníamos al público cautivo, que nos debía obediencia de vida”, reconoce el cura, cuya postura de actualizar ciertas nociones y desterrar prejuicios, compartida con quince sacerdotes de Quilmes y otras diócesis, recibió adhesiones de párrocos de varios puntos del conurbano bonaerense. Por ejemplo: San Isidro, Moreno y Lomas de Zamora. Ante la intolerancia vista y oída por estos días por parte de la cúpula de la Iglesia y de varios fieles, este cura acierta a comentar que la gente vive como puede, como siente “y no como le dice el cura”.

“¡Si para la Iglesia el matrimonio civil no es válido! Cualquier católico que esté casado así y no por iglesia es un pecador... entonces, ¿qué les preocupa, si no se está debatiendo legislar sobre el matrimonio religioso para gays y lesbianas?”, razona De la Serna e imagina el caos que sería si otras religiones siguieran el ejemplo de la Iglesia Católica. “Se vuelve teocrático el país”, se responde. Y concluye: “La jerarquía no se resigna a perder el poder de meterse en la cama de la gente. Yo no me hice cura para meterme en la cama de la gente”.

A mediados de junio, se realizó una marcha en Córdoba que convocó a tres mil personas que pe-dían a los senadores nacionales por esa provincia votar en contra del proyecto de matrimonio para personas del mismo sexo. Como respuesta a esta situación, el sacerdote Nicolás Alessio difundió, junto a 11 colegas suyos del Grupo de Sacerdotes Enrique Angelelli, “Aporte al debate sobre la modificación a la ley de matrimonio civil”. Allí se criticaba el “fundamentalismo anacrónico de quienes citan la Biblia para justificar sus propios prejuicios”.

Ya pasó un mes desde entonces y el obispo de Córdoba, Carlos Ñañez, advirtió a cada sacerdote, según cuenta Alessio, y les pidió que se retractaran de sus dichos. “Le dijimos que no íbamos a cambiar de opinión, ni a seguir la sana doctrina de la que hablan. Fue un momento de tensa calma. Nosotros sostuvimos nuestra libertad moral para hablar”, recuerda el sacerdote. Consultado sobre la carta de Bergoglio a las Monjas Carmelitas de Buenos Aires, donde les asegura que en la iniciativa de igualar los derechos de gays y lesbianas “está la envidia del Demonio, por la que entró el pecado en el mundo, que arteramente pretende destruir la imagen de Dios”, Alessio reconoce que siente vergüenza ajena.

“Llaman a un guerra santa con los mismos argumentos medievales que utilizaban para quemar vivas a las brujas. En el fondo, la Iglesia pretende ser la rectora no sólo de la conciencia de la gente, sino de todos los ámbitos: económico, político y social. Desde la conquista española hasta acá, han marcado el bien y el mal, lo que se puede hacer o no. Obviamente no quieren perder poder, quieren ser la única voz autorizada para marcar el camino, pero tarde o temprano la sociedad va a separar a la Iglesia del Estado”, vaticina el sacerdote.

Mientras el clima se “recalienta”, como dice Alessio, “se van cayendo las caretas de la prolijidad con la que se venía tratando el tema”. Ahora la cúpula de la Iglesia hace público lo que piensa. “Y lo dicen con todas letras: que la homosexualidad es una enfermedad, una desviación peligrosa que lleva a la maldad”, dice el sacerdote y advierte: “En estos días puede pasar cualquier cosa, a lo mejor el obispo de Córdoba amenaza con excomulgar a los senadores que voten a favor de ampliar el matrimonio. Lo mismo hicieron cuando se debatía el divorcio, pero al final no excomulgaron a nadie”.

De la Serna, como Alessio, sospechan que en el fondo el tema no les importa tanto a los clérigos locales, más bien podrían tratar de “hacer carrera” con esto. “La línea más dura es la que bajan desde el Vaticano y muchos quieren hacer buena letra, como guardianes de la fe”, señala Alessio. “Sueñan con conseguir un cargo en el Episcopado”, completa De la Serna, que insinúa que lo más preocupante es que los obispos, en este tema, tienen más respuestas que preguntas. Los que no protestan, callan. “Como el obispo (Jorge) Casaretto, que dijo que no ‘es un tema importante’, una actitud muy cobarde, hipócrita”, dice Alessio.

Por otra parte, muchos de los férreos opositores parecen estar en cargos burocráticos, lejos de la calle y también de los fieles. “Yo miro las cosas como la gente las vive y las sufre. Si hacés tu acción pastoral desde el escritorio, esto se vuelve complicado. No tenés idea de lo que le pasa por la cabeza a la gente”, asegura De la Serna.

PÁGINA 12, Argentina, 11-7-2010
http://www.pagina12.com.ar/imprimir/diario/elpais/1-149288.html

Costa Rica: ¿y seguiremos haciendo referendos sobre derechos humanos?

La ley de referendo permite que en un futuro se vuelvan a consultar asuntos relacionados con derechos humanos, como el proyecto de sociedades de convivencia.

Grupos sociales critican que un eventual referendo para aprobar o rechazar la legalización de las uniones entre personas del mismo sexo es un instrumento innecesario e inútil, puesto que un proyecto similar se podría retomar en la Asamblea Legislativa o quedaría abierta la posibilidad de volver a convocar a una consulta popular de la misma índole.

La Sala Constitucional rechazó la semana pasada una acción de inconstitucionalidad interpuesta por la Defensoría de los Habitantes, en la que se pretendía evitar que derechos humanos de minorías sean sometidos a un referendo. La misma instancia acogió un recurso de amparo del ciudadano Esteban Quirós, contra el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) por poner en marcha los mecanismos legales para llevar a cabo el referendo, lo que suspendió el proceso.

Las organizaciones en contra de la convocatoria a la consulta popular se abocaron por presentar recursos de coadyuvancia para apoyar el amparo. De ser rechazado, se agota la vía nacional, lo que abriría las puertas para acudir a entidades internacionales de derechos humanos y denunciar al estado costarricense.

El referendo, que se realizaría según el TSE el 5 de diciembre, mismo día de la elección de alcaldes, consultaría el proyecto de ley 16.390, presentando en el 2006 en la Asamblea Legislativa, el cual establece el reconocimiento de derechos civiles a las parejas del mismo sexo, como la posibilidad de heredar, compartir el seguro social, obtener la residencia de su pareja y repartir sus bienes en caso de término de la relación.

Dicho proyecto dejó de tener apoyo legislativo hace varios meses, porque fue sustituido por la propuesta de sociedades de convivencia. De efectuarse el referendo y de no darse un cambio en la ley respectiva, un año después podría realizarse otra consulta popular sobre ese otro proyecto.

La posición del TSE es que la posible convocatoria no atenta contra los derechos de esa minoría, ya que la unión entre parejas homosexuales no está aprobada, y no se puede limitar algo que no existe. De la misma forma, argumenta que carece de discrecionalidad para decidir qué se somete o no a referendo, porque ya lo establece la ley.

APOYO A RECURSO

La Defensora de los Habitantes, Ofelia Taitelbaum, explicó a UNIVERSIDAD que para la Sala Constitucional era más viable aceptar un recurso de amparo que una acción de inconstitucionalidad, ya que esta última habría significado la modificación de la Ley de Referendo.

“Ambos recursos tenían la misma causa, pero el de la Defensoría era más grande, la Sala decidió irse al fondo al admitir el recurso de amparo, haremos una coadyuvancia para que tenga más fuerza”.

Taitelbaum aseguró que seguirán insistiendo en que se incluya la temática relacionada con derechos humanos dentro de las omisiones para convocar a un referendo. No descartó la posibilidad de impulsar esta modificación mediante un proyecto de ley en el Congreso.

Añadió que es inconveniente que el referendo se realice el mismo día de las elecciones de alcaldes, porque se puede “contaminar con asuntos políticos”, razón por la que no se deben mezclar.

Sobre la posibilidad de que en un futuro se convoque a otra consulta del proyecto de sociedades de convivencia, mencionó que por ese motivo es que se tiene que cambiar la legislación, para que no queden espacios para votar por derechos de minorías.

Por su parte, Marco Castillo, asesor legal del Movimiento Diversidad, aseveró que en Costa Rica las mismas instancias políticas votan con prejuicios religiosos, y que se omite que el país ya ha ratificado acuerdos internacionales en los que la orientación sexual está protegida.

Refutó que hay sectores de poder que buscan impulsar la consulta popular, basados en una influencia religiosa negativa y que de dar marcha al referendo se exacerbaría la discriminación.

Comentó que dentro de esta organización preparan cerca de 20 recursos de coadyuvancia al amparo que la Sala Constitucional aceptó analizar, por lo que su trabajo ahora es más pausado y a la espera de un pronunciamiento al respecto.

“Seguiremos con nuestro argumento de que el referendo es una arbitrariedad contra la dignidad y la Constitución”.

Asimismo, siguen en pie con la posibilidad de acudir al sistema interamericano de derechos humanos.

ELEMENTOS EN JUEGO

La socióloga Montserrat Sagot indicó que a pesar de que el proceso está detenido, si se resuelve en contra del recurso de amparo, aún le queda espacio al TSE para convocar al referendo en diciembre, por lo que los recursos de coadyuvancia son también una estrategia para retrasar el proceso.

Al agotarse la vía nacional, el Estado costarricense puede ser demandado, lo que impediría la posibilidad de que a finales de año se efectúe la consulta.

La profesional señaló que el papel de la jerarquía de las iglesias católica y protestantes guarda relación directa con las decisiones políticas sobre el tema.

Consideró que el referendo es un ejercicio inútil, ya que el proyecto de unión civil no cuenta con apoyo en la Asamblea Legislativa y porque más adelante podría dársele curso al de sociedades de convivencia.

Agregó que aún hay muchos elementos en juego que pueden afectar la convocatoria, por ejemplo, si la iniciativa prospera, puede suceder que no se consiga el porcentaje necesario de votación para que el resultado sea válido, debido a que una de las estrategias de los grupos en contra del referendo podría ser llamar a no votar.

En tanto, José Daniel Clarke, de la organización Ciudadanía por los Derechos Humanos, explicó que tienen como objetivo atacar la iniciativa desde el ámbito legal, también con recursos que apoyen el amparo acogido por la Sala Constitucional, para dar argumentos adicionales, así como en el área de la comunicación, informando a las personas sobre el proyecto, independientemente si se efectúa el referendo o no.

Clarke subrayó que debido a que la Ley de Referendo no excluye los derechos humanos como tema por consultar, la aprobación o rechazo de las uniones entre personas del mismo sexo o bien las sociedades de convivencia, podría estar en discusión por años, y consulta popular tras consulta.

“La figura del referendo está siendo manoseada, se supone que se utiliza para promover la democracia y aumentar la participación. La ley tiene muchos vacíos que el TSE tiene que interpretar, pero lo pudo haber hecho mucho mejor, de una forma más inclusiva y respetando los derechos”, aseguró el vocero.

La abogada especializada en derechos humanos Rose Mary Madden, expresó que también se pueden interponer más recursos de amparo de forma individual, además de otros que solo lo apoyen. Los recursos de amparo denuncian en este caso una violación a derechos humanos individuales, los cuales son en efectivo existentes y progresivos.

Madden cree que la ley de referendo es sumamente amplia y que al no delimitar la materia de derechos humanos, pueden seguir ventilándose por esa vía, lo cual calificó como “un error”. Igualmente, opinó que es esencial una modificación a dicha ley. Recalcó que ha habido un incumplimiento de los diputados y diputadas en legislar a favor de los derechos del pueblo y de sectores en particular.

Consideró que la injerencia de sectores conservadores como los altos mandos de la Iglesia Católica es una actitud discriminatoria que atenta contra la dignidad de la población. “Es un uso abusivo de la libertad de conciencia y religión”.

SEMANARIO UNIVERSIDAD, Costa Rica, 7 al 13-julio-2010
http://www.semanario.ucr.ac.cr/index.php/mainmenu-pais/2589-organizaciones-acudirian-a-instancias-internacionales-senalan-inutilidad-de-referendo-sobre-uniones-homosexuales.html

Argentina: la unión civil sería discriminatoria y anti-constitucional

Debate en el Senado
Morgado: "Se generó un proyecto de ley absolutamente discriminatorio"

En relación a la propuesta de unión civil para las personas del mismo sexo que plantea un grupo de senadores de la comisión de Legislación General, el titular del Inadi, Claudio Morgano, sostuvo que "nada tiene que ver con un matrimonio y crea una segunda institución con derechos parciales", y advirtió que "si sale así, habrá una catarata de juicios por discriminación".

Tras un primer análisis del proyecto, el titular del organismo concluyó que "lo que subyace dentro del dictamen es una construcción sobre la homsexualidad prejuiciosa, basada en el disvalor y en verla como una enfermedad".

En el marco del análisis que lleva a cabo el Inadi sobre el dictamen de la comisión que propone unión civil, el titular del organismo explicó que "la primera impresión, es que se generó un proyecto de ley absolutamente discriminatorio ya que crea una institución para personas heterosexuales por un lado y la unión civil por otra".

Según Morgado, esa unión civil es restrictiva en aspectos como la adopción de chicos, "con lo cual de ninguna manera estamos hablando de los mismos derechos para todos".

"Pero también es restrictiva desde el punto de vista de los derechos económicos que según el dictamen quedan sujetos a cuestiones de convenio en el ámbito privado", puntualizó.
Morgado insistió en que la unión civil "es una institución de segunda con derechos parciales, reservando todos los derechos para las parejas heterosexuales".

Además, cuestionó que "hasta para realizar el trámite de esa unión civil que se pretende habría problemas, porque también se habla de la objeción de conciencia de las personas ante el hecho".

"Es decir que lo que subyace dentro del dictamen es una construcción sobre la homsexualidad prejuiciosa, basada en el disvalor y en verla como una enfermedad", opinó.

Sostuvo que "es lamentable que esa unión civil se haya barajado como opción superadora" y alertó que "si se convierte en una ley nacional, se plantearán denuncias por discriminación totalmente justificadas, con los consiguientes juicios al Estado".

Morgado aclaró que "no se cuestiona el término ´unión civil´. Lo que es totalmente discriminatorio es la quita de derechos para las parejas del mismo sexo".

En esa línea, dijo que "si por motivos religiosos se quiere ver al término matrimonio como un sacramento, entonces podría la ley contemplar la unión civil para todos, tanto heterosexuales como homosexuales y tener todos los mismos derechos".

Respecto a las objeciones de distintos grupos religiosos que ven como antinatural la unión de personas del mismo sexo opinó que "pensar que hay una cuestión de naturaleza inamovible me resulta algo absurdo.

Lo que hay es una genitalidad obvia que no quiere decir que todo tiene que ir por el carril hombre y mujer". "La sexualidad está librada también a la subjetividad y la verdad es que no se puede tapar el cielo con las manos: la legislación tiene que aggiornarse", opinó.

Morgado detalló que "hoy tenemos nueve matrimonios de personas del mismo sexo legalizados, es decir que la justicia los está avalando.

Además la Corte Suprema de Justicia tiene dos casos sobre los que decidir y parece ser que van a salir a favor de considerar inconstitucional el matrimonio únicamente válido para un hombre y una mujer".

PÁGINA 12, Argentina, 9-7-2010
http://www.pagina12.com.ar/imprimir/diario/ultimas/20-149183-2010-07-09.html

Presidenta argentina contra el llamado a la "guerra santa" de los obispos- El debate en Argentina al rojo vivo

Fuerte cruce de Cristina con los obispos por el matrimonio gay

La Presidenta salió en persona a defender el proyecto. Fue ayer, en medio de los actos por el 9 de Julio. Desde Tucumán, Cristina se pronunció por el derecho de las minorías. En forma coordinada, cinco obispos condenaron la iniciativa. Y hasta hablaron de “guerra”.

Por Mariana García

La tarde no podía estar mejor. El sol de Tucumán era un bálsamo y la Presidenta sintió que el poncho estaba demás. Las tropas ya estaban listas para el desfile y los actores de Fuerza Bruta se preparaban para el show. Esa multitud que colmaba el parque 9 de Julio fue un alivio después de que a la mañana cinco obispos salieran en bloque a repudiar el matrimonio gay y hablaran sin sutilezas de una “guerra”. Entonces, Cristina Fernández de Kirchner decidió redoblar la apuesta y dejar en claro que el Gobierno nacional va a jugar todo para conseguir la aprobación del proyecto oficial.

“Todos, el gobierno nacional, los provinciales, las municipalidades, las organizaciones sociales y empresariales, y los distintos credos, tenemos la responsabilidad de hacer una sociedad más igualitaria, en las cuales las minorías tengan los mismos derechos que las mayorías”, sostuvo la Presidenta al encabezar el acto por el 194 aniversario de la Independencia.

Unas horas antes, cinco obispos habían marcado el terreno en que se jugará esta pelea: aventuraron un futuro apocalíptico si la Argentina se convierte en el primer país de América Latina en aprobar el derecho de las personas del mismo sexo a contraer matrimonio.

Así, cuando el proyecto que posibilita el casamiento gay entra en tiempo de descuento, la Presidenta salió en persona a defender la iniciativa oficial. Sus palabras no fueron sólo una declaración de principios. Ante todo, fueron una respuesta a la reacción de los sectores más conservadores de la sociedad argentina.

De todos modos, con esta escalada, Iglesia y Gobierno parecen haber encontrado en este debate nuevos argumentos para fortalecer las grietas que perforan una relación maltrecha . Ya el jueves, Néstor Kirchner había salido a cruzar a la Iglesia. El ex presidente acusó al Episcopado de “presionar” a los senadores porque “no se tienen argumentos” para defender su propia postura.

En verdad, la posición del oficialismo respondió así a la embestida cada vez más fuerte de la Iglesia en su cruzada contra el matrimonio gay. El cardenal Jorge Bergoglio había dicho que ese proyecto “es la pretensión destructiva del plan de Dios”. Lo hizo en una carta en la que pedía a sus sacerdotes a alentar a los fieles a concurrir a la llamada “marcha naranja” que la Iglesia convocó para el martes frente al Congreso de la Nación. Para esa movilización, los católicos también esperan conseguir la adhesión de evangélicos, judíos e islámicos.

En sintonía con Bergoglio, ayer, los obispos reforzaron esa postura y, al menos dos de ellos, afirmaron que lo que se avecina es “una guerra ”.

En Tucumán, donde le tocó presidir el Tedeum, el vicepresidente del Episcopado, Luis Villalba, sostuvo que el proyecto oficial es una “apropiación indebida del matrimonio”. Quizá porque intuyó que vendría una réplica de la Iglesia, la Presidenta faltó al oficio religioso. El año pasado había asistido.

En La Plata, monseñor Héctor Aguer habló de una “guerra cultural contra el sustrato cristiano de nuestro pueblo”, mientras que en la catedral de La Rioja, el diocesano local, Roberto Rodríguez, se quejó porque “el 9 de Julio nos encuentra en medio de una guerra”.

En el mismo sentido, el obispo de Río Cuarto, Eduardo Martín, dijo que se está “ante una situación de grave peligro para el futuro de la patria”.

A la ola anti-matrimonio gay también se sumaron el obispo de San Rafael, Eduardo Taussig y el director del Departamento de Laicos de la Conferencia Episcopal Argentina, Justo Carbajales.

Los derechos de gays y lesbianas no han sido una de las banderas del kirchnerismo que, en definitiva, terminó sumándose a las propuestas de aliados, como sucedió con la diputada Vilma Ibarra, autora del proyecto. Con posiciones antagónicas y la obligación de tener que responder más a los electorados de sus provincias que a sus propios partidos, el debate dividió posiciones dentro de los propios bloques.

“La independencia no es solamente para liberarse del yugo colonial. También tiene que servir para dar mayor igualdad”, afirmó ayer la Presidenta desde Tucumán. Sin embargo, el debate del miércoles la encontrará lejos, de viaje por China.

Con los votos más que ajustados y una docena de indecisos, el miércoles los senadores nacionales decidirán si convierten en ley el proyecto que en mayo aprobó Diputados.

Qué se votó en Diputados:

Media sanción en Diputados. El proyecto se aprobó en comisión el 15 de abril, y en el recinto el 6 de mayo, con 126 votos a favor, 109 en contra y 5 abstenciones.

El proyecto. Sustituye el artículo 172 del Código Civil, que quedará redactado de esta forma: “El matrimonio tendrá los mismos requisitos y efectos, con independencia de que los contrayentes sean del mismo o de diferente sexo”.

Freno en el Senado. El miércoles, la mayoría de la Comisión de Legislación General del Senado se pronunció en contra.


CLARÍN, Argentina, 10-7-2010
http://www.clarin.com/sociedad/titulo_0_295770513.html


La patria, solo para los heterosexuales
La Iglesia católica no descansa ni en el Día de la Independencia

"La unión en pareja de personas del mismo sexo es naturalmente distinta a la unión de una pareja heterosexual a la que llamamos matrimonio. A realidades distintas corresponden en justicia denominaciones distintas", remarcó el arzobispo de Tucumán, Luis Villalba, al presidir el Tedeum por el 9 de Julio en la catedral de la capital provincial, al que la presidenta Cristina Fernández no asistió. Además, instó a "pasar de un modelo de conflicto a un modelo de convivencia armoniosa, respetando las diferencias".

En presencia del gobernador, José Alperovich, y otros funcionarios provinciales, Villalba opinó sin tapujos en contra del proyecto de ley de matrimonio entre personas del mismo sexo, iniciativa que tensó la relación entre el Gobierno y la Iglesia.

Villalba recordó que para los cristianos asumir el compromiso de "construir la Nación" conlleva "recuperar el respeto por la familia y por la vida en todas sus formas", y alertó que en el debate por el matrimonio gay "está en juego una ley que pretende orientar la cultura del pueblo".

Además, el arzobispo recordó que "el pueblo tucumano, perteneciente a diferentes credos religiosos, por abrumadora mayoría, expresó estar en desacuerdo con este proyecto de ley".

Las críticas del representante eclesiástico se imprimen en un clima de malestar al que se le suma la decisión de la Presidenta de no participar de la ceremonia por los 194 años de la Declaración de la Independencia, al igual que lo hizo en 2008. "No tenemos nada que decir, esto ya parece costumbre", refunfuñó un vocero de la curia tucumana. El ex presidente Néstor Kirchner tampoco estuvo presente en los Tedeum de 2006 y 2007, durante su gestión.

En tanto, el vicepresidente primero de la Conferencia Episcopal Argentina consideró que "este tema no ha de ocultar los grandes desafíos que tenemos y que reclaman las energías y esfuerzos, especialmente de los dirigentes de la sociedad", y puso el acento en la necesidad de erradicar la pobreza e impulsar el desarrollo integral, como "prioridad nacional" de cara al bicentenario patrio 2010-2016.

"Anhelamos celebrar el Bicentenario con justicia e inclusión social", subrayó citando el documento de los obispos de noviembre de 2008, que también reclama avanzar en la reconciliación de la sociedad, fortalecer las instituciones republicanas, afianzar la educación y promover el federalismo, que supone "la necesaria y justa autonomía de las provincias y sus municipios".

En otro momento de la homilía, monseñor Villalba habló de una crisis de la dirigencia y aseguró que ser competente "no es suficiente para vivir un compromiso social según auténticas reglas ética", por lo cual reclamó un "nuevo estilo de liderazgo" con "líderes que participen en la reorientación y consiguiente rehabilitación de la política".

"Debemos pasar de un modelo de conflicto a un modelo de convivencia armoniosa, respetando las diferencias. Para ello es fundamental el diálogo que posibilite una acción mancomunada a favor del bien común. Como repetidas veces hemos dicho los obispos argentinos, el diálogo es esencial en la vida de la Nación. Sólo el diálogo hará posible concretar acuerdos para proyectar el futuro del país", aseveró.

El arzobispo tucumano sostuvo que "el diálogo entre los distintos grupos sociales en los que cada uno quiere mantener su identidad y proyectar en la sociedad sus propuestas, pertenece a la esencia de la democracia".

PÁGINA 12, Argentina, 9-7-2010
http://www.pagina12.com.ar/imprimir/diario/ultimas/20-149182-2010-07-09.html


La Iglesia reforzó sus críticas al matrimonio homosexual y hasta habló de “una guerra”

En el Tedéum por el 9 de Julio, el arzobispo de Tucumán dijo que el proyecto "pretende modificar la cultura" del pueblo argentino. Y el de La Rioja, el país está "en medio de una guerra" y que se silencia la voz de los religiosos de distintos credos.

En los Tedéum por el 9 de Julio, por lo menos dos obispos redoblaron las críticas de la Iglesia al proyecto para permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo, que tiene media sanción de Diputados y que se debatirá el 14 de julio en el pleno del Senado.

En Tucumán, el obispo de esa provincia y vicepresidente primero del Episcopado, Héctor Luis Villalba, reiteró que la Iglesia se opone al proyecto y añadió que el mismo "pretende modificar la cultura" del pueblo argentino.

"Los tucumanos, pertenecientes a diferentes credos, nos hemos expresado mayoritariamente en contra de este proyecto", remarcó. Junto a él estaban sentados el rabino Salomón Nussbaum, Juan Alurralde (de la Iglesia católica ortodoxa de Antioquia), Roberto García (de la Iglesia anglicana), Alba Polaco (de la Iglesia evangélica metodista) y Héctor Muhammad (de la Asociación Panislámica).

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner no asistió al Tedéum, aunque sí irá a los festejos cívicos en Tucumán.

En el Tedéum en La Rioja, monseñor Roberto Rodríguez fue más fuerte aún para calificar el debate. "El 9 de Julio –sostuvo el prelado- nos encuentra en medio de una guerra" entre el Gobierno, la prensa "que no dice la verdad" y los diferentes credos iglesias en torno a la discusión sobre el matrimonio homosexual.

"Los islámicos, los evangélicos, los hebreos, están en contra del proyecto, pero nadie hace aparecer eso y los medios se pliegan a esta situación", se quejó el prelado, que también cuestionó la no ida de Cristina al Tedéum de Tucumán. Y añadió: "No nos dejemos influir por las cuestiones de cúpulas. La Iglesia tiene la misión de preservar los fundamentos éticos de la sociedad, y con estas discusiones se la engloba en algo político".

Ayer, el ex presidente Néstor Kirchner y el cardenal Jorge Bergoglio ya habían protagonizado un áspero cruce por el tema. Después de que Brgoglio volviera a llamar a los cristianos a que se sumen a una marcha en rechazo del proyecto de ley, el ex mandatario acusó indirectamente al Episcopado de "presionar" a los senadores y pidió que se dejen atrás las "visiones oscurantistas".

Después de su aprobación en Diputados, el proyecto registró un primer revés en su tratamiento en la Cámara alta, donde resultó aún más evidente la fractura de los distintos bloques en este debate. En Comisión, obtuvo mayoría el rechazo de la iniciativa, mientras que el dictamen que propone aprobarla quedó en minoría. Por eso, lo primero que tratara el pleno del Senado será el rechazo, y sólo si este no logra mayoría se someterá a votación el proyecto que aprobaron los Diputados.

(Fuentes: Télam y DyN)

CLARÍN, Argentina, 9-7-2010
http://www.clarin.com/sociedad/Iglesia-reforzo-criticas-matrimonio-homosexual_0_295170712.html

Existen anticuerpos que neutralizan el VIH

Científicos identifican anticuerpos capaces de neutralizar el VIH

Washington, (EFE).- Un equipo de investigadores de Estados Unidos identificó tres anticuerpos naturales que son capaces de neutralizar más del 90 por ciento de las variedades principales del virus de inmunodeficiencia humana (VIH), según un artículo que publica este jueves la revista Science.

Los investigadores, encabezados por Xueling Wu, de los Institutos Nacionales de Salud, afirman que es poco lo que se sabe acerca de estos anticuerpos, que se encuentran en la sangre de muchos infectados con el VIH.

Pero, según el artículo, podrían ayudar en el diseño de vacunas eficaces contra el VIH, el virus que se considera como causante del síndrome de inmunodeficiencia humana (sida).

Wu y sus colegas sabían que una proteína en la envoltura del VIH, conocida como gp120, se enlaza con el área o grupo de diferenciación 4 (conocido por su sigla en inglés CD4), que es el receptor o puerta principal de entrada del virus en las células T, del sistema de inmunidad en el cuerpo.

Por eso, los investigadores decidieron centrar su trabajo en los anticuerpos naturales vinculados con el punto de enlace de la proteína gp120 y el CD4 en los individuos infectados.

Para ello, aislaron las células individuales que producen tales anticuerpos e identificaron tres neutralizadores muy potentes contra el VIH-1.

En otra investigación de la cual da cuenta la revista Science, Tongging Zhou, también de los Institutos Nacionales de Salud, y sus colegas analizaron la estructura de cristales de uno de estos anticuerpos recientemente identificados, denominado VRC01, mientras forma un complejo con la envoltura proteínica del VIH-1

El VRC01, según estos investigadores, se orienta hacia un sitio que no varía entre las diferentes cepas del virus, lo cual da cuenta de sus amplias capacidades de neutralización.

"De esta forma el anticuerpo VRC01 es capaz de neutralizar al virus y de trastornar su patología mortal", indica el artículo.

"El aislamiento de estos anticuerpos (...) y la demostración de que neutralizan la vasta mayoría de cepas del VIH-1, es una prueba de que tales anticuerpos pueden obtenerse en los humanos", concluye el artículo.

NUESTRO PAÍS, Costa Rica, 9-7-2010
http://www.elpais.cr/articulos.php?id=28284