viernes, 1 de agosto de 2008

Mi apoyo solidario.- Luis Diego Mata Solís

Como persona heterosexual, me sumo a esta "marcha virtual" para expresar mi apoyo solidario al proyecto de uniones civiles de parejas del mismo sexo, convencido de que esta, como otras, más que de un grupo social particular, es una lucha de todos/as y todas los/as costarricenses, y más aun, de la humanidad, en aras de sociedades más inclusivas y un mundo mejor posible y necesario en el que prevalezca la solidaridad en nombre de la dignidad y los derechos humanos.

Luis Diego Mata Solís

Apoyo al proyecto de ley.- Alberto Sánchez Mora

Estimadas amigas y amigos:

Les escribo esperando se encuentre muy bien, y de esta manera expresar mi apoyo al proyecto por el reconocimiento de uno de los derechos cíviles de las personas en diversidad sexual.Mi nombre es Alberto Sánchez Mora, portador de la cédula de identidad 1-1169-0333.

Considero que nuestro país DEBE ser un Estado Laíco, que respete los derechos humanos de cada una de las personas que conformamos el Estado, nuestros derechos humanos son universales, intrínsecos, irrenunciables, entre otras muchas caracterizaciones que indican la apropiación que CADA persona posee como condición desde que nace, por tanto, todas las personas debemos gozar del EJERCICIO PLENO de nuestros derechos humanos y no debemos permitir que se continúe irrespetando, discriminando y violentando a las personas por su orientación sexual.

Además recordemos que el pasado 3 de junio del 2008, fue aprobada por consenso la resolución sobre "Derechos humanos, orientación sexual e identidad de género". Dicha iniciativa, convoca al Sistema Regional de las Américas como actor clave en la lucha contra la violación a los derechos humanos de lesbianas, gays, personas transexuales y personas bisexuales. Y se enmarca en la celebración por los 60 años de la Carta de los Estados Americanos, la cual recopila las situaciones de violencia y persecución que cotidianamente viven las miles de personas que conforman esta comunidad.

En esta resolución se manifiesta la preocupación por los actos de violencia y las violaciones a los derechos humanos contra la comunidad GBLT; se solicita la inclusión del tema sobre orientación sexual e identidad de género en agenda y el cumplimiento de esta resolución a los estados que conforman la Organización de Estados Americanos, recordemos que Costa Rica es un Estado Parte.

Ante esto, el ejercicio de la cuidadanía es fundamental para la delibración política, las personas no pueden ser discriminadas por ninguna condición, y la legislación nacional actual en relación a las Uniones de hecho lo es, pues invisibiliza las relaciones de pareja de MUCHOS Y MUCHAS de sus cuidadanas(os) y violenta sus derechos humanos, y en el Derecho Internacional actual, esto es motivo de DENUNCIA ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Se despide,

Br.Alberto Sánchez Mora
Psicología
Universidad de Costa Rica

Apoyo a union entre parejas del mismo sexo.- Juliana Martínez Franzoni

Apoyo a union entre parejas del mismo sexo

Juliana Martinez Franzoni
Cedula 8-082-470

Apoyo.- Ximena Rodríguez Yamasaki

Apoyo Ley Union de Hecho.

Ximena Rodríguez Yamasaki
Cédula 1-959-038

Como travesti sin peluca.- Gustavo Chinchilla

Como travestí sin peluca.
Por Gustavo Chinchilla.


Hay quienes tienen la firme creencia que a esta vida se viene con un propósito establecido lo cual comparto. Pero además se piensa o se cree que se viene ya con el destino marcado y esto no se puede cambiar. En lo personal soy de los que piensan que el destino es como un libro donde cada cual escribe lo que quiere. Después de todo Dios nos creo, a su imagen y semejanza, nos hizo personas pensantes y con sentimientos a diferencia de otros seres vivos.

Nosotros nos podemos denominar seres con libre albedrío y esta libertad incluye la escogencia de nuestra sexualidad.

Hablando de sexualidad centrémonos en la homosexualidad. Y si hay algo que nuestra cultura cristiana moralista desconoce, le teme y quisiera ocultar del todo es la homosexualidad, la cual por siglos ha sido asociada y objeto de todo tipo de estereotipos y estigmas que no tienen nada que ver en si con el ser homosexual, y como resultado de la falta de conocimiento sobre la misma, constantemente hemos sido objeto de tratos más que inhumanos, degradantes.

Muchas veces cuando se habla de homosexualidad lo primero que piensan es en algo sucio, en personas teniendo sexo como desaforadas y con todo aquel que se cruce por su camino. Esta imagen distorsionada es la que no permite que el resto de la población nos vea y nos asuma como quienes somos y es que el resto de la población debería saber que El sexo no lo es todo, así como la peluca no lo es todo para el travestí – Están los zapatos, el traje, el maquillaje, etc.- de igual forma el ser homosexual es más que tener sexo, es amar la vida, amar al prójimo como a si mismo, es dar lo mejor de si, imprimirle ese toque de "glamour" , belleza y alegría que caracteriza a los homosexuales ( seas o no declarado y asumido), además, algo que muchos heterosexuales ignoran es que en una relación de pareja entre homosexuales esta presente el romanticismo, el afecto, la ternura, el cariño, la dedicación, el estar dispuestos a compartir y reconocer cuando se equivocan, el estar dispuestos a corregir los errores que se cometen, el dar cada uno lo mejor de sí mismo, y muchas cosas mas; Obvio no hay que irnos a los extremos el sexo no puede faltar, este viene a ser "el puntito de sal" que le da gusto a la relación, es cuestión de saber encontrar el equilibrio, por decirlo así, debe combinar y armonizar con los otros elementos de la relación.

Cuando nosotros como gays que somos asumamos esto así y lo vivamos plenamente nuestro entorno va a ver las cosas tal y como son.

Algún día la población heterosexual y la homosexual homofobica van a entender que no somos diferentes y por ende tampoco debe ser el trato que recibamos. Al cambiar esto cambiara la creencia que somos unos aberrados que hemos sido olvidados por Dios y estamos destinados a vivir condenados. Porque Dios en ningún momento nos condena por ser homosexuales, y en cuanto a los actos homogenitales (sexo entre individuos de igual sexo), me atrevería a decir que Dios solo los condena cuando se hacen de una forma irrespetuosa, excesiva y falta de amor, y aquí bien una aclaración sabemos que no sólo los homosexuales incurrimos esta practica, los bisexuales y los heterosexuales también son ávidos practicantes del sexo por placer, y en muchos caso son mas promiscuos y faltos de amor que quienes somos señalados.

Cuando dos individuos se aman (de forma romántica y erótica) indudablemente siendo así llegaran a entregarse y a compartirse íntimamente el uno con el otro; la cuestión es que debe ser por amor y no por el simple hecho de querer estar con alguien, ya que de lo contrario estaremos cayendo al nivel de quienes actúan por instinto, y no somos seres instintivos, como decíamos al anteriormente nosotros fuimos creados a la imagen y semejanza de Dios, y al igual que él contamos con un maravilloso don... El don de dar y recibir amor.

Desde México: la solidaridad de una amiga y el arrepentimiento de un sacerdote.- Alma Valencia

Mérida, Yuc. Mex.01 ago 08

Me parece importante compartir con ustedes, uno de tantos esfuerzos que la sociedad de esta región de México realiza en torno a la tolerancia y convivencia entre seres humanos independientemente de su raza, credo y preferencias sexuales.

Un sacerdote que trabaja en comunidades rurales se enfrenta a toda una maquinaria eclesiástica en torno a su posición en cuanto a la homosexualidad. Me parece oportuno incluirles un extracto del libro " Iglesia Catolica y Homosexualidad" del Padre Rúl Lugo Rodriguez.

Mi solidaridad

Alma Valencia.

Iglesia católica y homosexualidad.

Epílogo de un libro polémico

"Mea culpa ante nuestros hermanos y hermanas homosexuales".

"Yo, pecador y presbítero, pido perdón a mis hermanos y hermanas homosexuales, en nombre mío, en el nombre de otros muchos presbíteros y en el nombre de la Iglesia Católica de la que formo parte desde mi bautismo. Pido perdón porque no he sabido apreciar el don del cuerpo y de la sexualidad, porque he puesto reparos al placer y lo he considerado algo bajo, sucio y despreciable, porque he preferido seguir a Agustín de Hipona en lugar de fijar mis ojos en Jesús de Nazaret.

Pido perdón porque me he asociado a quienes discriminan a las personas homosexuales, he escuchado en silencio y hasta he contado algunos chistes que los degradan. He tolerado que se hable de ellos con desprecio y se les catalogue con epítetos humillantes. He sentido temor de ser visto en público acompañado de alguna persona abiertamente homosexual.

Pido perdón porque no he abierto espacios para las personas homosexuales en el seno de las parroquias en las que he servido, porque me he callado ante seminaristas gays que han sido expulsados del seminario por esa única razón, porque me he guardado en privado mis opiniones acerca de la cerrazón de la Iglesia respecto a los homosexuales en lugar de abrir un debate público que tanta falta hace en la comunidad cristiana. Pido perdón porque no he sabido valorar y apreciar la entrega de tantos catequistas, ministros y servidores homosexuales que hay en nuestras iglesias, porque he bajado la voz hasta hacer un murmullo de corrillo en las reuniones de presbíteros, cuando habría debido elevarla para hablar de los homosexuales en la Iglesia.
Pido perdón porque en el sacramento de la confesión no supe decir una palabra que alentara los corazones de mis hermanas y hermanos homosexuales, blandí sobre ellos el látigo del castigo en vez de abrirles los brazos y animarlos a ser fieles a Dios en la orientación sexual que han recibido, porque me negué a bendecir las casas de quienes se habían atrevido a desafiar a la sociedad viviendo juntos, porque no quise bendecir unos anillos que iban a simbolizar su unión fiel y permanente.

Pido perdón porque he mirado con desconfianza a las personas homosexuales y he creído que la única motivación de sus acciones era la búsqueda de sexo, porque he permitido que con ligereza se hiciera una identificación entre perversión y homosexualidad, pederastia y homosexualidad, desenfreno y homosexualidad, sida y homosexualidad.

Pido perdón porque he compadecido a muchos padres de familia con hijos e hijas homosexuales, en lugar de ayudarlos a descubrir que era ésa una riqueza que Dios le regalaba al hogar para permitirle ser casa de amor, de tolerancia y de respeto a las diversidades. Pido perdón porque les recomendé que llevaran a sus hijos a terapias sicológicas para que se hicieran "hombres" o "mujeres" de verdad.

Pido perdón porque he pasado de largo frente al sufrimiento de tantos presbíteros homosexuales que he conocido a lo largo de mi vida, porque no he sabido valorar sus esfuerzos por llevar sobre los hombros la carga del celibato, porque los juzgué duramente cuando supe que mantenían relaciones íntimas con otras personas, porque no me acerqué a ellos solidariamente cuando tuvieron que padecer sanciones y censuras a causa de su orientación sexual.

Pido perdón porque me he apoyado en la posición discriminatoria que la Iglesia mantiene como posición oficial en lugar de contribuir a su desmantelamiento solamente para no arriesgar mi prestigio y mi fama.

Hoy pido perdón a Dios por no haber aprendido la vieja lección que desde la cruz nos dio su Hijo amado, la lección del amor sin excepciones y sin condicionamientos. Y pido perdón a mis hermanos y hermanas homosexuales porque pude haber hecho mucho más para pugnar por su plena participación en la vida de la Iglesia, pude haber derribado más barreras, pude haber sido más audaz.

Yo, pecador y presbítero, pido perdón."

Apoyo a iniciativa.- Olga Marta Sánchez O.

Nuestra época tiene un compromiso con la persona humana, con la posibilidadde que cada uno de los hombres y mujeres, en un marco de solidaridad yrespeto a los demás, tenga la posibilidad de ejercer su libertad y derecho adecidir sobre su persona y su entorno.

El respeto a la diversidad, a la decisión personal conciente y voluntaria sobre la orientación sexual es unade las expresiones contemporáneas de estos derechos. Apoyo la iniciativa.

Olga Marta Sánchez O.
Cédula 1-407-1385

Abajo el dogma por el dogma, arriba la plenitud de la igualdad.- Mario Alberto Marín González

¿Sólo las personas heterosexuales tienen derecho a legalizar su amor? ¿Y eso por qué?

La mayoría de respuestas que se esgrimen a este respecto se sustentan en el dogma judeo-cristiano, que pregona que todo aquello que no aparezca en las páginas de La Biblia no puede ni debe ser aceptado.

Es lamentable que un libro tan maravilloso como La Biblia, en el que subyace tanta sabiduría inspiradora de milenios, sea utilizado como un viejo recetario donde, en vez de darle plenitud al ser humano, se le coaccione, encasille y se imponga el anatema al que Dios permitió, o decidió ser homosexual por elección propìa. El dogma impone así su "verdad" de "esto es así porque sí" y "salados ustedes si no se acomodan".

¿Adónde queda el valor de la tolerancia y el respeto por las diferencias? ¿Cómo es posible que se juegue así con esa idea de un Dios, Padre comprensivo para con todos sus hijos y sus diferencias? ¿Acaso en una familia común y silvestre no resaltan las diferencias entre los hijos? ¿Y el que es diferente, el gay, por ejemplo, acaso no tiene derecho a tener una vida y a vivirla en armonía desde su perspectiva y necesidades afectivas y sexuales distintas? Derechos humanos, señores. Derechos humanos.

En una sociedad farisaica de doble moral como la nuestra, un proyecto como la "Ley de Unión Civil de Parejas del mismo sexo" abre un espacio legítimo para replantear una igualdad justa que se le está debiendo al gay como ciudadano y como ser humano, con derecho suficiente a legitimar socialmente su amor de pareja, y por ende, su espacio socioafectivo en el engranaje de una sociedad pluralista y policultural.

Y como afirmamos popularmente en el espacio coloquial colectivo: "Diay, mi'jito: si no hay pa' todos, hay patadas". Ojalà que en este caso concreto, compañeros y compañeras, las patadas salgan sobrando.


Mario Alberto Marín González
1- 577- 490.

Apoyo a unión civil.- Ana Lucía Gutiérrez Espeleta

Apoyo unión civil para personas del mismo sexo

Ana Lucía Gutiérrez Espeleta
Cédula 1-561-866

Apoyo a la igualdad.- Jerson Garita Cambronero

Apoyo totalmente la ley, adelante todos en esta busqueda de la igualdad de derechos.

Jerson Garita Cambronero
4-0185-0746

Yo también apoyo.- José Montero Peña

Hola gente. Continuando con el apoyo a esta marcha virtual, les envio este correo, solamente para ofrecerles mi apoyo en la lucha a favor de las uniones de hecho.

Jose Montero Peña
1-1113-898