miércoles, 6 de agosto de 2008

Si estoy deacuerdo a la unión civil para las pesonas del mismo sexo .- Roberto Alvarado Espinoza

Mi razón por la que si estoy de acuerdo es por que soy un afectado de esta discriminación, soy gay y hace unos días perdí a mi pareja en un accidente. Los dos durante los años que estuvimos juntos, hicimos muchas cosas materiales a medias que estaban a nombre tanto de él como mias pero despues que murio, la familia tomó posesión de todo lo que el y yo hicimos sin respetar los gastos legales o económicos que esto nos generó a los dos no les importó que él y yo nos queriamos lo que les importaba era las cosas materiales que tuvimos y me dejaron sin nada.

Lo que más me molesta de esto es que mientras el estuvo en vida nunca lo ayudaron, nunca lo tomaron en cuenta para nada era yo y el los que corriamos con nuestros gastos de estudio habitación salud entre otros. Yo costeaba sus estudios compramos juntos dos carros casa y otros y ahora yo me veo afectado porque la familia dice que el era familia de ellos y yo no que la ley les permite reclamar todos los vienes de mi pareja y yo que fue junto con los que hicimos todo la familia se apodero de todo y yo quede sin nada esto no es justo.

Yo no pido matrimonio sino algo un contrato que nos permita protegernos de familias inescrupulosas que cuando alguien esta en vida ni se acuerdan de uno pero muere alguno, ahi si todo el mundo es familia y lo quiere todo necesitamos del apoyo de los demás no por que nos acepten como somos solo por que nos respeten nuestros derechos asi como a cualquiera le gustaria sentirse apoyado en estos casos por favor.

Apoyenos solo por que se nos respete nuestro derecho de conservar al menos las cosas que con tanto esfuerzo hicimos juntos se los ruego, ya no por mi sino por los que pasen por esto que pierdan a su pareja por una enfermedad, accidente entre otros.

Atentamente

Roberto Alvarado Espinoza
Celular 8391-3582, ó 2270-5555

Presente. Marla Charlot Hernandez Gaubil

Apoyando la unión de hecho y a favor de los derechos de gays y lesbianas: PRESENTE
Marla Charlot Hernandez Gaubil

Apoyo a la aprobación de la Ley de Unión de Hecho. Montserrat Blanco

Apoyo a la aprobación de la Ley de Unión de Hecho. Montserrat Blanco LoboCédula de identidad 1 06920535

Apoyo. Vanessa Carmiol

Tienen ustedes todo mi apoyo. Vanessa Carmiol SagotCédula 1-655-727

Apoyo. Rita Ledezma

Por este medio expreso mi apoyo a uniondehecho.
Atentamente, Rita Ledezma HernándezCédula 2-263-451

Un reconocimiento institucional. Koen Voorend

Hola,
Quisiera apoyar este iniciativo. Es un apoyo internacional; soy holandés pero vivo y trabajo aquí en CR. Como saben, en Holanda homosexuales sí se pueden casar. Me parece justo, y algo que ni siquiera se debería discutir, pero bueno, la realidad es diferente, lamentablemente. Ojo, el hecho de que se pueden casar, no implica más igualdad, menos discriminación etc, pero hay que empezar con un reconocimiento institucional. La discusión y la lucha de minorías en general sigue siempre, pero yo creo que CR debe tomar este primer paso. Mucha suerte con la lucha!
Koen VoorendInstituto de Investigaciones Sociales, UCR.

Apoyo Proyecto de Ley. Daniel Fernández

Apoyo al proyecto "Ley de Unión Civil entre personas del mismo sexo" experdiente número 16.390.
Nombre: Daniel Fernández FernándezCédula: 1-1200-0023

Apoyo a la Ley de Uniones Civiles.- Sergio Quiros Villalobos

Contrario a la mayoría de países latinoamericanos, Costa Rica ha sabido construir una tradición vanguardista con respecto al tema de la defensa de los derechos humanos y civiles. Los recientes logros que expandieron significativamente la protección a la mujer mediante leyes a su favor y otros ejemplos similares muestran el carácter y el espíritu de igualdad que han distinguido a esta nación en el mapa mundial.



Sin embargo, esta semana pudimos notar cómo tal tradición de tolerancia y paz, típica del costarricense, pareciera sucumbir lentamente ante el odio y la estrechez de corazón de algunos. El Jueves 24 de Julio del 2008, el periódico La Extra publicó en una página entera una convocatoria de la Federación Evangélica Costarricense a una marcha pública para el Sábado 28 de Julio en contra del proyecto de ley número 16390 que pretende impulsar el reconocimiento de las uniones civiles entre personas del mismo sexo. El gran anuncio mostraba frases como: “Únete a la gran marcha pacífica por la protección del matrimonio, la familia y la paz social” o “Marchemos por nuestro país”.



Los esfuerzos en contra del reconocimiento y el respeto de las libertades civiles y humanas de la comunidad gay alrededor del mundo desgraciadamente no son una novedad. Desde hace aproximadamente cinco años una agresiva batalla se ha desarrollado en torno a este tema en los Estados Unidos, país que ha estado bajo el control de grupos neo-conservadores de ultra derecha del partido republicano por casi una década. Durante el año 2003 varios políticos independientes y de la bandada demócrata a través de multitud de estados norteamericanos decidieron impulsar esfuerzos legales buscando la aprobación de leyes que validaran tales uniones. Las organizaciones antagónicas que contaban con el apoyo del Presidente Bush usaron un argumento principal para su ataque: la protección del matrimonio y la familia.



Hoy es evidente que una similar guerra dio su primer paso en el escenario nacional con grupos de ambas opiniones bajo el mismo telón. No es sorpresa que los opositores estén echando mano a las mismas tácticas y pretextos que la ultraderecha estadounidense para justificar sus prejuicios en contra de esta minoría específica, demandándole al poder legislativo que siga su mensaje de injusticia y odio.



¿Sin embargo, están la iglesia y los grupos conservadores realmente procurando la integridad de la institución del matrimonio? ¿Habrán intereses políticos más allá de estas excusas vitoreadas por sus líderes?



Según estudios, la mayor amenaza contra el matrimonio no son los homosexuales ni las lesbianas, sino la creciente ola de divorcios que acaba con más del 60% de dichas uniones. Se ha demostrado que las reincidencia al abandono de la relación es más alta para los divorciados. ¿Entonces por qué la iglesia cristiana, los grupos conservadores y el gobierno no se enfocan en producir leyes contra tal plaga?



En síntesis, las acciones propuestas por los partidarios a favor de la discriminación a la comunidad homosexual de Costa Rica no parecen ser consecuentes con la realidad actual. Si el único y verdadero motivo detrás de su campaña es mantener la estructura del núcleo de la familia, deben apuntar sus cañones de batalla no contra grupos minoritarios que ya ni siquiera cuentan con suficiente apoyo de las autoridades para su defensa, sino hacia tendencias de fácil escapismo que todos ya aceptamos como parte de la “vida moderna”.





Sergio Quirós Villalobos

Cédula 1-897-160