jueves, 24 de junio de 2010

El referendo del odio saca a flote la ignorancia sobre la homosexualidad

EL REFERENDO DEL ODIO: LA IGNORANCIA ES REINA (III)
Luis Paulino Vargas Solís

La visibilización que en los últimos años ha adquirido las reivindicaciones expresadas por las personas sexualmente diversas –gais y lesbianas, pero también personas trasgénero y transexuales- pone a la sociedad costarricense, y, en especial, a las diferentes iglesias, frente a una encrucijada que todavía no hace muchos años parecía simplemente impensable. De golpe se pone en cuestión la calidad de la educación y del sistema democrático costarricense y la efectiva adherencia a los derechos humanos en nuestra sociedad. Pero, además, esto pone a prueba la capacidad de las distintas instituciones religiosas para vivir su fe sin pretender violentar principios esenciales de la democracia.

Lamentablemente, lo que más claramente resalta es el océano de ignorancia y prejuicios que inunda la conciencia popular, pero el cual igualmente se expresa en los planteamientos de conocidos personajes religiosos y políticos. Veamos algunos ejemplos.

Que la homosexualidad es “anti-natural”, con lo cual aparentemente se entendería que no está biológicamente determinada de forma que habría de ser algo así como una suerte de diabólico capricho. Pero esto deja sin respuestas hechos tan incontrovertibles como el de que es algo que ha existido en todas las épocas y culturas, como igualmente está bien demostrado que se manifiesta en una enorme variedad de especies de animales. En todo caso, y bien pensando, no se entiende el porqué tanta obsesión con lo natural, si la vida humana está plagada de cosas “no naturales” –desde las tarjetas de crédito o la Internet a los condones o esos estrafalarios trajes que usan obispos y cardenales- y nadie se declara en estado de alarma por eso.

Otro ejemplo: que existe un único modelo “natural” (¡y dale con lo de natural!) de familia: el de papá y mamá –casados una sola vez y para toda la vida- con sus retoños. Qué pena, pero esa idea no soporta ni el menor examen a la luz de la evidencia acumulada a lo largo de la historia de la humanidad. Acontece, incluso, que para la sociedad pastoril del Antiguo Testamento era aceptable que sus grandes patriarcas tuvieran una muy sui géneris familia, con varias esposas y concubinas a su alrededor (y Salomón el súper-campeón: 700 esposas y 300 concubinas). Lo único serio que puede decirse con razonable certeza es que las familias son realidades históricas y culturales, cambiantes y dinámicas, y ello lo confirmamos en la Costa Rica actual, donde existen y prosperan diversas formas de familia. Es igualmente inexacta la idea de que solo ese modelo de familia que esta gente defiende es sitio apropiado para el feliz crecimiento de los infantes. Que le pregunten a tantas mujeres solas que han sacado adelante –con amor y admirable tesón- a sus hijos, de quienes han hecho personas de valía.

Sobre las personas homosexuales abundan las ideas más extravagantes. Que somos gente disoluta, desordenada, promiscua, corrupta. Váyase a saber si muchos veces lo han dicho sin percatarse que tenían al frente suyo a personas que, siendo homosexuales, también son gente trabajadora, honrada, solidaria y, muy probablemente, capaces de amar con verdadera abnegación. Estos discursos de la ignorancia –que también son discursos de odio- no solo denigran y agreden, también desnudan las miserias morales de quienes los pronuncian.

Otra más: la ridícula afirmación de que las personas homosexuales no podemos tener hijos ¡pero por supuesto que hay muchos y, sobre todo, muchas que los tienen! Nada tan fácil como traer a la vida un niño o niña, que muy otra cosa es hacerle crecer con verdadero amor. Ahí perdonen, pero no son pocas las parejas heterosexuales –y en particular los hombres heterosexuales- que no logran aprobar el examen ¿o de dónde se suponen que salen tantos niños abandonados? Pero, eso sí, que a nadie se le ocurra –abominación de abominaciones- que una pareja del mismo sexo pueda adoptar. No le pongo atención a la jocosa tontería de que eso hará homosexuales a los niños o niñas (claro, como ser homosexual es una tara espantosa ¿quién querría más de esos monstruos vagando por ahí?), pero sí enfatizo este detalle: para esta gente es mejor un niño hambriento abandonado al frío de la calle, que un niño adoptado por una pareja del mismo sexo dispuesta a amarlo y cuidarlo. Y que conste: ningún proyecto de ley en Costa Rica propone permitir la adopción a parejas homosexuales (es bueno enfatizarlo, a fin de prevenir una epidemia de soponcios).

La realidad, sin embargo, es terca y no se deja embaucar por tanta estupidez. Aunque les cause urticaria, ahí están miles de parejas del mismo sexo que, no obstante tanto odio y tanta inquina, florecen alimentadas por el amor. Es una realidad que podría ser perseguida –incluso en procura de su supresión física como algunos quisieran- o bien podría ser ignorada. Pero será como negar el clima: aunque digan que no, igual hace calor cuando el termómetro alcanza los 35 grados. Y estas parejas necesitan y reclaman derechos: porque juntos hacen un patrimonio económico y construyen una vida compartida y, como cualquier ser humano, también están a merced de los avatares de la vida y la salud. Por lo tanto, también necesitan la protección del Estado y las leyes. Ilustrémoslo con una historia mucho más frecuente de lo que nadie se imagina: el despojo de uno de los miembros de la pareja, que pierde todo su patrimonio a manos de los familiares de su compañero, cuando este ha fallecido.

Sin duda posible esto atiende al ejercicio de la ciudadanía en una sociedad que se pretende democrática. Mas, sin embargo, la ignorancia insiste en presentarlo como si fuera un tema religioso, lo cual arriesga poner a estos sectores religiosos conservadores en una posición harto incómoda: la de tener que demostrar que, en efecto, por su boca habla el mismo Dios. Porque su insistencia en que es algo que contraría “la voluntad de Dios”, podría tener validez como criterio que obliga a toda la sociedad, solo si efectivamente es el dicho de Dios mismo. En realidad, solo es el dicho de esta gente.

La interpretación de la Biblia que plantean es valedera en el tanto ellos la consideran valedera. Cosa notable es que esta gente no estaría dispuesta a dar vigencia actual a muchas normas presentes en el Antiguo Testamento; la poligamia, entre muchas otras (¿qué tal una revisadita, pongamos por caso, a las abundantes reglas y prohibiciones contenidas en el Deuteronomio?). Pero sí insisten, con incansable diligencia, en mantener vivo lo poco se indica en relación con la homosexualidad. El caso es que, frente a tan acomodaticia forma de interpretar la Biblia, hay otras interpretaciones de otras personas y de otras iglesias, incluso más serias y mejor fundamentadas. Nada, como no sea la arrogancia y la intransigencia, permite afirmar que la primera interpretación deba prevalecer sobre la segunda. Si bien en el campo de la ciencia no todo planteamiento es válido, en el campo de la fe todos lo son, justamente por ser asuntos de fe.

De ahí que resulte completamente desatinada la idea de imponer mediante la ley algo que es asunto solamente de la muy respetable fe de alguna gente en lo particular.

San José, Costa Rica, 24-6-2010

Argentina: padres y madres que se salen del clóset

El testimonio de familiares de personas homosexuales a favor del matrimonio gay
Los padres que salieron del closet
Son madres y padres de gays y lesbianas. Se unieron en una organización para ayudarse a vencer prejuicios. Hoy participarán del debate en el Senado sobre el cambio del Código Civil y contarán por qué están a favor de que sus hijos se puedan casar.
Por Mariana Carbajal

El grupo decidió participar del debate tras escuchar el discurso del diputado Cuccovillo.

Tienen un hijo o una hija gay. Y por ellos decidieron salir ahora del closet para apoyar la ampliación del matrimonio civil. “Queremos para nuestros hijos los mismos derechos que para sus hermanos heterosexuales”, sostienen, como dijo el diputado Ricardo Cuccovillo en el recinto, cuando el proyecto obtuvo media sanción de la Cámara baja. Forman parte del grupo de autoayuda de Padres, Familiares, Amigos de Lesbianas y Gays, un lugar de encuentro para compartir experiencias, donde pudieron vencer prejuicios, tristezas y broncas iniciales al conocer la orientación sexual “distinta” de sus hijos, y finalmente aceptarla y respetarla. Hoy, dos de ellos, Francisco C. y Stella Maris Alfonso, defenderán la reforma del matrimonio en la Comisión de Legislación General del Senado. Ayer conversaron con Página/12.

Francisco prefiere que su apellido no se publique para evitar que su hija, que no salió del closet en su ámbito laboral, tenga algún problema en su trabajo. Su hija lesbiana tiene 28 años y vive hace diez con su pareja y la hija de ella, de 14 años. “Si sale la ley, mi hija quisiera tener un hijo, pero quiere esperar a que se apruebe porque si no, tiene temor de que su hija pueda quedar desprotegida si a ella llegara a pasarle algo”, cuenta Francisco, de 58 años, empleado.

Stella Maris tiene 60 años y es docente. Hace algunos años estuvo en un programa de tevé y dio una entrevista a otro diario, pero se presentó “camuflada”, con un peinado cambiado, en un caso, y anteojos oscuros en el otro. Ahora, dice, quiere dar la cara. “Nuestro objetivo es lograr la aceptación por parte de la sociedad. De alguna forma, nosotros estamos adentro del closet, igual que ellos (sus hijos homosexuales). Si los discriminan a ellos, a nosotros también nos discriminan. Pero ya no pienso sólo en mi hija, pienso en los hijos de otros padres. Es una cuestión de compromiso social”, dice Stella Maris, para explicar por qué decidió dar la cara y dar su testimonio en el Senado. Su hija lesbiana tiene 33 años y está terminando una carrera universitaria.

La charla transcurre en un café de Coronel Díaz y Santa Fe, en Palermo. También participan Irma Fischer, la fundadora del grupo de autoayuda, a mediados de 1996, y Dora F. Las dos son madres de varones gays. El de Irma tiene 40 años y vive en Alemania. El de Dora tiene 29 y es DJ. Dora tiene 58 años, es psicóloga y está en proceso de salir del closet. Por eso pide que su apellido no se publique.

Una vez por mes se reúnen en la sede del Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos, que les presta el lugar. Concurren unos treinta y pico de madres y cuatro padres –de entre 40 y casi 80 años–, de personas homosexuales. Los cuatro que conversan con Página/12 son de los más antiguos en el grupo. Salvo Irma, la primera, los demás se incorporaron entre 6 y 8 años atrás. Hoy se encargan de contener a los padres y madres que llegan por primera vez, “con estupor, ignorancia, fantasías sobre el contagio del sida, cargados de culpas”, dice Stella Maris. Los demás también dan sus impresiones sobre cómo son las primeras veces en el grupo.

–Llegás también con rabia. ¿Por qué me tocó a mí?, te preguntás –aporta Dora.

–Pensás que van a ser desdichados, que los van a segregar –sigue Stella Maris.

–Sentís pena porque pensás que no vas a tener nietos –suma Irma.

–Te preguntás en qué te equivocaste –dice Francisco.

–Nosotros ya superamos esa primera etapa –agrega Stella Maris.

–Pero ahora notamos una diferencia con los padres de la nueva generación, los padres de 40 años que llegan al grupo cuando se enteran de que su hijo adolescente es gay. Vienen y dicen: hace cuatro días que no paro de llorar. Y nosotros pasábamos cuatro años llorando. Este cambio marca el debate en el Congreso. La sociedad ha evolucionado –plantea Dora. Y cuenta que hace seis meses le contó a una conocida suya, más joven que ella, de unos 40 años, que su hijo es homosexual. “¿Pero vos estás mal por eso?”, le replicó la mujer. “Las señoras de mi edad cuando les cuento me agarran la mano, lloran, me miran con pena.”

El grupo es filial local de una organización con sede en Estados Unidos que reúne a padres, familiares, amigos de gays y lesbianas, que además está presente en Uruguay, México, Chile, Brasil, Nicaragua y España y tiene su en www.familia resdegays.org
Irma, Francisco, Stella Maris y Dora hablan con un tono de voz elevado. El bar es bastante silencioso. Pero no les importa que el resto de los comensales se enteren del tema que conversan con Página/12.

Cuando escucharon al diputado Ricardo Cuccovillo defender la reforma de la ley de matrimonio civil en nombre de su hijo gay, decidieron que ellos también tenían que salir al ruedo. “No puede ser que el diputado esté hablando y nosotros encerrados, como escondidos”, dice Stella Maris que pensaron. Sus hijos no son activistas. Ese papel lo están asumiendo ellos. De todas formas, desde hace unos cuatro años ellos, padres, madres, junto a sus hijas e hijos homosexuales participan de la Marcha del Orgullo Gay, destacan. “El apoyo a la reforma del matrimonio civil no lo tomamos como una opinión legal. Creemos que se trata de romper con un paradigma. El cambio de la ley permitirá que la gente tenga otra mirada sobre la homosexualidad. Para que si tienen un hijo, un sobrino, un nieto gay, puedan tener otra visión sobre ellos, no los vean como perversos, degenerados”, apunta Francisco.

Irma recuerda la frase de otra madre del grupo. “Ella decía: ‘El hecho de que yo le diga a mi hijo homosexual Yo te acepto plenamente es discriminatorio, porque a ninguno de mis hijo heterosexuales les digo lo mismo’. Decir que les otorgamos la unión civil, también es discriminatorio. Ellos tienen que tener los mismos derechos que sus hermanos heterosexuales, si no es volver a discriminarlos”, argumenta Irma.

Hoy Francisco y Stella Maris darán un paso significativo en su salida del closet: hablarán en la Comisión de Legislación General frente a senadores, activistas, periodistas y cámaras de TV. Por ellos y por sus hijos.

PÁGINA 12, Argentina, 24-6-2010
http://www.pagina12.com.ar/imprimir/diario/sociedad/3-148180-2010-06-24.html

Muere Monsiváis, un gran escritor solidario con las personas GLBTI

La defensa de los derechos de la comunidad gay, una de las tareas de Carlos Monsiváis

Redacción NotieSe
México DF

A lo largo de su trayectoria, el escritor Carlos Monsiváis (1938-2010) reflexionó sobre la defensa de los derechos de la comunidad de la diversidad sexual, la homofobia latente en nuestro país y la historia del movimiento homosexual en México. En numerosas ocasiones se pronunció en contra de la discriminación hacia las personas homosexuales.

Reflejo de esto es la crítica realizada en marzo pasado, en la penúltima aparición de la columna Por mi madre bohemios en el semanario Proceso, a los comentarios realizados por el titular de la recién creada Agencia Especializada en Investigación del Delito de Homicidio Doloso en Agravio de Mujeres y Personas con Orientación o Preferencia Sexual por Identidad o Expresión de Género de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), Joel Alfredo Díaz Escobar.

En la publicación conjunta con el periodista Jenaro Villamil, el autor de Aire de Familia, cuestionó las labores del organismo ante la explicación de Díaz Escobar sobre el origen de los crímenes de odio por homofobia en la que aseguraba tenían como motivo las deudas económicas o motivos pasionales.

Al respecto, escribió: “Entre los disparates que nos asesta Díaz Escobar, llaman la atención los axiomas siguientes: a) que la saña no es muestra de odio, sino de saña, acción que se produce cuando el asesino no está pensando en nada; b) que es muy difícil definir que una persona mató a otra por ser mujer o ser homosexual. Tan difícil que son incontables los asesinatos en hoteles donde el criminal pinta con la sangre de la víctima: “Lo maté por maricón”, y que, también, en la casi totalidad de los casos, los detenidos (cerca del 5 por ciento) aseguran que mataron porque el homosexual se les insinuó; c) que los victimarios son personas cercanas a la víctima, lo que hace necesaria la intervención de psicólogos y otros especialistas”.

A su vez, en artículo publicado en la revista Nexos en marzo de 2010, Carlos Monsiváis indicó que ante el debate de los matrimonios entre personas del mismo sexo, surgía “… la ofensiva verbal de la derecha (conceptual, moral, jurídica, política) contra gays y lesbianas de 2010 es la más virulenta registrada en la historia de México”.

El acceso a los derechos fundamentales por parte de la comunidad lésbico, gay, bisexual y transexual de México no fue un tema ajeno al prolífico escritor. Por tal motivo, durante las campañas electorales del año 2009, durante su participación en la Conferencia Magistral ¿Votar o no votar? señaló que “un sector de la sociedad no es visible por la intolerancia, como el movimiento de las minorías sexuales o de las mujeres, pero son ciudadanos y cada vez tienen un mayor avance, por lo que sus logros han sido en su condición de ciudadanos”.

En 2008, tras conocer las cifras de crímenes de odio por homofobia dadas a conocer por la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, el recién nombrado Doctor Honoris Causa por la Universidad Nacional Autónoma de México planteó la necesidad de incluir en el Código Penal el crimen de odio para poder controlar la homofobia, “creo que la consignación de crímenes de odio sería absolutamente importante".

Al respecto, en su libro Los Mil y un velorios narra la manera en que los medios de comunicación han abordado los asesinatos de personas homosexuales y señala el lenguaje denostativo utilizado en publicaciones de nota roja en casos como el del multihomicida de homosexuales Raúl Osiel Marroquín “El Sádico”, el cual fue apodado por la prensa como “Matajotos” y “Matalilos”.

En torno a esta lucha, en entrevista, el también cronista de la ciudad de México indicó que su participación en esta lucha tenía “razones personales” debido a que “las causas lo eligen a uno y uno elige las causas”.

“Ah, dioses! Cuando oigo hablar de la derecha moderna, y observo la homofobia de los panistas, me dan ganas de quitarle el seguro a mis canicas” aseveró en aquella ocasión el ensayista.

NOTIESE, México, 19-6-2010
http://www.notiese.org/notiese.php?ctn_id=4010

Una manera distinta de pensar el día del padre

Día del Padre
Por Giovanni Beluche V.

La sociedad de consumo, con sus angurrientos comercios, nos atiborra de mensajes insulsos del tipo “haga feliz a papá en su día”. La felicidad que proponen se llama TV de plasma, para que disfrute el mundial (que dura un mes, después úselo para ver las mejengas criollas de poca monta); celular con inimaginables funciones que hasta sirven para hacer y recibir llamadas; y cómprele un auto nuevo, ojalá como los que prometió Oscar Arias durante la campaña del TLC. Los grandes medios haciendo plata y la gente pobre haciendo filas para quedar a la altura del acontecimiento.

En vez de comprar, dediquemos una reflexión al padre campesino, el que con sus manos maltratadas cultiva la tierra desde antes que el sol asome sus primeros rayos. ¿Por qué no le “regalamos” un país que les apoye con crédito accesible y tecnología de punta? También pensemos en el padre obrero de la construcción, que bajo el sol y la lluvia prepara la mezcla de concreto para edificar las casas que otros disfrutarán. ¿Por qué no le “regalamos” un país donde se respeten sus derechos laborales y sociales?

En lugar de seguir engordando la cuenta bancaria de los comerciantes, recordemos al padre joven, que con esfuerzo trabaja para poder pagarse sus estudios universitarios, soñando con un futuro mejor para sus hijos e hijas. ¿Por qué no le “regalamos” un país que otorgue un presupuesto justo a las universidades públicas y así pueda gozar de una beca? Y el padre migrante, que en silencio llora en las noches recordando la carita de su bebé que no ha besado en años, porque lo tuvo que dejar en Nicaragua para buscar trabajo entre nosotros. ¿Por qué no le “regalamos” una sociedad que no lo discrimine y que le facilite la reunificación familiar?

Tengamos presentes a los abuelos, que son padres doblemente, que en sus nietos y nietas vuelven a ser padres. ¿Por qué no les “regalamos” un país que les provea una pensión meritoria, que les garantice acceso a medicamentos y una buena calidad de vida? Y el padre vendedor ambulante, que en un improvisado tramo vende mercancías para aplacar el hambre de su familia. ¿Por qué en vez de la represión de la policía municipal no le “regalamos” una sociedad donde se le abran opciones de trabajo digno?

No olvidemos al padre indígena, despojado de su historia por los colonizadores de ayer y de hoy. ¿Por qué no le “regalamos” un país que no les trate como extranjeros en su propia tierra, que respete la legítima soberanía sobre sus territorios? Por qué no acordarnos del padre alcohólico, atrapado en una botella. ¿Por qué no le “regalamos” atención especializada que le devuelva la dignidad? También merece una reflexión el padre privado de libertad, el que cometió un error y lo está pagando caro, mientras los políticos – delincuentes andan libres. ¿Por qué no le “regalamos” verdaderos planes de resocialización y reinserción en lugar de condenarlos a ese infierno que estimula más odio? También merece reconocimiento el padre no biológico, que es padre de verdad.

Celebremos a los padres con amor, compañía, abrazos, besos y esperanzas. Nada de eso se compra en los comercios, ¡Eso no tiene precio!

San José, Costa Rica, 20-6-2010

España: más matrimonios gais que lésbicos

Los gays se casan más que las lesbianas
3.412 matrimonios homosexuales se dieron el sí quiero en 2009

Los matrimonios entre personas del mismo sexo, sumaron el pasado año 3.412 y son los hombres mayoritariamente los que los protagonizaron (64,8 por ciento), según la Federación estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB), que cita datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

La FELGTB contabiliza alrededor de 20.000 parejas homosexuales que han contraído matrimonio desde que en 2004 fue aprobada la ley que lo permitía.

Igual que en 2008

Según un comunicado de este colectivo, en 2009 se celebraron 3.412 matrimonios del mismo sexo, prácticamente los mismos que en 2008 cuando se realizaron 3.549, mientras que en 2007 fueron 3.193.

Más entre hombres que entre mujeres

El número de matrimonios es considerablemente mayor entre hombres (64,8%) que entre mujeres (35,2%), por lo que FELGTB considera necesario trabajar por la visibilidad lésbica, "ya que para las mujeres lesbianas y bisexuales hacer pública su orientación sexual continúa siendo más duro".

Madrid y Barcelona

La mayoría de las bodas homosexuales se celebraron en las capitales de provincia, sobre todo en Madrid (547 uniones) y Barcelona (384), ciudad donde representan el 6 por ciento del total de matrimonios.

EL PLURAL, España, 24-6-2010
http://www.elplural.com/macrovida/detail.php?id=47964

Dejaron plantados a los obispos homofóbicos

Rechazo de senadores a una citación de obispos por el matrimonio gay
El lobby esta vez no funcionó
Tres obispos de Entre Ríos y un grupo de pastores evangélicos citaron a los tres senadores de la provincia para “discutir” el proyecto de reforma del Código Civil. Los dos legisladores del FpV la rechazaron en duros términos.

Más que convite fue una citación. Pero no resultó. Los senadores nacionales por Entre Ríos rechazaron, con críticas, la “invitación” de obispos y pastores de esa provincia a participar de una reunión para analizar “en conjunto” el proyecto de ley para permitir el matrimonio de personas del mismo sexo. Los kirchneristas Blanca Osuna y Pedro Guastavino cuestionaron el modo intempestivo de la convocatoria para hoy a la sede del Arzobispado de Paraná, mientras el radical Arturo Vera condicionó su presencia a “cuestiones de agenda”.

“Nadie me llamó, ni para consensuar la reunión, me citan como si estuviera obligado a ir”, se quejó públicamente el senador Guastavino. Allegados de Osuna dijeron, por su parte, que la senadora recibió la invitación “muy sobre la fecha” y cuando ya tenía programado viajar fuera del país. Recién regresará la semana próxima.

En tanto, en la Curia paranaense lamentaron que los legisladores provinciales hayan rechazado sentarse “a discutir” el proyecto. “Es grave que no se escuchen todas las voces, porque la iniciativa implica una alteración de la esencia del matrimonio y por consiguiente del ordenamiento jurídico de la sociedad”, dijo un vocero eclesiástico.

Guastavino replicó ese planteo al destacar que la Comisión de Legislación General del Senado, que preside Liliana Negre de Alonso, estaba realizando una ronda de visitas para escuchar argumentos a favor y en contra del proyecto. Las reuniones no incluyeron Entre Ríos. “No es común que las comisiones del Senado se trasladen al interior del país, requieren de una autorización expresa del cuerpo, que en este caso fue para provincias del norte, donde sus representantes propiciaron que se expresen las voces de los sectores más conservadores”, observó Guastavino.

La convocatoria eclesiástica, fechada el 10 de junio, fue cursada a las oficinas de los tres senadores, aunque sin consultarles de antemano si podían concurrir hoy a la sede del Arzobispado de Paraná. El objetivo, según el convite, es “poder analizar en forma conjunta la propuesta legislativa y las implicancias que conlleva la reforma al Código Civil que modifica, entre otras instituciones, la normativa sobre el matrimonio”.

La invitación fue cursada por los obispos Mario Maulión (Paraná), Jorge Lozano (Gualeguaychú) y Luis Collazoul (Concordia), junto con los presidentes del Consejo de Pastores Evangélicos de Entre Ríos y Paraná.

De los tres senadores por Entre Ríos, Osuna y Guastavino adelantaron su voto a favor de la iniciativa con sanción de Diputados, mientras Vera dio a entender que está en contra, aunque no lo definió públicamente.

Hoy, la Comisión de Legislación General del Senado recibirá en dos grupos, desde las 10, a 15 psiquiatras y psicólogos que opinarán sobre el proyecto. El primero estará integrado por Gabriel Rolón, Alfredo Grande, Gerardo Perazo, Gabriel Flores Ciani, Sara Slapak, Leónidas del Carmen Fuentes y Pablo y Marcela Caballero. Por la tarde, a partir de las 17, concurrirán Eva Giberti, Eva Rotemberg, Mabel Guzzo Borghetti, Beatriz Agrest Wainer, Viviana Duarte, Elcira Nazar Espeche de Urraza, Adriana Beatriz Boato y Zelmira Bottini.
En tanto, la ronda de audiencias de consultas en las provincias proseguirá mañana en Córdoba y el viernes en San Juan, donde la Iglesia organiza una marcha para “defender la familia”. La actividad continuará con las reuniones que se realizarán el 28 de junio, en Mendoza; el 1º de julio, en Jujuy; y el 2, en Neuquén.

PÁGINA 12, Argentina, 22-6-2010
http://www.pagina12.com.ar/imprimir/diario/sociedad/3-148051-2010-06-22.html

Una visión escéptica sobre el referendo del odio

entre líneas
Inútil referendo
Armando González R.
agonzalez@nacion.com

El país discute el tema del referendo sobre las uniones civiles de personas del mismo sexo como si la votación fuera a representar la última palabra. Si triunfara el “no” y el voto fuera vinculante –no está claro si se requiere del 30% o del 40% de asistencia a las urnas–, los defensores del proyecto de ley sufrirían un revés político, pero su causa estaría muy lejos de la muerte.

En esa hipótesis –la más favorable para los impulsores de la consulta popular– el proyecto de ley pasaría al archivo, pero nada impediría la inmediata presentación de una nueva iniciativa en el Congreso. Existe, pues, un doble riesgo político para los impulsores del referendo, aun descartando la posibilidad de un triunfo del “sí”.

Por un lado, es posible que la participación sea insuficiente para producir un resultado vinculante. Por otro, podría darse un triunfo del “no” en una votación más o menos reñida, con una participación apenas suficiente para producir un resultado vinculante. En ambos casos, la discusión regresaría al Congreso, ya sea porque no se logró archivar el expediente o porque sus defensores presentaron uno nuevo.

El Congreso retomaría el debate con un conocimiento más preciso de la relación de fuerzas y, muy probablemente, de la indiferencia ciudadana frente al tema. Si, por ejemplo, los impulsores consiguieran una participación del 40% y lograran un resultado favorable con apoyo del 70% de los votantes, quedaría claro que solo un 28% de los electores inscritos se molestaron en acudir a rechazar la iniciativa.

El ejemplo parte de un escenario muy favorable para los impulsores del referendo pero, aún así, el costo político de apoyar las uniones civiles en la Asamblea, en este caso mediante la presentación de un nuevo proyecto, parece limitado. Ni qué decir si los números son menos desequilibrados a favor del “no” y, sobre todo, si no se alcanza el porcentaje de participación necesario para un resultado vinculante.

Supongamos, empero, el desenlace ideal para los adversarios del proyecto de uniones civiles: Luego de un aplastante triunfo del “no”, los legisladores se sienten intimidados. El proyecto se archiva y nadie se atreve a presentar uno nuevo, o los grupos interesados carecen de apoyo para movilizarlo en la corriente legislativa.

Nada impide, entonces, que los defensores de las uniones civiles lleven el caso a la jurisdicción constitucional, donde les asisten buenos argumentos para reclamar igualdad frente a la ley en relación, por ejemplo, con el tratamiento dispensado a las uniones de hecho entre heterosexuales. El referendo dista mucho de ser la última palabra y, en el caso concreto, su utilidad es cuestionable.

LA NACIÓN, Costa Rica, 20-6-2010
http://www.nacion.com/2010-06-20/Opinion/ColumnistaDelDia/Opinion2414643.aspx