jueves, 22 de julio de 2010

La iglesia: un lenguaje de odio que se perdió en el pasado más remoto

Nuevo matrimonio civil: del derecho a la igualdad
Luis Fernando Ciancaglini (RIO NEGRO ON LINE)

Observaba (en este más que interesante tratamiento legislativo que culminó con la sanción de una ley que permitirá el casamiento de las parejas homosexuales y sus consecuencias jurídicas) cuántos senadores de la Nación nos hablaban de la importancia de la etimología de la palabra "matrimonio" para comenzar a desarrollar sus posturas. Y así nos encontramos con que esta palabra (de origen romano: "matri-monium") trata del "derecho que adquiere la mujer que lo contrae para poder ser madre dentro de la legalidad", derecho que se ve fundamentado en la idea de la posibilidad que la naturaleza da a la mujer de ser madre subordinada a la exigencia de un marido al que ella quedaría sujeta al salir de la tutela de su padre.


Ante esto, queda claro que atarse a ese concepto no tendría sentido alguno para, a partir de allí, derivar las implicancias que tiene esta institución en la sociedad actual… ¿cuánto de esta idea puede ser visto como actualmente válido? Sin duda alguna que nada, si asumimos que, como vimos, resultaría "el derecho que adquiere la mujer para ser madre" y, además, "para ser madre dentro de la legalidad", pero que también nos remite a un derecho natural que resultaría subordinado… ¿y a qué? "A la exigencia" de un marido al que ella quedaría sujeta.

Pero, por otro lado y detrás de esta idea arcaica, atemporal, ilógica para nuestros días, aparece la institución Iglesia Católica insistiendo en conceptos que ya costaba aceptar en 1888, año de la instauración del matrimonio civil en nuestro país. En ese entonces la Iglesia Católica, con ese velo poco realista que parece signar permanentemente sus opiniones y que tapa sus ojos sin permitirle "ver", no podía comprender la concreta situación de miles de inmigrantes que, como bien decía Miguel Juárez Celman (presidente de la Nación Argentina), se veían "en la dura alternativa de traicionar su conciencia o de privarse del derecho de formar un hogar amparado por las leyes".

Y aparecían en aquel entonces frases tremendistas. El arzobispo de Buenos Aires (monseñor Federico Aneiros) les escribía a los senadores (previo al tratamiento legislativo) que "la ley divina nos rige con posesión completa desde el primer día de nuestra civilización… El matrimonio civil perjudicará al culto católico y a la cúpula eclesiástica incitando, facilitando y tentando a todos a prescindir de la Iglesia para casarse, existiendo tantos fáciles de caer en esa tremenda tentación". Y sin que ello fuera poco el obispo de Córdoba, Fray Reginaldo, también en una carta remitida al Senado, le suplicaba "...para bien de la patria y la religión... que no se apruebe el matrimonio civil porque produciría resultados funestos a la sociedad argentina...".

Tratemos de entender (no digo de aceptar) que lo que se expresaba era la voz de la Iglesia Católica del año 1888. Pero pasaron 122 años, revolucionarios 122 años, y en el 2010, en los días previos al tratamiento de la ley de matrimonio homosexual por parte del Congreso de la Nación Argentina, apareció una de las figuras más importantes que hoy tiene la Iglesia Católica Argentina, el cardenal Jorge Bergoglio, hablando de "la guerra de Dios contra el Padre de la Mentira, ya que Satanás pretende destruir el plan de Dios y la ley divina grabada en nuestros corazones" y remitiéndoles una carta a las monjas carmelitas de Buenos Aires les aseguraba que "en la iniciativa de igualar los derechos de gays y lesbianas está la envidia del Demonio, por la que entró el pecado en el mundo y que arteramente pretende destruir la imagen de Dios". Detrás de Bergoglio aparecieron el obispo de La Plata, Héctor Aguer, diciendo que esta iniciativa no era otra cosa que una "guerra cultural contra el catolicismo" y luego monseñor Baldomero Martini, obispo de San Justo, con su auxiliar Damián Bitar enviando una carta a la Presidencia del Senado de la Nación cuyo objetivo no era otro, interpreto, que desestimar los derechos de la minoría, así como también el decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Católica de La Plata expresando en la página web de la institución: "Estamos convencidos de que la gravedad que tiene aprobar una ley como la del denominado matrimonio homosexual que prescinde el orden moral objetivo cae en la ilegitimidad y, a partir del dictado de esa ley inicua, no sólo las conductas religiosamente motivadas sino todas las moralmente motivadas van a ser reprimidas". Como si esto ya fuera poco, en estos días visitó Buenos Aires el Sr. Benigno Blanco, presidente del Foro de la Familia de España y supernumerario del Opus Dei, organizador de una marcha en Madrid con el lema "La familia sí importa, por el derecho a una madre y a un padre; por la libertad...".

Podría seguir citando muchas más reflexiones de este tipo, como por ejemplo la que involucra la Declaración de los Obispos de la Región Patagonia-Comahue que auspiciosamente comienza diciendo: "Somos conscientes de integrar una sociedad pluralista en la que se tiende a posicionar la riqueza de la diversidad y la expresión de posturas divergentes... sin exclusiones ni discriminaciones... De hecho nadie podrá sentirse plenamente realizado mientras haya otros semejantes estigmatizados por los prejuicios de cualquier signo o discriminados por su condición sexual...". Y creí, hasta ese momento, sentirme entusiasta con la lectura de su contenido. Pero luego de esta introducción uno se encuentra con que el documento en sí "invita a la búsqueda del bien común" considerando que solamente esa búsqueda tendrá sus resultados con un matrimonio integrado por un hombre y una mujer. Se olvidan entonces de que Juan XXIII en "Mater et Magistra" nos dice que el bien común es "la defensa de los deberes y derechos de la persona humana" y que el Concilio Vaticano II "Gaudium et spes" respecto de los fines de bien común nos recuerda que uno de ellos es "el respeto a la persona en cuanto a tal".

Si dejamos a un lado el tema del matrimonio y pasamos al tema de la adopción, la misma declaración de los obispos nos señala expresamente que "el ámbito natural que le corresponde al niño para crecer, desarrollarse, autoafirmarse, formarse y proyectarse felizmente es el ámbito donde tuvo su origen: la familia natural y, en su defecto, un ámbito similar donde tenga papá y mamá. La existencia de situaciones que no contemplen esta exigencia básica... está lejos de ser una solución adecuada".

Por suerte, y gracias a Dios, la Iglesia Católica Argentina no es sólo Bergoglio, Aguer, Martini o Bitar: la Iglesia Católica Argentina también es el curita mendocino Vicente Reale, los curas tercermundistas de la provincia de Córdoba como el padre Nicolás Alessio, los curas como Eduardo de la Serna (trabajador en las villas de emergencia de Quilmes), los párrocos de San Isidro, Moreno, Lomas de Zamora y muchos lugares más que comprendieron, como bien lo manifestaba Juárez Celman en aquella citada oportunidad, lo que implica "respetar la libertad de conciencia, la hermosa conquista de la civilización", que no temieron decir: "Siempre hablamos de la importancia del diálogo en la Iglesia, pero aparece ésta hablando de la guerra de Dios. Parece una cruzada, como en la época de la Inquisición, como si estuviéramos en el Medioevo. Parecería que se hubieran equivocado de siglo".

La Iglesia Católica Argentina también es "el Padre Luis" (García) de nuestra ciudad de Viedma, que ante el fallo de la Cámara del Crimen, Sala "B", de mayo del 2009, en el que se permitió la interrupción del embarazo producto de reiteradas violaciones de su abuelastro a una niña de 13 años, sostuvo: "Vivimos en una sociedad donde se vulneran los derechos fundamentales de los más pequeños y los adultos somos los que estamos atropellando día a día la vida de los que están en una situación de mayor vulnerabilidad... Lo importante es tener en cuenta el interés superior del niño y aquí estamos hablando del embarazo de una niña... La intención del Tribunal fue salvaguardar la integridad y apoyar el crecimiento de la pequeña. Eso es lo importante... Hay que bregar por el desarrollo de esta chiquita y velar por su integridad y que el día de mañana pueda vivir lo más normal posible".

Cabe rescatar, entonces, que el tratamiento del tema del casamiento homosexual ha sido valiente, ha sido justo y abierto a las diversas opiniones y por ello fructífero y, en lo que entiendo relevante, ha puesto el concepto "igualdad" en su lugar adecuado. Hay, por suerte, mucho para escribir y mucho para pensar. Si la igualdad fuera uno de los principales conceptos del pensamiento humano en el tratamiento de temas que involucran al conjunto de la sociedad, seguramente no harían falta leyes que regularan las diferentes formas de verla, pero concluyamos que no existe en ningún sitio mayor desigualdad que en la propia forma de ver las cosas por parte del Hombre. Es por eso que nuestra norma fundamental lo contempla, es por eso que nuestra Constitución nacional sólo le reserva a Dios (no a sus iglesias) las acciones privadas que no ofendan al orden y a la moral pública.

Con el tratamiento dado a esta ley nos hemos acercado a que el derecho a la igualdad promovido por nuestra Constitución en este caso se esté convirtiendo en un hecho.

Luis Fernando Ciancaglini es abogado. Miembro de la Asociación Argentina de Bioética.

ARGENPRESS, Argentina, 22-7-2010
http://www.argenpress.info/2010/07/nuevo-matrimonio-civil-del-derecho-la.html

¿Por qué a la izquierda le cuesta entenderse con la diversidad?

Izquierda y diversidad
Por José Natanson

Ni el pluralismo ni la apertura eran características propias de la izquierda clásica, que tendía a ignorar a las minorías, prestaba poca atención a las demandas particularistas y nunca contempló a la discriminación como un verdadero problema.

Algunos ejemplos latinoamericanos ilustran esta afirmación. La Revolución Nacional Boliviana de 1952, que algunos califican como la más radical del siglo XX en Sudamérica, encaró un breve pero muy ambicioso proyecto de inclusión social, con base en los sindicatos mineros, que produjo algunos avances notables, como la nacionalización de los recursos naturales, el voto universal y el reemplazo del ejército por milicias de obreros y campesinos. Y si bien es cierto que eliminó algunas normas segregacionistas (los indígenas, por ejemplo, tenían prohibido pisar la Plaza Murillo, equivalente paceño de la Plaza de Mayo), lo hizo a partir de un proyecto de homogeneización en clave mestiza, al estilo de la Revolución Mexicana, dentro del cual la cuestión étnica no ocupaba ningún lugar.

Otro ejemplo. Entre febrero de 1981 y diciembre de 1983, después de derrocar a la dictadura más longeva de Centroamérica, el gobierno de Daniel Ortega, en su afán de imponer la reforma agraria y eliminar cualquier vestigio de resistencia somocista, chocó contra la resistencia de las comunidades de indígenas miskitos de la orilla del Río Coco. Con el argumento de que muchos de ellos colaboraban con la Contra, el sandinismo forzó una relocalización masiva. Los miskitos denunciaron varios episodios de represión, en particular el conocido como “Navidad roja”, que derivó en el exilio de 10 mil indígenas a Honduras. Algunos de estos acontecimientos se encuentran razonablemente documentados y le valieron acusaciones a Ortega en tribunales locales, así como una advertencia de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Pero el caso más interesante es, sin dudas, el de Cuba, que siempre consigue ubicarse en los extremos. En 1961, dos años después de la toma del poder, el gobierno de Fidel Castro lanzó una serie de redadas masivas en La Habana con el objetivo de detener, según la documentación oficial, a pederastas, prostitutas y homosexuales. Este proceso llegó a su punto máximo en 1965, con la organización de las Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP), que funcionaron como campos de trabajo forzado de aquellos considerados “antisociales”, entre los que se incluía a militantes católicos, testigos de Jehová y homosexuales. Para estos últimos se sancionó la Ley de Ostentación Homosexual, que permitía detenerlos sin mucho trámite. Como explica la investigadora cubano-americana Frances Negrón-Muntaner (“Mariconerías de Estado”, Nueva Sociedad 218), el machismo caribeño, el estalinismo soviético y el catolicismo español se conjugaron para crear una poderosa “homofobia de Estado”, que también se explica por la identificación de los homosexuales con el turismo estadounidense prerrevolucionario, considerado burgués y decadente.

Por supuesto, sería injusto reclamarles a los viejos comandantes revolucionarios que se pusieran al día con demandas de inclusión étnica, reconocimiento a las minorías sexuales o aceptación de la diversidad que recién estaban comenzado a surgir. Sin embargo, detrás de estos ejemplos aparentemente aislados hay un hilo invisible, un motivo estructural por el cual los ciclos de transformación más radical del siglo XX latinoamericano excluyeron sistemáticamente este tipo de planteos: me refiero a la idea, propia de un izquierdismo superficial, de que la igualación económica acabará de manera mecánica con todas las demás inequidades, y que, por lo tanto, cabe sólo ocuparse de esta primera y fundamental desigualdad, pues el resto viene después, automáticamente.

Es esta noción la que ha cambiado. La globalización, la fragmentación social y la expansión de las nuevas tecnologías de la comunicación, entre otros macrofenómenos contemporáneos, definen un mundo completamente distinto al del pasado, y a menudo contradictorio: las tendencias actuales uniformizan (sobre todo el consumo), pero también permiten un mayor conocimiento del otro, lo cual abre espacios de tolerancia que antes no existían; articulan grandes regiones económicas (ahí están los esfuerzos integracionistas tipo Mercosur) pero también implican una revalorización de lo local; borronean las fronteras nacionales (mediante, por ejemplo, las migraciones masivas) pero a la vez cargan al Estado-nación de una cantidad inédita de demandas; producen nuevas formas de exclusión, pero también una horizontalización de las relaciones sociales (lo que Manuel Castells denomina la “sociedad red”).

En América latina, estas transformaciones se produjeron en simultáneo con las primaveras democráticas experimentadas entre mediados de los ’80 y principios de los ’90. Así, los movimientos propios del mundo globalizado –indígenas, feministas, de afrodescendientes, etc.– se superpusieron, y a veces se articularon, con aquellos nacidos de la resistencia a las dictadura militares (fudamentalmente de derechos humanos).

La izquierda ha sido permeable a estos cambios. Hoy, además de las clásicas cuestiones de desigualdad económica y social, incluye en su agenda los temas de etnia y raza, género, diversidad cultural y sexual, ecología. Esto define un abanico de temas más amplio, diseñado un poco para adaptarse a los nuevos tiempos y otro poco como respuesta a un argumento tan evidente como novedoso: las diferentes desigualdades complementan o potencian la clásica desigualdad social, tal como revela el repaso de algunos datos básicos: en Brasil, por poner un ejemplo entre miles, la tasa de desempleo de los hombres blancos en 2006 era de 5,6 por ciento, la de los hombres negros de 7,1, la de las mujeres blancas de 9,6, y la de las mujeres negras de 12,5; ese mismo año, la informalidad laboral afectaba a 42,8 por ciento de los hombres blancos y, en el otro extremo, a 62 por ciento de la mujeres negras, y ni siquiera la educación alcanza a nivelar estas diferencias: a igual nivel de instrucción, los hombres negros reciben 73,9 por ciento de los ingresos de los blancos y las mujeres negras 54,9 (todos los datos son de IPEA).

Este tipo de estadísticas confirma la idea de que las desigualdades se reatroalimentan y que para acabar con una es necesario enfrentarlas a todas. Y ya sea por esta constatación, o por la necesidad de dar cuenta de la nueva agenda globalizada, lo cierto es que, como sostiene el politólogo uruguayo Daniel Chávez, el derecho a la diferencia comenzó a ocupar un lugar tan relevante como el derecho a la igualdad en el imaginario de la izquierda.
Apenas asumió el gobierno, en enero de 2003, Lula creó la Secretaría de la Mujer, orientada a impulsar políticas de igualdad de género, y en 2009 la convirtió en ministerio. También creó la Secretaría Especial de Políticas de Promoción de la Igualdad Racial, que implementa una serie de medidas de “acción afirmativa”, como cupos para negros e indígenas en las universidades públicas, exenciones fiscales para los centros de estudios privados que incluyan cierto porcentaje de estudiantes negros y cuotas en el empleo público. Aunque no asistió a la última reunión de la Asociación Brasilera de Gays, Lesbianas y Trans, Lula envió una carta en la que ratifica su apoyo a la organización y recuerda las leyes antidiscriminación impulsadas por su partido, en particular por Marta Suplicy, médica sexóloga, ex alcaldesa de San Pablo y conocida militante por los derechos de las minorías sexuales.

En Uruguay, el Frente Amplio consiguió la aprobación de la unión concubinaria, el cambio de sexo en el registro civil y una norma que habilitaría la adopción legal por parte de parejas homosexuales. En Chile, Michelle Bachelet cumplió su promesa de gobernar con un gabinete integrado en partes iguales por hombres y mujeres, impulsó una ley para equiparar la representación de género en los partidos políticos y una campaña de educación sexual en los colegios y de anticoncepción de emergencia en los hospitales públicos.

El régimen cubano, cuya capacidad de sintonizar los nuevos tiempos nunca conviene subestimar, derogó las leyes discriminatorias e incluso lanzó una ambiciosa y muy moderna política de inclusión de las minorías sexuales desde el Centro Nacional de Educación Sexual, cuya directora es nada menos que Mariela Castro, la hija de Raúl.

Por supuesto, no se trata de avances lineales. Dos años atrás, Tabaré Vázquez vetó la ley de despenalización del aborto aprobada por un acuerdo interpartidario impulsado por su propia coalición; Bachelet ha sido acusada por las organizaciones gays chilenas de hacer poco y nada en defensa de sus derechos; el PT, en cuyo origen se encuentran corrientes de cristianismo de base, se niega a hablar de aborto, y alcanza con echarles un vistazo a las blancas caras de la nomenklatura cubana para comprobar que la desigualdad racial está lejos de haberse resuelto.

En Bolivia, la Justicia comunitaria, que la reforma impulsada por Evo Morales elevó a rango constitucional como complemento de la Justicia ordinaria (“occidental”), ha sido acusada de penalizar conductas propias de la vida privada, como el adulterio (femenino). Y aunque sus defensores insisten en que las versiones más arcaicas, en donde por ejemplo la mujer adúltera era sometida a un corte de pelo como escarmiento, no están ya vigentes, de todos modos hay que reconocer que puede generar problemas: la tensión entre derechos humanos universales y multiculturalidad, una de las grandes contradicciones del mundo contemporáneo sobre la cual viene advirtiendo con lucidez Carlos Escudé (aunque Escudé, occidentalista militante, piensa más en las sociedades islámicas).

Por otra parte, no sólo la izquierda ha asumido como propias este tipo de banderas. Algunos partidos de derecha moderna, como el Partido Liberal alemán, se muestran abiertos a las demandas de tolerancia a la diversidad, aunque, al mirar el resto de las fuerzas de derecha europeas (el integrismo del PP español, el conservadurismo de los tories británicos o el reaccionarismo de cabaret estilo Berlusconi), hay que reconocer que es una excepción.
En general, se trata de cuestiones que la izquierda ha asumido como propias, como se confirma en Argentina al repasar los alineamientos legislativos: el centroizquierda (Proyecto Sur, Encuentro, Socialismo) votó unánimemente a favor, el centroderecha (PRO, Peronismo Federal) mayoritaria, aunque no unánimemente, en contra, y los dos partidos de centro, radicalismo y peronismo, divididos.

En cuanto al rol del Gobierno, es cierto que la iniciativa original no fue elaborada por el Frente para la Victoria y que el apoyo fue transversal. Pero también es verdad que el Gobierno destrabó el proyecto primero y lo impulsó con fuerza después, y que sin ello difícilmente hubiera sido aprobado. Si se miran con atención los comentarios previos, es fácil comprobar que quienes están en contra del Gobierno pero a favor del matrimonio gay (legisladores socialistas y radicales, algunos periodistas de televisión) defendieron la tesis de que se trata de una iniciativa de todo el arco político, no atribuible exclusivamente al kirchnerismo, en tanto que aquellos que se oponen por igual al proyecto y al Gobierno (el diario La Nación, la Iglesia) acusaron a este último de presionar para su aprobación. Por si hacía falta, esto confirma el rol clave desempeñado por el kirchnerismo, que con esta decisión se sitúa a la altura de la más moderna izquierda latinoamericana.

PÁGINA 12, Argentina, 19-7-2010
http://www.pagina12.com.ar/imprimir/diario/elpais/1-149759-2010-07-19.html

Una mecanismo de protección para las mujeres ante el Sida

Para validar los resultados se inició una segunda fase de la investigación en 4 mil mujeres
Gel microbicida con antirretoviral reduce hasta 54% riesgos de infección por sida
Científicos del Caprisa presentan estudio realizado a 889 sudafricanas desde 2007
Afp

Viena, Austria, 19 de julio. Un gel microbicida, que contiene un antirretroviral al uno por ciento, reduce hasta 54 por ciento el riesgo de infección del VIH respeto a un gel vaginal que no contiene nada, reveló el lunes un estudio publicado en Viena, donde se celebra la conferencia internacional sobre el sida.

El estudio, titulado Caprisa 004, comenzado el 27 de febrero de 2007, fue publicado en la revista Science. Su objetivo era determinar la eficacia y la seguridad de un gel con uno por ciento de tenofovir, un inhibidor de transcriptasa inversa, ampliamente utilizado como antirretroviral, para la prevención del sida entre las mujeres.

El estudio fue dirigido por Salim y Quarraisha Abdul Karim, una pareja que trabaja para el Centro para el Programa de Investigación sobre el Sida en Sudáfrica (Caprisa), en Durban.

La prueba de fase 2, que apunta a determinar la inocuidad y la eficacia de un producto, fue realizada con mujeres sudafricanas de 18 a 40 años, seronegativas y sexualmente activas: 445 recibieron un gel con tenofovir y 444 un gel sin producto.

Las mujeres, que debían utilizar una dosis de gel en las 12 horas antes de la relación sexual y una segunda dosis en las 12 horas posteriores, eran controladas cada mes durante 30 meses.

La incidencia del VIH fue 54 por ciento inferior en las mujeres que seguían completamente el tratamiento, 38 por ciento entre las que lo siguieron moderadamente y 28 por ciento entre las que lo siguieron mal, o sea una reducción promedio de la incidencia de 39 por ciento. No hubo efectos negativos ni tampoco, entre las mujeres infectadas, señales de resistencia al tenofovir.

LA JORNADA, México, 20-7-2010
http://www.jornada.unam.mx/2010/07/20/index.php?section=sociedad&article=037n1soc

Ordenación de mujeres: un delito para el Vaticano

Críticas al Vaticano por regular como delito grave la ordenación de mujeres
MIGUEL MORA - Roma

La inclusión de la ordenación de mujeres sacerdotes entre los delitos más graves que pueden cometer los miembros de la Iglesia, anunciada el jueves por el Vaticano, ha suscitado la perplejidad del mundo anglosajón y críticas de muchas asociaciones católicas de base y teólogos progresistas.

La inclusión de la ordenación de mujeres sacerdotes entre los delitos más graves que pueden cometer los miembros de la Iglesia, anunciada el jueves por el Vaticano, ha suscitado la perplejidad del mundo anglosajón y críticas de muchas asociaciones católicas de base y teólogos progresistas.

Aunque el fiscal de la Congregación de la Doctrina de la Fe, Charles J. Scicluna, intentó aclarar en la conferencia de prensa donde presentó las nuevas normas que el delito de ordenación de una mujer es "una falta grave contra el sacramento y la doctrina de la Iglesia, y por tanto un delito de entidad menor que el abuso sexual o la pornografía", teólogos como Juan José Tamayo creen que su incorporación a la lista negra demuestra que las nuevas normas "son solo una operación cosmética obligada por la presión internacional". Tamayo cree que las modificaciones "confusas y oportunistas, porque mezclan asuntos que nada tienen que ver, como la pornografía infantil, que ya es un delito en la inmensa mayoría de los códigos penales, y la ordenación sacerdotal de las mujeres, que no es ningún delito sino un derecho legítimo".

Los vaticanistas aparecen divididos sobre la medida, que codifica una instrucción emanada por el ex Santo Oficio el 19 de diciembre de 2007, cuando convirtió el intento de ordenar a mujeres en una ofensa penada con la excomunión. El jurista y canonista Filippo di Giacomo piensa que el castigo a la ordenación femenina "no es nuevo, y ni siquiera zanja el problema teológico de fondo, sino que se limita a punir un asunto por otro lado muy marginal". El historiador Giancarlo Zizola, comentarista de La Repubblica, cree que "es horripilante considerar la ordenación de mujeres un delito perpetuo". "Significa alejarse de la sociedad y olvidar el mensaje de Cristo". El portavoz vaticano, Federico Lombardi, asegura que "la controversia no tiene fundamento". "En la lista hay delitos muy dispares entre sí, y eso no quiere decir que sean equivalentes ni igualmente graves", dice.

EL PAÍS, España, 18-7-2010
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Criticas/Vaticano/regular/delito/grave/ordenacion/mujeres/elpepusoc/20100717elpepisoc_8/Tes

Asia Central en las garras del sida

El sida se expande a Asia Central
Los científicos reclaman 10.000 millones de euros para combatir el virus
JULIETA RUDICH - Viena

El presidente de la Sociedad Internacional del Sida, Julio Montaner, alertó ayer en la inauguración de la XVIII Conferencia Internacional sobre el Sida, de que solo cinco millones de personas infectadas con el VIH reciben el tratamiento requerido, mientras que 10 millones no tienen acceso a la terapia.

El presidente de la Sociedad Internacional del Sida, Julio Montaner, alertó ayer en la inauguración de la XVIII Conferencia Internacional sobre el Sida, de que solo cinco millones de personas infectadas con el VIH reciben el tratamiento requerido, mientras que 10 millones no tienen acceso a la terapia. Montaner recordó que el objetivo planteado por el G-8 era que en 2010 el tratamiento médico y farmacológico fuera accesible a todas las personas afectadas sin excepción. "Según mi opinión, en estos asuntos carecemos de gestión política. Y esto es algo que hay que cambiar", dijo el experto, a la vez que destacó la eficacia de los actuales medicamentos, con los que se consigue bloquear el contagio de un individuo a su pareja en un 90%, e impedir en casi un 100% la transmisión de madre a hijo.

La conferencia, que se celebra en Viena hasta el próximo día 23 con la participación de 25.000 activistas, científicos, representantes de Gobiernos y organizaciones de afectados, advierte sobre el preocupante foco de expansión de la epidemia del sida en Asia Central y Europa Oriental. El contagio se produce en tres de cada dos casos por vía intravenosa a causa de la inyección de drogas.

La criminalización de las personas que consumen narcóticos, su encarcelamiento, así como la prohibición de repartir jeringas y sustitutos de opiáceos impiden una estrategia eficaz para frenar la ola de contagios.

Vladimir Zhovtyak, presidente de la Unión Central asiática de personas con VIH describió un panorama escalofriante de las condiciones a las que están condenados los enfermos de sida en Asia Central y Europa Oriental. Uno de cada dos muere de tuberculosis. El número de personas que necesitan tratamiento es el triple de los que lo reciben.

El vicedirector general del programa de la ONU para el sida, Paul de Lay, criticó la deficiente financiación y dijo que en 2010 se necesitarán 26.000 millones de euros para luchar contra el sida, pero solo hay disponibles 16.000. De Lay lamentó que sin fondos no se alcanzará el objetivo de eliminar las nuevas infecciones y la discriminación y las víctimas mortales, así como procurar terapias más sencillas y asequibles.

En cuanto al desarrollo de una vacuna de prevención contra el sida, los expertos opinan que ya no es una utopía irrealizable, sino un objetivo que podría ser alcanzado en breve. El fundador de Microsoft, Bill Gates, que dedica 23.000 millones de euros para la lucha contra el VIH, puso de manifiesto su optimismo, en concordancia con Alan Bernstein, director ejecutivo de la HIV Vaccine Entreprise. "Este es un momento fundamental en la investigación de la vacuna del VIH", dijo el científico, al referirse a los avances registrados en experimentos con voluntarios en Tailandia en 2009, con quienes se logró ralentizar el contagio en un 30%.

Según Bernstein, a pesar de la crisis que afecta también al ámbito de la investigación, urge canalizar inversiones hacia el desarrollo de profilácticos, dado que existen alrededor de 20 fármacos contra el sida pero ninguna vacuna.

EL PAÍS, España, 19-7-2010
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/sida/expande/Asia/Central/elpepusoc/20100719elpepisoc_5/Tes

Sida: los retrovirales no sustituyen la prevención

Usar medicamentos contra VIH en prevención no erradica riesgos, aseveran expertos
Leonardo Bastida Aguilar-enviado
Viena, Austria

Una nueva generación de estrategias de prevención del VIH viene en camino ante los resultados exitosos del uso de medicamentos antirretrovirales en parejas en la que uno de los miembros mantiene su estatus serológico negativo, señalaron expertos durante el panel “Prevención en personas que viven con VIH”, en la XVIII Conferencia Internacional sobre Sida.

Jeffrey Fisher, de la Universidad de Connecticut, indicó que el tratamiento antirretroviral ha dado una nueva esperanza a las parejas serodiscordantes (parejas en las que uno de los integrantes vive con VIH) pero esto no significa que se tengan que reducir los esfuerzos en promoción del uso de preservativos y otras medidas de prevención.

Explicó que los esfuerzos de prevención en personas con VIH deben tener como fin cambiar los hábitos sexuales de este sector de la sociedad y evitar así que la ingesta de medicamentos se propicien prácticas sexuales de alto riesgo.

“Hemos avanzado en el campo de la biología pero también tenemos que hacerlo en el de la conducta”, aseguró Fisher.

Por su parte, Adame Bourne, de Sigma Research presentó el estudio Relative Safety II -realizado entre parejas de hombres en las que uno de sus miembros es seropositivo-, en el que se indica que 100 por ciento de los entrevistados señaló que no desea transmitir el VIH a su pareja.

El estudio señaló que métodos como el uso del condón, eyacular fuera de la pareja, no realizar sexo oral o la abstención, son los más populares entre estas parejas para evitar más infecciones.

Agregó que todos los entrevistados señalaron mostrarse escépticos ante la posibilidad de que la estabilización de su carga viral les permita tener relaciones sexuales sin protección y se perciban como menos peligrosos.

De esta manera, el estudio concluye que a pesar de que pueda surgir un optimismo entre los miembros de esta comunidad se debe enfatizar en el uso del preservativo y en informar de los riesgos y consecuencias de continuar con prácticas sexuales de alto riesgo.

A su vez, Susana Cowan, del Programa de Lucha contra el sida de Dinamarca, indicó que en el país nórdico este tipo de parejas ha continuado con las prácticas sexuales de alto riesgo sin que el número de nuevas infecciones al año se haya incrementado.

La experta mencionó que esto se debe al éxito de los programas de acceso a medicamentos y a la efectividad de su uso por lo que es importante trabajar con este sector en la adherencia a sus cocteles y no permitir que las tasas de infección aumenten.

Sin embargo, agregó, se debe trabajar en erradicar el sexo no seguro y en medicar al 100 por ciento a los integrantes de estas parejas.

NOTIESE, México, 19-7-2010
http://www.notiese.org/notiese.php?ctn_id=4098

Pareja gay chilena se quiere casar en Argentina

En Mendoza, una pareja gay chilena pidió casarse
Por Roxana Badaloni
Mendoza. Corresponsalía.

Casi en simultáneo con un puñado de parejas gays de Mendoza, dos ciudadanos chilenos pidieron autorización al Registro Civil de la capital mendocina para poder contraer matrimonio. El ministro de Gobierno local, Mario Adaro, respondió al instante: pueden hacerlo, sólo tendrán que acreditar residencia en esta provincia y traer dos testigos mayores de edad para la boda .

El interés de la comunidad homosexual del país vecino no tardó en llegar, a menos de una semana de aprobada la ley que autoriza el casamiento entre personas del mismo sexo. La solicitud trasandina sorprendió al ministro Adaro, quien el martes pasado participó en la marcha de católicos y evangélicos en contra del matrimonio gay. Incluso hizo una declaración polémica: “Es sólo moda que quieren imponer los porteños”, dijo sobre la propuesta que impulsaba el gobierno de Cristina Kirchner. También el gobernador mendocino, el kirchnerista Celso Jaque, había manifestado que estaba en contra del matrimonio de personas del mismo sexo y que prefería la unión civil.

Pero una vez aprobada la ley, tanto Jaque como su ministro ratificaron que se acatará la norma .

Mañana se promulgará la ley que avala el casamiento entre personas del mismo sexo y en Mendoza el Registro Civil ya recibió las directivas del ministro Adaro para que las actas estén adaptadas para cuando se expidan turnos de casamiento para las parejas del mismo sexo. En el nuevo escrito se deben modificar los incisos que hablan de hombre y mujer por los vocablos contrayentes o cónyuges.

Hasta ahora ninguna pareja del mismo sexo ha pedido turno en Mendoza para casarse. Sólo se han recibido seis consultas sobre la documentación necesaria para pedir turno, según Olga Videla, directora del Registro Civil. Tampoco hubo presentaciones de objeción de conciencia entre los oficiales públicos mendocino. “Hemos notificado a todos los trabajadores y nadie manifestó su rechazo”, dijo Videla.

CLARÍN, Argentina, 20-7-2010
http://www.clarin.com/sociedad/Mendoza-pareja-chilena-pidio-casarse_0_301769911.html

Primer matrimonio gay en Argentina bajo la nueva ley

Capital: el primer casamiento gay tras la sanción de la ley será el 13 de agosto

Alejandro Vanelli y Ernesto Larrese obtuvieron el turno en un registro civil de Palermo. El Gobierno tiene previsto promulgar la ley el miércoles, según anticiparon organizaciones homosexuales.

El primer casamiento entre personas del mismo sexo tras la sanción de la ley se hará el 13 de agosto en la ciudad de Buenos Aires, mientras que la norma será promulgada el miércoles en un acto que se llevará a cabo en la Casa de Gobierno, según adelantaron hoy entidades de homosexuales.

El matrimonio entre el representante de artistas Alejandro Vanelli y el actor Ernesto Larrese se concretará a las 10 en el Registro Civil de la comuna 14, en Beruti 3325, barrio porteño de Palermo, le dijo a DyN la titular de la Federación Argentina de Lesbianas Gays Bisexuales y Transexuales (FALGBT), María Rachid.

“La pareja es la que presentó el segundo amparo ante la justicia para pedir autorización para casarse", sostuvo Rachid, quien junto a dirigentes de la organización acompañó al futuro matrimonio a solicitar turno para el casamiento.

Y adelantó: "Esta mañana el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, nos llamó para decirnos que el miércoles que viene la presidenta Cristina Fernández promulgará la ley de matrimonio en un acto que se hará junto con las organizaciones gays en la Casa de Gobierno".

Según explicó la dirigente, Aníbal Fernández le comentó que "después de la promulgación hay ocho días para la publicación en el Boletín Oficial y luego recién entra en vigencia la ley". Y anticipó que le pedirá a la Presidenta que publique la ley al día siguiente de la promulgación “para acelerar los tiempos".

En ese sentido, sostuvo que la FALGBT "presentó 100 amparos ante la justicia para que se autoricen casamientos, aunque recibimos más de 200 pedidos, pero algunas parejas no quisieron presentarse ante la justicia".

CLARÍN, Argentina, 16-7-2010
http://www.clarin.com/sociedad/matrimonio_gay-casamiento-Capital_Federal_0_299370285.html