miércoles, 23 de julio de 2008

APOYO A LA UNIÓN CIVIL. Gabriela Arguedas

El sector conservador y ultra conservador de Costa Rica insiste en imponer su visión de mundo al resto de la sociedad, violenta los principios fundamentales de una sociedad democrática, que además, para ser verdaderamente democrática debe ser no-confesional.

El ejercicio de la vida en pareja, visible y respetado, es una reivindicación elemental para la vida de cualquier persona en el planeta, sin distingos de ninguna naturaleza.

Es el pensamiento único, de corte dictatorial, el que ya llevado a la humanidad a sus peores momentos. La imposición de criterios de un gurpo a otro es un acto de agresión. La forma ética de ponderar las diferencias es el diálogo, pero eso jamás puede legitimar que un grupo insista en girarle a otro, instrucciones sobre cómo debe vivir la vida.

La unión civil entre personas del mismo sexo es una lucha del orden de los derechos humanos, que a fin de cuentas, constituyen esos mínimos éticos sobre los cuales creemos puede ser viable la existencia humana.

Apoyar esta iniciativa es apoyar la existencia de una ciudadanía real y constituye un imperativo para cualquier sociedad que se diga a sí misma democrática, inclusiva y solidaria.

Gabriela Arguedas

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