sábado, 9 de agosto de 2008

Referéndum.- Carlos Hernández

El referéndum propuesto es un gasto de dinero y de esfuerzo para crear un espacio adicional en el que algunos líderes inciten a sus seguidores a manifestar sus miedos, odios y prejuicios en contra de un grupo tradicionalmente oprimido. ¿Por qué no pueden dejar en paz los esfuerzos para la aprobación de la unión civil? Si no creen que es correcto este tipo de uniones, pues sencillamente no se unan civilmente a otra persona de su mismo sexo!

Todos los seres humanos somos iguales. Mi amor hacia otra persona de mi mismo sexo se tiene que legalizar. ¿O van a hablar con argumentos obsoletos de roles de género y de reproducción? Dejen de hacer comparaciones con la promiscuidad, la pedofilia o la poligamia, pues la homosexualidad (al igual que la heterosexualidad) no implica absolutamente nada de esto. Si quieren hacerse los de la vista gorda ante lo normal que es la homosexualidad (ya olvidada por la medicina, la psiquiatría y la psicología como un trastorno) pues ése será su conflicto interno. Ustedes no pueden imponer sus valores religiosos y pensar que todos nos tenemos que regir según sus preceptos y lo que creen que es correcto.

Este componente de la población necesita la protección y visibilidad ante la ley. Es muy obvia la enorme cantidad de personas homosexuales en este país. Al aprobarse este proyecto de ley se evitarían injusticias y se contribuiría a una igualdad de derechos y deberes para todos los costarricenses.

¿Por qué no nos dejan en paz, en lugar de fomentar el odio y las divisiones en la sociedad? Dejemos la hipocresía, escondiéndose en decir que están "defendiendo a la familia". ¿Defendiéndola de qué? Defiéndanla de la corrupción, de la pobreza y de la delincuencia. Den el dinero que quieren invertir en este referéndum a los de verdad necesitados, y dejen de actuar como redentores.

Carlos Hernández

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