domingo, 5 de octubre de 2008

Una voz de apoyo en una lucha compartida por la igualdad de derechos

CEFEMINA contra referéndum
Fuente: http://www.informa-tico.com/index.php?seccion=articulo&edicion=20081004&ref=04-10-08090012

La organización femenina se pronunció en la Asamblea Legislativa contra el referéndum sobre la unión civil de personas del mismo sexo, porque el tema "no es un asunto de opiniones, sino de derechos humanos".
Por Ivonne Jiménez

Los derechos humanos y no las opiniones deben conducir a la Asamblea Legislativa en el debate sobre la unión civil para personas del mismo sexo.

Así lo sostuvo Ana Carcedo, representante de la organización Cefémina, quien llamó a los diputados a resolver conforme a los derechos humanos y no a las opiniones. La representante compareció ante la comisión legislativa que discute el proyecto para instaurar legalmente la unión civil entre personas del mismo sexo.

"No por los aplausos, no por las voces más altas, no por las campañas millonarias, sino por el respeto a los derechos humanos, es que deben tomarse las decisiones en torno a este proyecto de ley", destacó ante los parlamentarios.

"Los derechos no son una cuestión de opinión, ni un lujo, sino la base para la convivencia en armonía entre los seres humanos" resaltó la especialista del Centro Feminista de Información y Acción (CEFEMINA). Esta entidad es una ONG, con 20 años de existencia en Costa Rica, que se ocupa de mejorar la calidad de vida de las mujeres y de promover la igualdad de oportunidades.

Contra referéndum

Carcedo se pronunció contra el referéndum "porque los derechos humanos no son un asunto de mayorías o minorías, aquí las opiniones no caben". La especialista es presidenta de CEFEMINA, investigadora de la UCR y académica de la Maestría Centroamericana en Estudios de la Mujer.

La ausencia de una ley que permita la unión civil entre personas del mismo sexo -alegó- es lo que está provocando discriminación en el país.
Para Carcedo, se trata de resabios del fascismo que deben superarse conforme "al contrato ético, la Declaración de los Derechos Humanos, que hizo el mundo", tras los horrores de la segunda guerra mundial.

Según expresó, basarse en los derechos humanos es fundamental para la convivencia pacífica. "Este no es un tema novedoso, la sociedad costarricense ha entendido que el modelo de pureza social, no permite la convivencia".

Recordó a los diputados el papel educativo y pedagógico de las leyes, rescató que la discusión de este proyecto en el Congreso permite el debate sobre los derechos humanos y manda un mensaje contra la homofobia.

Según dijo, este asunto no debería ir a referéndum sino convertirse en ley tras un debate fundamentado en la Asamblea Legislativa. Expresó que no es que tengan miedo a un debate nacional, sino que saben que en una campaña que incluiría millones de colones, habría más dinero de un lado que del otro, pues ya tuvieron la experiencia con el TLC, y este tema no es un asunto de opiniones sino una materia de derechos humanos.

Recalcó la especialista Carcedo que "no necesitamos más argumentos para crear odios, no necesitamos más guerras por creencias basadas en criterios religiosos, hay que educar a las siguientes generaciones en el respeto a la diversidad, en la tolerancia, que abra el camino a una sociedad que se aleje del odio y se acerque a la integración".

Apoyo diputadil

El diputado del Movimiento Libertario, Carlos Gutiérrez, proponente de la iniciativa de ley junto con Ana Helena Chacón (PUSC) aseguró que es increíble que sea necesaria una ley para facultar a las personas a ser libres. Y preguntó a Carcedo por qué era necesaria esta ley.

Precisamente la ausencia de esta ley, dijo Carcedo, es lo que está discriminando.

Por su parte, la diputada Ana Helena Chacón (PUSC), enfatizó que el proyecto de ley pretende el reconocimiento social y civil de las uniones de parejas del mismo sexo; que sus bienes patrimoniales construidos durante la unión pertenezcan por iguales partes a sus integrantes; que se les reconozca el derecho de formar un hogar; que cuando la unión sea de hecho tenga un verdadero reconocimiento; que exista el derecho a la herencia; y que se tutele su unión como lo que es: un proyecto de vida en común.

"El reconocimiento de la unión civil entre personas del mismo sexo ya ha sido puesto en la agenda política nacional, ahora tenemos dos opciones: atacar, acusar y señalar evadiendo la realidad y el sufrimiento diario de cientos de personas, o disponernos a dejar de lado las conductas homofóbicas e intolerantes que solo dolor, injusticia, violencia y exclusión han traído a nuestra sociedad", argumentó la diputada socialcristiana.

INFORMATICO (www.informatico.com), 4 de octubre de 2008

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