lunes, 25 de agosto de 2008

Homofobia y antisemitismo

Homofobia y antisemitismo
(tomado de The campaing to end homophobia:
http://www.endhomophobia.org/Anti-Semitism.htm)

El destino del pueblo Judío y gay ha sido idéntico a través de toda la historia Europea, desde los primeros días de la hostilidad Cristiana hasta el exterminio en los campos de concentración. Las mismas leyes que oprimieron a la población Judía, oprimieron a la población gay; los mismos grupos que se inclinaron por la eliminación de los Judíos trataron de erradicar la homosexualidad; el mismo periodo de la historia Europea que no podía dar espacio a la peculiaridad Judía reaccionaba en forma violenta contra la disconformidad sexual; los mismos países que insistían en la inconformidad religiosa, impusieron las normas de la mayoría sobre la conducta sexual; y hasta los mismos métodos de propaganda se utilizaron contra los judíos y los gays, presentándolos como animales inclinados por la destrucción de los hijos de la mayoría.”
John Boswell.



Los Judíos, los gays, los bisexuales y los transgéneros son todos aliados por naturaleza; comparten una historia de opresión. Sin Embargo, una cultura heterosexual y cristiana dominante ha evitado que se formen alianzas entre estos grupos.

Definiciones:

El Antisemitismo es el prejuicio y la discriminación dirigidos contra los judíos. La Homofobia es el prejuicio y la discriminación dirigida contra los hombres y las mujeres gays, los bisexuales y los transgéneros (minorías sexuales). El heterosexismo es la suposición de que todos son o deberían ser heterosexuales. El Cristianismo es la suposición de que todos son o deberían ser cristianos.

El Antisemitismo, la Homofobia, el Cristianismo y el Heterosexismo son formas de opresión y operan a cuatro niveles distintos pero interrelacionados: el cultural, el personal, el interpersonal y el institucional. El nivel cultural (a veces llamado “colectivo” o “societal”) se refiere a las normas o códigos de conducta que, aunque no se han escrito expresamente en leyes o políticas, trabajan, no obstante, dentro de una sociedad para legitimizar la opresión. El nivel personal se refiere a la creencia de un individuo de que los judíos y las minorías sexuales son o dignas de lástima o que deberían ser detestadas. El nivel interpersonal se refiere a la conducta entre las personas que transforma el prejuicio en su componente activo: la discriminación. El nivel institucional se refiere a las formas sistemáticas den que los gobiernos, empresas y organizaciones educativas y profesionales discriminan.

El Antisemitismo y la Homofobia: Modalidades Abiertas de Opresión

A lo largo de la historia se han dado casos claros en donde colectivos específicos han sido objeto de proverbios, chistes y comentarios sociales denigrantes. Los judíos y las minorías sexuales han sido el caso.

Durante la edad media, se difundían historias de que los judíos tenían colas ocultas que tapaban bajo sus trajes, que tenían un olor extraño y que estaban al servicio del diablo.
Para el siglo XIX , los médicos publicaron estudios denunciando que los varones que se involucraban en erotismo con personas de su mismo sexo tendían a tener genitales subdesarrollados, semejantes a los de un perro y que las mujeres involucradas en el erotismo con personas de su mismo sexo eran por lo general marimachos con propensidad alta a la histeria y a la locura.


Un tema medieval anti-judío, el “Jundensau,” representaba a los judíos emparentados sexualmente con los cerdos.

En el siglo VI, las leyes Romanas que se publicaban, atribuían las hambrunas, terremotos y pestilencias al “crimen” de los hombres que tenían sexo con otros hombres.
En la Europa de los siglos XII y XIII, los judíos fueron acusados de causar la Muerte Negra envenenando el agua potable.

En el siglo XX, la opresión tanto en contra de los judíos como de las minorías sexuales fue la piedra angular de la filosofía Nazi de Alemania:

§ En su periódico oficialista, Volkischer Beobachter, Hitler culpaba a los judíos de “tratar de propagar las relaciones sexuales entre hermanos, hombres y animales y hombres y hombres.”

§ Heinrich Himmler, jefe de la Policía Secreta Alemana, veía la homosexualidad como un síntoma de degeneración racial, destructiva para la raza “Aria”.

Ciertamente la violencia motivada por el odio no dio fin con la muerte de la Alemania Nazi. Hoy en día, las sinagogas y los cementerios judíos son profanados, los escritos religiosos quemados, los epítetos anti-Semitas se transmiten a los niños en las escuelas y la violencia motivada por el odio contra los hombres y las mujeres gay, los bisexuales y las personas transgenéricas (“queer bashing”= castigo a los raros”) está en aumento. A menudo, en la medida en que la visibilidad de los grupos judíos y de las minorías sexuales aumenta, la opresión contra estos grupos se incrementa también.

Gran parte de este odio es alimentado por los mitos ampliamente esparcidos, p.ej: que los judíos controlan la economía porque quieren apoderarse del mundo y que los gays andan reclutando gente joven para pervertirla. Aunque la mayoría de la gente sabe que los mitos no son sólo más que cuentos, la mayoría ha aprendido de niños esta versión distorsionada y errónea de la realidad. Un paso importante para cambiar y borrar estos estereotipos es reconociendo las formas en que inconscientemente las aceptamos y les hemos permitido que influencien nuestra conducta en el presente.

El Heterosexismo y el Cristianismo: Formas Sutiles de Opresión

La Homofobia y el anti-Semitismo son modalidades activas de opresión en su diseño e intención; el heterosexismo y el Cristianismo son a menudo bastante sutiles e indirectos. En los Estados Unidos, el heterosexismo (heterosexualidad obligatoria) y el Cristianismo (Cristiandad obligatoria) son suposiciones normativas que invalidan las conductas y creencias que subyugan a los judíos y a las minorías a la invisibilidad e ‘inexistencia’. El heterosexismo y el Cristianismo son el resultado de las distorsiones y omisiones culturales populares e históricas con respecto a las minorías sexuales y a los judíos, así como el resultado de una carencia de imágenes visuales positivas de parte de estos grupos.

Aunque sus víctimas experimentan estas formas de opresión de distintas maneras, el heterosexismo y el Cristianismo fuerzan a las minorías sexuales y a los judíos a luchar constantemente contra su propia invisibilidad y les dificultan su integración a una auto-identidad positiva. Tal como otros grupos específicos internalizan la vergüenza debido a la opresión, los Judíos (con múltiples historias de asimilación en una cultura Cristiana dominante) y las minorías sexuales (en grados diferentes en el proceso de formación de identidad) no son inmunes a internalizar los mensajes negativos del anti-Semitismo y la homofobia.

Aunque talvez sea fácil reconocer las modalidades abiertas de opresión, a menudo es difícil identificar las labores del heterosexismo y del Cristianismo. Aquí hay algunos ejemplos:

Efemérides y Tradiciones: a menudo se asume que todo el mundo celebra la Navidad y la Pascua incluso sabiendo que la persona es Judía.

Supuestos sobre la “Familia:” La “familia tradicional” se define prevalecientemente como una unidad familiar compuesta por dos padres casados y sus hijos biológicos. La estigmatización y la falta de reconocimiento caen sobre los que no siguen esta norma: las minorías sexuales, los proponentes de libertades reproductivas y hasta sobre los heterosexuales que decidan quedarse solteros o no tener hijos.

Los asuntos del Anti-Sionismo y Anti-Israel: Algunos no distinguen la diferencia entre todos los Judíos (Americanos, Sefarditas, Etíopes, Israelitas, etc…) y el gobierno de Israel, confundiendo, por ende, la política con la identidad. Mientras que algunos (Judíos y Gentiles por igual) critican las políticas del gobierno Israelí, esta crítica enmascara a menudo un anti-Semitismo subyacente.

La Conformación de Alianzas: “Labor de los Judíos” y “Labor de los Gays”.

1. Combatir el chiste, los calificativos y los discursos homofóbicos y anti-Semíticos.
2. Ser pro-activos iniciando discusiones serias y coordinando talleres sobre el tema de la Homofobia y el anti-Semitismo.
3. Intentar la planeación de actividades para sus organizaciones en horas que no sean los viernes en la tarde y los sábados. Si se planean cenas, invite a todos los miembros de su organización para que le informen de sus necesidades alimenticias.
4. Tenga cuidado con las suposiciones que hace:

v Sea consciente de que las personas celebran muchos tipos diferentes de días feriados.
v Sea consciente de que hay personas de muchas orientaciones sexuales diferentes en todos los grupos a los que usted pertenece.
v Recuerde que le Judaísmo, el Sionismo y las políticas del gobierno de Israel no son necesariamente lo mismo.
v Sea consciente de que muchas personas pueden tener o estar a cargo de hijos independientemente de su estado civil o de su orientación sexual.
v Recuerde que las prácticas religiosas de uno pueden ser diferentes de la identidad cultural de uno.

5. Incluya a los Judíos y a las minorías sexuales como categorías que merecen reconocerse cuando busque el balance y la diversidad multicultural en sus organizaciones y lugares de trabajo.
6. Extienda los beneficios de la pareja doméstica a los empleados y las protecciones equitativas de la institución adquiriendo políticas firmes y justas con respecto a la identidad sexual.
7. Incorpore información relevante con respecto a la experiencia de la minoría sexual y de los Judíos en cada nivel del proceso educativo; aliente a la Liga Anti-Difamación de los B’naiB’rith para que incluyan la Homofobia entre las demás áreas de discriminación y opresión con la que trata en su currículo de “Mundo de Diferencia.”
8. Continúe educándose sobre los problemas de importancia para estos grupos.
9. Asegúrese de que su comunidad religiosa sea una “congregación acogedora” de todas las minorías.
10. Expanda el concepto de “familia” incluyendo las relaciones de la minoría.
11. Sensibilicese sobre las realidades de la vida sexual de la minoría: Lleve camisetas y broches pro-gays, tome de la mano a alguien de su mismo sexo en público, adquiera algún periódico, informativo o un libro gay, lésbico o bisexual y léalo en público, trate de dejar su heterosexualidad en el armario (closet) por un día o una semana sin decírselo o demostrárselo a nadie de ninguna manera. Anote los detalles de su experiencia en un diario describiendo lo que sintió.
12. Regocíjese sabiendo que los Judíos y las minorías sexuales son aliados naturales y que trabajarán hasta terminar con la jerarquía superficial o la opresión; recuerde que cuando alguno de nosotros es oprimido, todos somos humillados y deshumanizados.

Traducido al Español por:
Rodríguez-Herrera Carlos
Feb/04/03.


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