martes, 14 de octubre de 2008

Una lucha compartida por la igualdad: los movimientos de mujeres en el III Foro Social de las Américas

Diversidades y cambios
Miradas múltiples al feminismo

Idania Trujillo Minga Informativa/CMLK
http://www.movimientos.org/fsa2008/show_text.php3?key=13180

Cuatro mujeres, desde diversas perspectivas, continuaron tratando hoy el tema “Diversidades y cambios civilizatorios: feminismo del siglo XXI” en el último día de sesiones del III Foro Social Américas que concluirá mañana en ciudad Guatemala.Dolores Salles, de la CLOC-Vía Campesina de Guatemala presentó panorama de la mujer de campo y cómo los megaproyectos y la cultura patriarcal capitalista impacta en la vida y las relaciones sociales de las mujeres del continente.

Ella misma introdujo a las otras tres panelistas: Isdabel Ascensio de la Red Mesoamericanas en Resistencia, de El Salvador; Milloray Painemel de ANAMURI, de Chile, Tica Moreno de Marcha Mundial de Mujeres (MMM) y Verónica León Burch de FADAEPS.Cada una desde sus experiencias y vivencias personales y en sus respectivas organizaciones explicaron cómo el feminismo es un movimiento amplio, diverso y complejo, que ha ido evolucionando hacia formas más dinámicas y transformadoras sustentadas en las prácticas civilizatorias que oponen el sentido de ser y sentir como mujeres al modelo de explotación, exclusión y discriminación prevaleciente en el mundo.

Isabel Ascencio, por ejemplo, relató cómo desde el movimiento de mujeres mesoamericanas por una vida digna ellas encontraron sentido a sus luchas, luchas no exentas de tropiezos y frustraciones, lograron articularse en torno reclamos de derechos fundamentales como la paz, la vida, la justicia y la igualdad, y haciendo esfuerzos profundos por deconstruir estereotipos establecidos sobre el cuerpo y la espiritualidad de la mujer desde las mujeres mismas.”Lo más importante, comenta, fue darnos cuenta de la necesidad de luchar por el poder, pero no por un poder jerárquico y vertical, sino por posicionarnos como movimiento en cuanto a valores éticos y principios en torno a crear formas nuevas de pensarnos a nosotras mismas para poder enfrentarnos a esa dominación patriarcal milenaria”.

Por su parte, la dirigente mapuche Milloray Painemel propuso una reflexión en torno a cómo también en estos espacios, a las mujeres indígenas se nos tiende a folclorizar por el uso de nuestros trajes. “Nosotras, dijo, venimos haciendo un aporte significativo a los movimientos. Sabemos que cuando se proponen cambios radicales no es fácil lograrlos. Hoy sabemos que la convivencia con mujeres que no son indígenas no ha sido fácil, igual cuando se nos pretende meter en una cajita que dice “feminismo”. Creo que pueden existir muchas formas de organizarse sin tener que etiquetar a nadie por el trabajo que haga o por el origen de sus luchas.

La participación de nostras se viene dando desde hace mucho tiempo a partir del Chile de los años 30 y 40 del pasado siglo XX y desde organizaciones mixtas”.“En el caso de ANAMURI, explica, las mujeres hemos desempeñado un papel importante no sólo en la manera en que hemos organizado nuestro trabajo y lucha por la defensa de nuestros territorios originarios sino en el reclamo de los derechos como campesinas pero no simplemente para estar en la casa y en las faenas habituales sino para tener voz y participación”.

Para Tica Moreno de MMM, de Brasil el reto no sólo se presenta desde el punto de vista de lo material y lo simbólico sino desde el concepto etario. ¿Cómo lograr que la voz y la experiencia de las mujeres jóvenes sea tenida en cuenta en la lucha mayor por un nuevo paradigma de mujer que no sólo luche por sus derechos sino por el modelo injusto, patriarcal y capitalista que asfixia e invisibiliza a las mujeres sino a todas y todos los excluidos.

Por último Verónica León Burch hizo un análisis de cuáles son las estrategias del marketing en la lógica del mercado que ha colocado al cuerpo y a la imagen de la mujer como mercancía y como valor simbólico de deseo para el hombre para el modelo patriarcal, machista y discriminatorio del saber y el ser mujer. Y dijo que las formas de mercantilización de la mujer, que de alguna forma siempre existieron, ahora se han transnacionalizado más.

Alternativas feministas para una integración con igualdad
REMTE Minga Informativa
http://www.movimientos.org/fsa2008/show_text.php3?key=13175

Organizado por la REMTE, Marcha Mundial de las Mujeres, mujeres de la CLOC/Vía Campesina, ALAI, en la tarde del 10 de octubre, se realizó el seminario Alternativas Feministas para una Integración con Igualdad, en el tercer Foro Social Américas.

La primera expositora, Saray Ticay de la Asociación de Trabajadores del Campo (ATC) de Nicaragua, miembra de la CLOC, presentó la soberanía alimentaria como estratégica para la construcción de alternativas. Resaltó el rol de las mujeres en el mantenimiento de las tradiciones de las comunidades, en la conservación e intercambio de semillas y además en el trabajo en la producción de alimentos.

Para lograr la soberanía alimentaria, las mujeres luchan activamente por reforma la agraria integral y por el derecho de las mujeres al acceso a la tierra. Actualmente, solo 1% de la titularidad de la tierra está en nombre de las mujeres. Otro elemento importante de la lucha de las campesinas es la lucha contra la violencia sexista, que es una herramienta de la dominación patriarcal.

Así, se afirmó que la soberanía alimentaria es uno de los ejes estratégicos para las alternativas de integración en el continente y que abre un amplio abanico de temáticas en las que las mujeres están cada vez más involucrándose, como la cuestión energética y la infraestructura.

Magdalena León, de la REMTE Ecuador, afirmó que la coyuntura del continente es compleja, de crisis y agotamiento del modelo neoliberal, que busca formas de renovación, pero, por otro lado, esa coyuntura es también de oportunidades de cambio que ya están en curso. En la resistencia al neoliberalismo y su principal instrumento (los tratados de libre comercio), las mujeres del continente lograron un reencuentro con la agenda económica, y construyeron una lectura de la economía desde el feminismo. Ello contribuyó para visibilizar a las mujeres como actoras económicas, y para construir un posicionamiento y acciones de crítica global al modelo.

En los procesos de cambio en curso en el continente, las mujeres ya avanzaron en propuestas. Entre las propuestas para enfrentar los desafíos de la coyuntura, está la necesidad de disputar la economía en el sentido de sus definiciones, los recursos y las tomas de decisiones. También es fundamental la recuperación del trabajo como categoría central en la organización de la economía, desplazando el debate y las decisiones del ámbito del mercado y las empresas. Ello posibilita el reconocimiento del trabajo de las mujeres en la reproducción y las dimensiones del trabajo con la naturaleza. Magdalena afirmó la importancia de que desde el feminismo las mujeres actúen en las cuestiones estratégicas como las soberanías alimentaria, energética y financiera. Además, es un momento de reencontrar las utopías feministas de reorganización social de todo el trabajo de reproducción.

El debate entre las participantes tuvo entre sus principales elementos la cuestión del cambio del modelo de producción y consumo, en la perspectiva de desplazar el debate de los derechos del consumidor para plantear los límites al consumo. Hay que reducir las distancias entre la producción y consumo, y lograr ampliar la preocupación sobre qué y cómo producir, aspectos fundamentales para la soberanía alimentaria. Ello pasa por alterar el modelo hegemónico de agricultura basado en la revolución verde, y ampliar las experiencias de producción agroecológica, con diversidad de cultivos, límite de la propiedad, producción sin agrotóxicos, etc.

Conectado a ese tema estuvo el tema del comercio, de la necesidad de recuperar otras formas de intercambio entre personas, comunidades, países que tienen otra lógica, distinta de la del neoliberalismo. Ello pasa, por ejemplo, por el comercio entre los países de la región sin pasar por el dólar, como ya empezaron a hacer Brasil y Argentina. Otro ejemplo importante es la ALBA que practica el intercambio basado en la cooperación y la complementariedad de los países.

Red de Mujeres Transformando la Economía (REMTE)

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