viernes, 11 de diciembre de 2009

Mentiras alrededor de la píldora del día después

Las mentiras del “día después” y otros cuentos
La Asociación Demográfica niega participación en programas pro aborto

Hilda Picado
Directora Ejecutiva, Asociación Demográfica Costarricense

No es cierto que la Asociación Demográfica Costarricense distribuya “pastillas del día después”, como parte de un negocio que le depararía ganancias estimadas en medio millón de dólares al año, y tampoco que la denominada “anticoncepción de emergencia” tenga resultados abortivos.

Otra vez, en un nuevo ataque que ya adquiere matices de “campaña”, la Asociación Demográfica Costarricense es objeto de una publicación que pretende vincular su labor de cuatro décadas, a favor de la salud y los derechos reproductivos de la población de Costa Rica, con “prácticas abortivas”.

Esta vez un microbiólogo y un ingeniero recurren a conceptos falsos, en una nota publicada en el diario La Nación el sábado 28 de noviembre bajo el título “Peligros de la pastilla del día después”, para tratar de desvirtuar el trabajo de la Asociación Demográfica Costarricense.

Telaraña de falsedades

A partir del concepto de que la “pastilla del día después es abortiva”, los señores Rodrigo Álvarez Revelo y Mauricio Román Rojas entretejen una telaraña que concluye con un mensaje subliminal: La Asociación Demográfica Costarricense se prepara para operar en el país un negocio millonario con la distribución de una “pastilla” que tiene efectos abortivos.

Desde principios del siglo XX, las hordas totalitarias que se apoderaron de los Gobiernos en algunos países de Europa, entre ellas Alemania, recurrieron a la mentira como un método propagandístico para descalificar a quienes consideraron sus enemigos. A partir del concepto de que la repetición de la mentira cala en la conciencia de las personas, los propagandistas del Tercer Reich no vacilaron en usarla para estigmatizar a sus opositores.

A la Asociación Demográfica Costarricense comienza a inquietarla que todos los meses, en los últimos años, distintos actores, cuyos vínculos no son nada claros, hayan salido a la prensa para difundir mensajes que la vinculan con “prácticas abortivas”.

Como entidad apegada al ordenamiento jurídico costarricense, la Asociación Demográfica Costarricense niega que sus programas de educación sexual, sustentados en el derecho constitucional a la salud sexual y los derechos reproductivos, tengan como finalidad promover “prácticas abortivas”.

Las afirmaciones de los autores de la nota, sobre los supuestos y no demostrados efectos abortivos de la anticoncepción de emergencia, contradicen los criterios de la Organización Mundial de la Salud (OMS), de organismos médicos especializados y de especialistas en salud en el mundo. Todos ellos han coincidido, en los últimos años, en afirmar, de manera categórica, que no existe evidencia médica ni científica que demuestre que la anticoncepción de emergencia tenga efectos abortivos.

Desde el año 2005, la OMS, máxima autoridad médica del mundo, ha sostenido, de manera reiterada, que la anticoncepción de emergencia previene la ovulación y no tiene efecto detectable sobre el endometrio cuando se administra después de la ovulación.

El Consorcio Latinoamericano de Anticoncepción de Emergencia y la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia declararon, en octubre del 2008, que la anticoncepción de emergencia solo es eficaz si se administra en los primeros días después de la relación sexual, antes de que el óvulo sea liberado desde el ovario y de que los espermatozoides lo fecunden. De acuerdo con sus observaciones, la anticoncepción de emergencia no puede interrumpir un embarazo ni dañar a un embrión en desarrollo.

El presidente de la Academia Colombiana de Medicina, el doctor Zoilo Cuéllar Montoya, sostiene que la información disponible en la literatura científica no provee ninguna evidencia de que la anticoncepción de emergencia interrumpa el embarazo, impida la implantación o afecte el embrión antes, durante o después de la implantación.

En el Foro “Avances y desafíos éticos y jurídicos de la anticoncepción de emergencia”, celebrado en el mes de noviembre en la Asamblea Legislativa de Costa Rica, la filósofa Ana Rodríguez Allen sostuvo que “los métodos de anticoncepción de emergencia (régimen de yuzpe y levonorgestrel) actúan exclusivamente previniendo la fertilización, no tienen la capacidad de alterar la implantación y bajo ninguna circunstancia pueden ser considerados abortivos”.

La abogada Rocío Villanueva, de la Pontificia Universidad Católica del Perú, aseguró durante el Primer Congreso Latinoamericano Jurídico sobre Derechos Reproductivos, celebrado entre el 5 y el 7 de noviembre del 2009, en la ciudad peruana de Arequipa, que no existe argumento científico que acredite el carácter abortivo de la anticoncepción de emergencia.

Sin apoyo científico

El nuevo intento por enturbiar un trabajo de cuatro décadas, al vincular a la Asociación Demográfica Costarricense con “prácticas abortivas”, se derrumba por sí solo en tanto las afirmaciones categóricas de los autores de la nota sobre el carácter supuestamente abortivo de la anticoncepción de emergencia no encuentran eco en el mundo médico y científico.

Una última aclaración para que el error contenido en el artículo no sirva en el futuro para construir una “verdad a partir de la mentira”: La Asociación Demográfica Costarricense es una entidad de derecho, constituida de acuerdo con la Ley de Asociaciones de Costa Rica. Ni la IPPF ni ninguna otra organización en el mundo constituye la “casa matriz” de la Asociación Demográfica. Tampoco es cierto que la Asociación Demográfica Costarricense sea una “filial en Costa Rica” de la IPFF.

LA NACIÓN, Costa Rica, 7 de Diciembre de 2009
http://www.nacion.com/ln_ee/2009/diciembre/07/opinion2185656.html

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