sábado, 26 de julio de 2008

Ley de Unión Civil de Parejas del Mismo Sexo.- Ana Alvarado

Por el derecho a que sus preferencias sexuales sean respetadas, porque también sea respetada su dignidad de seres humanos, y para que no existan ciudadanos en este país que valgan menos que otros, les doy mi apoyo en esta lucha por la aprobación de la Ley de Unión Civil de parejas del mismo sexo.Saludos,Ana Alvarado ÁlvarezCéd.1-486-895
Les transcribo las declaraciones de un pastor luterano sobre el tema del matrimonio entre personas del mismo sexo. Quiero aclararles que no soy una persona que crea o practique alguna religión, sin embargo como suele usarse esta como excusa para no concederles los derechos que como ciudadanos de este país les corresponden, talvez les sirva saber que también algunos religiosos conocen el sentido de la palabra respeto.
Saludos, Ana Alvarado

«Los gays también son hijos de Dios» afirma un pastor luterano estadounidense

El reverendo Daniel Johansson afirma que los homosexuales son también hijos de Dios y que éste no tiene sexo • Johanson entiende que las parejas gays y lesbianas de buena voluntad deben recibir la bendición de la iglesia.

El pastor Daniel Johansson, líder de la iglesia luterana Cristo y San Juan de West New York, Nueva Jersey, no mira con malos ojos el matrimonio entre homosexuales y sostiene que si una pareja va en busca del apoyo de la iglesia para casarse y se trata de «personas de buena fe que desean comprometerse, construir una vida, una unión, en base al amor y el respeto, es muy apropiado que la iglesia otorgue su bendición».Al señalar que no se identifica con las recientes declaraciones del pastor José López, quien dijo que organizaciones cristianas unificadas en el Grupo de Trenton defienden la vigencia única del matrimonio tradicional (entre un hombre y una mujer) y rechazan el matrimonio gay, Johansson explica que, dentro de la Iglesia Luterana, «la postura que hemos tomado siempre es de abogar por la inclusión de los homosexuales en la vida de la sociedad e inclusive en la vida de la iglesia».«Creo que el valor más importante como cristianos –sigue diciendo– es el amor, que nos enseña a construir en comunidad, a respetar a los demás y a tolerar la diversidad de opiniones. En lo que sí estoy de acuerdo con el Grupo de Trenton es que, en una democracia, es muy importante que se exprese la voluntad del pueblo».Sostiene Johansson que para la Iglesia Luterana se trata de un asunto de derechos civiles y se debe abogar por la vigencia de esos derechos. Pero el punto más importante manifiesta– es que, en la esfera civil o en la familia de la iglesia, los homosexuales son también hijos e hijas de Dios.«Ser homosexual no es una decisión que uno toma, no es una opción. Es lo que uno es. Uno nace homosexual o heterosexual, no puedo cambiar si nazco mujer u hombre, blanco o negro, pero toda persona es hecha a semejanza de Dios y todos, desde el punto de vista cristiano, tenemos que tomar decisiones que reflejen el amor. Entendido como una acción concreta desde el punto de vista cristiano, el amor siempre construye comunidad», señala.En otro momento de sus declaraciones, el pastor Johansson dice que se debe seguir el ejemplo de Jesús para construir la verdadera comunidad «a base de respeto mutuo, de tener igualdad de oportunidades para todos y respetar los derechos de todos».«En este momento crítico de la vida nacional –sostiene el religioso– la iglesia debe optar siempre por defender los derechos de los grupos minoritarios en este país, como los negros y los hispanos, pero también tenemos que acordarnos de los homosexuales que todavía sufren mucha discriminación. El tema de si se les debe permitir la unión civil o matrimonio, es una cuestión de derechos».En otra de sus reflexiones, el pastor Daniel Johansson afirma que la idea de comunidad es tan importante para los cristianos que Dios mismo es una comunidad. «Él es una Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Dios no tiene sexo, porque, si tanto hombre y mujer están hechos a su imagen y semejanza, cualquier tipo de comunidad que se forme tendrá diversidad de asociaciones pero también de uniones. Lo que más importa es que en la pareja heterosexual u homosexual– , que es la relación más íntima que pueda haber, reine el amor, el respeto», acota.

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