domingo, 19 de octubre de 2008

La discriminación e ignorancia del oscurantismo religioso frente a los argumentos serios alrededor de la fertilización in vitro

Entrevista.
‘Por lo menos, hay algo que ofrecer’


Pionero de la fertilización in vitro, en el país, Escalante analiza el impacto del fallo del Tribunal Superior de lo Contencioso y Civil de Hacienda, que el miércoles anterior le abrió de nuevo la puerta a esa técnica de reproducción asistida. Su criterio técnico fue básico para esta polémica resolución que ya levantó críticas y aplausos en el país.

Ángela Ávalos R.

Este fallo plantea tres cosas: que la fertilización in Vitro no está prohibida en el país, que la infertilidad es una discapacidad y la obligación de la Caja de hacer el tratamiento… ¿Cuál es su opinión?

A mí me desconcertaron prácticamente los tres puntos que me acabas de citar. Efectivamente, hay que deducir de acuerdo con el fallo de la Sala Constitucional que la fertilización in vitro no estaba prohibida. Pero sí es muy claro que estaba prohibida en el tanto y cuanto se practicara como se estaba practicando según el decreto antes del año 2000.

Yo supongo que estos jueces vieron que con el adelanto de la técnica podía tener lugar en Costa Rica un modelo diferente. Y llegaron a irse al extremo, en mi criterio, de considerar que se podía realizar la fertilización in vitro con base en la fertilización de un solo óvulo. Punto número uno que me sorprendió porque esa no es la técnica universalmente empleada en fertilización in vitro.

Porque se sigue partiendo en Costa Rica de que todo óvulo fertilizado es un recién nacido. Y ya se tiene literatura abundante de que esto no es así. De que la misma madre naturaleza selecciona: de cien embriones humanos, un porcentaje mucho mayor al 50% nunca llegaría a generar un embarazo en condiciones naturales. De los que implantan, muchos abortan espontáneamente.

Lo que sí es interesante es que a los jueces les quedó claro ahora –que no fue así en el 2000–, que se ha depurado tanto la técnica, que ya ningún centro serio ve la transferencia de más de dos embriones con buenos ojos. Y no por normativas legales, sino porque tienen temor a generar embarazos múltiples, que a la larga, más que un éxito son un fracaso de la técnica.

Pero haciendo matemáticas simples, a más embriones más posibilidades de embarazo.

Claro, porque es más probable que alguno sea sano.

¿Será que no entendieron ellos el razonamiento que usted dio de que la transferencia de un único embrión obligaría a múltiples ciclos?

Recuerdo muy claramente que alguno de los jueces me hizo la pregunta de si la fertilización in vitro podría ser practicada con la fecundación de un solo óvulo y la transferencia de un solo embrión. Y yo le contesté que obviamente que sí, solo que le aclaré de una manera muy simple que bajo esas condiciones el porcentaje de éxito de la técnica bajaba de una forma impresionante hasta casi ubicarse entre un 8% y 10% de los casos que se hicieran.

Que desde ese punto de vista se podría practicar la técnica pero se genera un problema clínico porque todo acto médico tiene que estar normado por lo que se considera costo versus beneficio.

Y cuando un médico realiza algo que va contra las estadísticas, a no ser que ya no haya otra alternativa, éticamente no es correcto. ¡Muy importante!

Con solo leer la sentencia, se concluye que los jueces se basaron en su criterio técnico. Y uno se pregunta cómo se aseguraría un embarazo con la transferencia de un único embrión…

Si nosotros siguiéramos al pie de la letra el pronunciamiento de los jueces de lo contencioso, estaríamos reproduciendo en el laboratorio lo que la naturaleza hace todos los meses: tomaríamos un único óvulo, lo trataríamos de fertilizar, se fertilizaría, generaría un embrión que se transferiría y que, posiblemente, en la mayor parte de los casos no tiene la capacidad de generar un feto sano y un recién nacido normal.

En esos términos, no habría razón para la fertilización in vitro…

Es que todo es un concepto matemático. Cuando un juez me preguntó si sería conveniente autorizar la fertilización in vitro con la transferencia de un solo embrión, yo le dije que la pregunta era difícil pero que mi respuesta podría ser un poco abstracta: para el que no ve, ver algo es mucho. Es peor no ver nada.

La otra cosa importante es que dentro de las bases constitutivas de la Carta Magna, la Caja tiene el deber de atender la salud de la población. Segundo, la infertilidad es una enfermedad susceptible de ser tratada por un millón de razones, no solo por tener un hijo.

Desde ese punto de vista, la seguridad social tendría que llegar a practicar la fertilización in vitro bajo este modelo. Evidentemente, la diferencia con otros centros sería estadística y metodológica, pero también tenemos que considerar que la paciente ya no tiene que salir del país, que se ahorra los costos de medicamentos, casi llegaría a considerarse la fertilización in vitro de un solo óvulo para transferir un solo embrión como una inseminación relativamente avanzada y compleja. Desde ese punto de vista, por lo menos habría algo que ofrecerle a la gente. Hoy en día no hay nada que ofrecerle.

La tercera cosa importante es la discriminación, básicamente el hecho de que una persona con una discapacidad física como la incapacidad de reproducirse, se le condena a ni siquiera ayudarlo para que supere su problema.

¿Es este el modelo ideal?

Este no es el modelo ideal. Cuando me hicieron esa pregunta yo les contesté claramente de que de poder hacerse se puede hacer. Que no es el ideal por los resultados que produce y por la tasa natural de fracaso que conlleva.

Me parece que este tribunal analizó la resolución final de la Sala y abrió el portillo para el cambio de la técnica y se fue por el lado de la transferencia de un solo óvulo.

LA NACIÓN, 18 de octubre de 2008

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