sábado, 22 de agosto de 2009

Inaudito e inaceptable el maltrato a joven atleta sudafricana

Caster Semenya, la atleta cruelmente discriminada por su aspecto masculino
Por
Redacción

Así está concebido el deporte actual, con la distinción entre hombres y mujeres. Pocas son las excepciones de competencias mixtas. Los certámenes de varones y mujeres siguen siendo por separado y hay gente que sostiene que eso es “lo correcto” mientras otros dicen que no deberían hacerse discriminaciones por sexo.

Caster Semenya, de apenas 18 años, ganó ayer la medalla de oro en los 800 metros femeninos, pero no se le confirmó el resultado, que quedó abierto a una investigación solicitada por la IAAF (Federación Internacional de Atletismo), ya que —contrario a lo que ella expresa— la someten a un test para saber su género.

“A esa que ganó no la tengo en cuenta; no la considero una mujer. Para mí es un hombre”, se quejó la italiana Elisa Cusma, que finalizó en el séptimo lugar. Las sospechas comenzaron con los registros que Semenya logró en los torneos africanos de juveniles hace unos meses. Y en las eliminatorias en Berlín, las marcas muy superiores al resto de las atletas, directamente provocaron un escándalo en el ambiente. Hubo tantas quejas que la IAAF ordenó un examen de los órganos genitales de Semenya. Pero aún probada la femineidad desde lo físico, el estudio fue considerado ahora insuficiente, ya que creen que la atleta podría tener genes masculinos.

La foto del final de la carrera es contundente. Semenya venció con un tiempo de 1m 55s 45/100, superando a la anterior campeona, la keniana Janeth Jepkosgei Busienei por 2s 45/100, la diferencia más grande en la historia de esta prueba.

EXPRESION DE GÉNERO

El vocero de la IAAF, Nick Davies, explicó la situación de esta manera: “Iniciamos nuestra investigación. Hubiera sido incorrecto excluirla y legalmente es complicado. Si hay un problema y resulta que hubo un fraude… que alguien se cambió el sexo, entonces sería más fácil quitarle los resultados. Pero si es algo natural y la atleta siempre ha pensado que es una mujer o ha sido una mujer, entonces no es exactamente trampa“.

Sobre los pasos que seguirán para resolver la situación, Davies explicó: “No es hacer un test y ver el resultado. En la investigación están implicados especialistas en anatomía, en biología, en endocrinología, fisiólogos, psicólogos… Los informes son largos y deben mantenerse confidenciales dado que afecta a un tema sensible. No es como un asunto de doping. Se corre el peligro de entrar en la intimidad de una persona, de humillarla. Por ahora, no hay pruebas concluyentes. Tardaremos semanas en tener la información necesaria”.

Michael Seme, el entrenador de la nueva campeona mundial, contó: “Entendemos que la gente se haga preguntas, la curiosidad es humana, pero puedo darles el teléfono de sus compañeras de habitación. Ellas la han visto en la ducha. No tiene nada que ocultar”. Y sonriendo contó una anécdota que vivió Semenya en una estación de servicio en su país, cuando un empleado le indicó que le correspondía ir al baño de hombres y no al de mujeres. “¿Acaso quieres que me baje los pantalones y te muestre mi sexo?”, le contestó Semenya.

La Federación Sudafricana, por medio de su jefa de prensa, Ethel Manyaka, aseguró que no hubieran inscripto a la atleta de no haber estado seguros de su género. Y se quejó: “Otras atletas tienen aspecto masculino y no pasa nada”. Y citó a María Mutola (Mozambique), Pamela Jelimo (Kenya) y Ariane Friedrich (Alemania).

La IAAF dice que no quiere hacer algo humillante con esto. Pero la apariencia andrógina de Semenya quedó expuesta por sus solicitudes. El COI impuso los exámenes para comprobar el sexo de los atletas en México 1968, pero desde Sydney 2000 los redujo sólo a los casos excepcionales.

LAMENTABLE TRATAMIENTO MEDIÁTICO

Conocida la noticia, no fueron pocos los medios de comunicación que trataron el tema con profunda falta de respeto. “¿Ganó ella o él?” titulaba esta mañana el diario español El Mundo mientras que en el inicio de la crónica expresaba: “A la chica, o lo que sea, hay algo que le motiva más que el atletismo…”

También en España, algo más serio era el tratamiento que daba El País a la noticia, aunque el redactor no resistía caer en la tentación de referirse a Semenya como “la adolescente surafricana que parece un chico y corre como un hombre con toda la barba”.

En Argentina, el diario deportivo Olé sacó a relucir toda su imprudencia titulando ¿Semenya o Semenyo? con un subtítulo que intentaba aclarar: “Caster Semenya ganó ayer el oro en los 800 del Mundial de Atletismo. Hay dudas: ¿es mujer? Mirá el video y sacá tus propias conclusiones…”

Más coherente fue Página12 que en todo momento se refirió a Semenya en femenino y se centró en la increible hazaña de la atleta: No tiene ni un pelo de lenta titulaba el matutino y explicaba: “Ganó la medalla de oro en los 800 metros del Mundial de Berlín, pero está siendo sometida a un test de verificación de sexo, ante las sospechas que despierta su aspecto”. Mientras, Crítica de la Argentina anunciaba Sospechada por portación de aspecto.

En cualquier caso, sea cual sea el resultado de dicho “test”, resulta llamativo que el mismo entorno deportivo que parece obsesionado con “categorizar” como hombres o como mujeres a los deportistas sea irrespetuoso con una mujer que, al menos según lo que se desprende de sus declaraciones, parece plenamente segura de su feminidad.

También resulta llamativo que la misma prensa que no pone objeciones a la presencia de jugadores afectados de acromegalia y gigantismo (estados derivados de una producción excesiva de hormona del crecimiento) en el baloncesto profesional, o a que niñas y adolescentes compitan como gimnastas de élite aun a costa de entrenamientos intensivos que llegan a retrasar varios años el inicio de sus menstruaciones, se planteen ahora profundas disquisiciones sobre las hormonas sexuales de Semenya.

AGMAGAZINE, Argentina, 20 de Agosto de 2009
http://www.agmagazine.info/2009/08/20/caster-semenya-la-atleta-cruelmente-discriminada-por-su-aspecto-masculino/

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