martes, 29 de julio de 2008

Nuestra libertad se verifica en la libertad del otr@

Aunque no estoy seguro de que "legalizar" sea la mejor opción para alcanzar el reconocimiento social, ni que las y los actuales diputados -que subastaron al mejor postor nuestros derechos y patrimonio con el TLC- tengan el derecho y la sabiduría para decidir sobre un asunto del tal importancia, me declaro COMPLETAMENTE A FAVOR de este esfuerzo por el reconocimiento legal, social y político, de las uniones entre personas del mismo sexo.

Si las y los ticos no estuvieramos tan manipulados -por los medios, religión, política y empresa privada- este tema no daría para una discución de más de TRES MINUTOS. Se trata simplemente de reconocer y aplicar un derecho humano que -oh sorpresa- se encuentra reconocido internacionalmente desde el año 1948: "Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición." (Artículo 2 de la Declaración Universal de los DDHH). Es decir, el estado costarricenses se encuentra en deuda, y esto debería ser razón suficiente para que este proyecto de ley fuera aprobado utilizando, ahora sí, la tan publicitada vía rápida.

Desgraciadamente, en el fondo, lo que realmente se discute aquí no es si la unión entre personas del mismo sexo debe ser reconocida o no, de lo que se trata es de hasta que punto los NEXOS, INTERESES, COMPLICIDADES Y NEGOCIACIONES ENTRE POLÍTICOS, LÍDERES RELIGIOSOS Y EMPRESARIOS van a seguir legitimando la violación e involución continua de nuestros derechos y triunfos sociales más importantes y si nosotr@s lo seguiremos permitiendo como simples espectador@s.

La lucha por el reconocimiento de las uniones entre personas del mismo sexo no es solamente de la comunidad homosexual, es de todas y todos los costarricenses que estamos comprometidos con la construcción de una sociedad "donde quepamos todas y todos". Es la lucha de quienes creemos que nuestra libertad se verifica en la libertad de los otr@s.

Espero que "nuestros" diputados sean consecuentes y así como aprobaron el TLC y la agenda complementaria a pesar de la oposición de MÁS DE LA MITAD DE LA POBLACIÓN y de más de 100 mil firmas recolectadas por ambientalistas, ahora aprueben igualmente la "Ley de Unión Civil de Parejas del mismo Sexo" a pesar de la oposición de ciertos "líderes" religiosos que se creen la encarnación de Torquemada.

Si esto no sucede, ojalá tengamos el valor de defender nuestro derecho a decidir,
LA LIBERTAD DE ELEGIR POR NOSOTR@S MISM@S EL TIPO DE VIDA Y SOCIEDAD QUE QUEREMOS.

César Gómez
Asambleista anarquista
Asamblea del Pueblo.-

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