viernes, 19 de septiembre de 2008

Contra la libertad de expresión a favor del papa católico

¡VAMOS SABINA, TODAVÍA!
Cómica italiana en riesgo de juicio por ataque al Papa


Sabina Guzzanti cómica italiana, quien dijo que el Papa Benedicto XVI sería castigado en el infierno por el trato de la Iglesia católica a los homosexuales podría ser juzgada por deshonrarlo, un crimen punible con cárcel según un tratado de 1929 con el Vaticano, según fuentes judiciales.

Sabina Guzzanti, quien cultiva una punzante sátira política en Italia, efectuó las declaraciones en julio ante una multitud reunida en la Piazza Navona de Roma.

Sus comentarios fueron ampliamente publicados por los medios italianos y publicados en internet en http://www.youtube.com/watch?v=WEoxYUooV6o

En su momento, la Iglesia católica expresó su “profundo descontento con las palabras ofensivas sobre el Santo Padre”.

Un fiscal de Roma decidió que los comentarios podrían ir más allá de la sátira y violar una ley que protege el honor y la dignidad del líder de mil 100 millones de católicos romanos, bajo un tratado firmado por el dictador fascista Benito Mussolini, dijeron las fuentes judiciales.

Tras revisar el archivo del caso, la oficina del fiscal pidió al Ministro de Justicia, Angelino Alfano, permiso para proceder contra Guzzanti con una investigación que podría terminar en un juicio.
Aún no se dio una respuesta.

“Estamos en la Edad Media”, señaló a medios italianos Paolo Guzzanti, el padre de Sabina, un senador conservador aliado al Primer Ministro Silvio Berlusconi.

Políticos de izquierda dijeron que la cuestión era de libertad de expresión.

El socialista Bobo Craxi advirtió que castigar la sátira llevaría a Italia más cerca de un estado totalitario.

Entre los Pactos de Letrán que establecieron a la Ciudad del Vaticano como un Estado soberano dentro de Italia, el tratado “Cordatato” consideró que las ofensas contra el Pontífice fueran castigadas de la misma manera que las ofensas contra el Presidente de Italia, las cuales pueden ser sancionadas con cinco años de prisión

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