domingo, 11 de abril de 2010

Cinismo y estupidez homofobia de obispo de Tenerife, España

ENTREVISTA EN EL DIARIO CANARIO 'LA OPINIÓN'
El obispo de Tenerife: 'Hay menores que desean el abuso e incluso te provocan'

MADRID.- "Puede haber menores que sí lo consientan -referiéndose a los abusos- y, de hecho, los hay. Hay adolescentes de 13 años que son menores y están perfectamente de acuerdo y, además, deseándolo. Incluso si te descuidas te provocan". Con estas palabras ha descrito el máximo responsable de la Iglesia en Tenerife, el obispo Bernardo Álvarez, el grave problema de los abusos a menores en una entrevista en el diario local 'La Opinión'.

El obispo además compara la homosexualidad con los abusos y, aunque asegura que la diferencia entre la homosexualidad y los abusos está clara, plantea una pregunta: "¿por qué el abusador de menores es enfermo?".

En cuanto su opinión sobre los homosexuales, Álvarez, pese a que asegura respetar esta condición sexual vuelve a mostrar su lado más crítico y afirma que "el fenómeno de la homosexualidad es algo que perjudica a las personas y a la sociedad".

Para el obispo, hoy en día "no es políticamente correcto decir que es una enfermedad, una carencia, una deformación de la naturaleza propia del ser humano. Eso que decía cualquier diccionario de Psiquiatría diez años atrás, hoy no se puede decir".

Además, considera que debido a la homosexualidad "a la larga pagaremos las consecuencias como las han pagado otras civilizaciones". Álvarez aconseja que para que no se lleguen a estos extremos "hay que promover la educación e inculcar los valores de la feminidad y la masculinidad".

A la pregunta de si hay que orientar la homosexualidad, el obispo se muestra aún más crítico y afirma que "no se puede dejar a las personas libradas a lo que salga (sic), ¿por qué no hacemos lo mismo con la violencia o con otros impulsos que tiene el ser humano?". Finalmente, asimila (la homosexualidad) a las agresiones sexuales, que "la persona practica como puede practicar el abuso de menores".

Por su parte, el obispado de Tenerife ha explicado que Bernardo Álvarez no ha tratado con sus declaraciones de justificar "en ningún caso, un hecho tan condenable como es el abuso a menores". En cuanto al resto de las declaraciones, el obispado remite únicamente a la entrevista.

Declaraciones que han abierto una fuerte polémica, sobre todo después de que algunas Diócesis de la Iglesia Católica, especialmente en EEUU -Boston, San Diego, Los Ángeles- e Irlanda -Dublín-, se hayan visto implicadas en graves escándalos de pederastia por los que la Iglesia ha llegado a realizar pagos millonarios a las víctimas.

ELMUNDO.ES, España, 27 de diciembre de 2007
http://www.elmundo.es/elmundo/2007/12/27/espana/1198760752.html


UN OBISPO Y LOS ABUSOS
“Algunos te provocan”

El obispo de Tenerife, Bernardo Alvarez, salió al cruce de las acusaciones de abuso de menores que conmueve sus estructuras. Dijo que “de los casos de abusos sexuales a menores, de cada tres, dos se dan en el seno familiar. Y no por eso hay que apartar a los niños de la familia, ni las familias son algo dañino para el desarrollo de las personas”. El obispo usó el argumento clásico de las jerarquías eclesiásticas: “Detrás de todo esto hay un interés malévolo de descalificar a la Iglesia”.

Bernardo Alvarez ya es conocido en su ámbito por desatar polémicas a diestra y siniestra, en especial recurrentes en los casos de pedofilia eclesial y homosexualidad. En diciembre de 2007, sus declaraciones públicas desataron indignación generalizada. Dos preguntas durante una entrevista en el periódico La Opinión de Tenerife justificaron la polvareda: “No hay que confundir la homosexualidad como necesidad existencial de una persona con la que es practicada como vicio. La persona practica como puede practicar el abuso de menores. Lo hace porque le atrae la novedad, una forma de sexualidad distinta”, aseguró el obispo de Tenerife. El periodista señaló entonces que “la diferencia entre una relación homosexual y un abuso está clara”. Y Alvarez contraatacó: “Por supuesto. Pero, ¿por qué el abusador de menores es enfermo?”, dijo sin que le temblara el pulso. “Un abuso es una relación no consentida”, opinó el periodista. Y entonces surgió la respuesta del superior de la Iglesia de Tenerife: “Puede haber menores que sí lo consientan y, de hecho, los hay. Hay adolescentes de 13 años que son menores y están perfectamente de acuerdo y, además, deseándolo. Incluso, si te descuidas, te provocan. Esto de la sexualidad es algo más complejo de lo que parece”.

PÁGINA 12, Argentina, 9 de abril de 2010
http://www.pagina12.com.ar/imprimir/diario/sociedad/3-143577-2010-04-09.html

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