sábado, 6 de diciembre de 2008

La niñez. Más allá de las habladurías huecas del oscurantismo religioso, he aquí un tema complejo

Reflexiones en torno a la propuesta de la Política de Niñez y Adolescencia
Lic. Rodolfo Vicente Salazar

La gran lección de la década es que tener un marco de referencia universal como la Convención sobre los Derechos del Niño(a) ha permitido empezar a transformar las concepciones sobre niñez, adolescencia, protección y garantía y ello se expresa en que nos une la convicción de que las personas menores de edad son ciudadanos(as) sujetos plenos de derechos y que sus derechos y responsabilidades, como lo mandan los resultados de la investigación científica, los argumentos éticos y morales, la Convención, la Constitución, el Código de Niñez y Adolescencia y demás tratados internacionales y leyes nacionales, prevalecen sobre los demás con la aplicación del principio del Interés Superior o Mejor Interés..

No obstante contra lo anterior conspira la situación de inequidad, pobreza y exclusión, que llevan a que un porcentaje que cada vez más supera la mitad de las familias, no tenga garantizadas las condiciones mínimas de existencia, comprometiendo así el presente y el futuro de sus hijos e hijas.

Todos estos factores se han visto agravados e intensificados por la situación de violencia y por la falta de posicionamiento del tema específico de niñez y adolescencia, únicamente presente en los esquemas de Educación y Salud, ambos con deficiencias que no se pueden dejar de plantear y en el entorno internacional por la inestabilidad y las características con las cuales se está llevando a cabo el proceso de globalización.

De acuerdo a lo anterior se da la necesidad inaplazable de construir una auténtica Política de Estado, lo cual implica retos en términos de: la organización nacional para el desarrollo y protección de la niñez, adolescencia y familia, la construcción real de un Sistema Nacional de Desarrollo Integral, la integralidad que debe primar en el enfoque con el cual se debe construir y desarrollar la política, los cambios y adecuaciones legislativas que deben ser hechas, la investigación de información que se requiere adelantar y recolectar, la formación de talento humano y renovación del liderazgo necesarios para que el país pueda avanzar en la atención a la niñez y adolescencia y hacer de esta un eje `para el desarrollo, la integración y la competitividad del país; la desconcentración, la comunicación y la movilización de toda la sociedad el financiamiento para concluir, con prioridades específicas en los tres grupos de derechos primario, secundario y terciario.

No es posible, ni negociable en el siglo XXI no contar con una Política de Estado para la población menor de 18 años que alcanza mas o menos el 43% de la población nacional, que sea integral, con perspectiva de derechos, con respeto absoluto a los grupos etéreos de acuerdo al ciclo de vida, de género y construida con la participación de todos los actores sociales.

La aplicación de la misma debe darse en varios escenarios como la propuesta es decir en el nivel nacional, en el nivel regional y en el nivel local, de manera que progresivamente sea una parte cada vez más importante de las políticas y planes generales de desarrollo del país como condición para hacer de Costa Rica una sociedad justa, equitativa, pacífica y competitiva.

Con base en la perspectiva de derechos y de ciclo de vida propone unas características generales que debe tener dicha política de Estado.

Con el marco de prioridades generales que debe tener la Política de Estado a más largo plazo invita a que las prioridades específicas de cada plan Nacional de Desarrollo se construyan conjuntamente entre los gobiernos, la sociedad y los Organismos de cooperación internacional.

¿Cómo debe ser una Política Pública de Niñez y Adolescencia?

• Las Políticas sociales y de desarrollo del país deben reconocer la política de Niñez y Adolescencia como un eje fundamental y articular los programas contra la exclusión, la pobreza, el empleo y la promoción del desarrollo.

• El marco jurídico y los códigos deben reflejar la perspectiva de derechos e implementar el proceso de adecuación institucional correspondiente.

• La política debe reconocer las perspectivas de derechos, la de desarrollo, la de ciclo de vida, la de género, la intergeneracional y estar orientada a promover el desarrollo integral, promoviendo la articulación interinstitucional e intersectorial, de ahí la importancia del Sistema Nacional de Desarrollo Integral.

• Debe incluir una propuesta de organización nacional de carácter descentralizado y participativo, con responsabilidades y roles, por niveles claros y prever estrategias para fortalecer institucionalmente a los actores del nivel local, regional y nacional incluyendo estándares.

• Los componentes de la política deben ser claros y contar con indicadores y sistemas de información para gerencia, monitoreo y evaluación. Debe estar definida de manera que las prioridades y modalidades sean definidas a nivel local para responder a cambiantes necesidades de la niñez y la adolescencia y sus familias de acuerdo con las etapas de su desarrollo y con las exigencias del contexto y la cultura; con el marco de orientaciones nacionales concertadas participativamente como es el caso de la Agenda Nacional para la Niñez y la Adolescencia.

• Se implementará con estrategias que fortalezcan la habilidad de las familias, comunidades e instituciones para atender y garantizar sus derechos, contando con autonomía, participación, orientación, transparencia y eficacia del impacto.

• Los programas y modalidades serán diseñados para servir a todas las personas menores de edad, con énfasis en los grupos que ven más vulnerados sus derechos.

• Las estrategias permitirán pasar de la participación simbólica de las personas menores de edad a la participación auténtica.

• Se podrá implementar con los recursos humanos, financieros e institucionales del país de manera sostenible

• Se simplificará la gestión para mayor eficiencia y transparencia en el uso de los recursos

Si vemos minuciosamente la propuesta de Política presentada, cumple con todos los requisitos que aquí resumidamente se aportan y así progresivamente se irán modificando los roles de cada uno de los actores desde los padres-madres,, la familia, la comunidad, las instituciones regionales, locales y nacionales, organizaciones no gubernamentales y otros actores sociales.

Ampliar la cobertura de calidad mediante programas enfocados en la atención integral implica desarrollarlos articulando alternativas formales y no convencionales.

Costa Rica está lista para contar con una Política de Estado de Niñez y Adolescencia y las personas menores de edad están esperando coherencia por parte del mundo adulto.

LA PRENSA LIBRE, 3 de Diciembre de 2008

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