sábado, 13 de junio de 2009

Hablemos de sexo: el cunnilingus

El arte del cunnilingus
Miren Ayesa


Se cuenta que Wu Zetian, la única emperatriz china que ha habido y que reinó entre el 690 y el 705 d.C, creó un decreto en el que se obligaba a todos los dignatarios visitantes a rendirle sus respeto realizándole un cunnilingus.

Ésta práctica milenaria es uno de los mayores placeres que puede experimentar una mujer. Se trata de chupar, lamer, mordisquear o frotar con la boca, la lengua o los labios la entrada de la vagina, el clítoris o los labios.

Puede que junto a la masturbación, el sexo oral conlleve a tener más orgasmos que cualquier otra práctica sexual.

Como cada mujer es un mundo, no se puede realizar un cunnilingus con instrucciones precisas como si fuéramos a montar un armario, ya que lo que le puede gustar a una a otra la puede disgustar.

Preparando el terreno

El clítoris es una parte muy sensible y por lo tanto no se puede ir a él con la voracidad de alguien que quiere comerse un filete de res. Hay que preparar el terreno antes para poder llegar después hasta ese punto. Las mujeres tienen que estar excitadas para disfrutar del sexo oral.

Lo primero es encontrar un sitio cómodo porque por un lado, puedes acabar con dolor de cuello ya que este tipo de sexo oral suele ser largo, y por otro lado, porque la mujer puede perder todo apetito sexual en caso de estar incómoda.

Se puede comenzar con besos, caricias, tocamientos y en vez de ir directo o directa al clítoris puedes comenzar a mordisquear o lamer los muslos o el trasero para que la mujer se excite cada vez más e ir acercándote progresivamente al puntito mágico.

Cómo hacer bien un cunnilingus no viene en los genes. La mujer deberá guiar a la pareja en caso de que ésta esté un poco perdida. Además, hay que tomarse su tiempo para aprender y como cada mujer es un mundo puede que la técnica que sirvió con una no sirva para otra.

De todas maneras, siempre nos podemos guiar con los gemidos o los movimientos, esto indicará si le gusta o no lo que estás haciendo.

Puedes pasar la lengua por los labios, por el clítoris, sin que parezca que están comiendo un helado. Se puede meter la lengua en la vagina, dar mordisquitos suaves en los labios. Se puede hacer suavemente, fuerte, despacio o rápido. Ella te guiará.

Si se ve que le está gustando es muy recomendable que no cambies. A veces se puede interrumpir un orgasmo o un buen momento si se cambia el estímulo. Si la chica está llegando al orgasmo, se puede acelerar ligeramente el ritmo.

A algunas mujeres les gusta continuar un ratito más porque pueden llegar a tener otro orgasmo. Otras en cambio no querrán seguir. De todas maneras, lo más recomendable es continuar porque si la chica no quiere ya lo comunicará.

Mientras se practica un cunnilingus se pueden acariciar los pechos, introducir los dedos en la vagina, estimular el ano o agarrar las nalgas y separarlas.

A veces el sexo oral puede resultar cansado por eso se pueden introducir vibradores o incluso colocar un anillo vibrador en la lengua indicados especialmente para esta práctica. La combinación del sexo oral y un vibrador puede resultar muy placentero y el orgasmo puede ser más intenso.

Si quieres hacer sexo seguro, se puede utilizar una barra protectora de látex o incluso plástico de cocina transparente.

Sin escrúpulos

Cada vez nos preocupa más la higiene. Colonias, desodorantes, toallitas húmedas, gel desinfectante… hemos llegado a creer que cualquier olor que provenga del cuerpo es malo y desagradable.

Para algunas mujeres esto crea una barrera al sexo oral, ya que los genitales femeninos producen humedad y tienen olor.

Sin embargo, lo cierto es que la humedad lo crea el propio cuerpo para limpiar la vagina y la vulva. La mucosa vaginal no es otra cosa que un flujo ácido para prevenir la entrada de bacterias. Si no existirían las mujeres tendrían infecciones constantemente.

Lavar los genitales una vez al día es suficiente. El exceso de higiene puede ser perjudicial ya que la vagina ya se limpia por sí misma.

Si la vagina expende un olor muy desagradable y el fluido es de otro color puede que tenga una infección.

De todas formas, si antes de realizar un cunnilingus una mujer se siente sucia lo mejor es que se lave con agua y jabón, y después ¡a disfrutar! Aunque hay personas que disfrutan del olor característico de la vagina.

CONTRAPUNTO, El Salvador, 13 de Junio de 2009http://www.contrapunto.com.sv/index.php?option=com_content&view=article&id=747

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