viernes, 5 de junio de 2009

Porno hecho por mujeres y para mujeres

Erika Lust: “Yo hago películas con sexo, hechas para un público femenino”

Por Miren Ayesa


El cine pornográfico siempre ha sido una industria vetada para las mujeres, salvo que fueran actrices. Por eso, en estos últimos años algunas mujeres han decidido que ya estaban hartas de ser meros objetos y han pasado a dirigir, producir o escribir guiones.

Erika Lust es una de ellas. Sueca de nacimiento pero residente en Barcelona, es periodista, licenciada en ciencias políticas, directora de cine porno para mujeres y sobre todo feminista. Sus películas son un aire fresco en la pornografía convencional, llena de, supuestamente, placeres masculinos pero nunca femeninos.

La primera vez que ves “Cinco historias para ellas”, su primera película, te sorprende gratamente. Crees que te vas a encontrar escenas mal hechas en un sofá marrón con un mueble lleno de figuritas de porcelana y cuadros de paisajes de caza, la tónica del cine porno. Pero en vez de eso ves escenarios con gusto, con diseño, escuchas música agradable y ves a mujeres y hombres disfrutando realmente de su sexualidad.
Aunque para ver a hombres y mujeres disfrutando del sexo no hay mejor cosa que su segunda película, “Barcelona Sex Project”: más que una película, es un tipo de documental donde tres hombres y tres mujeres cuentas sus vidas, sus fantasías, sus gustos sexuales para al final masturbarse y tener un orgasmo real.

De hecho, lo bueno que tienen las películas de Erika es que sus actores y actrices no fingen sus orgasmos y que cuando las ves, seguro que llegas a más de uno.


ContraPunto la entrevistó desde San Salvador, he aquí sus impresiones:

¿Cómo te metiste en el mundo del porno?

A mí me pasó como a la mayoría de las mujeres: cuando vi porno por primera vez –debía de tener 15 o 16 años —no fue amor a primera vista, ni mucho menos. Evidentemente había algo en las imágenes que me excitaba pero también muchas cosas que me molestaban. No me sentía identificada con esas películas: ni mi estilo de vida, ni mis valores, ni mi sexualidad aparecían por ninguna parte.

Durante años trabajé en producción de cine y publicidad, y me seguía asomando al porno y año tras año veía que lo que se producía no evolucionaba, era porno de hombres para hombres. La solución, si quería cambiarlo, era hacer yo misma el producto que a mí y a mis amigas nos gustaría ver.

Fue en 2004 cuando decidí montar Lust Films of Barcelona. Fue arriesgado y hoy estamos muy contentos. Lo monté con un pequeño capital inicial y hoy la empresa no sólo produce cine para adultas, sino que hacemos una amplia variedad de productos audiovisuales y editoriales alrededor del nuevo erotismo: producimos la primera revista gratuita de sexualidad y salud de España para la empresa La Maleta Roja, hacemos contenidos para Internet y móviles o producimos cuentos eróticos en audio para un importante fabricante de juguetes eróticos sueco. Es una empresa muy versátil, joven e innovadora que hace contenidos para adultos inteligentes, modernos e informados.

Trabajar en un mundo tan machista como es el del porno tiene que ser difícil ¿no?

Cuando decidí empezar a hacer cine erótico y explícito especial para mujeres, los hombres de la industria me acusaron de ser antigua y retrógrada. Me dijeron que hacer películas para mujeres era discriminatorio, y que las películas que ellos hacen ya están pensadas para todo el mundo.

Algunos machos se sienten heridos cuando pierden su hegemonía…

Lo que pasa es que lo masculino es el estándar universal en todo el mundo, por eso no entienden que hace falta otra perspectiva. Consideran su deseo y su placer como general para todos los seres humanos. Es como cuando en las escuelas convocan una reunión “de padres” cuando en verdad sólo hay mujeres, o cuando se habla del “hombre” para denominar al ser humano.

¿Por eso cine porno para mujeres?

¿Por qué hacer revistas para mujeres, no se conforman las mujeres con las revistas masculinas? En el cine x hecho por hombres no está retratado el placer femenino, y la mujer solo aparece para complacer a los hombres. Las situaciones sexuales que se plantean me parecían ridículas, todas basadas en fantasías masculinas machistas: la chica entra a la habitación y descubre a su chico con su mejor amiga, y en vez de enfadarse, ¡decide que lo mejor es unirse a la fiesta!

Entonces, ¿la diferencia con el porno “convencional” es que se centra más en los deseos y fantasías de las mujeres?

Cuando yo y otras nuevas directoras que están surgiendo en todo el mundo decimos que hacemos películas para mujeres no es para excluir a los hombres de la audiencia, sino para comunicar que en primer lugar están pensadas para un público femenino, que el placer y el deseo femenino están en el centro. Digo esto para evidenciar que las películas hechas por hombres, por mucho que se pretenda, no están destinadas primordialmente a nosotras.

El cine x hecho por hombres para hombres es porno, y el porno tiende a ser aburrido, feo y repetitivo. Yo hago películas con sexo, hechas desde una perspectiva femenina para un público femenino. Todo es diferente: los actores, el guión, el papel de la mujer, la decoración, la música, el sonido directo, la manera de rodar el sexo… Es como preguntarse en qué se diferencia la revista Playboy de la revista Elle, en tantas cosas que casi es insostenible plantearse una comparación.

¿Cuál es el objetivo de tus películas?

Dar una imagen positiva de la sexualidad femenina, sin culpa ni moralismo. Y además dar un mensaje femenino y feminista. Otra clave de mi cine es evitar los estereotipos de personajes que los hombres de la industria del cine adulto nos han obligado a soportar durante los últimos 20 años, que son ofensivos hacia la mujer: estamos hartas de lolitas cachondas, adolescentes guarritas, secretarias siempre dispuestas, mujeres desesperadas, enfermeras calientes, prostitutas ninfómanas, heroínas traga-semen. Puede que estas mujeres sean el ideal sexual femenino para los tíos, a mí no me inspiran.

Además los hombres en las pelis son casi siempre mafiosos, proxenetas, traficantes de drogas o armas, multimillonarios o máquinas de sexo megamusculados y superdotados. Puede que estos hombres sean el “héroe sexual” de los tíos, a mí no me ponen.

A mí tampoco, a si que puede que haya llegado la hora de las mujeres…

Por desgracia, nos queda avanzar en miles de espacios más. Pero el porno es un reducto particularmente machista y agresivo hacia la mujer, por eso somos aún pocas las que nos atrevemos, pero lo vamos consiguiendo.

A los hombres productores y directores de cine porno les ha llegado el momento de reconocer lo que todos sabemos. Han tenido el monopolio durante décadas de definir lo que es el porno, de hacer cine explícito construido a partir de sus ideas, deseos y fantasías. Las pelis x que hoy invaden el mundo representan solamente su sexualidad masculina.

Pero ha llegado el momento de dejarnos a las mujeres entrar y participar en ese mundo privado y secreto. Como ya pasó por ejemplo en la política, las mujeres queremos acceso a ese coto privado masculino y en cuanto lleguemos queremos cambiar cosas, porque ¡no estamos contentas! ¡No estamos satisfechas!

Algunas mujeres creen que el porno debería estar prohibido, en Estados Unidos por ejemplo, hay un movimiento de mujeres contra la pornografía.

Hay mujeres que piensan que el cine x es un género que debemos odiar, por obligación y tradición. Pero yo creo que debemos participar en este fenómeno masculino, para cambiarlo y moldearlo a nuestro gusto.

Ya somos muchas mujeres dirigiendo cine adulto, incluso ya existen los (premios) Feminist Porn Awards en Toronto (Canadá), o sea que el fenómeno ya es mundial y ya no hay quien nos pare.

En Europa hay público y en América también. Nosotros hacemos películas dobladas y/o subtituladas al francés, alemán e inglés. Exportamos mucho. Y sí, hay público y nuestros productos están funcionando muy bien. Evidentemente también nos compran los hombres, pero un porcentaje cada vez más creciente son mujeres.

Entonces, en el porno que tú haces también el público masculino tiene cabida.
A la gran mayoría les gustan y me felicitan, pero siempre hay quien me detesta. Casi siempre el hombre que cuestiona lo que hago suele encajar en un perfil muy determinado, con el denominador común del machismo de fondo.

Has realizado dos películas, la primera “Cinco historias para ellas” y la segunda “Barcelona Sex Project”, y hace unos meses publicaste tu primer libro “Porno para mujeres” ¿Qué será lo próximo?

El próximo año el libro será editado en inglés y en alemán. En octubre estrenaré mi nueva película “Seis voces femeninas”. Consiste en seis voces que narran experiencias y sentimientos de mujeres. Por ahora no os puedo contar mucho más.

Más sobre Erika Lust en Lust Films

CONTRAPUNTO, El Salvador, 4 de Junio de 2009
http://www.contrapunto.com.sv/index.php?option=com_content&view=article&id=669:erika-lust-yo-hago-peliculas-con-sexo-hechas-para-un-publico-femenino&catid=37:noticias&Itemid=50

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