martes, 1 de septiembre de 2009

Acerca de la xenofobia en Costa Rica

Xenofobia peligrosa
Simmel Ortegarrieta
Periodista
ortegarrietas@hotmail.com

No es un secreto que los medios pueden mancharse de xenofobia. Pero creí que Canal 7 atenuaría esa realidad en vez de fomentarla. Me equivoqué. El viernes 14 dieron la noticia de un simulacro de asalto realizado por el OIJ: “¡Salgan nicas de mierda!”, gritaban los agentes judiciales, dando por un hecho que, como el asalto en Monteverde (que recreaban) fue realizado por nicaragüenses, todos los delincuentes han sido, son y serán, de allá. Por ello, usaban “nicas” como sinónimo de “criminales” –reales o simulados–, acto lesivo y muy peligroso. Esto, a pesar de que los nicas siempre condenamos dichos asesinatos. Quizá por ser nicas y no afroamericanos, judíos, colombianos, homosexuales o de otras minorías, fue válido para el 7 transmitir la nota sin edición previa, a diferencia de otros medios. Así, se irrespetó a quienes damos nuestro mayor esfuerzo laboral, profesional, académico, humano y económico a Costa Rica, país al que agradecemos por darnos la oportunidad de vida, que en nuestro país se nos negó.

Si el “piropo” hubiera sido para peruanos o cubanos, quizá se habría desempolvado la ética profesional. Un periodista debe conocer el límite de la libertad de expresión, pues notas así violentan nuestros derechos humanos al mancillar nuestro origen. ¿Qué culpa tenemos de que los asesinos de Monteverde hayan sido nicas? ¡Ninguna! Por ello, merecemos y exigimos un trato digno.

Tras los insultos gratuitos, esperé una rectificación, pero no hubo ninguna. Pero no pecaré yo de ignorante: sé bien que los peruanos, cubanos y extranjeros también fueron insultados. Asimismo, muchos costarricenses: nuestras parejas, amigos, compañeros de trabajo, hermanos, primos e hijos; esos ticos que conocen Nicaragua y se enamoraron de ella; esos ticos que unieron sus vidas a las nuestras; esos ticos que nacimos nicas y que nos naturalizamos costarricenses –con profundo orgullo por ambos países– también fuimos groseramente ofendidos.

Exigimos disculpas, pues cada agravio nos denigra, sataniza y presenta como los eternos responsables de crímenes, asesinatos y violaciones, aunque el mismo OIJ comprueba que son ticos quienes cometen la inmensa mayoría de delitos. La inmensa mayoría de nicas nos ganamos esta vida de forma loable, honrada e imitable. Y por ello también exigimos disculpas.

Habría que ser extranjero para saber lo que es discriminación. Tal vez algunos lo han olvidado, o bien en Teletica no hay nicas, y si los hay, no importa agraviarlos. Habría que ser una persona muy especial para reconocer un error tan grotesco, hiriente e incongruente con el siglo XXI. Ya la historia demostró cómo de las palabras se pasa a los hechos. Se comienza fomentando ideas, mensajes y chistes xenófobos en los medios. Por ello, valga también el artículo para los agentes que se guían por ignorancia y rancios prejuicios, que practican cómo frenar a “nicas de mierda”, y no a criminales. Si confunden esto, podrían confundir a guanacastecos con “delincuentes”, solo porque su acento se parece al nuestro, y nuestras palabras, a las suyas. En algo se parecen también las balas, las palabras de odio y las disculpas que no llegan: todas asesinan.

LA NACIÓN, Costa Rica, 29 de Agosto de 2009
http://www.nacion.com/ln_ee/2009/agosto/29/opinion2073621.html

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