jueves, 29 de octubre de 2009

Ambigüedad sexual en la música tecno-pop

Ambigüedad para las masas
Este fin de semana vuelven a tocar en Buenos Aires Depeche Mode y Pet Shop Boys. Estrellas encendidas del pop electrónico de ayer, de hoy y de siempre. Traen de nuevo esa alquimia que sabe convertir los secretos de la cultura queer en oro.
Por Gustavo Lamas


DEPECHE MODE: LA MODA EN PRESENTE

Para los que fuimos adolescentes en la última parte de los ochentas, su música fue una de las mejores compañías en plena revolución hormonal. Sus canciones te entraban por los pies, el baile y el movimiento pero también te proponían un imaginario ambiguo, torturado, romántico y árido que no se agotaba en la catarsis del contoneo de fin de semana. Funcionaban además como puerta de entrada a un submundo sonoro en el que podías desembocar en el pop sintético de Fad Gadget, Soft Cell o Ultravox, en el tecno industrial de Nitzer Ebb y Front 242 o redescubrir a sus precursores Kraftwerk quienes habían anticipado el tecno pop antes que nadie. Derribaron el prejuicio que marcaba un techo de popularidad al que se saliera del estándar guitarra, bajo y batería. Traspasaron ese umbral para inaugurar el tecno-pop de estadios y hacer bailar a millones alrededor del mundo. En nuestra Buenos Aires querida su música supo sonar tanto en el under como en el mainstream, desde las matineé hasta los antros darkys y gays. Eran "el grupo"en pleno furor Z 95 cuando a la música dance se la empezaba a llamar "marcha" y asomaba la falsa dicotomía entre el aguante rockero macho vs. artificialidad tecno marica. Hoy se los consume con nostalgia como parte del ataque ochentoso pero siguen grabando y tocando a la vez que son una referencia ineludible para el electro pop contemporáneo desde Hot Chip hasta Junior Boys.

GENESIS

La historia arrancó en 1980 con tres inglesitos de Basildom. Vince Clarke, Martin Gore y Andy Flechter abandonan instrumentos convencionales para ponerse atrás de sintetizadores. Se les suma Dave Gahan como cantante y graban el debut "Speak And Spell". Con ese tecno pop jueguetón y saltimbanqui facturan alguno de sus primeros clásicos como "Just Can't Get Enough", con esa melodía tan para nuestros ringtones de hoy. Tras ese disco, el cerebro del grupo, Clarke, los abandona para formar Yazoo y más tarde Erasure. Martin Gore toma la posta como compositor y se incorpora Alan Wilder para completar la formación que los verá consagrarse. Transcurren los ’80 como el período más fructífero de su carrera, oscilando entre el sonido industrial, el gótico, el pulso tecno infaltable y la genialidad para la canción pop con melodías memorables. Vale la pena repasar "Construction Time Again", "Some Great Reward", "Black Celebration" para comprender de qué se habla cuando se los pondera como clásicos o pioneros. "Música para las masas" del '88, comienza con ese título irónico que termina siendo una profesía de autocumplimiento.

TRAVATECNO

Así como otros grupos del synth pop hicieron un culto de la ambigüedad, recontextualizaron la estética gay leather y aceptaron la herencia glam tanto de Bowie como de los Roxy Music. El make up y los raros peinados estaban a la orden del día en pleno período post-punk y new wave. Martin Gore cuenta cómo y por qué le gustaba montarse en sus comienzos: "Me gusta ponerme ropa de chica y eso no quiere decir que sea travesti. Me gusta la combinación "anti-macho" de llevar pantalones y una cazadora de cuero con ropa femenina. Desorienta a la gente. Estoy buscando más cosas de ese estilo para poder ponerme, pero no encuentro diseños nuevos dentro de la indumentaria 'sado-maso'". Y agrega sobre la imagen ambigua de la banda: "Me gusta la idea de lo andrógino pero sobre todo me disgusta la normalidad. Siempre sentí la imagen de macho como algo realmente aburrido" El lugar común de la prensa de etiquetarlos como pop gay siempre chocó con sus declaraciones: "Lo que podemos afirmar es que nuestro público cuenta con gran cantidad de gays. Además que ese tipo de definiciones sobre nosotros responde, no sólo a nuestro aspecto y manera de vestirnos, sino al cliché de que la sensibilidad que destilan nuestras canciones sólo puede provenir de un grupo gay. No es algo en lo que pueda preocuparme en absoluto. La gente puede decir lo que quiera".

AQUI Y AHORA

A punto de cumplir treinta años de carrera, sobrevivientes de excesos y sobredosis, regresan al país a 15 años de su recordado show en el estadio Vélez cuando presentaron Songs Of Faith and Devotion con un Dave Gahan pelilargo. Esta vez la excusa es su reciente Sounds Of the Universe pero, seguramente, además del puñado ineludible de nuevos temas, repasarán más de una que sepamos todos.

PET SHOP BOYS: ESOS LOCOS TAN FELICES

En la prehistoria del mp3 hubo un tiempo en que grabábamos nuestros favoritos de la radio. Para eso había que escuchar, por ejemplo, el "Europarade" que traía los éxitos europeos con un locutor británico que se doblaba al castellano y se emitía en alguna de las FM porteñas pre-Rock & Pop. En alguno de aquellos TDK tuve "West End Girls" junto a otros hits que ya olvidé. Sólo los Pet Shop Boys siguen, tantos años después, entre mis preferencias aunque debo ser franco que, a finales de los ’80, no era fácil engancharse con temas como "It's a Sin" o "Domino Dancing" que sonaban demasiado cheesy para una adolescencia sombría en la que música como la de los Depeche parecía encajar. En los ’90, prejuicios de lado, la cosa cambió y a partir de esa obra insuperable del pop que es "Behaviour" aprendimos a quererlos, disfrutarlos y seguirlos hasta hoy.

PET SOUNDS

En 1983, Neil Tennant ya se había juntado con Chris Lowe para dar forma a los primeros bocetos del dúo al que le pusieron Pet Shop Boys, según cuentan, por unos amigos que tenían una tienda de mascotas. Como periodista de la revista Smash Hits, Tennant viaja a Nueva York para entrevistar a The Police y aprovecha la bolada para encontrarse con Bobby Orlando, el gran productor de la música High Energy. Producto de ese encuentro sale "West End Girls", su primer single y uno de los temas más significativos de la década. Desde ahí no pararon hasta convertirse en un icono ineludible del pop de los ’80. Supieron trepar los charts con sus canciones pegadizas para la disco y las FM de la mano de un letrista inspirado y sensible. Mientras su música iba con las distintas olas del dance, las letras hablaban de lo cotidiano en la vida moderna de ciudad, el consumo y los desencuentros amorosos. Entre melodías contagiosas y pulso de pista, te pintaban la Inglaterra de Tatcher o el pánico por el sida con una pluma no tan lejana al Morrisey que, desde las antípodas, proponía colgar al dj. Los Smiths y los PSB parecían como el agua y el aceite. Pero con el tiempo, Johnny Marr terminó colaborando reiteradas veces con el dúo. Escúchenlo en "Beautiful People" de lo mejor del último de los Pet.

POP SHOW CLOSET

Ellos también supieron tomar elementos de la cultura gay como parte de su estética y el imaginario de sus canciones. No desde un lugar periférico sino desde su propio lugar de pertenencia. Durante su ascenso a la popularidad mantuvieron en la sombra las referencias a su vida privada. Prefirieron salir del closet recién en el ’93, con la aparición de "Very", donde las referencias a la cultura de la diversidad dejan de ser sólo un guiño para tratarla explícitamente. Neil justifica aquellos años dentro del armario: "Yo siempre fui gay en mi vida privada y, además, el imaginario en nuestras canciones y nuestra imagen sobre todo, siempre fue gay. Sin embargo, durante los ’80 jamás dijimos que lo éramos. Siempre he pensado que es más excitante cuando la sexualidad es todo un misterio. De todos formas, si miran la tapa de Love Comes Quickly con Chris con esa gorra de Boy era algo increíblemente gay…Además nunca tuvimos la pretensión de aparecer como heterosexuales y nunca aparecimos con falsas novias o pusimos chicas sexy en los videos, excepto en "Being Boring" donde también aparecen chicos hermosos". Lo cierto es que a Tennant no le resulta demasiado cómoda la salida del closet y pone sus reparos sobre ser reconocido como un "Pop Star Gay": "De alguna manera con esto uno pierde misterio y al final se dice 'ok, por supuesto, él es gay'. Y te meten en la pequeña caja gay y la división de marketing gay sabe que cuenta con nosotros. Todo esto es muy poco interesante para nosotros". A la hora de pensar sobre los cambios en la escena de los últimos años y cómo funciona la idea de lo gay dentro del mercado suelta esta reflexión: "Me preocupa que cuando uno comprende que es gay, esto implica un cambio en el estilo de vida. Ese cambio significa determinadas fiestas, bares y clubes, adónde irás de vacaciones, de qué gimnasio serás miembro. Nunca me gustó encajar en eso y creo que la cosa con nosotros es que nunca encajamos del todo ahí. Tratamos de hacer nuestra propia cosa, creamos nuestra pequeña cultura y un mundo de ideas propias y parte de eso viene de no encajar completamente. Tenemos conexión con un montón de cosas, una actitud amplia y diferentes intereses. Necesitamos tener la mente abierta y no enclaustrarnos o estar inmersos en un gran closet de los mismos bares y clubes. Cuando la gente habla de ‘comunidad gay’ no me agrada. Suena a comunidad separada. Creo que todos vivimos en una sola comunidad y no me gusta ser separado. Siento que así sentimos todos, más allá de la pertenencia a una comunidad gay o comunidad racial o lo que sea".

AQUI Y AHORA

Este año, los Pet Shop Boys editaron Yes, su décimo disco en 25 años de carrera. Tuneados por los productores Xenomanía, los mismos tras el éxito de las Girls Aloud y otros, lograron un álbum que no desentona con lo mejor de su repertorio. Esta noche vuelven en su cuarta visita a Buenos Aires para presentarlo y, seguramente, no faltaran aquellas canciones que nos hacen quererlos tanto.

PÁGINA 12, 16 de Octubre de 2009
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