martes, 6 de octubre de 2009

Amarillismo y homofobia en periódicos mexicanos

“Tribuna Libre”, al más rancio estilo periodístico, estigmatiza a mujeres y homosexuales


Antonio Medina
México DF

Lejos de informar de manera ética y respetuosa sobre sucesos relacionados con la diversidad sexual, los aspectos sociales y culturales en torno al VIH/sida y la violencia machista contra las mujeres, el semanal Tribuna Libre, Voz del Pueblo, dirigido por Ramiro Luévano López, que se distribuye en la ciudad de Aguascalientes, sigue una línea editorial de escarnio y estigmatización hacia esos sectores de la sociedad.

Así se demuestra en la edición del 31 de agosto al 6 de septiembre de este año en el que tan solo en tres textos periodísticos, este medio de comunicación refleja su falta de ética, por ejemplo, al colocar la fotografía de un hombre desnudo que murió a causa del sida.

El titular de la nota sentencia: “Víctima de SIDA, homosexual muere en total abandono”.

El reportaje, firmado por Esteban Bonilla López, con fotografías de Edgar César de la Rivera, relata el “triste fin de un sidoso”, dan su nombre y una serie da datos personales, que lejos de informar, reafirman los estigmas contra las personas que viven con VIH, tal como sucedía en la gran mayoría de los medios de comunicación a inicios de los años 80, cuando poco o nada se sabía sobre los motivos de esta epidemia y se culpaba de manera obsesiva al sector más visible: los homosexuales.

El escarnio, el morbo y la degradación del sujeto se conjugan en el texto periodístico, y el cuerpo desnudo como una evidencia de todos los males que pesan sobre quien rompió las normas de la heterosexualidad. De ahí que “la muerte social de las personas que viven con sida es tan aniquilante y lacerante como la misma muerte física”, como ha dicho en repetidas ocasiones el maestro Carlos Monsiváis.

En la sección policíaca del mismo semanario, otra nota periodística, plagada de juicios de valor y motes estigmatizantes como “puñales”, “mujeres con antena”, “chinches sidosas” y “par de lilos”, relata la detención de dos hombres travestis que ejercen el trabajo sexual en las calles de la capital de Aguascalientes.

La detención responde a que “los puñales” ofrecieron sus “encantos” a un trailero, quien luego de percatarse que eran homosexuales, los denunció a la policía local, que pronto los detuvo y los remitió al Ministerio Público.

Al igual que en la nota anterior, los reporteros dan los nombres de los detenidos, su domicilio y muestran la identidad de ambos con sendas fotos en el momento de su detención. El titular del texto es “Puñales presos”.

En la página 20 de la misma edición, Tribuna Libre, Voz del Pueblo, reporta un suceso relacionado con violencia machista: “Por Puta, César Alejandro quiso matar a balazos a Claudia, su mujer”. Con signos de admiración, el balazo dice: “¡Bendita impunidad, el hombre ya está libre!”.

La crónica de este suceso se enfoca a destacar la sagacidad del hombre para no ser juzgado por la justicia y detalla con algunos juicios de valor machistas los motivos que tuvo el hombre para violentar a “su mujer”.

Este tipo de notas periodísticas son comunes hoy en día en muchos periódicos del interior del país, que llegan a poblaciones específicas y que son leídas por grandes sectores poblacionales.

Estos diarios aún no experimentan el avance que en la materia han tenido algunos periódicos de alcance nacional, que desde hace algunos años han dejado el amarillismo como manera de informar, tal vez por la presión de las organizaciones civiles, aunque también por un avance plural y de congruencia con los valores democráticos que pregonan, sean de derecha o izquierda.

¿A qué responderá que este tipo de diarios sigan dando información que viola toda norma ética de comunicación? ¿Qué están haciendo los gobiernos para que no se sigan dando este tipo de violaciones a la identidad de las víctimas de discriminación? ¿Saben cómo aplicar sanciones legales en estos casos? ¿La ciudadanía, que es la que compra este tipo de diarios, está haciendo algo? ¿Por qué no protestan? En el caso de Tribuna Libre, que dice ser la Voz del Pueblo, ¿realmente la gente que compra ese semanario estará de acuerdo con los lenguajes que utilizan y con el escarnio que se hace de las personas que exhiben en sus páginas?

Es preciso destacar que ya se ha levantado una voz desde otro estado. José Cruz y Francisco Moguel de Tabasco, que pertenecen a la organización civil Tabasqueños Unidos por la Diversidad y la Salud Sexual A.C., se han manifestado en diferentes momentos en contra de la discriminación que habitualmente hacen algunos diarios de su estado.

En este caso, desde la tierra del edén, los activistas denuncian la falta de escrúpulos de Tribuna Libre, la Voz del Pueblo, al hacer del conocimiento de la población la situación de un hombre homosexual muerto a causa del sida, “exhibiéndolo de una forma discriminante, homofóbica y peyorativa”.

Los activistas sugieren que se tome en cuenta la corresponsabilidad en este tipo de coberturas a las autoridades judiciales y ministeriales, “que son las que permiten que los medios de comunicación tomen placas fotográficas de las personas muertas y den información detallada de los casos, muchas veces contribuyendo en la estigmatización de las personas”.

A manera de reflexión, José Cruz comenta, en conversación telefónica, que existen en la actualidad nueve estados que tienen una ley contra la discriminación y en algunos casos ésta se ve reflejada en la tipificación de la discriminación como un delito en los códigos locales, “aunque pareciera ser que eso se les olvida tanto a los medios de comunicación como a las organizaciones civiles, al no denunciar casos tan atroces como el que hemos visto en Tribuna Libre de Aguascalientes”.

Este caso debiera ser un antecedente más para que las Comisiones de Derechos Humanos de los estados y el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) trabajen juntos para ir eliminando de los medios de comunicación representaciones estigmatizantes de sectores particularmente vulnerables, tal como lo hizo hace algunos meses la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, presidida en ese momento por el maestro Emilio Álvarez Icaza, que luego del lamentable caso de la broma a El Sammy, se invitó a la producción del programa de televisión “Hazme reír” de Televisa para que el equipo creativo se capacitara sobre los diversos temas de Derechos Humanos.

En cuanto a prensa escrita existe un buen antecedente con el periódico La Prensa, que luego de algunas protestas de activistas y el Conapred sobre la manera en que informó sobre la detención de un asesino serial de homosexuales, revirtió su política editorial homofóbica, por una abierta y respetuosa de la diversidad sexual.

Sin duda los medios de comunicación son, como afirma ONUSIDA, “un factor de cambio positivo sobre la percepción social del sida y quienes viven con el virus”. Hoy en día, al igual que hace tres lustros, “la peor epidemia con la que hay que luchar no es la del sida, sino la de la discriminación y los prejuicios”, como dijo Jonathan Mann, primer director de ese organismo internacional.

La responsabilidad social de quienes informan en los medios de comunicación debe estar paralelamente de acuerdo con las normas éticas de respeto hacia las personas y sectores sociales que son motivo de información.

La sociedad tiene el derecho de ser informada de materia responsable por parte de quienes informan. Asimismo, tiene el derecho de exigir se le informe de manera correcta sobre los sucesos públicos y los diferentes actores sociales motivo de información.

En tanto, las instituciones del Estado tienen la obligación de proteger esos derechos, de lo contrario sancionar conforme a la ley a quienes violenten el derecho de la sociedad a estar bien informada.

NOTIESE, México, 5 de Octubre de 2009
http://www.notiese.org/notiese.php?ctn_id=3261

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